jueves, 31 de enero de 2019

130 años despues de su fundacion la Segunda INternacional vuelve a apoyar el colonialismo

LAMENTABLEMENTE 130 AÑOS DE SU SURGIMIENTO LA SEGUNDA INTERNACIONAL  VUELVE A PONERSE DEL LADO DEL COLONIALISMO Y DE SU VISION "CIVILIZATORIA" Y CHAUVINISTA . POSICION QUE DIO APOYO A GRANDES ATROCIDADES CONTRA LA HUMANIDAD EJERCIDAS POR LA COLONIZAQCION EUROPEA. DEJAMOS ABAJO EL ARTICULO DONDE MUESTRA SU EXPRESION Y ABAJO LOS DEBATES LLEVADOS A CABO DURANTE LA INTERNACIONAL ENTRE PRINCIPIOS Y FINES DEL SIGLO XIX Y XX, QUE DERIVO EN EL DEBILITAMIENTO DE LA POSTURA SOCIALDEMOCRATA Y EN LA CONSOLIDACION DEL COMUNISMO.

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La Internacional Socialista reconoce los esfuerzos de Juan Guaidó y pide elecciones en Venezuela

La organización internacional de partidos socialistas y de izquierda reconoce la legitimidad del Parlamento de Venezuela, la cual es desconocida por Nicolás Maduro.




Juan Guaidó durante una acto público. | Fuente: EFE

El Consejo de la Internacional Socialista (IS) aprobó este martes una resolución en la que reconoció los esfuerzos del líder opositor venezolano Juan Guaidó, "de conducir una transición hacia la democracia, apoyada en la legítima Asamblea Nacional".Según la organización del partidoseñaló que la única manera de avanzar en ese país es con la celebración urgente de nuevos comicios, según el documento aprobado al término de la reunión de dos días en Santo Domingo.
Dichas elecciones han de "ser vigiladas por una nueva autoridad electoral plenamente independiente e imparcial", y "deben tener lugar con la participación de aquellos previamente calificados y estar acompañadas por la liberación de los prisioneros políticos", se agregó en la resolución.

Reconocen a la Asamblea Nacional

La crisis en Venezuela vive un nuevo episodio después de que el pasado miércoles el jefe de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, se proclamara presidente interino del país. En su resolución, el Consejo de la Internacional Socialista subrayó que la Asamblea Nacional "es el poder legítimo para conducir la transición democrática" en esa nación.





El presidente de España, Pablo Sánchez (segundo desde la izquierda), junto al canciller de República Dominicana, Miguel Vargas (primero a la izquierda), el ex primer ministro de Grecia y actual presidente de la Internacional Socialista, George A. Papandreou (segundo desde la derecha), y el secretario de la IS, Luis Ayala (derecha). | Fuente: EFE


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El debate socialista sobre la colonización europea

I. El imperialismo

El congreso de Stuttgart (1907)
Este congreso fue testigo del primer gran debate alrededor de las ideas esbozadas tres años antes en el informe de Van Kol ante el Congreso de Ámsterdam.


Fuente 2








AFICHE DEL PRIMERO DE MAYO, DÍA DEL TRABAJADOR






David (Alemania). Solicito la votación de una resolución donde se haga constar que el congreso socialista acepta en principio la colonización debido a que la ocupación y la explotación de toda la tierra son indispensables para el bienestar de la humanidad, pero se sobrentiende también que la resolución debe criticar la gestión del capitalismo actual. Debemos salir del reino de las palabras. Europa necesita colonias. Más aún, todavía no tiene las suficientes. Sin colonias, nos asemejaríamos, desde el punto de vista económico, a China.
Ledebour (Alemania). El ciudadano David ha descuidado el problema principal, pues toda política [...] colonial es necesariamente capitalista, dado que la explotación de las colonias es una resultante del propio capitalismo. David cree que es posible evitar esas abominaciones [...] Ese es un error fundamental [...]. Por el contrario, considero que la política colonial actual es el resultado inevitable del capitalismo, y no es mediante la resistencia de los explotados como se podrá, en cierta medida, disminuir las brutalidades que todos deploramos. Pero en las colonias no hay que contar con la fuerza de resistencia de los explotados, pues la población nativa carece casi totalmente de ella. Contrariamente al criterio de David, pienso que debemos encabezar nuestra resolución diciendo que no esperamos de la política colonial capitalista ningún progreso de la civilización y, como por principio somos adversarios de toda explotación y de toda opresión de nuestro propio país, también debemos combatir, por principio, una explotación y una opresión que causa estragos aún mayores en las colonias.
Terwagne (Bélgica). En nombre de la minoría de la comisión y de mi partido, recomiendo agregar a la resolución la siguiente introducción: “El Congreso no condena en principio y
para siempre toda política colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una obra de civilización”.
Rouanet (Francia). Creo que es falso considerar la colonización como un fenómeno puramente capitalista. La colonización es también un hecho histórico. Por ese motivo, apoyo la resolución de Terwagne. Es posible desde ahora obtener en las colonias mejoras considerables [...]. Creo que se exagera cuando se le endosan al capitalismo todos los crímenes de la colonización. Este no es un fenómeno capitalista sino histórico [...]. Los pueblos de los países civilizados europeos y norteamericanos se hallan ante espacios enormes. ¿Deben utilizar o no esos espacios para mejorar la existencia económica de su país? Yo respondo por la afirmativa. Entonces, es preciso examinar la cuestión de la colonización, aun de la colonización burguesa.
David (Alemania). Les propongo incluir el siguiente texto en el proyecto de resolución, en forma de nota introductoria: “El Congreso, al comprobar que el socialismo tiene necesidad de las fuerzas productivas de todo el universo, destinadas a ser puestas al servicio de la humanidad y a elevar a los pueblos de todas las razas y de todas las lenguas al más alto grado de cultura, ve en la idea colonizadora considerada desde esta óptica un elemento integral del objetivo universal de civilización, perseguido por el movimientos socialista”.
Terwagne (Bélgica). Para nosotros, los belgas, el problema se plantea del siguiente modo: ¿Dejaremos el Congo como está o bien deseamos mejorar sus condiciones de vida? [...] ¡No cerremos las puertas al futuro! Si de un día para otro se suprimiese el producto de las colonias, la industria se vería gravemente perjudicada. Por lo tanto, es lógico que los hombres aprovechen todas las riquezas del globo, cualquiera sea el lugar donde se hallen [...]. Recomiendo la enmienda que presenté y que por otra parte se hallaba en la redacción primitiva del texto propuesto por Van Kol.
El presidente Van Kol: Lo que acaba de decir Terwagne es exacto. La primera redacción de mi resolución incluía como introducción la siguiente cláusula: “El Congreso, comprobando que por lo general se exagera considerablemente –sobre todo entre la clase obrera– la utilidad y la necesidad de las colonias, no condena en principio y para siempre toda política colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una obra de civilización”.
Una vez hecha esta reflexión, propongo restablecer esta cláusula [...]. Ahora los invito a pasar a votación. La resolución original de Van Kol es adoptada por gran mayoría [...]. La cláusula adicional de Van Kol es adoptada por 18 votos contra 10 [...]. El texto votado por la mayoría de la Comisión es el siguiente:
Proyecto de resolución
El Congreso, comprobando que por lo general se exagera considerablemente –sobre todo entre la clase obrera– la utilidad y la necesidad de las colonias, no condena en principio y para siempre toda política colonial que, en un régimen socialista, podrá convertirse en una obra de civilización.
Afirmando nuevamente sus resoluciones de París (1900) y de Ámsterdam (1904), el Congreso reprueba la colonización actual que, por ser de esencia capitalista, no tiene otro objetivo que conquistar países y sojuzgar pueblos para explotarlos despiadadamente en beneficio de una ínfima minoría, aumentando las cargas de los proletarios de las metrópolis.
Enemigo de toda explotación del hombre por el hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso condena esta política de rapiña y de conquista, aplicación descarada de la ley del más fuerte que viola el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la política colonial aumenta el peligro de complicaciones internacionales y de guerras entre los países colonizadores [...]. El Congreso declara que los mandatarios socialistas tienen el deber de oponerse irreductiblemente en todos los parlamentos a ese régimen de explotación a ultranza y de servidumbre, que causa estragos en todas las colonias existentes, exigiendo reformas para mejorar la suerte de los nativos, vigilando el respeto de sus derechos, impidiendo toda explotación y sojuzgamiento y trabajando por todos los medios posibles en la educación de esos pueblos para la independencia.
Tercera reunión plenaria. Presidencia del ciudadano Singer
El presidente. [...] La comisión colonial finalizó su trabajo y nos ha transmitido una resolución [...]. La minoría de la Comisión también me hizo llegar una resolución firmada por los ciudadanos Ledebour, Wurm, Delaporte, Bracke y Karski, que leo a continuación: 1º) Suprimir en la resolución de la mayoría el parágrafo I. 2º) Remplazar ese parágrafo por el siguiente texto:
“El Congreso considera que la política colonial capitalista, por su misma esencia, conduce necesariamente al sojuzgamiento, al trabajo forzado o al exterminio de las poblaciones
nativas en el ámbito colonial.
”La misión civilizadora que se asigna la sociedad capitalista solo es un pretexto para encubrir su sed de explotación y de conquista. Únicamente la sociedad socialista podrá ofrecer a todos los pueblos la posibilidad de desarrollar plenamente su civilización”.
Van Kol (Holanda). [...] Una gran mayoría de la Comisión ha adoptado una resolución que, a mi criterio, renuncia al punto de vista puramente negativista y reclama una política colonial socialista La resolución de la minoría, por el contrario, revela un sombrío estado espiritual de desesperanza y de duda.
[...] Nosotros, los holandeses, somos uno de los pueblos colonialistas más antiguos, pero hemos logrado que no se mate, que no se torture, que no se robe cada día más en las colonias holandesas. Los planes futuros de Ledebour son totalmente utópicos. ¿Acaso no sabe que la política colonial de mañana será siempre pacífica, acorde con los principios humanitaristas? [...] El problema de las colonias es el gran problema que dominará la historia moderna. Por lo tanto, es preciso crear una política colonial socialista.
Desde que la humanidad existe hubo colonias y creo que seguirán existiendo durante largos siglos […]. Me limito a preguntar Ledebour si, durante el régimen actual, tiene el coraje de renunciar a las colonias. ¿Él sabrá decirme entonces qué hará con la superpoblación de Europa, en qué país podrán subsistir las personas que quieren emigrar si no es en las colonias? ¿Qué hará Ledebour con el creciente producto de la industria europea si no trata de hallar nuevos mercados en las colonias?
¿Y pretende, como socialdemócrata, renunciar al deber de trabajar por la cultura de los pueblos atrasados? [...] Debemos indicar el camino a seguir para disminuir la explotación de los nativos en las colonias, para aumentar el grado de su civilización, para otorgarles los derechos que reclamamos. El deber del congreso es velar para que los millones de nativos desamparados puedan esperar un futuro mejor, gracias al trabajo práctico de todos los socialistas.
(Se oyen exclamaciones de aprobación de los delegados holandeses y algunas de los delegados ingleses).
Eduard Bernstein (Alemania). Soy partidario de la resolución de la mayoría [...]. La fuerza creciente del socialismo en algunos países aumenta también la responsabilidad de nuestros grupos. Por eso no podemos mantener nuestro criterio puramente negativo en materia colonial [...]. Debemos rechazar la idea utópica cuyo objetivo vendría a ser el abandono de las colonias. La última consecuencia de esta concepción sería que se devuelva Estados Unidos a los indios (movimientos en la sala). Las colonias existen, por lo tanto debemos ocuparnos de ellas. Y estimo que una cierta tutela de los pueblos civilizados sobre los pueblos no civilizados es una necesidad. Esto fue reconocido por numerosos socialistas, sobre todo por Lassalle y Marx. En el tercer tomo de El capital leemos la siguiente frase: “La tierra no pertenece a un solo pueblo sino a la humanidad, y cada pueblo debe utilizarla para beneficio de la humanidad”.
[...] Otros congresos internacionales reconocieron este hecho. Por eso considero que debemos colocarnos en el plano de los hechos reales y oponer a la política colonial capitalista la política colonial socialista. Una gran parte de nuestra economía descansa en la adquisición de los productos de las colonias, productos que los nativos casi no utilizan. Por todas estas razones, debemos adoptar la resolución de la mayoría.
Eduard David (Alemania). Les ruego que acepten la resolución de la mayoría [...]. Cuando la minoría afirma que no es posible mejorar la política colonial actual, que esta es una desgracia para los nativos en toda circunstancia, entonces la minoría, si quiere ser consecuente, debe exigir la supresión de las colonias. (Se oyen exclamaciones de aprobación). Ledebour me interrumpe y me dice que esa es su intención. ¡Si es así, que los camaradas ingleses, partidarios de la resolución Ledebour, que los camaradas franceses, que también la apoyan, propongan, en su respectivo parlamento, el abandono de las colonias! Si los representantes de esta concepción tuvieran el poder, deberían devolver las colonias a los nativos. ¿Qué sucedería entonces en las colonias? No serían precisamente los sentimientos humanitarios los que triunfarían sino la barbarie. (Se oyen exclamaciones de aprobación desde ciertos sectores). [...] Las colonias también deben atravesar el estadio del capitalismo, y no es posible saltar de la barbarie al socialismo. (Más exclamaciones).
Karski (Alemania). [...] David ha reconocido el derecho de una nación a tomar bajo su tutela a otra nación. Nosotros, los polacos, que tenemos como tutor al zar de Rusia y al gobierno de Prusia, sabemos lo que significa esa tutela. (Exclamaciones de aprobación). Aquí hay una confusión en la expresión debida no tanto a la influencia burguesa como a la influencia de los terratenientes. Al afirmar que todo pueblo debe pasar por el capitalismo, David invoca la autoridad de Marx. Yo cuestiono esa interpretación. Marx dice que los pueblos en donde hay un comienzo de desarrollo capitalista deben completar esa evolución, pero nunca dijo que todos los pueblos tengan que atravesar la etapa capitalista [...]. Creo que para un socialista existen también otras civilizaciones además de la civilización capitalista o europea. No tenemos ningún derecho a vanagloriarnos tanto de nuestra civilización y a imponerla a los pueblos asiáticos, poseedores de una cultura mucho más antigua y quizás más desarrollada. (Se oyen exclamaciones de aprobación). David también ha afirmado que las colonias retornarán a la barbarie si se las abandona a su suerte. Esta afirmación me parece relativa, sobre todo en lo que atañe a la India. Allí me represento la evolución de otra manera. Es perfectamente posible mantener la cultura europea en ese país sin que por ello los europeos dominen con la fuerza de sus bayonetas. De ese modo, ese pueblo podría desarrollarse libremente. Por lo tanto, les propongo votar la resolución de la minoría.

Citado en: Carrère D’Encausse, Hélène. y Stuart Schram, El marxismo y Asia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1974.

Sigue la ola de ocupaciones de fábricas contra los despidos



Los trabajadores de la metalúrgica Siderar en Ensenada y del Ingenio San Juan en Tucumán tomaron las instalaciones de las empresas. El método que se extiende contrasta con la pasividad de la CGT.
Por Alfonso de Villalobos - @alfondevil
30 de Enero de 2019
Dos nuevas fábricas fueron ocupadas por los trabajadores esta semana en respuesta a despidos y ajustes de las patronales. No se trata de pequeñas plantas o talleres sino de grandes compañías con décadas de producción en el país.
De esta forma se suman a los conflictos en la gráfica Interpack, la textil Sport Tech, la aceitera Cofco (ex Nidera) y otras que, en lo que va del mes de enero, adoptaron la modalidad de ocupaciones y acampes en las puertas contra cierres, vaciamientos y despidos.
En primer lugar se trata de la planta que Siderar tiene en la localidad bonaerense de Ensenada que fue ocupada de inmediato luego del anuncio del despido de seis empleados de mantenimiento.
Además, en el norte del país, en la provincia de Tucumán, el Ingenio San Juan fue tomado por sus trabajadores luego de siete meses de negociaciones para que la empresa pague los salarios que adeuda. La medida fue acompañada por una movilización masiva de 900 personas que se solidarizaron con la lucha de los trabajadores luego del fracaso de las negociaciones con el gobierno provincial a quien los obreros reclaman que “designen un arrendatario o le entreguen el ingenio para su explotación a un empresario solvente y responsable”.
Las ocupaciones son la contracara de un proceso creciente de cierres en el sector industrial. Sólo entre octubre de 2017 y octubre de 2018 1.328 firmas industriales tramitaron su baja en la AFIP.

La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse. Las ocupaciones son la contracara de un proceso creciente de cierres en el sector industrial. Sólo entre octubre de 2017 y octubre de 2018 1.328 firmas industriales tramitaron su baja en la AFIP.

La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse.
Fuente:Tiempo Argentino

miércoles, 30 de enero de 2019

“Hay un pueblo dispuesto a defender esta tierra”

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, habla de la ofensiva opositora apoyada por Estados Unidos

En una entrevista con Página/12 aseguró que, más allá de la guerra psicológica estadounidense, las sanciones y las maniobras violentas que lleva adelante la oposición, continuará insistiendo en un acuerdo a través del diálogo.
“No tenemos dependencia financiera y económica con los Estados Unidos”, dijo el canciller.
“No tenemos dependencia financiera y económica con los Estados Unidos”, dijo el canciller. 
Desde Caracas
El canciller venezolano Jorge Arreaza es de hablar pausado y sin estridencias pero con contundencia. Lleva adelante la confrontación y negociación con el gobierno de los Estados Unidos que ya no oculta su liderazgo en este nuevo intento de golpe de Estado. De todas formas y durante una entrevista con Página/12 insistió que más allá de la guerra psicológica estadounidense, las sanciones y las maniobras violentas que lleva adelante la oposición, continuará insistiendo en una salida al conflicto a través del diálogo. Sin embargo, advirtió que si se produce algún tipo de agresión “hay un mundo militar y un pueblo dispuesto a defender esta tierra, nuestra tierra hasta las últimas consecuencias pero no es lo que queremos y trataremos de evitarlo”.
–Hace unos días usted dijo que el gobierno de los Estados Unidos desarrolla una diplomacia esquizofrénica. Que hay una real y una virtual que se hace a través de Twitter pero con el anuncio de las sanciones da la sensación de que esas dos caras se están volviendo una.
–Sí, esa es la impresión que da pero efectivamente están dando señales confusas. Están dando pasos en direcciones opuestas. El propio anuncio sobre las acciones de empresas petroleras en los Estados Unidos, desde el punto de vista jurídico es difícil que se concrete. No es una confiscación porque es una empresa norteamericana (se refiere a Citgo) y es un holding donde el mayor accionista es Pdvsa pero no es tan sencillo como cambiar la junta directiva o tomar el control de la empresa porque esa tiene una serie de pasos jurídicos, incluso en Venezuela, para que luego se active el holding. Para hacerlo tendrían que violar toda esa legislación financiera y comercial y dejar a los EE.UU. sin seguridad jurídica para la inversión. Tendrían que violentar toda su normativa interna financiera y de inversiones. No digo que no tenga efecto negativo porque lo tiene. Tenga en cuenta que bloquean las cuentas y por lo tanto para qué vamos a enviar petróleo venezolano a esas empresas. En ese sentido, habrá que definir en los próximos días qué vamos a hacer pero esa medida unilateral e ilegítima tiene más un efecto psicológico-mediático que consecuencias concretas. Nosotros defenderemos las propiedades que son del Estado venezolano pero le advierto algo, no podemos repatriar los recursos de Citgo desde 2017, por lo que no hay un nuevo impacto gigantesco y el petróleo venezolano se puede dirigir a otros mercados. Esto es parte de su estrategia psicológica para su público y también para el mundo pero los deja en evidencia que lo que realmente quieren es tomar el control de la riqueza venezolana. 
–El doble juego no se detiene.
–Así es. Ellos continúan con ese doble tablero porque tal vez lo necesitan ante la correlación de fuerza interna en Venezuela. Habrá que ver qué pasa en el futuro porque al final de cuentas, cuando esto se comienza a desequilibrar a favor de la Constitución, de la fuerza legal y formal de nuestros país, cuando se comience a desgastar este intento de golpe de Estado veremos qué van a hacer ellos.
–Usted planteó que esta disputa es con los Estados Unidos y no con los gobiernos del Grupo de Lima porque responden a la administración de Donald Trump. ¿No hace ninguna diferencia con los países latinoamericanos?
–En general es así. Cuando nos referimos a los países latinoamericanos nos referimos a los gobiernos de derecha que están subordinados a los EE.UU. En estos últimos años esta restauración conservadora, como lo dijo el presidente Rafael Correa, ha venido ocurriendo. Han llegado al gobierno presidentes que son empresarios o que responden a las corporaciones. En ese contexto, estamos frente a una empresa hemisférica donde el CEO es Trump y luego tiene a los directivos que compiten para conseguirse un ascenso y que son los presidentes de estos gobiernos. Entonces, desgastarnos con ellos no tiene sentido.
–¿Pero Colombia no es diferente?
–Colombia tiene una historia diferente que viene del proyecto bolivariano de la Gran Colombia que feneció gracias a la oligarquía neogranadina y desde entonces hay una disputa histórica. Mientras había gobiernos de las élites entre nuestros dos países no había problemas, pero cuando llegó un gobierno popular con el proyecto de Bolívar de nuevo, comenzó una confrontación bilateral. Sin embargo, lo que hizo Colombia fue ponerse al servicio de los EE.UU. con una característica que es la frontera amplia y activa que tiene con Venezuela.
–¿La foto de Bolton con el escrito de cinco mil tropas en Colombia es un aviso para Venezuela? 
–Mire, hasta los propios medios colombianos y gobiernos del mundo creen que pueda ocurrir eso y que Colombia lo permite. Si hubiese sido al revés y Bolton tenía escrito Venezuela nadie se lo hubiera creído porque nuestro país jamás lo hubiese permitido pero no sólo nuestro gobierno sino tampoco los anteriores previos a la revolución. Esa foto generó una polémica mundial que obligó al gobierno colombiano a aclarar que eso no es real.  Mire, si lo desmienten es porque se saben capaces de hacerlo.
–¿Esa foto forma parte de la guerra psicológica?
–Sí. Ellos dieron varios mensajes. Recuerde que el señor Bolton luego de anunciar estas medidas ilegales también hace un llamado a los militares venezolanos para que se rebelen contra el régimen de Maduro. Efectivamente, desde el 10 de enero hay un constante llamado a los militares. Hay pruebas de reuniones en el exterior entre militares y funcionarios norteamericanos para montar un plan golpista en Venezuela. De ahí surgió el magnicidio frustrado contra el presidente Maduro. Ellos actúan muy fuerte pero los tiene muy frustrado el hecho de encontrarse con una unidad monolítica muy fuerte de las FANB.  No tenemos dependencia financiera y económica con los Estados Unidos y tenemos una FANB donde ni ellos ni Europa la convencen de traicionar. Esto fortalecerá al chavismo pero también al pueblo general porque es una agresión internacional contra la República Bolivariana de Venezuela donde hay venezolanos que pueden no estar con el gobierno ni con la oposición pero ante una eventualidad estoy seguro que no sólo estará la FANB y las milicias sino también el pueblo.
–¿Qué características tienen las derechas venezolanas para que la conducción del conflicto esté directamente en manos de los EE.UU.?
–Quizá lo más doloroso es que tenemos una oposición antinacional o antipatria que para llegar al poder y recuperar la riqueza petrolera pero no para distribuirla en el pueblo sino para apoderársela como sucedió entre 1915 y 1998. En esa obsesión contra el socialismo son capaces de entregarse a quien sea. Es doloroso. Chávez pedía a gritos una oposición seria y nacionalista que quiera al país así sea capitalista. Y el presidente Maduro dice desde el primer día que dentro de la Constitución y entre venezolanos podemos entendernos y llegar a cualquier acuerdo pero es difícil hacerlo con aquellos que reciben órdenes desde los EE.UU. Guaidó, por ejemplo, repite las mismas palabras que usa Bolton. Esa es la oposición venezolana con la que no se puede negociar en buenos términos. De todas formas hay matices y no todos son iguales, hay algunos dirigentes que no comparten la estrategia del señor diputado.
–Entre los dirigentes de la derecha se dice que el chavismo ha perdido fuerza y su base de sustentación. Es la información que le dan al gobierno de Trump.
–Sí, es interesante porque es una subestimación del sustento popular de la revolución bolivariana. Es ese pueblo el que nos puso aquí que no sólo se expresa en votaciones sino también en las organizaciones sociales pero también hay heridas por esta guerra económica, política y con expresiones de violencia armada. Acá hubo ataques financiados desde EE.UU.. Acá hubo un intento de magnicidio que pudo haber costado una guerra civil. Entonces, es una guerra y el pueblo, a pesar de esa dificultad, está movilizado y comprometido con defender la patria, el futuro y nuestro destino. 
–El año pasado le dije que un niño me había dicho que prefería las sanciones antes que un bombardeo. ¿Hoy está más cerca el bombardeo?
–Lo recuerdo. Hoy estaba viendo una viñeta donde un niño le decía a su madre que habían llegado los gringos a ayudarlos y le pedía que se levante pero la mamá estaba muerta debajo de unos escombros producto de un bombardeo. Es muy fuerte eso. Esa es la historia de América latina y de buena parte del mundo que estas élites gobernantes en los EE.UU. han arrasado y han producido genocidios, entonces el pueblo venezolano está claro que eso es lo último que queremos por eso haremos todos los esfuerzos por buscar espacios de diálogo. 

martes, 29 de enero de 2019

¿Hasta dónde piensan llegar los Estados Unidos?


Los anuncios de la Casa Blanca sobre el congelamiento de activos y fondos de Pdvsa fueron un nuevo paso en la estrategia golpista. Los próximos ya fueron anunciados: protestas el miércoles, movilización el sábado, el reconocimiento formal de Guaidó de parte de la Unión Europea y la reunión del Grupo de Lima el 4 de febrero.
Ayer en conferencia de prensa, el gobierno estadounidense anunció embargos a la petrolera venezolana.
Ayer en conferencia de prensa, el gobierno estadounidense anunció embargos a la petrolera venezolana. 
Imagen: EFE
Desde Caracas
Asistimos a un encadenamiento de pasos, una serie de secuencias que parecen cumplirse una tras otra según un orden. La génesis se sitúa en la ruptura de la mesa de diálogo en República Dominicana a principios del 2017, a partir de la cual la estrategia contra el chavismo descartó la vía electoral, y tiene su nuevo paso en los anuncios dados el lunes por la noche en la Casa Blanca. Lo que sucedió entre punto y punto es conocido, lo que está por venir puede ser -en parte y de manera aproximativa- anticipado. Al menos en el papel.
La primera conclusión es que no improvisan. Ni cuando eligieron a Juan Guaidó como nuevo héroe a ser construido en redes sociales, ni al iniciar la primera fase de violencia interna en los barrios populares del 21 al 24, ni la autojuramentación, ni la reunión en la Organización de Estados Americanos el 24, en la Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y en los recientes anuncios de los golpes sobre la economía.
Resultó claro al ver a John Bolton, consejero de seguridad nacional, y a Steven Mnuchin, secretario de tesoro, pararse ante cámaras en la Casa Blanca para anunciar los nuevos asaltos a la economía venezolana. Declararon que congelarán siete mil millones de dólares de la petrolera Pdvsa en Estados Unidos (EEUU), y que el dinero de las compras que se realicen en Citgo, filial de Pdvsa en EEUU, irán a cuentas bloqueadas. Es decir que realizarán un robo. Guaidó, casi en simultaneidad, anunció que designará una nueva comitiva en Citgo. La cadena de mando es vertical: el autonombrado presidente acata.
Los nuevos ataques sobre la economía estaban previstos. La diferencia con los que se dieron en años anteriores es la cantidad de cámaras, la magnitud de lo que implican, el cuadro de asalto en el que se desarrollan. Una suma de los últimos números brindados de manera pública da: 23 mil millones de dólares de daños, según reportó el canciller venezolano Jorge Arreaza, 1.2 mil millones de oro venezolano retenidos en Gran Bretaña, 7 mil millones sobre Pdvsa, y 11 mil millones que se generarán a partir de estos nuevos ataques, según Bolton.
En ese encadenamiento de pasos se enmarcan los cuatro próximos ya anunciados: las acciones de calle el día miércoles, la movilización el sábado, la declaración ya formal por parte de la Unión Europea y Gran Bretaña del reconocimiento de Guaidó, y la reunión del Grupo de Lima el 4 de febrero. Se trata de los pasos públicos, los internacionales para avanzar en la conformación del cuadro, los nacionales -al parecer- para ganar tiempo hasta nueva activación de actos violentos de diferentes tipos combinados con las movilizaciones semipúblicas -ningún medio que sospechen afín al gobierno puede ingresar.
No significa que cada paso sea de triunfo dentro de la estrategia en marcha. Siempre es necesario preguntarse cómo medir victorias y derrotas dentro de varios planes en simultáneo. Por ejemplo: ¿no haber logrado mayoría en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es una derrota? ¿O sabían que no lo lograría y el objetivo era la reunión en sí, articulada con la conformación de todos los actores que los EEUU necesitan para dar los próximos pasos económico, políticos y armados? ¿Están dispuestos a avanzar aún con los desacuerdos de gobiernos como Rusia y China, con las nuevas situaciones creadas como, por ejemplo, el impacto de los anuncios sobre Citgo donde Rusia tiene casi la mitad de las acciones?
La hipótesis indica que avanzarán en otros niveles. “Nosotros los estamos esperando, estamos esperando a los violentos, los mercenarios, y a quienes pretendan meterse en Venezuela”, afirmó Vladimir Padrino López, ministro de Defensa. Lo dijo luego de describir el escenario en curso: “Esto es un asedio, un libreto, estuvimos viendo el formato que se aplicó en Libia y vemos los mismos actos progresivos que se han generado con la República Bolivariana de Venezuela”.
La “ayuda humanitaria” parece un punto central dentro de ese plan que avanza como campanadas. Guaidó y diferentes voceros de la derecha afirman que harán ingresar al país la ayuda, aunque no han dado detalles de cómo. Sería, dicen, el punto de inflexión en caso de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se niegue a dejarla pasar. ¿En qué territorio piensan montar el escenario con las cámaras, diplomáticos y organismos por delante, y los paramilitares/bandas criminales en las sombras? ¿Será a través de la frontera colombiana?
Es necesario caracterizar los actores locales e internacionales, en el primer caso los factores de derecha apéndices de los EEUU como es el partido Voluntad Popular al cual pertenece Guaidó, vinculado a la construcción de los escenarios de política criminal desde su nacimiento. En el segundo caso quienes están al mando de la Operación Venezuela: Donald Trump, John Bolton, Mike Pence, Mike Pompeo, Elliot Abrams, Marco Rubio, los vectores del neoconservadurismo norteamericano vinculados a las tramas más oscuras de las intervenciones declaradas o por debajo de la mesa en el mundo.
Describir el escenario, las posibles lógicas de las secuencias, las preguntas acerca de los límites o no de la avanzada dirigida desde los EEUU, puede esclarecer el tipo de enfrentamiento en el que se está. El cuadro venezolano se ha desacoplado de los tiempos conocidos en los demás países del continente, guarda relaciones con factores como el paramilitarismo colombiano dentro de una estrategia que parece haber ingresado en claves aplicadas en Medio Oriente. Equivocarse en el análisis puede conllevar errores gruesos de apreciación.
La dimensión de lo inédito demanda actualizar las claves de análisis. Estamos ante un escenario novedoso dentro de una situación mundial inestable, de disputa, emergencias de potencias y manotazos norteamericanos para recuperar un terreno que se le escapa. Venezuela es uno de los puntos centrales que buscan tener bajo control y ceniza. El chavismo lo tiene claro, pelea.

lunes, 28 de enero de 2019

El proyecto neocolonial




27 de Enero de 2019
Fuente:Tiempo Argentino
 
Venezuela se ha convertido en un punto geopolítico clave para la estrategia de organización neocolonial que intenta implementar Estados Unidos. Los peones locales y los alfiles regionales se despliegan sin respetar ninguna regla. Los conceptos "democracia", "libertad", "voluntad popular" y "derechos humanos" se ven bastardeados. La información fidedigna desaparece. El derecho internacional es ignorado. Las Cancillerías regionales se transforman en simples escribanías que certifican y reproducen los documentos pensados (y probablemente redactados)  por el Departamento de Estado norteamericano. La mentira y la injerencia se vuelven moneda corriente. Todas las armas puestas al servicio de un país sediento de petróleo que busca borrar hasta el más mínimo vestigio de soberanía y de posible recomposición del campo popular latinoamericano y caribeño.
El último intento de golpe de Estado en Venezuela, que tuvo como punto más alto la autojuramentación del diputado Juan Guaidó como supuesto "presidente interino" y que recibió el rápido apoyo y el reconocimiento de los gobiernos de Estados Unidos y del Grupo de Lima, es parte de un plan que –con distintas armas, pero con los mimos fines– intenta aplicarse en toda la región.
Fueron y son parte de este proyecto neocolonial fallidos golpes contra Hugo Chávez (en Venezuela, 2002),  Evo Morales (en Bolivia, 2008) y Rafael Correa (en Ecuador, 2010) y  los golpes que lograron tener éxito contra Manuel Zelaya (en Honduras, 2009), Fernando Lugo (en Paraguay, 2012) y Dilma Rousseff (en Brasil, 2016). También compone este plan la persecución mediática-judicial (o lawfare) contra los líderes que pueden encabezar la recomposición de las fuerzas populares, donde la derecha ya logró (por vías del voto, el golpe o la traición) tomar el control del gobierno. Son claro ejemplo de ello los casos de Luiz Inácio "Lula" da Silva, en Brasil; Rafael Correa, en Ecuador; Fernando Lugo, en Paraguay, y, por supuesto, Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina.
Los Halcones de Washington saben que no les alcanza con tomar el control de los gobiernos y territorios de la región si no logran prolongarlo en el tiempo. Para ello deben "cortar la cabeza" de los movimientos políticos del campo popular y luego ir por las bases sociales que le dieron sustento. Sólo así lograrían desarticular toda estructura que pudiera volverles a hacer perder el control de lo que (con convicción de delirio místico) consideran su "patio trasero".
La actitud de los referentes venezolanos de la derecha al negarse a transitar los canales del diálogo y la vía democrática (la política es conflicto, pero también es diálogo), muestra que, en ese caso, la estrategia apunta a un solo camino: la ruptura del orden democrático institucional por la vía de la violencia. Erradicar todo vestigio de chavismo (piedra fundamental de los gobiernos progresistas que transitaron la primera década del siglo XXI en la región), es el principal objetivo.
Las fichas están desplegadas en todo el tablero. Es la hora de que el campo popular también haga sus movimientos. El futuro de la partida aún es incierto. «

Cerrar y ajustar para privatizar:La crisis de la educación pública bajo el gobierno de Cambiemos


Un grupo de investigadoras en Ciencias de la Educación analizó el impacto de las políticas de ajuste en el sistema educativo y advirtió que “es acompañado con la contratación de fundaciones o la directa privatización de servicios” antes ofrecidos por el Estado.
Las clausuras de escuelas nocturnas y de profesorados fueron algunos de los hechos que marcaron el último año en educación.
Las clausuras de escuelas nocturnas y de profesorados fueron algunos de los hechos que marcaron el último año en educación. 
Imagen: Bernardino Avila
El 2018 fue otro año de desmantelamiento de la educación pública. Los intentos de clausura de escuelas rurales y de islas, la explosión de una garrafa en un colegio de Moreno, la aprobación del proyecto Unicaba mientras se reprimía en la calle a docentes y estudiantes, la actual embestida para cerrar los secundarios nocturnos se sucedieron como gestos ostensibles: no hay dudas de cuál es el lugar que el gobierno de Cambiemos piensa para el sistema educativo público y gratuito. Doce investigadoras –pedagogas y especialistas Ciencias de la Educación– analizaron los principales hechos sucedidos en el área durante el último año y lo volcaron en un documento, donde advierten, además, sobre el panorama nada alentador por los recortes en el Presupuesto 2019.
El documento fue elaborado por Teresa Artieda, Alejandra Birgin, Sandra Carli, Adela Coria, Myriam Feldfeber, Graciela Morgade, Marina Paulozzo, Roxana Perazza, Patricia Redondo, Silvia Serra, Myriam Southwell y Sofía Thisted, integrantes del colectivo Conversaciones Necesarias.
El análisis parte de una idea. Los cierres apuntan a una estrategia de concentración de la oferta educativa con el supuesto objetivo de priorizar la eficacia del gasto: “Responden a las políticas de ajuste que el gobierno de Mauricio Macri viene implementando, con especial celeridad a partir del acuerdo con el FMI”. Pero no se agotan en la lógica del ajuste, ya que al mismo tiempo el proceso de cierre de escuelas “es acompañado con la contratación de fundaciones o la directa privatización de servicios que hasta ahora brindaba el Estado”. Estos avances privatizadores vienen siendo registrados como una tendencia mundial. En Argentina, bajo la gestión macrista, el negocio crece, además, vía contrataciones con el Estado.
Cambiemos ha fortalecido una idea de Estado evaluador, agregan las investigadoras. Si bien no ha logrado imponer su idea de difundir los resultados de las pruebas educativas, se ha mostrado insistente en la idea de imponer esta suerte de ranking de escuelas, una propuesta que revela el profundo desconocimiento de la complejidad de los procesos educativos. 
“En lugar de un Estado productor de conocimientos, se produce el desplazamiento de las universidades públicas (entre otras instituciones acreditadas) como interlocutoras de la política pública, y se recurre a fundaciones y ONG privadas, con el negocio que eso conlleva”, agrega el trabajo. Como ejemplo pone la contratación por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires y de su director de Escuelas, Gabriel Sánchez Zinny (fundador de Kuepa y Edunexo) de la Fundación Enseña por Argentina y de la Fundación Educere, decisión que supuso la transferencia de recursos al sector privado y la tercerización de servicios educativos que deberían ser garantizados por el Estado.
Otro rasgo de las políticas del gobierno durante el 2018 fue haber tomado decisiones a espaldas de comunidades educativas, docentes, organismos gremiales, especialistas, sin la búsqueda de consensos. Un caso emblemático señalado por las investigadoras es “la creación de Unicaba, impulsada por la ministra Soledad Acuña, que fue aprobada sólo con los votos de Cambiemos, sin el apoyo de otras fuerzas políticas y en el marco de una amplia movilización de oposición de la comunidad educativa”, reseñan.  Otro ejemplo citado es la ofensiva del ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro, contra los sindicatos docentes y el ataque sistemático a la Ctera, acusada alternativamente de “gremio purista”, “burocracia sindical” y “partido político”.
“A todo ello se suma la instalación de un clima persecutorio y represivo en el sistema educativo público, en algunos distritos del país, a partir del hostigamiento a docentes, estudiantes y dirigentes gremiales, la inhibición de la expresión pública de las disidencias, el armado de causas penales, la presencia de la policía en establecimientos educativos”.
Las pedagogas dedicaron un apartado de su trabajo al debate público sobre la Educación Sexual Integral. “Es notable que el gobierno nacional, que dice pronunciarse “a favor” de la ESI, haya desfinanciado en 2016 y 2017 al Programa Nacional de ESI, y que en 2018 haya colocado los esfuerzos en solo dos dimensiones de la misma: la prevención del embarazo en la adolescencia y la jornada anual “por la igualdad”, establecida en otra ley para que un día al año se trabaje sobre el tema de la violencia de género. Mientras tanto se redujo el financiamiento del ex Consejo Nacional de la Mujer”, señalaron.
“Las demandas y expectativas que los debates sobre la legalización del aborto abrieron en la sociedad y se profundizaron en las escuelas solo pueden atenderse con un incremento considerable del presupuesto en educación. Sin embargo, para 2019 solo se propone un ajuste feroz que pone en jaque las capacitaciones, la producción de materiales y la implementación de una ley que, en el marco de la creciente movilización de las mujeres, a todas luces es motivo de impugnación interesada por parte de sectores políticos ultraconservadores con creciente presencia en varios países de América Latina”.
Sobre las previsiones para este año, las autoras ponen el foco en el Presupuesto 2019, redactado con el corset del ajuste fiscal prometido al FMI. “La educación pierde participación en el presupuesto nacional del 7,1 por ciento en 2018 al 5,5 por ciento en 2019”, advierten.
Si 2018 se caracterizó por numerosos recortes y subejecución de partidas presupuestarias, así como por el desmantelamiento de programas nacionales (Conectar Igualdad) y la reducción al mínimo de otros (Progresar), el 2019 profundizará más aún la asfixia de la educación pública y del sistema educativo en su conjunto, avizoran. “El Presupuesto 2019 establece recortes brutales en educación (en fortalecimiento edilicio de jardines, infraestructura y equipamiento, acciones de formación docente, plan nacional digital, políticas socioeducativas, etc.) y aumenta de manera exponencial partidas destinadas a la tercerización, que serán de utilidad política en un año electoral.”
Fuente:Pagina/12

Gol en contra: Informe especial: balance económico de tres años de Cambiemos


El año pasado confirmó el ocaso del modelo neoliberal financiero que impuso el gobierno de Mauricio Macri desde un comienzo. El endeudamiento masivo del Estado que arrancó en 2016 le permitió avanzar con un programa de distribución regresiva del ingreso, que terminó cayendo por sus propias inconsistencias. El rescate financiero del FMI no alteró esa situación, pero le dio tiempo a la derecha para seguir con su proyecto concentrador de la riqueza.
Ministro de Economía, Nicolás Dujovne.
Ministro de Economía, Nicolás Dujovne. 
Imagen: Leandro Teysseire
Después de tres años de gobierno, resulta fundamental realizar un balance de la gestión Cambiemos. Como se sabe, la llegada del macrismo suponía un cambio radical de modelos. De uno basado en un papel activo del Estado a otro donde el Estado se retiró de sus atribuciones más importantes: dejó de recaudar impuestos progresivos, disminuyó subsidios a los servicios públicos y eliminó programas sociales. Dentro de los resultados que se esperaban a priori de este tipo de medidas –al menos las que esperaba el oficialismo– se encontraba la posibilidad de consolidar un nuevo ciclo de crecimiento basado en la inversión, tanto interna como externa. Sin embargo, una vez más en la historia económica argentina la teoría del derrame brilló por su ausencia. La redistribución de riqueza a favor de un pequeño grupo de conglomerados de empresas no hizo más que favorecer la acumulación desigual y la fuga de capitales. Por otro lado, la desmejora del salario real de los trabajadores y la caída del consumo generó una contracción del mercado interno y, principalmente, una destrucción del entramado industrial. Para repasar los desaciertos de la gestión macrista, en lo que sigue se realiza un racconto de los principales indicadores económicos y su evolución a lo largo de 2018.

Inflación

Resulta paradigmático que la fuerza gobernante haya caracterizado como uno de sus principales objetivos de gobierno, previo a su asunción, el combate a la inflación. Sin embargo, a un año de terminar su mandato, la variación de los precios minoristas de 2018 fue la más elevada en 27 años. Según el Indec, alcanzó a 47,6 por ciento, la mayor desde 1991, año que arrastraba el alza de precios de la hiperinflación del ‘89/90, superando la de 2002, 2014 y 2016. Asimismo, algunos rubros sensibles aumentaron más que la inflación general, lo que demuestra el impacto asimétrico que ha tenido la suba de precios, con mayor perjuicio sobre los deciles más bajos de la distribución del ingreso. Por ejemplo, el precio del transporte público creció 66,8 por ciento y los alimentos y bebidas no alcohólicas, 51,2. 

Ingresos reales

Una de las consecuencias inmediatas de la aceleración inflacionaria fue la notoria pérdida en el poder adquisitivo de los ingresos de los hogares argentinos. El salario medio registrado acumuló a octubre una pérdida de 9,4 por ciento de poder adquisitivo, que superaría los 10 puntos cuando se conozcan los datos del último bimestre. No obstante, es todavía mayor el impacto que tuvo la inflación de 2018 sobre el poder adquisitivo tanto del haber mínimo jubilatorio como de la asignación universal por hijo (AUH). La merma en el poder adquisitivo tanto de la jubilación mínima como de la AUH es sustantiva, especialmente a partir de agosto, cuando se acelera la suba de precios tras el fuerte salto del tipo de cambio. Esos ingresos aumentaron 28,8 por ciento el año pasado contra una inflación de 47,6. Si se compara la actual fórmula con una indexación perfecta al IPC, un jubilado que percibe el haber mínimo hubiera recibido casi 8500 pesos más, prácticamente un haber adicional. 

Producción

Era de esperarse que en el contexto depresivo que han mantenido los salarios reales de los trabajadores el consumo doméstico se deprimiera y eso impactara sobre el PIB. Según las proyecciones del Gobierno en el consolidado de 2018, la economía caería 2,4 por ciento. En la misma línea, las consultoras encuestadas por el Banco Central en su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) adelantaron igual resultado. En cambio, distintos organismos internacionales esperan resultados con mayor deterioro. Es así que el FMI estimó que la actividad cayó 2,6 por ciento. Tanto la CEPAL como la OCDE pronosticaron que la economía retrocedió aún más (-2,8 por ciento). Con lo cual, alcanzado el tercer año de gobierno, se promediará un magro desempeño en materia de crecimiento. Analizando este desempeño en relación al inicio de su gestión, la actual administración terminará 2018 con un PIB 1,4 por ciento menor al de 2015. La demanda agregada caerá 2 por ciento. Desagregando los componentes de la demanda global, el consumo privado disminuirá 3,4 por ciento, y el consumo público bajará 2 puntos. Producto de esta caída en la demanda cayeron las importaciones (-2,2 por ciento) y solamente crecieron las exportaciones (pero en un escaso 5,1). 

Balance comercial 

En materia comercial, el macrismo aplicó desde un principio una serie de medidas tendientes a desregular el comercio exterior. El país abrió sus puertas hacia todo tipo de productos de origen transnacional. Las importaciones crecieron más que proporcionalmente respecto de las exportaciones, por lo cual el saldo comercial se deterioró. El rojo comercial alcanzó los 8500 millones de dólares en 2017 (el más importante de la historia en dólares corrientes). En 2018, las importaciones cayeron levemente como consecuencia de la contracción de la actividad doméstica. Solo por esto, el rojo comercial fue menor al del año anterior, con 3820 millones de dólares. Además, la nueva configuración del comercio exterior propuesta por el oficialismo con mayor relevancia, al menos en lo discursivo, del comercio con los Estados Unidos, se mostró improductivo para el país. El saldo comercial con ese país resultó deficitario para Argentina en 4243 millones de dólares el año pasado. En cambio, los mayores volúmenes de compras externas están asociados al denostado Mercosur. Las exportaciones a estos países aumentaron 18,5 por ciento en 2018, hasta 14.161 millones de dólares, con lo cual han aportado incluso más dólares que el comercio con toda Europa, hacia adonde se realizaron exportaciones por 9219 millones.

Industria

Dentro de los diversos sectores productivos, la industria fue el más afectado. La corrida cambiaria de abril volvió a producir un desplome del mercado doméstico y con él, una profunda caída del sector industrial. Según los datos del EMI (Estimador Mensual Industrial), en mayo comenzaron los números rojos. En noviembre, último dato publicado, la industria derrapó 13,3 por ciento. Para el caso de la industria, la mayoría de las medidas económicas aplicadas por el oficialismo fueron recesivas. El ajuste fiscal, la devaluación, la suba de las tasas, las importaciones, entre tantas otras políticas, sumergieron al sector fabril en una crisis que no tiene un horizonte de resolución  en el corto plazo.

Deuda

La transferencia de ingresos de los sectores bajos y medios a los sectores concentrados, la fuga de capitales, la remisión de utilidades y dividendos de las multinacionales a sus casas matrices, el turismo de las clases altas y medias-altas en el exterior y la apertura importadora no pudieron haber sido posibles de no ser por el fenomenal proceso de endeudamiento llevado adelante desde diciembre de 2015. La deuda pública bruta al segundo trimestre de 2018 alcanzó los 327.166 millones de dólares, es decir, la deuda creció en 92.942 millones en relación a diciembre de 2015, o bien, se incrementó en un 40 por ciento. No obstante, lo que más aumentó dentro de este monto es la deuda en moneda extranjera, que alcanzó en junio de 2018 los 244.669 millones de dólares, es decir, creció un 53 por ciento, 84.336 millones. Con lo cual, del incremento de la deuda en dos años y medio, el 91 por ciento correspondió a deuda en moneda dura. Con todo, la deuda pública externa pasó de rondar el 11,2-13,9 por ciento del PIB durante el periodo 2011-2015 a elevarse hasta el 35,4 por ciento en el segundo trimestre de 2018 (un aumento de 22 puntos porcentuales en apenas dos años y medio).
En suma, y como lo reflejan diversos indicadores y agregados macro, la economía argentina se encuentra atravesando un panorama sombrío. La actividad económica cayó en 2018, con una baja del salario real y del consumo. Las esquirlas de los desbalances externos se sintieron en el mercado local. La salida de divisas por distintos conceptos llevó al BCRA a subir las tasas, medida que fue insuficiente para evitar que el tipo de cambio pegue un salto notorio hasta duplicarse. Este escenario hubiera sido incluso peor sin la ayuda financiera del FMI. Lo que queda por delante es incierto. Las necesidades de financiamiento externo son crecientes y los próximos meses serán clave para saber si el Gobierno podrá renovar los vencimientos de la deuda.
* Director de la Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional de Avellaneda e integrante del colectivo Economía Política para la Argentina (EPPA).

domingo, 27 de enero de 2019

Imperialismo, golpe y geopolítica

Fuente:Pagina/12
Académicos y analistas opinan sobre la situación en Venezuela

La autoproclamación de Guaidó dejó en evidencia el seguidismo político del gobierno de Macri que, en su apuro por alinearse con Washington, rompió con la tradición democrática de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
 
“Este es un problema venezolano que no puede aislarse de la trama global.”
“Este es un problema venezolano que no puede aislarse de la trama global.” 
La situación desatada en Venezuela, tras la autoproclamación de Juan Guaidó como Presidente Encargado de ese país, activó la alarma en toda la región. Además, dejó en evidencia el seguidismo político del gobierno de Mauricio Macri que, en su apuro por alinearse con Washington, rompió con la tradición democrática de no injerencia en los asuntos internos de los Estados. PáginaI12 dialogó con académicos y analistas internacionales para dar cuenta de los actores centrales, el rol de las potencias mundiales, los aspectos novedosos y las claves de este conflicto, cuyas consecuencias son impredecibles.
  • Alejandro Grimson, antropólogo social:
Está claro que en Venezuela hay graves problemas económicos, políticos e institucionales, pero jamás la solución a esos problemas puede ser un golpe de Estado, y menos uno promovido por los Estados Unidos. En ese sentido, todos los países de la región que reconocieron inmediatamente a Guaidó como Presidente Encargado son de carácter semicolonial en su política exterior, es decir, se trata de gobiernos que son apéndices de la estrategia geopolítica norteamericana para la región. Con respecto a esto, sirve pensar en los dispositivos que supo crear América del Sur y que hoy se encuentran desarticulados, como la Unasur, un espacio de discusión que hoy podría ser una palanca extraordinaria para generar la única solución que tiene Venezuela, que es que se forme una mesa de diálogo entre el oficialismo y la oposición para encaminar una salida pacífica y democrática del conflicto. Es preocupante la actitud del Gobierno nacional y de varios dirigentes políticos, que no tuvieron en cuenta procesos muy relevantes que hacen a la soberanía nacional, a la autodeterminación y a los principios básicos de una diplomacia desde América Latina, y salieron corriendo a hacer algo absurdo. ¿Cómo un dirigente que se presume democrático va a apoyar un golpe de Estado? Hay un uso instrumental de la veloz adhesión a la acción golpista de los Estados Unidos, con el fin de obtener tres o cuatro votos más, ignorando cualquier principio ético y democrático.
  • Amilcar Salas Oroño, politólogo
Hay una cuestión, más del orden estructural capitalista, vinculada con algo que aparece en determinados períodos históricos como fundamento de invasiones, guerras u ocupaciones territoriales: la noción de “comunidad internacional”. ¿Hay realmente una comunidad internacional apoyando el golpe en Venezuela? Si son más los países que reconocen la legitimidad presidencial de Maduro que los que no. ¿Qué potestad constituyente tiene esta comunidad internacional? Hoy el capitalismo entra en una fase donde esta noción no significa más que determinados intereses específicos. La reproducción y repetición de este actor constituyente como maniobra propagandística no deja de ser más que un claro ejemplo de cómo, para ciertos países, deben ser cuestionadas las legitimidades internas.
Uno de los aspectos desagradables de esta circunstancia, observándola desde la Argentina, es que se simplifican y degradan los términos de referencia hacia Venezuela, su opción por una forma diferente de República, lo institucional comunal o la misma noción de socialismo. Hay una disputa interpretativa que, en torno de lo de Venezuela, desnuda una pobreza enorme por la comprensión de los problemas sociales y políticos que, como latinoamericanos, sabemos que son muchos.
  • Julio Burdman, politólogo especializado en geopolítica
En primer lugar, hay que entender que este es un problema venezolano que, sin embargo, no puede aislarse de la trama global, en el que se vuelve central el apoyo a Guaidó por parte de Estados Unidos, Brasil –aunque el pronunciamiento de Bolsonaro no fue bien recibido por todos los sectores de su gobierno– y Colombia, y en el que también adquieren relevancia Rusia y China con su respaldo a Nicolás Maduro. La actitud del gobierno argentino ante el conflicto en Venezuela no sorprende, si se piensa en los posicionamientos que viene manifestando en el último tiempo, debido al alineamiento con los Estados Unidos de Donald Trump. Sin embargo, se puede hablar de un salto metodológico. Recordemos que durante los primeros meses del gobierno de Macri, cuando el país junto al México de Enrique Peña Nieto conformó el Grupo de Lima, la posición oficial representada por Susana Malcorra tenía que ver con una salida pacífica y democrática del conflicto. Hoy la situación es otra, y Argentina tomó partido sin tener en cuenta el contexto general, donde la hipótesis del conflicto militar es posible.
  • Sebastián Etchemendy, politólogo
Cualquier posición que vaya hacia el reconocimiento de Guaidó es no solo inadmisible por el precedente de intervención directa de Estados Unidos en la región, sino también porque es totalmente ineficaz para una salida negociada, que es a lo que hay que apuntar. En Venezuela es difícil encontrar actores democráticos, en el sentido de que acepten la legitimidad del otro, y eso hay que construirlo. Por parte del gobierno argentino ha habido un seguidismo que, además de retrotraernos a las peores épocas de relaciones carnales, es absolutamente ineficiente para lograr cualquier solución y configura una prueba más de la poca sofisticación de Macri en políticas públicas. Es patético que ante este problema serio, que exige mediación, no haya ningún análisis y se termine apoyando la posición intervencionista de Trump. Esa posición de alentar sólo un bando, que además es el bando más duro y más extremo de la oposición venezolana, no tiene perspectivas de traer una solución al problema.
  • Mariano Fraschini, politólogo
Lo que está pasando hoy es un punto más, tal vez decisivo o parteaguas, de esta situación de guerra contra Venezuela. Con las elecciones de mayo del 2018, se profundiza el proceso de deslegitimación del nuevo mandato de Maduro pero lo cierto es que, en los hechos, la oposición hasta hoy no aceptó su derrota en las elecciones presidenciales del 2013. Entonces, ya desde ese momento es considerado ilegítimo, dictatorial o usurpador, como lo están llamando ahora. La clave para comprender este proceso, sin lugar a dudas, es el rol de Estados Unidos en el tablero político internacional y en el caso específico de América del Sur. Es vital para Estados Unidos recuperar el petróleo venezolano, y eso hace que hoy ocurra un hecho inédito: que, en ese objetivo, está siendo acompañado no por sus aliados de siempre, sino por los gobiernos neoliberales de la región. Otra de las novedades es el lugar que ocupan China, en términos geopolíticos y económicos, y Rusia en términos militares. Es decir, se trata de un proceso que tiene su punto más cúlmine y central en el exterior; la propia oposición venezolana va detrás de los deseos y las estrategias de los Estados Unidos. En ese sentido, la resolución va a depender mucho de lo que ocurra en las grandes potencias y la posibilidad de una salida negociada va a involucrar algún tipo de acuerdo entre ellas. La acción del Ejército venezolano es determinante como lo fue siempre. Ir a Venezuela y entenderla a partir del sistema de partidos o del rol de la oposición y del oficialismo no tiene sentido: hay que analizar el rol de los militares, que ocupan no sólo el rol de gendarmes de la Revolución Bolivariana, sino también espacios de poder, gobernaciones, alcaldías y ministerios. Por eso la oposición entra en desesperación por ir a quebrar ese frente interno en el Ejército. Si no, es muy difícil que estos zarpazos exteriores, con el respaldo minoritario interno, puedan tener un resultado positivo.
  • Mario Toer, sociólogo
Desde Washington están tanteando y midiendo cómo pueden persistir en un proceso que pretende terminar con el gobierno de Venezuela. Esto no es sorprendente, pero hay que destacar que es un hecho que se pone en movimiento cuando la oposición venezolana venía desgastada, desmembrada, sin capacidad de unificar un curso de actividad política más o menos previsible. Esto le da un contorno a la cuestión, porque reunifica a la oposición en torno a un objetivo, que es el de legitimar otro poder al interior de Venezuela, que podría convocar en su ayuda una presencia desde el exterior. El dato agregado es que la oposición converge desde un estado de cierta debilidad, lo que le resta certezas al plan general y genera complicaciones para un eventual diálogo que el Gobierno pudiera establecer, al menos, con el sector que concurrió a la disputa presidencial. 
La centralidad del plan, como objetivo estratégico de la política exterior de Washington para este período, es muy evidente: están buscando el modo de generar un golpe que va a ser “a lo Pinochet”, es decir, que pretende terminar con muchas vidas. En ese sentido, esta oposición democrática no es más que un mascarón de proa de intereses que son implacables.
En este contexto, lo importante no es defender una política específica, sino algo que está por encima, que es la autodeterminación y la paz.
Informe: Sibila Gálvez Sánchez.

“La lógica colonial fue desterrada de la Patria", advirtió el gobierno de Maduro Venezuela rechazó el ultimátum de la UE


La Cancillería venezolana expresó su “más enérgico rechazo” a la postura de la Unión Europea, que advirtió que reconocerá como presidente al opositor Guaidó si no hay elecciones en los próximos días. "Es el propio estilo de las viejas potencias coloniales que representa”, dijo el gobierno sobre el ultimátum europeo.
Imagen: EFE
El gobierno venezolano expresó su “más enérgico rechazo” al ultimátum de la Unión Europea para que convoque elecciones en un plazo de ocho días, acción que relacionó con “presiones del gobierno de Estados Unidos” y calificó como un mecanismo al “propio estilo de las viejas potencias coloniales que representa”. En un comunicado, la Cancillería denunció que la declaración que emitió ayer el bloque demostró su “decisión de sumarse al plan de golpe de Estado orquestado por el gobierno de Estados Unidos”
"Deben retirar este ultimátum. Nadie puede darnos un ultimátum", expresó el presidente venezolano Nicolás Maduro esta mañana luego de que España, Francia, Alemania y Reino Unido le pusieran un plazo para convocar a nuevas elecciones. En caso contrario, adelantaron que reconocerán al autoproclamado "presidente encargado” Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional. 
La Cancillería denunció que la UE se sumó al “indigno coro de gobiernos satélites” de EE.UU. y le exigió al bloque “deponer su actitud desafiante y en lugar adopte una posición de respeto y equilibrio constructivo que no aliente la fractura del orden constitucional y la violencia”. 
“La lógica colonial fue desterrada de la Patria venezolana hace doscientos años por la gesta libertadora bolivariana y ese legado será defendido hoy como entonces”, señala el documento, que aclara que Venezuela “seguirá apostando a mantener una relación constructiva de respeto y cooperación con todos los países de la UE, orientada al desarrollo compartido y la paz tanto en venezuela como en la región latinoamericana y caribeña”. 
Al mismo tiempo, el presidente hizo declaraciones en una entrevista con la cadena de televisión turca CNN Turk difundida este domingo. "Nadie puede darnos un ultimátum de este tipo. Si alguien quiere abandonar el país, lo puede hacer. Venezuela no está ligada a Europa. Estos es una insolencia total", aseguró Maduro. 
A su juicio, "una vez más Europa está cometiendo un error acerca de Venezuela. Consideran nuestra historia como no existente, a pesar de doscientos años de independencia".
"Menospreciarnos porque estamos en el sur es insolente", señaló Maduro, quien se enfrenta desde el pasado miércoles a la autoproclamación como presidente interino del país del jefe de la Asamblea Nacional venezolana, de mayoría opositora, Juan Guaidó.


Fuente:Pagina/12

sábado, 26 de enero de 2019

Han empujado a Venezuela al precipicio", denunciaron Chomsky y otros 70 firmantes de una carta abierta Intelectuales contra el golpe


Un grupo de 70 intelectuales, historiadores y expertos en política latinoamericana reclamaron en duros términos al gobierno de Estados Unidos no interferir en la política interna venezolana y apoyar un diálogo entre el chavismo y el antichavismo.
"Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como el nuevo presidente de Venezuela, algo ilegal bajo la Carta de la OEA, el Gobierno de Donald Trump ha acelerado la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándolos a elegir bandos", denunció anoche el grupo de intelectuales en una carta abierta.
Los firmantes, entre los que se cuentan el filósofo y activista Noam Chomsky y el relator independiente de la ONU Alfred de Zayas, aseguraron que el reconocimiento de Guaidó como gobernante legítimo de Venezuela en detrimento del presidente Nicolás Maduro por parte de Estados Unidos y sus aliados empeorará la situación en ese país y generará "un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad".
"Si la administración de Trump y sus aliados continúan su curso imprudente en Venezuela, el resultado más probable será el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad", advirtieron los intelectuales, incluidos jefes de cátedra, profesores eméritos y directores de centro de estudios.
"El objetivo obvio, y en ocasiones declarado, es expulsar a Maduro mediante un golpe de Estado", agregaron los intelectuales, que dijeron que Estados Unidos debería haber aprendido algo de sus empresas de cambio de régimen en Irak, Siria, Libia o de su patrocinio histórico de cambio de regímenes en América Latina.
El gobierno del presidente Donald Trump fue el primero en reconocer este miércoles al jefe del Parlamento Juan Guaidó como gobernante legítimo de Venezuela. "Bajo la Administración de Trump, la retórica agresiva contra el Gobierno venezolano se ha disparado a un nivel más extremo y amenazador, con funcionarios hablando de 'acción militar' y condenando a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una 'troika de tiranía", recordaron los intelectuales en referencia al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
"Estados Unidos y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio", aseguraron.
Los investigadores concluyeron que la única solución que hay "es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades polarizadas políticamente no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones".
Texto completo de la declaración 
El gobierno de los Estados Unidos debe dejar de interferir en la política interna de Venezuela, especialmente en sus intentos de derrocar al gobierno de ese país. Resulta casi seguro que las acciones de la administración Trump y sus aliados regionales empeorarán la situación en Venezuela, lo que llevará a un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad.
La polarización política de Venezuela no es nueva; El país ha estado dividido por mucho tiempo en términos raciales y socioeconómicos. Pero la polarización se ha profundizado en los últimos años. Esto se debe en parte al apoyo de los Estados Unidos a una estrategia opositora dirigida a destituir al gobierno de Nicolás Maduro por medios extraelectorales. Si bien la oposición se ha dividido en esta estrategia, el apoyo de los EE.UU. ha respaldado a los sectores de la línea dura en su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro mediante protestas a menudo violentas, un golpe de estado militar u otras vías que eluden el camino electoral.
Bajo la administración de Trump, la retórica agresiva contra el gobierno venezolano se disparó a un nivel más extremo y amenazador, con los funcionarios de la administración de Trump hablando de “acción militar” y condena a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una “troika de tiranía”. Los problemas resultantes de las políticas del gobierno venezolano han sido empeorados por las sanciones económicas de Estados Unidos, que serían ilegales bajo los parámetros de la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como de la legislación de los Estados Unidos y otros tratados y convenciones internacionales. Estas sanciones recortaron los medios por los cuales el gobierno venezolano podría haber escapado de su recesión económica, y a la vez causaron una dramática caída en la producción de petróleo y el empeoramiento de la crisis económica,  causando la muerte de muchas personas que no pudieron acceder a medicamentos que hubieran podido salvar sus. Mientras tanto, los gobiernos de EE.UU. y sus aliados continúan culpando únicamente al gobierno de Venezuela por el daño económico, incluso el causado por las sanciones estadunidenses.
Ahora EE.UU. y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio. Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó como el nuevo presidente de Venezuela --algo ilegal bajo la Carta de la OEA-- la administración Trump ha acelerado drásticamente la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándola a elegir bandos. El obvio, y a veces explícito objetivo, es expulsar a Maduro a través de un golpe de estado.
La realidad es que a pesar de la hiperinflación, la escasez y una profunda depresión, Venezuela sigue siendo un país políticamente polarizado. Los Estados Unidos y sus aliados deben dejar de alentar la violencia presionando por un cambio de régimen violento y extralegal. Si la administración Trump y sus aliados continúan su curso imprudente en Venezuela, el resultado más probable será el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad. Estados Unidos debería haber aprendido algo de sus iniciativas de "cambio de régimen" en Irak, Siria, Libia y su larga y violenta historia de patrocinio de "cambios de régimen" en América Latina.
Ninguna de las partes en Venezuela puede simplemente vencer a la otra. El ejército, por ejemplo, tiene al menos 235,000 miembros de primera línea, y hay al menos 1.6 millones en las milicias. Muchas de estas personas lucharán, no solo sobre la base de la creencia en la soberanía nacional que se mantiene ampliamente en América Latina, frente a lo que parece ser una intervención liderada por Estados Unidos, sino también para protegerse de una posible represión si la oposición derroca al gobierno por la fuerza.
En semejante situación, la única solución es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades políticamente polarizadas no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones. Ha habido esfuerzos con potencial, tales como los liderados por el Vaticano en el otoño de 2016,  pero no recibieron apoyo de Washington y sus aliados concentrados en el cambio de régimen. Esta estrategia debe cambiar para que exista una solución viable a la crisis actual en Venezuela.
Por el bien del pueblo venezolano, la región y por el principio de la soberanía nacional, estos actores internacionales deben apoyar las negociaciones entre el gobierno venezolano y sus oponentes que permitirán que el país salga finalmente de su crisis política y económica.
Firmado:
Noam Chomsky, Profesor Emérito, MIT y Profesor Laureate, Universidad de Arizona  
Laura Carlsen, Directora, Programa de las Américas, Centro de Política Internacional  
Greg Grandin, profesor de historia, Universidad de Nueva York  
Miguel Tinker Salas, profesor de Historia de América Latina y Estudios Chicano / a Latino / a en Pomona College  
Sujatha Fernandes, profesora de economía política y sociología, Universidad de Sydney  
Steve Ellner, editor gerente asociado de Perspectivas de América Latina  
Alfred de Zayas, ex experto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo y único relator de la ONU que visitó Venezuela en 21 años  
Boots Riley, escritor / director de Sorry to Bother You, músico  
John Pilger, periodista y cineasta  
Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política  
Jared Abbott, PhD Candidate, Departamento de Gobierno, Universidad de Harvard  
Dr. Tim Anderson, Director, Centro de Estudios Contra Hegemónicos  
Elisabeth Armstrong, profesora del estudio de mujeres y género, Smith College  
Alexander Aviña, PhD, Profesor Asociado de Historia, Universidad Estatal de Arizona  
Marc Becker, profesor de historia, universidad estatal de Truman  
Medea Benjamin, Cofundadora, CODEPINK  
Phyllis Bennis, Directora de Programas, New Internationalism, Institute for Policy Studies  
Dr. Robert E. Birt, profesor de filosofía, Bowie State University  
Aviva Chomsky, profesor de historia, Universidad Estatal de Salem  
James Cohen, Universidad de París 3 Sorbonne Nouvelle  
Guadalupe Correa-Cabrera, Profesora Asociada, Universidad George Mason  
Benjamin Dangl, PhD, editor de Hacia la libertad  
Dr. Francisco Dominguez, Facultad de Ciencias Sociales y Profesionales, Universidad de Middlesex, Reino Unido  
Alex Dupuy, John E. Andrus Profesor de Sociología Emérito, Universidad de Wesleyan  
Jodie Evans, Cofundadora, CODEPINK  
Vanessa Freije, profesora asistente de estudios internacionales, Universidad de Washington  
Gavin Fridell, Cátedra de Investigación de Canadá y Profesor Asociado en Estudios de Desarrollo Internacional, St. Mary's University  
Evelyn González, Consejera, Montgomery College  
Jeffrey L. Gould, Profesor Rudy de Historia, Universidad de Indiana  
Bret Gustafson, profesor asociado de antropología, Universidad de Washington en St. Louis  
Peter Hallward, profesor de filosofía, Universidad de Kingston  
John L. Hammond, profesor de sociología, CUNY  
Mark Healey, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Connecticut  
Gabriel Hetland, profesor asistente de estudios latinos de América Latina, el Caribe y los Estados Unidos, Universidad de Albany  
Forrest Hylton, Profesor Asociado de Historia, Universidad Nacional de Colombia-Medellín  
Daniel James, Bernardo Mendel Cátedra de Historia Latinoamericana  
Chuck Kaufman, Co-Coordinador Nacional, Alianza por la Justicia Global  
Daniel Kovalik, profesor adjunto de derecho, Universidad de Pittsburgh  
Winnie Lem, profesora, Estudios de Desarrollo Internacional, Universidad de Trent  
Dr. Gilberto López y Rivas, Profesor Investigador, Universidad Nacional de Antropología e Historia, Morelos, México  
Mary Ann Mahony, profesora de historia, Universidad Estatal de Connecticut Central  
Jorge Mancini, Vicepresidente, Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)  
Luís Martin-Cabrera, Profesor Asociado de Literatura y Estudios Latinoamericanos, Universidad de California San Diego  
Teresa A. Meade, Florence B. Sherwood Profesora de Historia y Cultura, Union College  
Frederick Mills, profesor de filosofía, Bowie State University  
Stephen Morris, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales, Middle State State University  
Liisa L. North, profesora emérita, Universidad de York  
Paul Ortiz, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Florida  
Christian Parenti, Profesor Asociado, Departamento de Economía, John Jay College CUNY  
Nicole Phillips, profesora de derecho en la Universidad de la Fundación, Dra. Aristide Faculté des Sciences Juridiques et Politiques y profesora adjunta de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Hastings  
Beatrice Pita, profesora del Departamento de Literatura de la Universidad de California en San Diego  
Margaret Power, profesora de historia, Instituto de Tecnología de Illinois  
Vijay Prashad, Editor, El TriContinental  
Eleanora Quijada Cervoni FHEA, facilitadora de educación del personal y mentora de EFS, Centro de Educación Superior, Aprendizaje y Enseñanza en la Universidad Nacional de Australia  
Walter Riley, abogado y activista  
William I. Robinson, profesor de sociología, Universidad de California, Santa Bárbara  
Mary Roldan, Dorothy Epstein Profesora de Historia Latinoamericana, Hunter College / CUNY Graduate Center  
Karin Rosemblatt, profesora de historia, Universidad de Maryland  
Emir Sader, profesor de sociología, Universidad del Estado de Río de Janeiro  
Rosaura Sánchez, profesora de literatura latinoamericana y literatura chicana, Universidad de California, San Diego  
TM Scruggs Jr., Profesor Emérito, Universidad de Iowa  
Victor Silverman, profesor de historia, Pomona College  
Brad Simpson, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Connecticut  
Jeb Sprague, profesor de la Universidad de Virginia  
Christy Thornton, profesora asistente de historia, Johns Hopkins University  
Sinclair S. Thomson, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Nueva York
Steven Topik, profesor de historia, Universidad de California, Irvine  
Stephen Volk, profesor de historia emérito, Oberlin College  
Kirsten Weld, John. L. Loeb Profesor Asociado de Ciencias Sociales, Departamento de Historia, Universidad de Harvard  
Kevin Young, profesor asistente de historia, Universidad de Massachusetts Amherst  
Patricio Zamorano, académico de estudios latinoamericanos; Director Ejecutivo, InfoAmericas