jueves, 31 de mayo de 2018

Rechazos y pedidos de informes en Diputados por el anuncio del nuevo rol de las FF.AA. “Un retroceso en derechos humanos”

El Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, consideró que el plan del Gobierno “cierra con represión”.Adolfo Pérez Esquivel se sumó a los rechazos al anuncio de Macri. Un grupo de diputados de partidos de la oposición presentó un pedido de informes para que el Gobierno explique cuál es su política de seguridad nacional.
El Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, consideró que el plan del Gobierno “cierra con represión”. 
Imagen: Joaquín Salguero
En sintonía con la preocupación que manifestaron las organismos de derechos humanos ante el anuncio del presidente Mauricio Macri, diputados de distintos bloques expresaron su “categórico rechazo” a la posibilidad de que las fuerzas armadas cumplan cualquier tarea vinculada a la seguridad interior. En paralelo presentaron un pedido de informes para que el Gobierno explique “la política de defensa nacional y la declarada y pública intención de modificarla en cuanto a la participación de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad interior”. Mientras que el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, sostuvo que “el gobierno está provocando un retroceso en toda la política de derechos humanos y de seguridad” y denunció que “para cerrar el modelo neoliberal necesita de la represión”.
En sus fundamentos, los diputados recuerdan la arenga presidencial a las Fuerzas Armadas –en el Día del Ejército– a “brindar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales”. Por lo que frente a “aquella exhortación”, sumada a manifestaciones de altos funcionarios del Ejecutivo en el mismo sentido”,  los legisladores sostienen que todas esa manifestaciones “resultan contrarias al principio delimitador entre la Defensa Nacional y la Seguridad Interior, pilar central de nuestra vida democrática”.
“Luego del fin de la dictadura cívico-militar y debido al protagonismo que las Fuerzas Armadas tuvieron durante el siglo XX y a su responsabilidad en el terrorismo de Estado, la no intervención castrense en la seguridad pública es uno de los cimientos del sistema político e institucional democrático”, agrega el proyecto que firman Graciela Camaño y Daniel Arroyo (Frente Renovador), Leonardo Grosso (Movimiento Evita), Victoria Donda (Libres del Sur), José Luis Gioja (por el PJ), los diputados de extracción sindical como Hugo Yasky, Walter Correa y Pablo Carro (FpV-PJ), Horacio Pietragalla por los organismos de DD.HH. y Nilda Garré, entre otros. 
El pedido de informes que presentarán públicamente en rueda de prensa el lunes por la tarde en el Salón Blanco del Palacio Legislativo tiene cuatro puntos centrales. “Si existen, y de existir los especifique, proyectos o anteproyectos de reforma de las leyes de Defensa Nacional,  Seguridad Interior, de Inteligencia Nacional y el decreto reglamentario de la ley de Defensa. También si existen “resoluciones administrativas de algún Ministerio o de las Fuerzas Armadas que disponga la participación militar en las cuestiones de seguridad interior”. Así como “un plan o estrategia de intervención de las FF.AA. en materia de apoyo logístico o de cualquier otro tipo a la fuerzas de seguridad”.
Por su parte, Pérez Esquivel volvió a cruzar el discurso presidencial: “La seguridad del pueblo no pasa por poner a las Fuerzas Armadas en la calle, tenemos dolorosas experiencias. Cuando intervienen aumenta la violencia, las muertes, y la exclusión social”, sostuvo en una entrevista con FM La Patriada. “Habría que ver si estamos en un estado de sitio no declarado o un estado de excepción. El estado de sitio necesita la aprobación parlamentaria que no la tiene”, sentenció el Premio Nobel.
Fuente:Pagina/12

Los docentes también repudiaron los dichos de Vidal “Desprecia la educación pública”


Imagen: Bernardino Ávila
Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) repudiaron enfáticamente las expresiones vertidas ayer por la gobernadora María Eugenia Vidal que apuntó contra las universidades públicas. “Demuestra desprecio y una discriminación hacia los sectores populares como sujetos de derechos a la educación superior”, afirmaron en un comunicado.
Ayer, Vidal preguntó si “es justo llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”. En seguida, todo el arco opositor y gremios docentes le salieron al cruce. Mismo, muchos estudiantes contaron que eran la primera generación de universitarios de sus familias por tener una institución cerca de sus barrios.
Los docentes remarcaron también que el comentario de Vidal responde a una “visión elitista”, en sintonía “con el gobierno de Cambiemos que ha demostrado menosprecio hacia la educación pública”. Como cuando el presidente se refirió a “los que cayeron en la escuela pública” al presentar los resultados del Operativo Aprender.
Esta visión de la gobernadora es elitista y va en sintonía con el gobierno de Cambiemos que ha mostrado menosprecio hacia la Educación Pública. Recordemos los dichos del Presidente de la Nación cuando afirmó: “los que se cayeron en la escuela pública”.
“La Universidad Pública Argentina tiene un prestigio a nivel regional y mundial, demostrado por sus estudiantes, docentes y graduados y es, además, cuna de muchos estudiantes de países hermanos que vienen a estudiar en nuestras instituciones. Estas declaraciones van unidas a la subejecución del presupuesto universitario, al ajuste, a la falta de inversión educativa en todos los niveles”, remarcaron los docentes en un contexto de conflicto por la negociación paritaria.
Fuente:Pagina/12

miércoles, 30 de mayo de 2018

Es el modelo


Imagen: Noticias Argentinas
El anuncio de Mauricio Macri de involucrar a las Fuerzas Armadas en acciones de seguridad interior no solo significa un grave paso atrás en el terreno de la democracia, un campo en el que la Argentina avanzó con éxito a pesar de las dificultades, sino que implica además un nuevo reconocimiento del fracaso del oficialismo respecto de otra de sus promesas de campaña: mejorar la seguridad cotidiana de los ciudadanos y ciudadanas. Lo cierto es que la gestión de Patricia Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad oscila entre los atropellos y las bravuconadas y la puesta en escena permanente para las cámaras. Lo primero implica, como se ha señalado y denunciado, un deterioro de la calidad ciudadana. Lo segundo una mentira más del mismo gobierno del "segundo semestre", la "luz al final del túnel", "los brotes verdes" y la baja de la inflación.
Atrasa el Presidente cuando, desconociendo los logros de la democracia argentina y del ejercicio ciudadano, decide sin más adscribir a la teoría de las "nuevas amenazas globales". Pero sería importante no perder de vista que este anuncio forma parte de un combo que es coherente con la dirección que la Alianza Cambiemos le imprime a la totalidad de la gestión. El anuncio presidencial sobre el "nuevo rol" de las Fuerzas Armadas no solo es un paso atrás tanto en materia de política de defensa como de seguridad interior, sino que está en línea con el manejo arbitrario y abusivo del Poder Judicial, con el ataque a los trabajadores del subte, la Gendarmería actuando como fuerza de choque contra todo reclamo laboral; ni qué decirlo de la represión en el sur con saldo de muertos, pero también con la intransigencia en el ajuste económico y con el acuerdo que se está gestando con el Fondo Monetario Internacional. El FMI no cambió, como dice el gobierno, y las Fuerzas Armadas tampoco tienen como función la seguridad interna ni están capacitadas profesionalmente para ello como también se sostiene desde Cambiemos. Una vez más Macri miente como lo hizo durante la campaña electoral y desde que asumió el gobierno y como lo hacen sus ministros cuando pretenden hacerle creer a los ciudadanos que contribuirán a superar la crisis cambiando las lamparitas con las que iluminan sus casas mientras se les sigue quitando impuestos a los dueños de la soja.
El anuncio merecería una reacción similar a la que tuvo el intento de aplicar el 2x1 en favor de los represores condenados por delitos de lesa humanidad. Un repudio que no salga de la oposición política exclusivamente, sino de la ciudadanía democrática en su totalidad.
Sería ingenuo pensar que la iniciativa de Macri respecto de las Fuerzas Armadas es falta de memoria. Es más, sería adjudicarle al Presidente una inocencia de la que carece, tanto cuando impulsa esta medida como cuando en gesto aprobatorio le estrechó la mano al policía Luis Chocobar o cuando quiere catequizar de que el pedido de auxilio al FMI es apenas "preventivo", o que su "mejor equipo" no se beneficia con las medidas que sus propios integrantes generan para mejorar sus arcas y las de sus amigos. Creer en la ingenuidad o en la buena fe presidencial es liberarlo de la grave responsabilidad política de atentar temerariamente contra las bases de la democracia y contra la calidad de vida de los argentinos.
Sería ingenuo también desestimar que estamos frente a un gobierno de ricos que gobierna para los suyos. Tanto como seguir creyendo que el modelo de ajuste que se está aplicando (sin nada que se le parezca al "gradualismo" que se declama y que tampoco cambiaría en esencia el atropello) cierra sin libertad de expresión, sin medios corporativos adictos y, claramente, sin represión. Es el modelo. Ese que el gobierno viene aplicando también de manera sistemática, sin gradualismo y con intolerancia.  
Fuente:Pagina/12

Violento operativo policial en la Ciudad A la vieja usanza de la UCEP


En el marco de la nueva doctrina de seguridad que impulsa Mauricio Macri y de la manifiesta intención de la alianza gobernante de que las Fuerzas Armadas intervengan en la seguridad interior, la Policía de la Ciudad protagonizó un episodio que recuerda los violentos operativos de la Unidad de Control de Espacio Público (UCEP) de la gestión del actual mandatario. Un video que se viralizó en las redes sociales muestra cómo en las afueras de la estación Primera Junta de la línea A, los efectivos cargan colchones en un camión, las únicas pertenecías de personas en situación de calle. Luego de advertir que estaban siendo grabados, uno de ellos se acercó a quien sostenía el celular para amedrentarlo, pedirle documentos y retenerle el DNI. "Lo identificamos y se puede retirar", lo amenazó el policía.
Los usuarios de Twitter que difundieron la grabación denunciaron “la vuelta de la UCEP”, en referencia al organismo creado en octubre de 2008 en la administración porteña para desalojar indigentes de la vía pública, y que cometió al menos 17 actos de violencia contra  familias  en situación de calle durante sus operativos. 
Tras varias denuncias, la UCEP finalmente fue disuelta en noviembre de 2009, luego de que fueran procesados Macri, entonces jefe de Gobierno, y el ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo. En diciembre de 2015, poco después de que lo sobreseyeran de la causa de escuchas ilegales, Casación rechazó el último recurso de queja de la querella y el sobreseimiento del actual mandatario quedó firme. 
Fuente:Pagina/12

martes, 29 de mayo de 2018

Cordobazo: rebelión popular e insurrección urbana

Resultado de imagen para cordobazo

 A 49 años de este hecho histórico retomamos el analisis de la investigadora Monica Gordillo.

El Cordobazo fue una protesta obrero-estudiantil, ocurrida el 29 y 30 de Mayo de 1969, en oposición al régimen dictatorial encabezado por Juan Carlos Onganía. Mónica Gordillo, historiadora e investigadora independiente del CONICET en el Instituto de Humanidades (IDH, CONICET-UNC), hace un breve recorrido en torno a los acontecimientos, sus características, causas y consecuencias.

¿Cómo comenzó el Cordobazo?
Las dos CGT nacionales decidieron una huelga general para el 30 de Mayo, porque Onganía se negaba a restablecer la negociación colectiva y la actualización salarial, suspendidas en el ´67. En Córdoba lo adelantaron un día y adoptaron la modalidad propuesta por Agustín Tosco del Sindicato de Luz y Fuerza, que implicaba el abandono de los lugares de trabajo desde las 10 hs hasta el día siguiente -es decir por 36 hs, en lugar de 24- y la movilización hasta un acto en el local de la CGT.

¿Cuál fue el carácter distintivo de esta protesta, que se configuraba como un reclamo obrero más?
La convergencia con la cuestión estudiantil. Este sector venía movilizándose para reclamar frente a las intervenciones en las Universidades. Los estudiantes de Corrientes habían sido reprimidos luego de una protesta que culminó con la muerte de uno de ellos y esto a su vez produjo una serie de marchas del silencio que causaron dos muertes más en Rosario. Este antecedente posibilita la concreción de otra iniciativa de Agustín Tosco, la convergencia de un reclamo obrero-estudiantil.

¿Qué ocurrió, entonces, ese 29 de mayo?
Las columnas que marchaban pacíficamente fueron detenidas en puntos estratégicos, por parte de la policía provincial y federal que comienzan a atacarlos para evitar que lleguen al centro. Esto desembocó en una generalización de la protesta en lo que junto a Brennan denominamos en nuestro libro Córdoba Rebelde como rebelión popular e insurrección urbana.

¿Qué llevó a esta generalización?
La marcha representaba un rechazo al régimen y a la sensación de injusticia generalizada que afectaba a diversos sectores sociales. Esto despertaba adhesión porque había un fuerte repudio a las muertes estudiantiles y a la permanencia de la dictadura en el poder -que no presentaba plazos de restitución democrática ni medios para canalizar las protestas-. La proscripción del peronismo aumentaba el malestar y desde el radicalismo no se miraba con buenos ojos a quienes habían derrocado a Illia.

¿Por qué dicen que fue una rebelión popular?
Las columnas que son interceptadas se desbordan por los barrios para llegar al centro. Allí reciben el apoyo de los vecinos, a través de la protección de los manifestantes, armando barricadas para que la policía montada no pueda ingresar e incluso se sumaron a la acción.

¿Y a qué se refieren con que fue una insurrección urbana?
Esto tiene que ver con que se abandonó el objetivo inicial de marchar y concentrarse en el centro, y la manifestación pasó, en cambio, a ocupar los distintos barrios de la ciudad, principalmente los estudiantiles, pero también obreros como Alta Córdoba -cerca de los talleres- o Ferreyra -en zona de fábricas-.

¿Qué ocurrió cuando la movilización se generalizó y se expandió por toda la ciudad?
La policía se vio desbordada y se replegó en la central. Aquí se da otro rasgo distintivo del Cordobazo, que es una violencia que se manifiesta en la destrucción de símbolos que representan el poder político o económico al que repudiaban. Destruyen grandes concesionarias de autos –la automotriz era una de las principales industrias en Córdoba-, el Casino de suboficiales o el Círculo de oficiales –que representaban al poder militar-. Es decir, tiene un fuerte contenido político, en contraste con otras formas de violencia que se vieron en otros momentos de la historia.

¿Por qué una movilización pacífica se volcó hacia la violencia?
Fue una respuesta a la represión. Un hecho definitorio fue el asesinato de Máximo Mena, del SMATA. Cuando esta columna intenta ingresar al centro es interceptada por la policía con balas de plomo, en lugar de goma. Es significativa la imagen que me contó un trabajador de Renault que marchaba con él: venía con mandarinas en las manos y se las arrojaba a la policía. Pero al ver a Máximo caído, dejó las mandarinas y empezó a tirar piedras y pavimento.

¿Qué ocurrió después del acuartelamiento de la policía?
Para ese entonces, si bien no hay cifras oficiales, había cerca de quince muertos y la ciudad estaba en manos de la gente. El gobernador pidió la intervención del ejército y declaró estado de sitio. La ciudad se vació y la resistencia se concentró principalmente en el Barrio de Clínicas. El sindicato Luz y Fuerza decidió un corte de luz en ese sector para dificultar el ingreso del ejército y aparecieron algunos francotiradores. Se produjeron enfrentamientos y finalmente el ejército redujo la resistencia. Tampoco se informó la cantidad de detenidos, pero hubo muchos, entre ellos dirigentes sindicales, como Agustín Tosco y Elpidio Torres, entre otros.

¿Por qué en Córdoba?
Las particularidades iniciales respondían a reivindicaciones locales, como el rechazo a la derogación por parte de Onganía de la ley provincial de Sábado Inglés -que establecía que este día se trabajaba media jornada pero se cobraba completa-. Esto significó un gran malestar, asambleas e incluso episodios de represión policial. Además el gobernador de Córdoba era Carlos José Caballero que tenía un perfil muy conservador, en oposición a las pretensiones de la izquierda cordobesa. Además durante toda la década tanto estudiantes como obreros –con sindicatos de tradición muy combativa y autonomía frente a sus centrales- se fueron organizando y constituyendo en canales de protesta.

¿Qué vino después?
La acción directa mostró ser exitosa: renunció Caballero y se reabrieron las negociaciones colectivas. Se inauguró un ciclo de protestas en ascenso y comenzó a resquebrajarse la imagen de unidad y orden que mostraba el régimen. También tuvo lugar una crisis de las autoridades en diversos ámbitos, como por ejemplo en las conducciones sindicales.

Pero Onganía no renunció…
No inmediatamente. Sin embargo para el primer aniversario del Cordobazo Montoneros hace su primera aparición con el secuestro y posterior ejecución de Aramburu. Esto culmina con la renuncia de Onganía. Finalmente este ciclo de protesta obrera y la acción de las organizaciones armadas confluyen y llevan a restituir la democracia y levantar la proscripción del peronismo.

¿Qué queda hoy del Cordobazo?
Queda una historia de desarticulación del Estado, los colectivos de identificación y los vínculos de solidaridad; así como el triunfo del consumismo –que son problemas mundiales-. Pero desde el punto de vista positivo, queda la tradición de la movilización contra cuestiones que trascienden lo individual y el Cordobazo como símbolo disponible para ser recuperado como advertencia de lo que la movilización popular frente a la injusticia puede lograr.

Carlotto cuestionó la intervención de las FFAA en la seguridad interna “Quieren un país sometido al miedo”


 
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo repudió la propuesta del Gobierno para que el Ejército custodie los recursos naturales, algo que está prohibido por la ley de Seguridad Interior. Para Carlotto, el Gobierno quiere instalar el miedo para paralizar las protestas masivas. “No lo han conseguido”, dijo en referencia a las marchas multitudinarias de los últimos días.
Imagen: Leandro Teysseire
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recientemente nominada por sexta ocasión al Premio Nobel de la Paz, advirtió que la ampliación de funciones a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior “va a perturbar la paz de los argentinos”. Carlotto alertó que la propuesta que analiza el Gobierno, de permitir al Ejército custodiar los recursos naturales y dar “apoyo logístico” a la lucha contra el narcotráfico, responde a un discurso que refuerza “la teoría del enemigo interno” y que traerá serias consecuencias a la libertad democrática.
“Vuelven con lo del tema del enemigo interno y eso implica libertad total de que puedan matar por la espalda sin ser juzgados y poner a las Fuerzas Armadas en lugares que no les corresponde”, destacó Carlotto en diálogo con FM La Patriada. La presidenta de Abuelas indicó que algunos de los efectos directos de la doctrina de seguridad impuesta por la ministra Patricia Bullrich ya se pueden ver en las “represiones que desencadenan brutalidad durante las protestas”, como cuando “se llevan sin motivos a personas” en manifestaciones que repudian medidas del Ejecutivo. “Espero que el Parlamento y la Justicia no permita desviar la función real de cada uno en este país”, amplió.
“Bullrich parece más uniformada que quienes siguen la carrera de vocación”, resaltó luego la representante de derechos humanos respecto a cómo la ministra de Seguridad “está torciendo el nivel de accionar de las fuerzas armadas”. Según trascendió, la ministra, el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad analizaron derogar el el decreto 727 que establece que las Fuerzas Armadas no pueden intervenir en cuestiones de seguridad interior. Solo pueden actuar ante “agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados”. Pero el Gobierno busca cambiarlo; incluso el ministro de Justicia, Germán Garavano, se desmarcó y advirtió que no cree que "sea la mejor herramienta". 
Para Carlotto, los funcionarios “quieren un país sometido al miedo” para frenar las masivas movilizaciones contra las políticas económicas y sociales implementadas por Macri, aunque celebró que “no lo han conseguido” porque “en los últimos días hubo marchas multitudinarias que lo demuestran”. “Están queriendo instalarlo porque el miedo paraliza, porque es el miedo de la familia de que secuestren a su hijo en una marcha, lo detengan o lo hieran”, enfatizó la presidenta de Abuelas, quien exhortó a todos a “no dejarse dominar por este sentimiento”.
En esa misma línea, Carlotto señaló que la gente está en la calle reclamando porque “lejos de cumplir lo que prometió en campaña, el presidente hizo todo lo contrario". “Sólo nos da disgustos”, continuó la representante de derechos humanos y recordó que Macri fue el único mandatario que se negó a recibirlas a poco de asumir, aunque luego accedió presionado por la llegada del presidente francés Francois Hollande.
“Hay cada vez más pobres, está aumentando el narcotráfico y van profundizando la grieta”, manifestó también la abuela de Plaza de Mayo respecto al plan de gobierno de Cambiemos y cuestionó que el Presidente haya acusado a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner de “loca” cuando instaba a senadores a que bloquearan la ley contra el tarifazo. “Llegar a esos recursos tan insoportables, ofensivos, demuestran la desesperación que tiene porque el dinero que han malgastado y se han llevado a sus propias arcas no está para el servicio del pueblo”, concluyó.
Fuente:Pagina/12

lunes, 28 de mayo de 2018

Entrevista al filósofo Darío Sztajnszrajber “La filosofía no resuelve problemas, sino que los crea”


“Hoy ser de izquierda es ser deconstruccionista”, plantea Darío Sztajnszrajber.
En Filosofía en 11 frases, el autor intercala una historia de ficción política en medio de un ensayo que deconstruye un puñado de sentencias célebres. Señala que su tarea es “problematizar la realidad”, una lógica donde “la angustia tiene un aspecto emancipador”.
“Hoy ser de izquierda es ser deconstruccionista”, plantea Darío Sztajnszrajber. 
Imagen: Dafne Gentinetta
Un hombre angustiado huye en la ciudad de la furia. Un joven llamado Martín es asesinado en el subte de la línea D. Los medios de comunicación construyen un relato sobre la existencia de terroristas. Los miedos se desparraman por doquier. La paranoia colectiva estalla en un país convertido en un gran estado de excepción. Filosofía en 11 frases (Paidós) de Darío Sztajnszrajber, es un libro de naturaleza anfibia: es una novela que narra la deriva de ese hombre angustiado por el subte, una pizzería, el cementerio de la Chacarita, en una plaza en Villa Urquiza, una historia de violencia y resistencia; pero también es un ensayo filosófico que deconstruye un puñado de frases célebres como “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río” (Heráclito), “Sólo sé que no sé nada” (Sócrates), “Pienso, luego existo” (Descartes) y “Dios ha muerto” (Nietzsche), con otras no tan transitadas como “Ama y haz lo que quieras” (San Agustín), “Oh amigos, no hay amigos” (Aristóteles), “El hombre es el lobo del hombre” (Hobbes), “Todo lo sólido se desvanece en el aire” (Marx), “Nada hay fuera del texto” (Derrida), “Donde hay poder hay resistencia” (Foucault) y “Soy el que soy” (Dios).

“Cuando sucedió la desaparición de Santiago Maldonado, estaba en la mitad de la escritura del libro. Me acuerdo que llamé a mi editor y le dije: ‘como dice Borges, la realidad copia a la literatura’”, cuenta Sztajnszrajber en la entrevista con PáginaI12. “Hoy urge debatir acerca de los límites de la democracia, es decir la democracia pensándose a sí misma, y la línea biopolítica de la filosofía potencia ese debate. Yo trabajo la filosofía en el cruce con otros géneros, para mí eso es clave en lo que hago en términos de divulgación. Me pareció que por el tenor de las frases tenía que cruzar la ficción, dada nuestra coyuntura, con una historia de violencia política”, agrega el filósofo.
–¿Por qué es urgente debatir acerca de los límites de la democracia?
–Hay un autor que está presente en el libro, del que solo trabajo una frase pero que resulta como un punto de giro en el texto, que es Derrida. Me gusta mucho trabajar el texto de un modo que parece que casi en un 80 por ciento va para un lado, pero en el 20 por ciento final cambia. Derrida es clave porque su frase “nada hay fuera del texto” es profundamente política, aunque a Derrida le hayan cuestionado durante mucho tiempo la deconstrucción como apolítica. La deconstrucción hoy es el pensamiento más a la izquierda posible. Hoy ser de izquierda es ser deconstruccionista, más en términos de identidad de género. Derrida dice que la democracia está siempre por venir. Una democracia esencialista, una democracia realizada o acabada, termina siendo todo lo contrario. Hay un texto de Roberto Espósito, Diez pensamientos acerca de la política, donde dice que el gran problema de la democracia es cuando la esencializás, esto es cuando creés que estás reproduciendo la naturaleza de los vínculos sociales. Espósito dice que ser democrático es entender que no hay naturaleza de nada. No sólo de los vínculos sociales, sino de lo humano. O sea que la idea de naturaleza es una idea política. Hay una intención teórica, que es que la democracia siga revisándose a sí misma. Me parece que en estos tres años de gobierno de Macri vivimos diferentes situaciones concretas que nos sirven para pensar las paradojas y limitaciones de la democracia.
–¿En qué sentido la desconstrucción es el pensamiento que está más a la izquierda posible?
–La deconstrucción, como cualquier pensamiento, excede al autor. La deconstrucción la toma mucho la filosofía de género, la toma Paul Preciado. Y es muy interesante cómo Preciado combina elementos de la deconstrucción y la biopolítica para llegar a una idea más radicalizada que tiene que ver con lo que Preciado llama la “desidentificación”. Deconstruir es el recurso que te queda para poder desinscribirte de aquellas inscripciones originarias con las que nos vemos investidos en el momento del nacimiento. Nuestra sociedad acumula su poder normalizando y para anormalizar la deconstrucción es una herramienta fundamental que muestra el carácter de lo abierto, de lo mixto, de lo híbrido. La deconstrucción habría que enhebrarla con el pensamiento de la biopolítica. Si me preguntaras cuál es el autor fundamental hoy desde la filosofía, te diría que Roberto Espósito. Acabo de conseguir su último libro, Desde afuera, donde justamente plantea esta relación entre deconstrucción y biopolítica. La filosofía italiana está haciendo estragos, así como lo fue la francesa a fin del siglo XX. La filosofía italiana, a principios del siglo XXI, me parece la más clara en la tarea extemporánea de la filosofía. La filosofía tiene esa dualidad: analiza lo actual, pero no dejándose enceguecer por las luces del presente –como dice Giorgio Agamben en un texto sobre la contemporaneidad–, para no reproducir los títulos de los diarios. Ser contemporáneo, paradójicamente, es ser extemporáneo, es inoportunar la contemporaneidad visualizando no sólo las luces, sino también las sombras.
–No es casual que tanto Espósito como Agamben sean dos filósofos que han estudiado con mucho rigor a San Agustín y al cristianismo, ¿no?
–Ellos quieren entender el origen de las formas modernas de poder. Lo que ambos visualizan muy bien es la línea que remite a lo que se conoce en filosofía como el debate sobre la secularización. ¿La modernidad rompió con el cristianismo? ¿O la modernidad es cristianismo maquillado? Carl Schmitt y Max Weber dicen que todas las categorías del cristianismo siguen vigentes, pero encubiertas. Nosotros nos mofamos de haber dejado de creer en Dios, pero creemos en el amor, que cuando te preguntás qué carajo es el amor, ¿Qué decís? Que es un sentimiento noble, único, que me lleva al absoluto, a la trascendencia del ser. Pero es Dios, con otras palabras. Los diez mandamientos siguen siendo parte de la ética cotidiana. ¿La secularización no es una impostación de la propia religión, que ha logrado manifestarse con otro formato? Esto es lo que visualizan los pensadores de la biopolítica, por eso quieren entender los formatos de hoy entendiendo su gestación en la filosofía cristiana. 
–Entre las frases elegidas más políticas está “El hombre es el lobo del hombre”, de Hobbes, que permite estudiar el iusnaturalismo y el contractualismo. ¿Cómo fue la elección de las once frases?
–Igual terminé defendiendo al lobo. Yo estoy buscando siempre otredades. Yo soy muy antihobbesiano, por eso busqué al lobo como la víctima. El tema es por qué se parte de una lectura de la animalidad tan negativa, asociada a un problema humano. Auschwitz fue el perfeccionamiento de lo peor de la racionalidad humana. Los animales no cometen genocidios. Ahí hay una diferencia que siempre hay que rescatar. Yo hubiera escrito Filosofía en 70 frases, o hubiera escrito un libro abierto en el que cada nueva frase que me convoca la hubiese agregado. Hay una cantidad de frases que son indiscutibles porque son universales como “Dios ha muerto”, “Sólo sé que no sé nada” y “Pienso, luego existo”. Después hay frases que tienen para mí una interpelación especial: la frase que se le atribuye a Aristóteles “Oh amigos, no hay amigos”… no sé si alguien hubiera elegido de Aristóteles esa frase, pero me permitió hablar de la amistad. Lo mismo la frase de San Agustín sobre el amor: “Ama y haz lo que quieras”. “El hombre es lobo del hombre”, que me parece una frase clave para seguir discutiendo el orden social, es fundante de la política moderna. Hay que entender esa relación con la ley que después, con la frase “Donde hay poder hay resistencia”, Foucault desarma. Me faltaron frases, yo te podría decir cuáles deberían haber estado y no están. Tenía una de Hannah Arendt, que la saqué porque no era literal. Arendt dice en un momento algo así como que “en Auschwitz no se moría, se fabricaban cadáveres”; un tema que me parece fundamental, la expropiación del propio morir: no sólo te cagan la vida, sino que te cagan la muerte.
–¿Por qué el libro está atravesado por la angustia de lo abierto?
–La filosofía que me gusta hacer busca resquebrajar lo cerrado. Te diría que hacer filosofía es provocar la angustia. Kierkegaard decía sobre la angustia que el desesperado no es el que está angustiado. El desesperado es el que huye a la cotidianidad, que le brinda con su conjunto de cosas un marco de contención, sobre todo para poder soportar lo insoportable que es la conciencia de finitud, o sea que nacemos para morir. Mucha filosofía trabaja ese aspecto farmacológico que tiene la cultura, que es tratar como de sosegar esa conciencia de finitud, y termina siendo aprovechado por instancias de poder. Nietzsche decía que toda búsqueda de sentido es una búsqueda de seguridad. El tema es que la inseguridad siempre te la imponen. No es la angustia de “me cortaron el gas”, que se resuelve: o se paga el gas o se vota otro gobierno. Las angustias existenciales no se resuelven. La filosofía no resuelve problemas; los crea, problematiza la realidad. Es otra lógica donde la angustia tiene un aspecto emancipador.
–Una de las estructuras del libro es el diálogo. ¿El diálogo está pensado como si fuese la mayéutica?
–Hay un aspecto mayéutico en el sentido de que recuperar el diálogo es recuperar uno de los lenguajes originarios de la filosofía, en donde al leer un diálogo se va representando a cada uno de los interlocutores. Cuando leés a Descartes en primera persona, estás pensando con él. Lo que también quise hacer es un diálogo de tres. En cada una de las frases trabajo los problemas filosóficos nodales como si fuese una discusión entre tres posturas. Busco una especie de dialéctica abierta, donde hay una postura más afirmativa, o sea el que se cree el sentido común y lo reproduce. Hay otro que lo que hace es negar el sentido común en posiciones radicalizadas y está el tercero que lo que busca es deconstruir el binario: “salgamos de A o no A; acá el problema es la lógica”. Entonces propone la deconstrucción: la salida por otro lado. En los diálogos se ve vivo el quehacer filosófico. Digamos que esos diálogos son mis propias voces que debaten.
–¿Cómo explicar la importancia que tienen en Filosofía en 11 frases los cuerpos en las calles, con los otros?
–Los cuerpos están muy presentes porque algo que inaugura la biopolítica es prestar atención al cuerpo. Hay una idea que está en Preciado y es que si el poder en su etapa panóptica nos disciplinaba en términos simbólicos hoy al poder lo incorporamos de manera frontal. Los cuerpos están absolutamente atravesados por la “farmacopornografía”, como dice Preciado. Me parece clave poder traducir en la ficción cómo esos cuerpos se ven intervenidos permanentemente. En esta historia hay mucho cuerpo, hay mucho vínculo, hay mucha violencia y sexo. Hay hasta un escondite debajo de una tumba en el cementerio de la Chacarita. Hay una casa comunitaria y hay muchas peleas en el subte. Me importa que se vea cómo ante el crecimiento de la violencia política, sobre todo estatal, los lugares cotidianos se nos empiezan a llenar de personajes inauditos. Hay una escena en la cual explicando la frase de Marx, “todo lo sólido se desvanece en el aire” en cada estación vemos militares revisando a la gente que entra y sale. Hay un contexto de represión y de normalización de los cuerpos que me parecía importante narrar en la ficción, mientras vamos explicando frases que tienen que ver con eso. En “El hombre es el lobo del hombre”, hablamos de la corporalidad en términos de lo que Occidente considera nuestra propia animalidad domesticada, ¿no? Lo animal es lo corporal.
–Se podría establecer una equivalencia entre la realidad de la coyuntura y del libro: en los dos la violencia política crece. ¿Por qué?
–En la historia de ficción siempre pensé un crescendo porque quería contar esa historia. Toda ficción toma elementos de la realidad y en este caso al ser una ficción política toma elementos de nuestra realidad social y los exacerba. ¿Esto significa que el libro pretende ser premonitorio de algo? No. La ficción y la filosofía no describen la realidad. Al revés, lo que hacen es promover metáforas que nos ayuden a pensar lo que nos está pasando. Ese es el valor agregado que tienen libros como La República o El manifiesto comunista. Al conmemorarse los 200 años del nacimiento de Marx, algunos dijeron que El manifiesto comunista habla de un mundo que ya no es. No sé si el mundo es o no es, lo que sé es que crea unas categorías narrativas que nos posibilita seguir comprendiendo la realidad social en la que vivimos. En la tesis once –que podría haber estado en el libro– Marx dice que “los filósofos no han hecho otra cosa que interpretar de diversos modos el mundo; llegó la hora en que se dediquen a transformarlo”. Me gusta jugar lingüísticamente con esa frase y digo que interpretar ya es transformar. En cada interpretación los filósofos han llevado al mundo para algún lado. Interpretar es transformar también. No son frases en el museo; están vivas por el modo en que intento trabajarlas: las saco del sobre de azúcar. Me gusta deconstruir las frases y mostrar su efecto transformador.
Fuente:Pagina/12

“Hemos perdido el arte de las relaciones sociales”

La humanidad ha olvidado cómo ser feliz, advierte el sociólogo polaco

Bauman: “El límite entre lo laboral y lo personal ha desaparecido”.
 
 Ampliar foto
Bauman: “El límite entre lo laboral y lo personal ha desaparecido”.
“Hay que replantearse el concepto de felicidad, se lo digo totalmente en serio”. El hombre que bautizó este tiempo de incertidumbre como modernidad líquida repara durante gran parte de la conversación en el deseo más universal de la humanidad. El filósofo y pensador Zygmunt Bauman (Poznan, Polonia, 1925) cree que se nos ha olvidado cómo alcanzarla: “Generamos una especie de sentido de la culpabilidad que nos lo impide”.
Bauman recaló recientemente en la capital para ofrecer una conferencia en la Universidad Europea de Madrid a propósito de su último libro Sobre la educación en un mundo líquido, publicado en 2013. La conversación transcurre en una mesa de reuniones, frente a una botella de agua que apenas toca y un gran ventanal. Y ahí, con un gesto grave como su voz, profundiza sobre la felicidad, la crisis económica, las redes sociales o la juventud. “La búsqueda de una vida mejor es lo que nos ha sacado de las cuevas, un instinto natural y perfectamente comprensible, pero en el último medio siglo se ha llegado a pensar que es equivalente al aumento de consumo y eso es muy peligroso”, señala el premio Príncipe de Asturias 2010. Con mirada enérgica, anima a cambiar los referentes: “Hemos olvidado el amor, la amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho”. Lo que se consume, lo que se compra “son solo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos”, despacha el filósofo que, a sus 88 años, arranca y despide el encuentro matutino fumándose una pipa de tabaco y un cigarro.
.
Describe un círculo vicioso familiar a propósito de la asociación de felicidad y consumo. El padre o la madre que dedican parte del sueldo a comprar la consola al hijo, porque se sienten culpables al no dedicarles tiempo. Le hacen el regalo, pero el modelo queda obsoleto pronto y se comprometen a facilitarle el siguiente. “Para pagarlo necesitarán más éxito profesional, estar más disponibles para el jefe, usar un tiempo que quitarás a tu familia...”.
Zygmunt Bauman no tiene teléfono móvil ni perfil en las redes sociales, pero “desgraciadamente” se ve obligado a observarlos de cerca: “No tengo más remedio que interesarme por estos fenómenos por motivos profesionales”. Abomina de ellos porque considera que invaden todos los espacios y diluyen las relaciones humanas. “El viejo límite sagrado entre el horario laboral y el tiempo personal ha desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el puesto de trabajo”, dice.
No le gusta el papel que juegan en la vida laboral y tampoco el que suplantan, en su opinión, en las relaciones personales. Se acuerda de Mark Zuckerberg, que ideó la red Facebook para ser un chico popular. “Claramente ha encontrado una mina de oro, pero el oro que él buscaba era otro: quería tener amigos”.
“Todo es más fácil en la vida virtual, pero hemos perdido el arte de las relaciones sociales y la amistad”, se detiene. Las pandillas de amigos o las comunidades de vecinos “no te aceptan porque sí, pero ser miembro de un grupo de en Facebook es facilísimo. Puedes tener más de 500 contactos sin moverte de casa, le das a un botón y ya”.
Fuente:El Pais.

miércoles, 23 de mayo de 2018

El rechazo al FMI marcó la Marcha Federal Educativa "Lo que estamos discutiendo es el modelo de Patria"


Bajo la consigna general "La escuela argentina enseña, resiste y sueña", miles de docentes de todo el país se concentraron en Plaza de Mayo para reclamar la reanudación de la paritaria nacional, el cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo y la resolución de los conflictos provinciales. Además exhortaron al resto de las organizaciones gremiales a convocar un paro nacional para frenar el ajuste.
 
Imagen: Twitter Suteba
Poco antes del acto central, la titular de CTERA Sonia Alesso afirmó que desde la última manifestación nacional, que se realizó el año pasado, “todo cambió para peor” porque “no se cumplió la convocatoria a paritarias y no se cumplió la Ley de Financiamiento". “Acá estamos todos los docentes del país peleando, exigiendo la resolución de los conflictos”, advirtió Alesso en la previa del acto frente a Plaza de Mayo. 
Tras entonar el Himno Nacional, el primero de los oradores, Eduardo López, advirtió que la Marcha Federal demostraba que “este pueblo no cambia de idea”, afirmación que fue respondida por los manifestantes al grito de “Pelea, pelea por la educación”. El titular de UTE-CTERA dio la bienvenida a todos los participantes y dedicó un saludo especial a los metrodelegados. “No se puede tapar el sol con las manos. Pensaban que no íbamos a venir por las rejas que rodean la Casa Rosada… Pues bien, le hacemos honor al Cabildo de Buenos Aires, donde decimos Patria sí, colonia no. Nos están diciendo Patria no, el FMI sí, pero nosotros en las calles le decimos sí a la Patria, no al Fondo Monetario Internacional”, afirmó López antes de cederle la palabra a los dirigentes de la Patagonia y del NEA.
El secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, quien tras su intervención le cedió la palabra al dirigente de los metrodelegados Roberto Pianelli, le envió un mensaje a la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, a quien le advirtió que debía escuchar a los “miles de docentes que le estamos diciendo ‘ocúpese de la educación pública, menos sets televisivos y más gestión, más educación pública, más escuela pública, más conurbano, más interior’”. Más adelante subrayó que “no estamos contentos de estar así (en conflicto) de forma permanente”. Agregó, sin embargo, que “tenemos la gratificación de no haber cedido ni una sola coma frente a la imposición del 15 por ciento y a la pretensión de que agacháramos la cabeza”.
Pianelli, por su parte, agradeció “la solidaridad” de los docentes, quienes, dijo, “no solo le enseñan a nuestros hijos matemática y lengua sino también algo mejor, a ser dignos, a no bajar los brazos, a no aceptar pasivamente que nos bajen los salarios, a no aceptar que nos empeoren las condiciones laborales”. “Esa cara de la dignidad que enseñan es la que nos hace más fuertes para seguir peleando”, concluyó.  
Alesso, por último, advirtió que el Gobierno “quiere que dejemos de pensar en los grandes destinos nacionales para discutir solamente uno o dos temas”. “La discusión con el Gobierno –agregó la secretaria general de CTERA- no es solo el modelo educativo, sino también el modelo de Patria, por eso gritamos ‘Patria sí, colonia no’, y vamos a estar el próximo 25 junto con los trabajadores” que se movilizarán al Obelisco.
“La recorrida de todo el país nos llenó de emoción porque si hay algo que se puede ver en esa mano tendida, de la montaña a nuestro litoral, es la fortaleza de esta identidad docente que no está dispuesta a resignarse, que no se calla, que se rebela, que pelea y le pregunta al ministro de Educación nacional Alejandro Finocchiaro ‘¿dónde está la política educativa del Gobierno?’ La única respuesta es ajuste, represión, es enfrentar a los compañeros con la comunidad y desprestigiar a la escuela pública”, denunció Alesso.
La dirigente gremial reclamó, por último, que el Gobierno convoque a paritarias, discuta Ley de Financiamiento Educativo y resuelva los conflictos provinciales. Además exhortó al resto de las organizaciones sindicales a llamar a un paro general para frenar el ajuste de la alianza gobernante.
Fuente:Pagina/12

lunes, 21 de mayo de 2018

Los docentes de matematica le responden a Sol Acuña


Aquí, el comunicado del Colectivo de docentes de Matemática y Enseñanza de la Matemática de los Institutos de Formación Docente:
La ministra de educación dice…. Los profesores respondemos...
Tras una gestión del PRO de diez años en la ciudad, la ministra de educación Soledad Acuña nos sorprende con una declaración en un programa televisivo. Declara que en la ciudad “enseñamos mal matemática y vamos cada vez peor. Enseñamos mal matemática porque los docentes aprenden a enseñar mal.” Esta afirmación, además de sorprender, resulta ofensiva para quienes hace tiempo trabajamos en la formación docente. Una nota de repudio circula en la web con más de 120 firmas y el martes 15 de mayo se hizo una presentación repudiando estas afirmaciones en la comisión de Educación de la Legislatura Porteña.
¿En qué datos se basa la ministra? Según señala, son los resultados de las evaluaciones Aprender y las pruebas de 7mo grado y 5to año que se toman en la ciudad cada año, los que muestran que estamos en esa situación. Si bien ponemos en cuestión que los resultados de estas evaluaciones estandarizadas sean la única fuente para determinar lo que los niños saben, resulta sorprendente que en documentos elaborados por la propia gestión y presentados en varias oportunidades el año pasado, se afirme que mejoraron los resultados de Matemática en la evaluación PISA para mostrar que “la ciudad tiene avances en equidad y calidad”.
Todos los que nos dedicamos a la enseñanza de la matemática compartimos la preocupación por lograr mejores aprendizajes en los niños y las niñas. Sabemos que hay todavía mucho por hacer. Sin embargo, diferimos mucho con estas explicaciones y diagnósticos. En su declaración, Soledad Acuña, se centra en la enseñanza como única variable para explicar los malos resultados, estableciendo una relación lineal entre la enseñanza y el aprendizaje. Gran cantidad de investigaciones en didáctica nos han permitido comprender la complejidad de esa relación. Sabemos hoy que los aspectos sociales y culturales influyen en el modo en el que los alumnos se relacionan con el conocimiento y con la escuela. Culpabilizar individualmente a los docentes es un diagnóstico que ignora la complejidad de factores que influyen en los logros de aprendizaje de los niños. Los factores sociales, institucionales, las condiciones de trabajo de los docentes en las escuelas, la posibilidad de trabajo compartido entre maestros para pensar entre colegas la enseñanza, para generar acuerdos, afectan la manera en que se enseña y se aprende. En escuelas donde se caen los techos y se inundan cada vez que llueve, con maestros que corren de una escuela a otra porque trabajan dos y tres turnos, ¿qué condiciones hay para enseñar y aprender? ¿Podrá ser que en diez años de gestión no se trabajó lo suficiente para lograr mejorar las condiciones en las que se trabaja y aprende en las escuelas?
¿En qué se basa la ministra para decir que “enseñamos mal”? La razón que ella esgrime es que “enseñamos a hacer las cuentas, enseñamos una fórmula que los chicos repiten, pero no aprenden a razonar el proceso, entonces después no terminan pudiendo resolver situaciones problemáticas”. Insiste en que “solo enseñamos el algoritmo de la multiplicación, de la división y no enseñamos por qué un número está compuesto de esa manera”. Sorprende mucho que la ministra desconozca la enorme cantidad de documentos curriculares —de esta gestión y de anteriores— que desde hace más de treinta años enmarcan la tarea de enseñanza de las escuelas primarias. En ellos se señala la necesidad del trabajo sobre la resolución de problemas, la comprensión y la construcción de sentido, la necesidad de favorecer la comunicación de los procedimientos utilizados y la argumentación. ¿No les enseñamos cómo está compuesto un número? ¿Conoce la ministra las propuestas de los libros, que circulan en las escuelas y que la misma gestión envía? ¿Conoce el Diseño Curricular de la jurisdicción que desde el año 2004 detalla los contenidos obligatorios de enseñanza para las escuelas? Basta revisar documentos, visitar aulas, presenciar clases, o preguntarle a cualquier maestro si trabaja ese tema y se va a sorprender con lo que encuentre. ¿En qué datos se basa para afirmar que no se enseña lo que dice que no se enseña?
La ministra nuevamente nos sorprende con su diagnóstico: “los maestros enseñan mal porque aprendieron a enseñar mal”. ¿En qué datos de investigación se apoya para establecer esa afirmación? ¿Conoce el trabajo se lleva a cabo en los institutos de formación docente de la ciudad y en la formación continua? El Diseño Curricular de la formación docente inicial para los maestros del nivel primario del año 2009 señala que es necesario que los futuros maestros se apropien “del modo particular de producción característico de la disciplina matemática que supone, entre otros quehaceres, explorar, anticipar, conjeturar, argumentar, validar, encontrar y reconocer estructuras comunes, generalizar, pensar en forma deductiva, modelizar, representar, etc.” En las clases de Enseñanza de la Matemática de nuestros Institutos se propone un trabajo que tiende a que los futuros docentes reconstruyan, revisen y reorganicen los conocimientos matemáticos abordados durante su escolaridad y que adquieran nuevos, en función del trabajo didáctico que demanda la consideración de su enseñanza.
El "desconocimiento" que manifiesta la funcionaria es alarmante y sospechoso. ¿Por qué comunicar en los medios estas declaraciones con afirmaciones falsas, capaces de explotar prejuicios existentes en el sentido común? ¿Será para apoyar la creación de esa universidad (UniCaba), cuestionada por todos los profesionales del sistema y académicos especialistas que han hecho oír su voz en distintos medios y en la legislatura en cada una de las sesiones? ¿Será para justificar el gasto en programas creados en Singapur o Israel, en lugar de invertir en potenciar los recursos con los que cuenta la ciudad y mejorar las condiciones de trabajo de sus docentes?

Colectivo de docentes de Matemática y Enseñanza de la Matemática de los Institutos de Formación Docente.
Fuente:Tiempo Argentino

El gran negocio de las cárceles de EE.UU. Los detenidos trabajan para corporaciones que facturan sumas millonarias


La paga a los presos es de 0,23 centavos de dólar la hora, según el sitio de investigación Global Research. Si se niegan, los encierran en celdas de aislamiento. Analistas hablan de esclavitud en el siglo XXI o, cuanto menos, de explotación.
 
La cárcel Angola incluye trabajos forzados de los presos en plantaciones.
La cárcel Angola incluye trabajos forzados de los presos en plantaciones. 
La política penitenciaria de Estados Unidos es un engranaje clave de su sistema económico. Los detenidos trabajan para corporaciones que facturan sumas millonarias. Las cárceles ocupan el tercer lugar como dadoras de mano de obra. Solo son superadas por la General Motors y Wall Mart. Desde que muchas fueron privatizadas se transformaron en un redituable negocio. Albergan al 25 por ciento de los presos del mundo cuando la población de EE.UU apenas alcanza al 5 por ciento. La paga es de 0,23 centavos de dólar la hora, según el sitio de investigación Global Research. Analistas de estas estadísticas hablan de esclavitud en el siglo XXI o cuanto menos de explotación. Por eso el malhumor de los reclusos va en aumento. Proyectan una gran huelga para el 21 de agosto que ya tuvo antecedentes en lo que va de este año, como una en Luisiana. En ese estado del sur se levanta Angola, la prisión de máxima seguridad más grande del país. Se construyó en 1869 sobre 73 kilómetros cuadrados de una ex plantación de esclavos. Sus condiciones de vida, que incluyen los trabajos forzados, son la reproducción más exacta de la desigualdad carcelaria. La mayoría abrumadora de sus presos son negros.

Según el informe anual que difundió Human Rights Watch en 2017, hay 2,3 millones de detenidos en EE.UU. De esa cifra, 211 mil en cárceles federales y el resto en prisiones estaduales. Pero si se ampliara el universo a quienes están en libertad condicional o bajo alguna restricción de movimientos, habría 5 millones de personas más en cuarentena. Las cifras de presos en Estados Unidos superan con amplitud a las de China, Rusia y Brasil, que le siguen en orden y rondan entre los 600 y 700 mil cada uno. Comparadas las tasas de encarcelamiento, arrojan que por cada blanco hay cinco negros detenidos o dos hispanos en esa misma proporción. A expensas de esa población penitenciaria, un grupo de corporaciones muy conocidas hacen negocios que todavía están lejos de alcanzar su techo.
Un estudio del pequeño Partido Laborista Progresista - una escisión del PC de EE.UU- sostiene que “la contratación privada de prisioneros para el trabajo fomenta incentivos para encarcelar a la gente. Las prisiones dependen de este ingreso y los accionistas corporativos que  lucran del trabajo de los prisioneros hacen lobby a favor de las sentencias más largas a fin de ampliar su fuerza laboral. El sistema se alimenta a sí mismo”. Más de un centenar de cárceles privadas se extienden por todo el territorio estadounidense. En varias se les cobra la estadía diaria a los presos como si vivieran en un hotel. En un artículo del 9 de noviembre de 2015, BBC Mundo describió lo que pasaba en el sistema penal de Ohio. Había reclusos que debían entre 20 y 35 mil dólares por entrar y salir de prisión después de cometer delitos menores. En general bajo los efectos de las drogas. 

Corrections Corporation of América (CCA) es la más vieja de las compañías que administra cárceles en EE.UU. Se creó en 1983. Según un artículo publicado el 9 de mayo de este año por el escritor cubano no vidente Miguel Angel García Alzugaray, tiene 66 prisiones, 91 mil detenidos y ganancias anuales de 1.700 millones de dólares. Geo, la otra corporación que sobresale junto a CCA, colecciona 65 penales, 65.700 detenidos y gana 1.600 millones de dólares por año. Ambas empresas aumentaron sus ingresos un 46% entre 2007 y 2014 según la misma fuente que publicó su texto bajo el título La ignominia de las cárceles estadounidenses. 

CCA y Geo no son las únicas que hacen lucrativos negocios a expensas de los presos. Otras compañías tienen garantizado que los reclusos trabajen a tiempo completo. No pueden llegar tarde o faltar por problemas familiares. Y si la paga les resulta insuficiente y se niegan a cumplir con su labor, los encierran en celdas de aislamiento, según Global Research. Resulta obvio que carecen de protección sindical, no cobran horas extras, ni vacaciones, beneficios de salud o por la seguridad social. IBM, Motorola, Microsoft, Telecom y hasta la petrolera británica BP se valen de la mano de obra esclavizada. Fabrican gracias a ella distintos implementos de la industria en un amplio abanico de actividades. 
Una de las grandes ganadoras de esta política es UNICOR (la ex Industrias de Prisiones Federales). Esta corporación contrata el trabajo en las cárceles. Tiene 110 fábricas en 79 penitenciarias. Es muy ilustrativo sobre el tema un trabajo del periodista Justin Rohrlich en World in Review. Señala que los presos producen a cambio de centavos la hora, “componentes para los aviones de combate F-15 de la McDonnell Douglas/Boeing, los F-16 de la General Dynamics/Lockheed Martin y los helicópteros Cobra de la Bell/Textron”. También fabrican “gafas de visión nocturna, chalecos antibalas, uniformes de camuflaje, equipos de radio y comunicación, sistemas de iluminación y componentes para cañones antiaéreos de 30 mm a 300 mm, rastreadores de minas terrestres y equipos electro-ópticos para el telémetro láser del vehículo Bradley de combate”.

La trasnacional aeronáutica BAE Systems, el segundo mayor contratista militar del mundo, es uno de los principales clientes de UNICOR. De origen británico, pero con grandes negocios en EE.UU, uno de sus principales productos han sido los misiles Patriot. Las prisiones de Estados Unidos les reportan ganancias a este tipo de compañías por unos 30 mil millones de dólares anuales. Lo perverso del sistema es que estas operaciones comerciales se garantizan con la población carcelaria que cada estado les asegura a las empresas. En el caso de las prisiones privadas, deben alcanzar entre el 95 y el 100 por ciento de ocupación. Si eso no pasa, los gobiernos estaduales deben indemnizarlas. 
Las cuotas de detenidos también alcanzan a los inmigrantes indocumentados o flojos de papeles. Por una norma del Congreso, el Departamento de Seguridad Interna está obligado desde 2009 a garantizar 34 mil personas por noche en los centros de internamiento de extranjeros. La disposición fue escrita en el presupuesto federal por el senador Robert Byrd, un demócrata de Virginia. Estuvo en el Congreso de Estados Unidos de manera ininterrumpida durante 51 años, entre 1959 y 2010, cuando murió.   
Fuente:Pagina/12