LAMENTABLEMENTE 130 AÑOS DE SU SURGIMIENTO LA SEGUNDA INTERNACIONAL VUELVE A PONERSE DEL LADO DEL COLONIALISMO Y DE SU VISION "CIVILIZATORIA" Y CHAUVINISTA . POSICION QUE DIO APOYO A GRANDES ATROCIDADES CONTRA LA HUMANIDAD EJERCIDAS POR LA COLONIZAQCION EUROPEA. DEJAMOS ABAJO EL ARTICULO DONDE MUESTRA SU EXPRESION Y ABAJO LOS DEBATES LLEVADOS A CABO DURANTE LA INTERNACIONAL ENTRE PRINCIPIOS Y FINES DEL SIGLO XIX Y XX, QUE DERIVO EN EL DEBILITAMIENTO DE LA POSTURA SOCIALDEMOCRATA Y EN LA CONSOLIDACION DEL COMUNISMO.
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La Internacional Socialista reconoce los esfuerzos de Juan Guaidó y pide elecciones en Venezuela
La organización internacional de partidos socialistas y de izquierda reconoce la legitimidad del Parlamento de Venezuela, la cual es desconocida por Nicolás Maduro.
Dichas elecciones han de "ser vigiladas por una nueva autoridad electoral plenamente independiente e imparcial", y "deben tener lugar con la participación de aquellos previamente calificados y estar acompañadas por la liberación de los prisioneros políticos", se agregó en la resolución.
Reconocen a la Asamblea Nacional
La crisis en Venezuela vive un nuevo episodio después de que el pasado miércoles el jefe de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, se proclamara presidente interino del país. En su resolución, el Consejo de la Internacional Socialista subrayó que la Asamblea Nacional "es el poder legítimo para conducir la transición democrática" en esa nación.______________________________________
El debate socialista sobre la colonización europea
I. El imperialismo
El
congreso de Stuttgart (1907)
Este
congreso fue testigo del primer gran debate alrededor de las ideas esbozadas
tres años antes en el informe de Van Kol ante el Congreso de Ámsterdam.
AFICHE DEL PRIMERO DE MAYO, DÍA DEL TRABAJADOR
David (Alemania). Solicito la votación de una
resolución donde se haga constar que el congreso socialista acepta en principio
la colonización debido a que la ocupación y la explotación de toda la tierra
son indispensables para el bienestar de la humanidad, pero se sobrentiende
también que la resolución debe criticar la gestión del capitalismo actual.
Debemos salir del reino de las palabras. Europa necesita colonias. Más aún,
todavía no tiene las suficientes. Sin colonias, nos asemejaríamos, desde el
punto de vista económico, a China.
Ledebour (Alemania). El ciudadano David ha
descuidado el problema principal, pues toda política [...] colonial es
necesariamente capitalista, dado que la explotación de las colonias es una
resultante del propio capitalismo. David cree que es posible evitar esas
abominaciones [...] Ese es un error fundamental [...]. Por el contrario,
considero que la política colonial actual es el resultado inevitable del
capitalismo, y no es mediante la resistencia de los explotados como se podrá,
en cierta medida, disminuir las brutalidades que todos deploramos. Pero en las
colonias no hay que contar con la fuerza de resistencia de los explotados, pues
la población nativa carece casi totalmente de ella. Contrariamente al criterio
de David, pienso que debemos encabezar nuestra resolución diciendo que no
esperamos de la política colonial capitalista ningún progreso de la
civilización y, como por principio somos adversarios de toda explotación y de
toda opresión de nuestro propio país, también debemos combatir, por principio,
una explotación y una opresión que causa estragos aún mayores en las colonias.
Terwagne (Bélgica). En nombre de la minoría de la
comisión y de mi partido, recomiendo agregar a la resolución la siguiente
introducción: “El Congreso no condena en principio y
para siempre toda
política colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una obra
de civilización”.
Rouanet (Francia). Creo que es falso considerar la
colonización como un fenómeno puramente capitalista. La colonización es también
un hecho histórico. Por ese motivo, apoyo la resolución de Terwagne. Es posible
desde ahora obtener en las colonias mejoras considerables [...]. Creo que se
exagera cuando se le endosan al capitalismo todos los crímenes de la
colonización. Este no es un fenómeno capitalista sino histórico [...]. Los
pueblos de los países civilizados europeos y norteamericanos se hallan ante
espacios enormes. ¿Deben utilizar o no esos espacios para mejorar la existencia
económica de su país? Yo respondo por la afirmativa. Entonces, es preciso
examinar la cuestión de la colonización, aun de la colonización burguesa.
David (Alemania). Les propongo incluir el siguiente
texto en el proyecto de resolución, en forma de nota introductoria: “El
Congreso, al comprobar que el socialismo tiene necesidad de las fuerzas
productivas de todo el universo, destinadas a ser puestas al servicio de la
humanidad y a elevar a los pueblos de todas las razas y de todas las lenguas al
más alto grado de cultura, ve en la idea colonizadora considerada desde esta
óptica un elemento integral del objetivo universal
de civilización, perseguido por el movimientos socialista”.
Terwagne (Bélgica). Para nosotros, los belgas, el
problema se plantea del siguiente modo: ¿Dejaremos el Congo como está o bien
deseamos mejorar sus condiciones de vida? [...] ¡No cerremos las puertas al
futuro! Si de un día para otro se suprimiese el producto de las colonias, la industria
se vería gravemente perjudicada. Por lo tanto, es lógico que los hombres
aprovechen todas las riquezas del globo, cualquiera sea el lugar donde se
hallen [...]. Recomiendo la enmienda que presenté y que por otra parte se
hallaba en la redacción primitiva del texto propuesto por Van Kol.
El presidente Van Kol: Lo que acaba de decir
Terwagne es exacto. La primera redacción de mi resolución incluía como
introducción la siguiente cláusula: “El Congreso, comprobando que por lo
general se exagera considerablemente –sobre todo entre la clase obrera– la
utilidad y la necesidad de las colonias, no condena en principio y para siempre
toda política colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una
obra de civilización”.
Una vez hecha esta reflexión, propongo restablecer
esta cláusula [...]. Ahora los invito a pasar a votación. La resolución
original de Van Kol es adoptada por gran mayoría [...]. La cláusula adicional
de Van Kol es adoptada por 18 votos contra 10 [...]. El texto votado por la mayoría
de la Comisión es el siguiente:
Proyecto de resolución
El Congreso, comprobando que por lo general se
exagera considerablemente –sobre todo entre la clase obrera– la utilidad y la
necesidad de las colonias, no condena en principio y para siempre toda política
colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una obra de
civilización.
Afirmando nuevamente sus resoluciones de París
(1900) y de Ámsterdam (1904), el Congreso reprueba la colonización actual que,
por ser de esencia capitalista, no tiene otro objetivo que conquistar países y
sojuzgar pueblos para explotarlos despiadadamente en beneficio de una ínfima
minoría, aumentando las cargas de los proletarios de las metrópolis.
Enemigo de toda explotación del hombre por el
hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso
condena esta política de rapiña y de conquista, aplicación descarada de la ley
del
más fuerte
que viola el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la
política colonial aumenta el peligro de complicaciones internacionales y de
guerras entre los países colonizadores [...]. El Congreso declara que los
mandatarios socialistas tienen el deber de oponerse irreductiblemente en todos
los parlamentos a ese régimen de explotación a ultranza y de servidumbre, que
causa estragos en todas las colonias existentes, exigiendo reformas para
mejorar la suerte de los nativos, vigilando el respeto de sus derechos,
impidiendo toda explotación y sojuzgamiento y trabajando por todos los medios
posibles en la educación de esos pueblos para la independencia.
Tercera reunión plenaria. Presidencia del ciudadano
Singer
El presidente. [...] La comisión colonial finalizó
su trabajo y nos ha transmitido una resolución [...]. La minoría de la Comisión
también me hizo llegar una resolución firmada por los ciudadanos Ledebour,
Wurm, Delaporte, Bracke y Karski, que leo a continuación: 1º) Suprimir en la
resolución de la mayoría el parágrafo I. 2º) Remplazar ese parágrafo por el
siguiente texto:
“El Congreso considera que la política colonial
capitalista, por su misma esencia, conduce necesariamente al sojuzgamiento, al
trabajo forzado o al exterminio de las poblaciones
nativas en el ámbito
colonial.
”La misión civilizadora que se asigna la sociedad
capitalista solo es un pretexto para encubrir su sed de explotación y de
conquista. Únicamente la sociedad socialista podrá ofrecer a todos los pueblos
la posibilidad de desarrollar plenamente su civilización”.
Van Kol (Holanda). [...] Una gran mayoría de la
Comisión ha adoptado una resolución que, a mi criterio, renuncia al punto de
vista puramente negativista y reclama una política colonial socialista La
resolución de la minoría, por el contrario, revela un sombrío estado espiritual
de desesperanza y de duda.
[...] Nosotros, los holandeses, somos uno de los
pueblos colonialistas más antiguos, pero hemos logrado que no se mate, que no
se torture, que no se robe cada día más en las colonias holandesas. Los planes
futuros de Ledebour son totalmente utópicos. ¿Acaso no sabe que la política
colonial de mañana será siempre pacífica, acorde con los principios
humanitaristas? [...] El problema de las colonias es el gran problema que
dominará la historia moderna. Por lo tanto, es preciso crear una política
colonial socialista.
Desde que la humanidad existe hubo colonias y creo
que seguirán existiendo durante largos siglos […]. Me limito a preguntar
Ledebour si, durante el régimen actual, tiene el coraje de renunciar a las
colonias. ¿Él sabrá decirme entonces qué hará con la superpoblación de Europa,
en qué país podrán subsistir las personas que quieren emigrar si no es en las
colonias? ¿Qué hará Ledebour con el creciente producto de la industria europea
si no trata de hallar nuevos mercados en las colonias?
¿Y pretende, como socialdemócrata, renunciar al
deber de trabajar por la cultura de los pueblos atrasados? [...] Debemos
indicar el camino a seguir para disminuir la explotación de los nativos en las
colonias, para aumentar el grado de su civilización, para otorgarles los
derechos que reclamamos. El deber del congreso es velar para que los millones
de nativos desamparados puedan esperar un futuro mejor, gracias al trabajo
práctico de todos los socialistas.
(Se oyen exclamaciones de aprobación de los
delegados holandeses y algunas de los delegados ingleses).
Eduard Bernstein (Alemania). Soy partidario de la
resolución de la mayoría [...]. La fuerza creciente del socialismo en algunos
países aumenta también la responsabilidad de nuestros grupos. Por eso no
podemos mantener nuestro criterio puramente negativo en materia colonial [...].
Debemos rechazar la idea utópica cuyo objetivo vendría a ser el abandono de las
colonias. La última consecuencia de esta concepción sería que se devuelva
Estados Unidos a los indios (movimientos
en la sala). Las
colonias existen, por lo tanto debemos ocuparnos de ellas. Y estimo que una
cierta tutela de los pueblos civilizados sobre los pueblos no civilizados es
una necesidad. Esto fue reconocido por numerosos socialistas, sobre todo por
Lassalle y Marx. En el tercer tomo de El capital leemos
la siguiente frase: “La tierra no pertenece a un solo pueblo sino a la
humanidad, y cada pueblo debe utilizarla para beneficio de la humanidad”.
[...] Otros congresos internacionales reconocieron
este hecho. Por eso considero que debemos colocarnos en el plano de los hechos
reales y oponer a la política colonial capitalista la política colonial
socialista. Una gran parte de nuestra economía descansa en la adquisición de
los productos de las colonias, productos que los nativos casi no utilizan. Por
todas estas razones, debemos adoptar la resolución de la mayoría.
Eduard David (Alemania). Les ruego que acepten la
resolución de la mayoría [...]. Cuando la minoría afirma que no es posible
mejorar la política colonial actual, que esta es una desgracia para los nativos
en toda circunstancia, entonces la minoría, si quiere ser consecuente, debe
exigir la supresión de las colonias. (Se oyen exclamaciones de aprobación). Ledebour
me interrumpe y me dice que esa es su intención. ¡Si es así, que los camaradas
ingleses, partidarios de la resolución Ledebour, que los camaradas franceses,
que también la apoyan, propongan, en su respectivo parlamento, el abandono de
las colonias! Si los representantes de esta concepción tuvieran el poder,
deberían devolver las colonias a los nativos. ¿Qué sucedería entonces en las
colonias? No serían precisamente los sentimientos humanitarios los que
triunfarían sino la barbarie. (Se oyen exclamaciones de aprobación
desde ciertos sectores). [...] Las colonias
también deben atravesar el estadio del capitalismo, y no es posible saltar de
la barbarie al socialismo. (Más exclamaciones).
Karski (Alemania). [...] David ha reconocido el
derecho de una nación a tomar bajo su tutela a otra nación. Nosotros, los
polacos, que tenemos como tutor al zar de Rusia y al gobierno de Prusia,
sabemos lo que significa esa tutela. (Exclamaciones de aprobación).
Aquí hay una confusión en la expresión debida no tanto a la
influencia burguesa como a la influencia de los terratenientes. Al afirmar que
todo pueblo debe pasar por el capitalismo, David invoca la autoridad de Marx.
Yo cuestiono esa interpretación. Marx dice que los pueblos en donde hay un
comienzo de desarrollo capitalista deben completar esa evolución, pero nunca
dijo que todos los pueblos tengan que atravesar la etapa capitalista [...].
Creo que para un socialista existen también otras civilizaciones además de la
civilización capitalista o europea. No tenemos ningún derecho a vanagloriarnos
tanto de nuestra civilización y a imponerla a los pueblos asiáticos, poseedores
de una cultura mucho más antigua y quizás más desarrollada. (Se oyen exclamaciones de aprobación).
David también ha afirmado que las colonias retornarán a la
barbarie si se las abandona a su suerte. Esta afirmación me parece relativa,
sobre todo en lo que atañe a la India. Allí me represento la evolución de otra
manera. Es perfectamente posible mantener la cultura europea en ese país sin
que por ello los europeos dominen con la fuerza de sus bayonetas. De ese modo, ese
pueblo podría desarrollarse libremente. Por lo tanto, les propongo votar la
resolución de la minoría.
Citado en: Carrère D’Encausse, Hélène. y Stuart
Schram,
El
marxismo y Asia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1974.
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