miércoles, 28 de marzo de 2018

El durísimo mensaje de Cristina por el intento de homicidio a Lula

La ex presidenta habló sobre el ataque fascista contra el ex mandatario brasileño.
28 de marzo 2018

Cristina Kirchner se refirió al intento de homicidio a Lula da Silva en Brasil, sucedido anoche.
La ex presidenta emitió un duro mensaje en las redes sociales por el ataque fascista al ex mandatario brasileño que ayer recibió en la caravana que lo movilizaba un ataque a tiros.
"Como no les alcanza con la persecución política y judicial ni con la campaña de desprestigio permanente de los medios, ahora van por la violencia. ¡Fuerza, Lula!", afirmó Cristina en las redes.


Los dos micros donde viajaba la comitiva de Lula recibieron al menos tres tiros mientras recorría el sur del país. El intento de atentado se dio en el tramo entre las ciudades de Quedas do Iguaçu y Laranjeiras del Sur, pertenecientes a Paraná. Éste fue el único estado que se negó a brindarle una escolta policial a la caravana.

"Lo que estoy viendo ahora es casi el surgimiento del nazismo, si ellos creen que haciendo eso nos van a asustar, están equivocados", dijo Lula al enterarse de los disparos.
Fuente:DERF

Docentes jujeños serán sancionados por recordar el Golpe


Organismos de Derechos Humanos de Jujuy repudiaron la actitud de los directivos del Colegio del Salvador de la capital provincial, que adelantaron que aplicarán los “correctivos pertinentes” a los maestros de segundo grado que recordaron el Día Nacional de la Memoria, Verdad y Justicia.
Imagen: Gentileza nuevojujuy.com.ar
El reclamo de los organismos se produjo a partir del comunicado emitido por los directivos del colegio, dirigido a los padres de alumnos de segundo grado "A" Y "B", en el que afirmaron que "lo desarrollado por las docentes no representa el pensamiento colectivo institucional".
Durante la semana previa al 42 aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 dos docentes, de quienes se preserva su identificación, conmemoraron el día de la Memoria con un recordatorio plasmado en el cuaderno de los alumnos, que sostenía que "cada 24 de marzo recordamos la prohibición, el miedo, y sobre todo a aquellas personas que desaparecieron durante el gobierno militar". "Por eso –agregaron- es importante tener memoria, enseñar la verdad y siempre luchar por la justicia".
Ante el desacuerdo de algunos padres, los directivos del establecimiento, de gestión privada, emitieron un comunicado ayer en el que ofrecieron “disculpas por las temáticas abordadas por el día de la Memoria, Verdad y Justicia".
"Nos sentimos muy apenados por esta situación, asumiendo nuestra responsabilidad como Equipo Directivo, comprometiéndonos a realizar los correctivos pertinentes", continúa el escrito que finaliza afirmando que "quedamos a su disposición y los saludamos en Cristo nuestro Señor".
La Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Jujuy, HIJOS regional Jujuy y la Asociación Jujeña de Ex Presos Políticos, entre otros organismos, enviaron hoy una nota a la directora de Colegio del Salvador, Daniela Deserio, "a fin de que tenga a bien ratificar o rectificar los trascendidos de las actividades realizadas por docentes en relación a la conmemoración del 24 de Marzo, establecido como "Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia".
"A horas de que el pueblo argentino diera una muestra contundente de su compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia, el Equipo Directivo del Colegio del Salvador pretende aplicar ‘correctivos’ a los docentes que en virtud del Calendario Escolar cumplieron con su responsabilidad", expresaron los organismos, que recordaron que el Día Nacional de la Memoria fue establecido por la Ley Nacional N° 25.633, aprobada por el Congreso de la Nación el 1 de agosto de 2002.

Fuente:Pagina/12

lunes, 26 de marzo de 2018

Estela Carlotto, Taty Almeida y Nora Cortiñas recuerdan cómo fue salir a la calle a reclamar siendo mujeres Un hilo que va del 8 al 24 de marzo


La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y las dos dirigentes de Madres Línea Fundadora dicen que los militares las subestimaron por ser mujeres. Manifiestan admiración por la movilización del 8M y se pronuncian por la legalización del aborto.
Estela Carlotto, Nora Cortiñas y Taty Almeida.
Estela Carlotto, Nora Cortiñas y Taty Almeida. 
Para Estela Carlotto salir a buscar a su hija y a su nieto no fue una decisión meditada, algo que hubo que pensar. No había opción. Primero se llevaron a Guido, su esposo, su compañero y padre de sus cuatro hijos. Así que comenzó a tocar todas las puertas que podía: tribunales, cuarteles, iglesias, las casas de conocidos, amigos de amigos. Guido volvió. Y cuando se llevaron a Laura, en ese caso para siempre, salió otra vez. Y allí se encontró con otras mujeres que buscaban a sus hijos e hijas y a los hijos e hijas de los hijos y las hijas. La primera vez que fue a la Plaza de Mayo para dar vueltas a la Pirámide temblaba como una hoja, dice, pero la sostuvieron dos compañeras, que la llevaban de los brazos. Iban en grupos de a tres, porque más implicaba violar el estado de sitio: “A nosotras nos llamaron locas, y después, decían, ‘son mujeres, se van a cansar, se van a ir a la casa a llorar, déjenlas que caminen’. Nos dejaron caminar. Su machismo los engañó. La fortaleza de la mujer es tremenda. A veces me pregunto qué madres habrán tenido que pensaban que nosotras éramos flojas. Se equivocaron de medio a medio”.
Nora Cortiñas recuerda que la decisión de que no fueran los hombres a la plaza estuvo desde el principio, desde que Azucena Villafor propuso, en la vicaría castrense de Emilio Graselli, donde coincidían en busca de datos que nunca les daban, reunirse frente a la Casa Rosada. “A los hombres les daba temor que nosotras fuéramos protagonistas, pero a veces también les deba celos que hayamos pasado de la vida privada a la pública. A mi marido a veces le incomodaba, hasta que se acostumbró. Se tuvo que acostumbrar. Las Madres éramos protagonistas de esta historia. Ellos eran el apoyo.” Nora coincide con Estela acerca del prejuicio que tenían los militares sobre las mujeres y, por lo tanto, las Madres. “Creían que éramos débiles y que después del secuestro de las Madres íbamos a volver cada una a su casa muertas de miedo. Y no fue así. Nosotras tampoco creíamos que arremeterían con tanta fuerza. Cuando se llevaron a Azucena Villaflor, a Mari Ponce y Esther Ballestrino de Careaga supimos con crudeza que no éramos invulnerables. Fue muy fuerte, se llevaron madres que buscaban a sus hijos. Fue muy duro. Pero inclusive nos aumentó la fuerza”.  
Para Taty Almeida unirse a las Madres no fue fácil. Su hijo Alejandro desapareció en 1975 y en su familia eran todos militares. La culpa de todo, para ellos, la tenía el peronismo. Cuando se dio cuenta de que las Madres eran como ella, todavía se resistía, creía que iban a pensar que era una espía. Hasta que venció sus temores y se acercó, como pidiendo disculpas. La recibió María Adela Antokoletz. “Lo único que me preguntó fue ‘¿quién te falta?’. Y me dijo que cada una llegaba cuando era su momento”, cuenta ahora.
Machismo. Feminismo. Patriarcado. No eran palabras que estuvieran en su horizonte cuando salieron a pedir por sus hijos. Se reconocían como madres antes que mujeres. Pero fueron sin quererlo también una referencia. Y a la vez, con el tiempo, aprendieron de otras mujeres sobre derechos y peleas que aunque no les eran ajenos casi ninguna tenía presentes. 
“Las Madres tuvimos ese doble rol, seguíamos con nuestras ‘tareas’, las obligaciones, como decíamos, de amas de casa. Yo por muchos años creí que eran obligaciones y después aprendí que teníamos derechos”, cuenta Nora.
“En mi caso –dice Estela– me jubilé para dedicarme todo el tiempo a buscar a Laura y a mi nieto. Guido tenía que trabajar y quedarse con Remo, porque los dos chicos más grandes se fueron al exilio. Mi marido se ocupaba de Remo las horas en que yo no estaba. Y en esa época hice viajes muy largos. En el 80 dos Abuelas fuimos por dos meses a Canadá. Y en el 81 por dos meses a Europa. La vida de Remo no fue fácil, porque Guido estaba solo y tenía una enfermedad agravada por su secuestro.”
Estela fue maestra y directora de escuela. Dice que las Madres y las Abuelas pertenecen a una generación que, en muchos casos, antes de convertirse en Madres y Abuelas, ya había desafiado el mandato de quedarse en la casa. “Yo fui a la Misericordia y quiero mucho a las monjas, pero ellas nos decían: ‘cuando se casen y tengan hijos tienen que esperar a los maridos bien arregladitas y pintaditas porque el hombre viene cansado, los hijos comiditos y dormidos y ustedes a atenderlos. Nosotras salimos, trabajamos. Muchas Abuelas eran profesionales, docentes, empleadas. Pero era mitad y mitad. Porque también habíamos aprendido a coser, a bordar, a limpiar la casa. Teníamos una crianza de sometimiento al hombre. Y también hubo Abuelas a las que los maridos les decían que tenían que estar en la casa. En mi caso, una vez le dije a Guido que no iba a ir más, porque me parecía que faltaba y él me dijo que no, que las Abuelas me necesitaban”.
“¿Si mi marido cambiaba pañales?, pero noooo –se sorprende Taty–, los chicos comían temprano para que cuando llegara el padre estuviera todo en orden. Por suerte esas cosas han cambiado. Creo que hay un cambio que operamos las mujeres y las Madres también, muchas salieron a la calle, aun siendo amas de casa, bueno, nada más ni nada menos que amas de casa, que es mucho; otras eran profesionales, pero igual casi ninguna tenía ni idea de lo que era un hábeas corpus”. 
Nora dice que se crió en un hogar machista, sin violencia física, pero con un modelo patriarcal en las pequeñas cosas de la vida cotidiana y que entonces eso se reprodujo luego en su matrimonio: “Mi hijo atendía al bebé a veces cuando mi nuera salía a militar y mi marido decía ‘¿estamos todos locos?’ No podía entender que se quedara bañando al bebé y dándole de comer mientras la mujer estaba afuera”.
Estela, Taty y Nora ven al movimiento feminista con admiración y admiten que sí, tal vez, ellas mismas pueden haber sido un poco inspiradoras para otras mujeres, como las que salieron a la calle de a millares el último 8 de marzo. Pero sostienen que también tuvieron que aprender de ellas, que ellas levantaron demandas nuevas que no estaban en la agenda de Madres y Abuelas, que incluso fueron resistidas por algunas de ellas. Hoy las tres se pronuncian por la vida, a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y, por lo tanto, por la legalización del aborto.
“Veo que las mujeres buscan su expresión, su libertad y que se está avanzando mucho. Creo que fuimos ejemplo para otras madres que fueron víctimas de trata o de gatillo fácil. Fuimos un movimiento  inédito, pero tenemos que reconocer a mujeres sindicalistas, trabajadoras, que también tuvieron su participación en la vida pública de nuestro país, en la lucha de la mujer. Y estar en contacto con feministas nos ayudó, fue un ejemplo de ese estado de libertad”, dice Nora, que estuvo en el escenario el 8 de marzo, así como está en tantos y tantos lugares. “Sobre el aborto –agrega–, soy partidaria de la determinación de la mujer.” 
“Ya en el siglo XXI el tema de las diferencias en los sueldos, las jerarquías y las ofensas que se reciben por ser mujer se tienen que terminar. Cuando te dicen que te pasó algo por cómo estabas vestidas o te preguntan si hiciste algo para que te pegue... No es así la cosa. Es el hombre que somete a la mujer, la discrimina, la golpea, la martiriza y hasta la mata. Ahora las chicas tienen mucha más libertad y exponen su forma de pensar con mucha claridad, están despiertas, actualizadas, comunicadas. La movilización de las mujeres me pareció fantástica”, afirma Estela. Sobre el aborto, cree que la prioridad es salvar la vida de la mujer, que no tiene recursos, que es menor, que tiene un embarazo no deseado. Y también que “hay que educar desde el Estado para evitar esas situaciones”. “Maravillosa, apoteótica”, califica Taty a la marcha del 8 de marzo. Y sostiene que la mujer tiene que tener derecho a decidir. “Soy católica y sigo teniendo fe. No te voy a misa ni comulgo, tengo una charla con mi sagrado corazón. Pero he cambiado muchísimo mi forma de pensar. Fue un cambio se fue operando a partir de la desaparición de Alejandro y después, cuando me incorporé a Madres. No he perdido la fe, pero leí, me informé”. 
Fuente:Pagina/12

Potencia de mujer:Hebe de Bonafini y el movimiento feminista


En diálogo con PáginaI12, Hebe recuerda sus tempranas rebeliones contra el patriarcado, cómo fue conociendo al feminismo y define: “Me gusta que las mujeres salgan a la calle con las cosas claras”.
Imagen: Joaquín Salguero
“Siempre de joven tuve ideas bastante revolucionarias. Mi marido trabajaba en Vialidad y tenía un tallercito mecánico. Había un muchacho que lo ayudaba a soldar, arreglar. Un día le dije: ¿por qué, en vez de cebarles mate y servirles bizcochitos, no te ayudo yo? La primera respuesta de Humberto, Toto, fue la esperable: “No vas a saber”. Ella tenía 19 años, hacía poco que se habían casado, pero la sumisión ya entonces no era uno de sus rasgos. Hebe de Bonafini aprendió a desarmar carburadores y soldar.
“Soldé todas las chapas del techo de mi casa y mi marido diciéndome: ‘Te vas a quemar viva’. Había que manejar un soldador, pasarlo por una piedra de alumbre, calentarlo con nafta y tapar con prolijidad el agujero porque eran chapas usadas, de primera clavadura se llaman”, explica y sentencia: “Viste que los hombres creen que las mujeres no sabemos, ni podemos”. A sus 89 años, esta mujer recibió a PáginaI12 en la Casa de las Madres, mientras organizaba la marcha por los 42 años del último golpe cívico-militar en la Argentina. La lucha por la búsqueda de sus hijos desaparecidos la transformó en un ícono pero su ímpetu arrasador empezó mucho antes. 
Perteneciente a una generación forjada en hábitos conservadores, el feminismo no era un tema. Hebe revisa ese pasado y cuenta: “Cuando salimos todas a la calle, tuvimos la suerte de que nuestros maridos no nos lo prohibieran. Dejamos la casa, muchas dejamos de lavar, planchar... Mi marido primero no dijo nada, yo le dejaba la comida con cartelitos, la nena tenía 10 años, iba a quinto grado. El se iba a trabajar, yo salía muy temprano, llegaba Máxima y la llevaba a la escuela. El la iba a buscar. Hasta que un día me dijo: ‘¿Esto va a seguir así? ¿Cuánto tiempo?’”.
En la respuesta a la pregunta de Toto, ese hombre trabajador que disfrutaba del fútbol y del tango y que creía que así no se metía en política, Hebe puso otro mojón: 
–A vos te conocí en la calle, hombres hay a patadas. Hijos son los únicos que tengo y no voy a parar de buscarlos. O te acostumbrás o acá terminó. 
El no dijo más nada, se adecuó como pudo a ese torbellino y la acompañó. “Era un tipo más bueno que el pan. Yo le decía ¿por qué no me retás? y él me respondía ‘porque no hacés las cosas mal’. Tenía cosas machistas”, rememora y cuenta con picardía: “Nos habíamos hecho una casita de chapa y madera en el Dique (Tolosa, La Plata). El primer invierno, no teníamos ni calefón, él va a El siglo y se compra un sobretodo, sombrero inglés y zapatos sistema Descalzo. Me agarró un ataque, ¿a dónde se iba a ir a poner eso? Apenas íbamos a Punta Lara en camión. Hablé un mes seguido del tema, la culpa de todo lo que nos faltaba la tenía el sobretodo”.

Al frente

Esa vida de trabajo, sacrificios y reivindicaciones domésticas como mujer fue atravesada por el secuestro de sus dos hijos varones. Como dicen las Madres, ellas fueron paridas por ellos en la lucha. Se hicieron visibles, desafiaron sin miedo. Les habían quitado lo que más querían. “Enfrentamos a los milicos, nos peleábamos. No con los militares de cogote porque esos no aparecían nunca. Nos pegaban, nos llevaban y les seguíamos gritando”, dice la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
El secuestro y desaparición de Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco en diciembre de 1977 reavivó el terror. Ahora sí muchos maridos se resistían a que siguieran saliendo a la calle. “Las van a llevar a todas”, les repetían. Casa por casa se fueron convenciendo, madre por madre, otra vez empezaron de nuevo. Juntas era la única forma de fortalecerse y protegerse. Paradójicamente muchas sintieron que las empezaban a respetar. El terror no las había paralizado. 
En ese derrotero de lucha, Hebe fue conociendo el feminismo. Un camino sinuoso. En el ’90 la invitaron a un acto en España durante la Guerra del Golfo. “Marchaban sólo mujeres, no me parecía bien que no dejaran participar a los hombres. La bandera que encabezaba decía ‘Que lave los platos Manolo’. Una burrada, Manolo no podía lavar los platos porque estaba en la guerra, las mujeres tendrían que haber impedido que fuesen a la guerra”, recuerda y va hilvanando encuentros en los que se fue acercando a la lucha de otras mujeres como las de Las Madres de Acari –la favela de Río de Janeiro donde trabajaba Marielle Franco, la concejal feminista asesinada el 14 de marzo–, a quienes conoció en el ’94 en Francia en unas jornadas organizadas por Danielle Mitterand. “Cuando volvieron mataron a las dos madres. Habían denunciado la masacre de 11 pibes.” 
“Hoy el feminismo tomó otro carácter”, concede Hebe y marca diferencias: “Tampoco estoy de acuerdo con mostrar las tetas y echar a los hombres. Sería un mundo muy aburrido sin hombres. Yo disfruté muchísimo de mi marido, disfruté del sexo, fuimos novios siempre. No es un mundo de mujeres solas.”
“Nos criaron sometidas y hemos sido las madres y las maestras las que criamos a los hombres. Me gusta que las mujeres salgan a la calle con las cosas claras. Que defiendan a la mujer como ser humano, como ciudadana. Que las madres, cuando salgan a defender a sus hijos porque los mataron, no digan ‘mi hijo no robó’. Aunque hubiese robado tiene derecho a un juicio. No hay que matar a la gente. En su momento, las madres decían ‘mi hijo no hizo nada’. Yo dije ‘No, se los llevaron porque hacían, eran revolucionarios’”. La síntesis de Hebe de Bonafini tiende puentes en un proceso de concientización en el que distintas generaciones de mujeres avanzan en la construcción de su lugar.
Fuente:Pagina/12

viernes, 23 de marzo de 2018

“El INTI es un espejo de los ciclos de la economía argentina”. Entrevista




Diego Hurtado

11/03/2018


Diego Hurtado es doctor en Física, especialista en innovación y gestión de la tecnología, e historia de la ciencia en la Argentina. Sus análisis son materia fundamental de estudio tanto para docentes y estudiantes universitarios, como para quienes toman decisiones en el ámbito público. Es autor de más de setenta artículos en revistas especializadas nacionales e internacionales y publicó libros como La ciencia argentina. Un proyecto inconcluso 1930-2000 El sueño de la Argentina atómica. Política, tecnología nuclear y desarrollo nacional (1945-2006). Además, es director de la Agencia de Noticias Tecnología Sur-Sur (TSS), profesor de grado de la UNSAM y dicta materias de posgrados en la Universidad Nacional de Río Negro y la Universidad Nacional de Córdoba. El 15 de diciembre de 2017 Hurtado renunció al directorio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCyT), con una carta en la que manifiesta su absoluto desacuerdo con la gestión de un sector estratégico para el desarrollo del país y advierte sobre el achicamiento y la degradación institucional del Ministerio. De acuerdo con su mirada, la historia del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es un espejo de las cambiantes políticas económicas de la Argentina y sufre en la actualidad los efectos de un neoliberalismo subordinado. La entrevista la realizó Dolores Amat.

Amat: En los últimos días de enero pasado se conoció la decisión del gobierno nacional de despedir a más de 250 trabajadores del INTI. Los afectados y sus compañeros comenzaron entonces una lucha tanto para denunciar la injusticia de los despidos como para informar a  la sociedad acerca el valor que tiene el instituto para la economía argentina. ¿Podrías resumir por qué es importante el INTI para el país?
El INTI es una institución vital dentro del ecosistema de investigación y desarrollo tecnológico y económico de la Argentina. Busca desde su origen apoyar los procesos de industrialización, asistiendo a aquellos sectores que requieren tecnología para su crecimiento. Forma parte, junto con otras instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), de una matriz que surge en la década de 1950 y que busca acompañar la diversificación de la economía para hacerla más competitiva y autónoma. En este sentido, tiene un lugar muy definido en una compleja estructura diseñada para propiciar el desarrollo y la industrialización en la Argentina. En sus orígenes, su estructura contenía laboratorios centrales y centros de investigación y desarrollo que podían abrirse y cerrarse de acuerdo con las necesidades de cada momento. Se desarrolló así un centro de investigación y desarrollo para la industria automotriz, otro para el plástico, uno de software, uno especializado en semiconductores, otro en carnes, por citar algunos ejemplos. Pero la estructura del INTI evolucionó y hoy es bastante más compleja. En la economía actual, que es una economía del conocimiento, su funcionamiento es decisivo para el país. Y me interesa diferenciar el desarrollo del crecimiento económico. Un país puede crecer sin desarrollo, sin distribución, sin justicia social. A diferencia del mero aumento del PBI, el desarrollo supone inclusión social. En este sentido, el INTI fue concebido con la idea de apoyar el desarrollo.
Ahora, cuando uno conoce la historia dramática del país, entiende la historia sinuosa del instituto. Me explico: la última dictadura clausura el ciclo de industrialización complejo y difícil que había intentado la Argentina y comienza un proceso de desindustrialización que va de 1976 a 2003. Después de ese primer ciclo de desindustrialización hubo un intento de recuperar el camino de la industrialización en 2003 y ahora vivimos una vuelta a la desindustrialización. Eso hace que la Argentina se encuentre otra vez con que no puede completar su ciclo de industrialización. Tenemos entonces un primer ciclo de industrialización y un período de un cuarto de siglo que le sigue de desindustrialización o neoliberalismo. Después tenemos un segundo ciclo industrializador y ahora una nueva fase de neoliberalismo.

Amat: ¿Sugerís que la historia del INTI condensa esas marchas y contramarchas?
Sí, el INTI vive con mayor intensidad que otras instituciones los diferentes ciclos de la economía argentina. Es la institución que más va a padecer los ciclos de neoliberalismo porque como su función es acompañar y favorecer la industrialización, queda como un barco a la deriva durante los períodos en los que se desindustrializa el país. Esto se ve primero durante la última dictadura. Después el Alfonsinismo intenta recuperarlo pero no lo va a lograr. El Menemismo vuelve a tratar de partirlo al medio, casi hasta querer clausurarlo. No lo consigue, el INTI sobrevive, pero sobrevive como un barco a la deriva. El Kirchnerismo vuelve a dar prioridad a la industria y el INTI florece junto con el resto del sistema científico y tecnológico del país.

El rol del INTI es muy específico y en este respecto uno puede ver errores y debilidades del Kirchnerismo, pero se ve que la institución crece y recupera su identidad. Después gana un gobierno neoliberal que se impone por pocos votos en un balotaje y cree que tiene el derecho de refundar el país y dejar atrás todo lo construido hasta el momento, como hizo la última dictadura.
Se vuelve así a un modelo de país neoliberal subordinado que no necesita ni ciencia ni tecnología ni industria. Y en ese contexto el INTI vuelve a verse atacado porque se basa sobre los 3 pilares que el neoliberalismo rechaza: la industria (el organismo tiene la misión de acompañar a la industria con toda la logística vinculada con la estandarización, certificación, ensayos, metrología, etc.), la ciencia y la tecnología (para acompañar a la industria tiene que desarrollar conocimientos específicos) y el trabajo (el INTI se alimenta del conocimiento de los trabajadores, por ejemplo, cuando genera patrones de calidad, de seguridad en el uso de los productos, etc.).
El INTI acompaña además a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Su misión en los últimos años era prestar servicios a 10 mil pymes (aunque llegó a un número más bajo)  porque la idea era impactar o mover la aguja del PBI industrial. No es para nada fácil ese camino y la Argentina se encuentra en los últimos años del Kirchnerismo con el mismo obstáculo que se encontró en la década de 1970: con la restricción externa, con la falta de dólares.
Pero en los ’70 se ve también que el INTI es foco de ataques del imperio, que busca manejar el desarrollo de países con el perfil de la Argentina. Si uno mira la doctrina de la seguridad nacional que Estados Unidos impulsa para América Latina a partir de la década de los ‘60 frente al peligro del avance del comunismo, ve que el foco de ataque (que va a llevar el nombre de enemigo interno) son la industria y las universidades: se busca detener el conocimiento y el desarrollo económico autónomo. Lo que se busca impedir no es sólo el avance del comunismo en países como Argentina, Chile o Brasil. Se busca mantenerlos como países productores de bienes primarios porque para que los países centrales puedan liderar y asegurar el bienestar para sus sociedades en la economía mundial, necesitan éstos roles para los terceros países: el desarrollo en las poquitas economías imperantes en el mundo necesita del subdesarrollo en gran cantidad de países del mundo. Así es el capitalismo que conocemos.

Amat: Es interesante esta mención a los intereses extranjeros en un contexto en el que impera un discurso que supone una armonía natural entre las naciones y las economías del mundo. Cuando se habla cándidamente de “volver al mundo” parecen desconocerse las relaciones de fuerza que existen en la globalización y la competencia feroz por los mercados que caracteriza la historia del capitalismo. 

Sí, es un discurso de subordinación, pero que para las élites gobernantes significa buenos negocios. Y el precio de esos negocios es la exclusión de la mitad de la población. Como decía Aldo Ferrer (como heredero de la tradición industrialista), la Argentina puede muy bien ser un país exportador de materia prima, ya sea de productos agropecuarios como de productos mineros, porque la Argentina tiene una dotación importante de recursos naturales y un sector agroexportador muy sofisticado. El problema es que ese modelo de país deja afuera a 20 millones de Argentinos. Hoy es casi indiscutido en los estudios serios de economía que la única manera viable de generar desarrollo para países con 40 millones de habitantes o más, como la Argentina, es con industria. Hay muchísimo escrito al respecto desde la década del ‘70 hasta el presente. Y cabe aclarar que cuando se pone a Australia como un ejemplo de país que logra desarrollarse a partir de productos primarios, se olvida que Australia tiene alrededor de 24 millones de habitantes y una dotación de recursos naturales por habitante que excede en mucho a la Argentina.
Entonces, volviendo a las relaciones internacionales, nosotros tenemos hoy en Argentina un gobierno neoliberal, pero se trata de un neoliberalismo subordinado o periférico, que es diferente del neoliberalismo de países como Alemania o Gran Bretaña. Los gobiernos de estos países se preocupan por proteger sus sectores estratégicos, por impulsar políticas potentes de desarrollo científico tecnológico. En general, sus líderes tienen muy claro que son las industrias las que sostienen el bienestar y el lugar geopolítico de potencias económico-militares de sus países. Cuando vemos la contrapartida del neoliberalismo a lo Temer o Macri, vemos un neoliberalismo frívolo, ignorante, sin pensamiento geopolítico, sin capacidad de imaginar un lugar razonable para nuestros países en la economía global. Un lugar que permita al menos que todos los habitantes tengan casa, comida, salud y educación (lo mínimo).

La diferencia también se ve en la relación con los trabajadores. El proyecto de neoliberalismo subordinado busca trabajadores baratos: un ejército de personas que puedan ser intercambiables, que puedan trabajar en un call center, en un supermercado como repositores o en otro puesto que no requiera calificación específica. Mi intención no es desmerecer esos trabajos ni a quienes los ejercen, para nada, pero es indudable que su posición en las relaciones de poder es muy vulnerable. En un país industrial el trabajador es en cambio un sujeto productor de conocimiento y este sujeto requiere lo contrario de las condiciones que impone la flexibilización laboral: necesita capacitación, estabilidad, rotación en su lugar de trabajo porque de esa manera comprende mejor lo que ocurre en la fábrica o el taller. Él es el que conoce de primera mano el día a día del trabajo y entiende cómo se puede mejorar un proceso de producción. Así, si se pone un ingeniero en la planta de fábrica, el trabajador puede, por ejemplo, comentarle que le duele el codo cuando lleva adelante ciertas maniobras. A partir de ahí se puede hablar con el departamento de diseño, rediseñar el modo de producción de manera que no le dañe la salud al trabajador y a la vez pueda hacer su tarea con más eficacia. Así es que se mejora la productividad y la competitividad, incorporando conocimiento en lugar de bajar salarios. En una economía global de conocimiento, la manera de aumentar la competitividad es mejorando la tecnología, integrándola a los procesos de producción y calificando a los trabajadores. No flexibilizando y pagando menos. El concepto de productividad que maneja el neoliberalismo subordinado es muy diferente del concepto de productividad que maneja un proyecto desarrollista. Y ahí volvemos a la importancia del INTI: en el esquema desarrollista el INTI es clave porque es el que te ayudar a entender cómo mejorar una válvula, una máquina o un proceso, por ejemplo. Y es por esta razón que el INTI queda en el peor lugar frente a los gobiernos neoliberales.

Amat: Vos señalás las interrupciones políticas (en un caso por medio de un golpe de Estado y en otro caso a partir del cambio de rumbo implementado por un gobierno elegido democráticamente) de los procesos de industrialización en nuestro país. Pero los críticos del desarrollismo o de las posibilidades de que la Argentina se industrialice aseguran que existen imposibilidades estructurales para este tipo de países, imposibilidades que se terminan expresando en lo que vos señalabas hace un momento: la restricción externa o la falta de dólares. ¿Estás de acuerdo con este punto de vista? Si en los ’70 esta falta de dólares estuvo dada por la incapacidad del país de producir bienes de capital, ¿qué es lo que generó esa falta en los últimos años, en un contexto diferente, de economía del conocimiento?
Esa es la pregunta que nos atormenta a los que nos interesamos por estos problemas: la restricción externa. Vos arrancás industrializandote con bienes de consumo e importás la maquinaria. Este es el primer estadio de la sustitución de importaciones: por un lado sustituís importaciones produciendo calzado, productos textiles y alimentos pero todavía tu capacidad industrial no alcanza para bienes intermedios y bienes de capital o, como se decía en otros tiempos, industria pesada. Entonces por un lado ahorrás divisas porque ya no importás ciertos productos, pero por otro lado necesitás cada vez más dólares para la maquinaria que usan las fábricas. Por otra parte, tu industria incipiente no tiene capacidad exportadora porque no puede competir con el modelo de países como China hoy o Corea en los años setenta, que pagan sueldos miserables (y lo pueden hacer porque tienen una clase trabajadora no sindicalizada y tienen gobiernos autoritarios que disciplinan tanto al trabajador como a los empresarios). Argentina tiene una clase obrera sindicalizada y no quiere ir por el camino de la mano de obra barata sobreexplotada, por eso busca generar condiciones de consumo en su población y hacer crecer el mercado interno. Pero necesita dólares para comprar los insumos que no se producen en el país. Y el único camino es exportando productos primarios, que no alcanzan para importar tecnología y máquinas y la balanza comercial no cierra.

La versión liberal (hoy neoliberal) de la historia argentina dice entonces que el proceso de industrialización fracasa en los ‘70. Pero no fracasa. Lo que el país necesita en ese momento es ir afinando su estrategia, ir buscando procesos más sofisticados y graduales. De hecho, la Argentina iba camino a superar  la restricción externa. Esto lo demuestran historiadores de la economía como Eduardo Basualdo: teníamos un proceso de industrialización bastante complicado, contradictorio, poco eficaz en algunos aspectos, pero se las estaba arreglando para superar la restricción externa. No quiero entrar en cuestiones técnicas, pero hay datos que lo demuestran. Cada restricción externa se iba haciendo menos profunda que la anterior. Este ciclo supuso enormes contradicciones, claro, pero ¿quién dijo que el proceso de industrialización de Corea fue un teorema de Pitágoras? Uno ve a Corea ahora y piensa “qué bárbaro, qué disciplina”. Pero se hizo con gobiernos autoritarios donde el pueblo coreano padeció hambre, sudor, sangre y una explotación terrible. Lo último que uno querría, si pudiera elegir su destino, sería ser un trabajador o trabajadora en una fábrica de electrónica coreana en la década del 70 u hoy un trabajador o trabajadora en una fábrica en Shenzhen, en China. El modelo de desarrollo argentino es otro, con mercado interno, con exportación de productos primarios a la que ir sumando capacidad exportadora de productos industriales, con administración rigurosa de las divisas. Así, la Argentina logra una industria de maquinaria agrícola, logra desarrollar una industria automotriz que iba aumentando el porcentaje de partes realizadas en el país, por ejemplo. En este contexto, a fines de los ’60 las exportaciones industriales empezaban a crecer. Estábamos pasando a un segundo ciclo o a un estadio superior de lo que se conoce como el proceso de sustitución de importaciones, pero la dictadura viene a clausurar ese ciclo.

Después de una larga interrupción, la Argentina vuelve a iniciar un proceso de industrialización en 2003 y se vuelve a encontrar con la restricción externa. Sabíamos que eso iba a pasar y el Kirchnerismo enfrentó el problema de diferentes maneras.  Por un lado, se aprovechó la ventana de oportunidad abierta por los altos precios de los bienes primarios exportados por nuestro país (a diferencia de lo que dice la maquinaria de posverdad actual, el gobierno supo aprovechar el “viento de cola”). Por otro lado, se implementó una política de restricción cambiaria que daba prioridad al sostenimiento del trabajo y a la protección de los más vulnerables y no a los que querían dólares para ir a Punta del Este. Pero no es que haya que condenar a los que quieren ir a Punta del Este, es una cuestión de prioridades: si Argentina se industrializa y logra superar la restricción externa, los que se quieran ir a Punta del Este, van a poder ir. Para eso se necesita tiempo y un plan de país sostenido y consensuado. Una sociedad pobre como la Argentina necesita establecer sus prioridades y tiene sentido que antes de darle el gusto a 5 familias con gran capacidad adquisitiva, busque desarrollarse. En la asignación de dólares se ponen prioridades como en cualquier otro sector. Digo, en educación nos preguntamos si le vamos a dar prioridad a la formación de ingenieros o a la formación de abogados. Y en función de esto se dan becas, incentivos, etc.

El viento de cola no duró tanto pero la Argentina pudo superar situaciones dificilísimas: una crisis global complicada, la peor sequía de los últimos 60 años en 2011, corridas cambiarias organizadas por los poderes fácticos que ganan con la desestabilización. En ese contexto, empezaron a faltar dólares. Sin embargo, surgieron estrategias: el país diversificó su política exterior, empezó a tener una política multipolar, con China y con Rusia, por ejemplo (y logró, entre otras cosas, lo que los economistas llaman “swap” de 10 mil millones de dólares con China).
La batalla económica no estaba perdida. Se perdió en lo comunicacional, se perdió frente a la maquinaria de los poderes fácticos, que lograron instalar que la política cambiaria era un cepo, por ejemplo, pero la Argentina estaba buscando su camino hacia la industrialización.

Amat: ¿Además de lo comunicacional, qué le faltó a la política industrial del Kirchnerismo?
Hubo errores y hubo aciertos. Pero también faltó tiempo. Faltó tiempo para reconstruir el Estado, que el Kirchnerismo recibe desbastado y desguasado. Se necesitaba generar capacidades técnicas y burocráticas para el diseño e implementación de políticas públicas y el Kirchnerismo se propone esa tarea. Yo pude verlo desde mi campo de estudio, que es el campo científico tecnológico: en ese momento se busca la recuperación del plan nuclear, se trata de recuperar el INTI y el INTA, se incrementa el financiamiento para la educación, se aprueba la ley de software, otra ley para el fomento de la biotecnología, se crea la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), se intenta recuperar Fabricaciones Militares. Es un proceso lento, complejo, en medio de una situación grave, difícil.

La política de producción pública de medicamentos, por ejemplo, es un caso interesante para comprender los condicionantes que enfrenta un país pobre en su búsqueda del desarrollo. En 2002 había un porcentaje altísimo de la población que no accedía a medicamentos básicos. El Plan Remediar se propuso asegurar un acceso mínimo y la creación de una red de laboratorios públicos para la producción de medicamentos. Era, como primera meta, como buscar generar una YPF porque las trasnacionales farmacéuticas pueden fijar los precios que quieren, con márgenes de ganancia exorbitantes, y si no se les permite poner el precio que pretenden desabastecen al país, dejan a la población sin medicamentos. Eso es lo que le están haciendo a Macri ahora. Macri desarma al Estado, “desregula el mercado” y las trasnacionales le ponen los precios que quieren. Por otra parte, él quiere achicar el gasto público y ve que tiene un gasto enorme en medicamentos. Entonces le reclama a las empresas porque le están cobrando mucho. Pero es así, para disciplinar a esos poderes fácticos, que avanzan hasta donde el país los deje avanzar, necesitás al Estado, no podés esperar que se comporten como vos necesitás por pura gracia y generosidad. El capitalismo no funciona así.

El sector farmacéutico es muy poderoso y eso no es nuevo. El Kirchnerismo avanza primero mucho en este terreno pero después, en el 2011, se frena bastante (se tardó como 3 años en reglamentar la ley de producción pública de medicamentos). Esto le valió muchas críticas de quienes creían en ese proyecto y con razón. Uno puede pensar ahora que si se hubiese implementado antes la ley, el Macrismo se hubiese encontrado, al llegar al poder, con un sector de producción pública de medicamentos mucho más robusto, con mayor capacidad de defenderse. Pero tratando de entender qué puede haber provocado esa demora yo me paro en el 2011 y veo la crisis internacional, el conflicto provocado por la ley 125, las tapas de Clarín, las corridas cambiarias… No lo sé, pero puedo imaginar que tal vez ese contexto hizo retroceder un poco al gobierno, quizás no fue falta de determinación sino la necesidad de no generar otro frente de conflicto con el lobby farmacéutico.
Entonces, en 2011 se debate la ley de producción pública de medicamentos en el Congreso, se vota, se aprueba por unanimidad (¿quién iba a querer oponerse con el descrédito que eso podía generar?). Pero el Macrismo la veta para la Ciudad de Buenos Aires. Y cuando se aprueba la ley aparecen las dos cámaras farmacéuticas con una carta dirigida a la presidenta, a la que le muestran las garras. Finalmente, se reglamenta recién en 2014 y en 2015 se crea la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap). Cuando Macri llega al poder empieza a desmantelar el proyecto de a poco, pero por ahora sobrevive, igual que el INTI. No es tan fácil deshacerse de estos proyectos porque hay mucha gente que cree en ellos, cuadros institucionales importantes, mucha gente joven formada haciendo un gran trabajo.

En este sentido, se lograron cosas fantásticas pero también faltó muchísimo. Se encuentran claroscuros. Íbamos por buen camino, pero la parte de los oscuros era muy oscura. Faltaron, por ejemplo, capacidades de coordinación. Faltó articular mejor las áreas estratégicas. Faltó coordinar el Ministerio de Industria con el Mincyt, por ejemplo (los ministros Débora Giorgi y Lino Barañao no se hablaban ni por teléfono). Tampoco se entiende por qué el Mincyt no estuvo involucrado en cuestiones como la política nuclear o como los desarrollos llevados adelante por la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (AR-SAT). Al desconectarse el Mincyt de sectores estratégicos del conocimiento y la tecnología, y al no asumir la responsabilidad de coordinar una política nacional, las universidades y el Conicet perdieron un apoyo fundamental. Como resultado final se produjeron menos sinergias y mayor dispersión de esfuerzos. El INTI, que hizo un muy buen trabajo, se hubiera beneficiado mucho de una política industrial más articulada.
Para resumir: faltó tiempo y faltaron capacidades de coordinación. Capacidades de coordinación interestatales, intersectoriales, interinstitucionales y público-privadas. Faltó también tiempo para desarrollar un Estado más fuerte, que pudiera disciplinar a los poderes fácticos, como hacen países como Alemania, donde existen también corporaciones poderosas, pero negocian con un Estado poderoso y no pueden hacer lo que quieren. En una democracia empoderada los poderes fácticos encuentran límites.

Amat: Hablamos del lugar de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de un país, ¿esto incluye a las ciencias sociales?
Sí, claro que sí. Las ciencias sociales tienen que entender la complejidad socioeconómica de un país como Argentina, apoyar la construcción de las capacidades estatales, trabajar en el diseño institucional, tienen que informar, en el sentido de dar forma, y dar eficacia a las políticas públicas. También les cabe a ellas pensar cuestiones como el rol de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las sociedades actuales y entender problemas como la construcción de la subjetividad neoliberal.
Yo le doy mucha importancia al problema de los medios de comunicación. Noam Chomsky advierte ya en la década de los ‘80 sobre su poder y sobre los peligros de la introducción del modelo de la publicidad en la política. En este contexto, es necesario estudiar seriamente la potencia de los medios para manipular la democracia, especialmente en países como el nuestro y otros de América Latina, donde los grupos económicos que manejan las comunicaciones son gigantescos (países como los europeos, por ejemplo, también tienen grupos fuertes, pero del otro lado hay un Estado fuerte y una ciudadanía empoderada que ponen límites). Se habló mucho de batalla cultural en estos años, pero no hay batalla cultural posible sin primero desmontar el monopolio de medios. No hay batalla cultural sin una ley de medios efectiva. No hay democracia posible con monopolio de medios que distorsionan la esfera pública. Y para eso se necesita un Estado capaz de hacer valer las reglas de juego de la democracia.
En este sentido, se necesitan ciencias sociales capaces de pensamiento crítico pero también capaces de pensamiento eficaz. Casi me animo a decir que se necesitan más ciencias sociales que ingeniería, pensando en las dos variables más relevantes. Para pensar nuevas alternativas y caminos posibles para la sociedad argentina, necesitamos una ciencia orientada por una agenda pública.

Amat: ¿No se corre el riesgo de aplicar la lógica utilitaria a las ciencias y al ámbito del conocimiento en general?
No, para nada. No se trata de poner en duda el valor del conocimiento generado, por ejemplo, por las ciencias básicas sino de trabajar con agendas públicas bien definidas, de donde también debe surgir un lugar para las ciencias básicas. El problema no son las ciencias básicas, como nos quiere hacer creer el actual gobierno, sino todos los componentes que faltan en el ecosistema donde se debe integrar la ciencia básica. De lo contrario, la ciencia básica que se produce en el país se integra en los circuitos de producción de valor económico de los países centrales. El INTI, por ejemplo, es un eslabón estratégico fundamental entre el conocimiento básico y el mundo de la tecnología y la industria. Por eso falta más inversión y no recorte y desmantelamiento. Para ser claro: no sobra ciencia básica en Argentina, faltan doctores en ingeniería, faltan ciencias sociales para comprender la realidad socioeconómica, faltan especialistas en gestión de la tecnología, en comercialización, y muchos etcéteras. Hablamos de las patentes, pero no tenemos idea de cómo utilizarlas o cómo integrar una autoparte nacional a la cadena de valor automotriz. Pero no caigamos en la trampa de este gobierno, que habla de “conocimiento útil”, de “líneas estratégicas” para achicar y desfinanciar. El Mincyt de Macri y Barañao responsabiliza a los científicos por un trabajo que no saben hacer sus funcionarios, que no parecen entender qué hacer con el conocimiento.
Tampoco para las universidades creo que tenga sentido el falso discurso utilitarista de este gobierno. El modelo de universidad pública argentina es de una enorme complejidad y cumple funciones múltiples que no pueden reducirse a unos cuantos índices impuestos por organismos internacionales. Tomemos como ejemplo el problema de la deserción. Muchas personas cursaron al menos uno o dos años, digamos, en la universidad y eso les da, además de ciertos conocimientos, una experiencia cultural importante para sus vidas, les da una vía de inclusión social valiosa. Claro, eso necesita recursos que este gobierno no está dispuesto a invertir, como no quiere invertir en medicamentos para los jubilados, o en subsidios para discapacitados, o en subsidios al consumo de energía. Volvemos al proyecto de país que deja afuera a 20 millones de ciudadanas y ciudadanos. Es cierto que veníamos trabajando en generar modelos de universidad pública que acompañaran un proyecto de desarrollo social y económico, pero hoy solo queda resistir a las políticas de desfinanciamiento, porque proyecto de país no hay.

Amat: Por último, ¿te parece que se logró mostrar a la sociedad en estos años el valor de la ciencia y de la tecnología para el desarrollo?
Yo creo que se hicieron cosas muy interesantes, incluso inéditas. La primera vez que entré a Tecnópolis se me caían las lágrimas: cumbia, choripán, pibes por todos lados, ciencia y tecnología. Un parque tecnológico como no hay en América Latina. Por otra parte, se hablaba muchísimo de ciencia y tecnología en los discursos públicos. Se crearon Pakapaka y Canal Encuentro, Adrián Paenza ganó el premio al mejor divulgador de las matemáticas del mundo (y algunos dicen que se trata de un caso de talento único, pero esos fenómenos surgen de algún lado: Messi surge de un lugar como la Argentina, donde se juega al futbol en todas partes). En este sentido, el hecho de que el INTI esté resistiendo y esté siendo apoyado por mucha gente es parte de esa batalla cultural que se dio y sigue viva. No es fácil resistir cuando avanza un nuevo proceso desindustrializador, pero la población argentina tiene una cultura democrática fuerte y ahí está la disputa.
Fuente:Sin permiso

jueves, 22 de marzo de 2018

El rechazo generalizado a la posibilidad de que Astiz recupere la libertad obligó al Gobierno a despegarse de la idea


Un repudio que espantó hasta al macrismo
 
Pese a que la defensa de Astiz no había pedido la domiciliaria, su nombre apareció en una lista de presos en condiciones de acceder al beneficio. La posibilidad provocó repudio social y político. La discusión llegó al Congreso.
El ex marino Alfredo Astiz cumple dos condenas a cadena perpetua por los crímenes de la ESMA. 
Imagen: DyN
El ex marino Alfredo Astiz cumple dos condenas a cadena perpetua por los crímenes de la ESMA.Al colocar su nombre en una lista de presos en condiciones de acceder a la prisión domiciliaria u otras medidas alternativas a la prisión, el Servicio Penitenciario Federal –que depende del Ministerio de Justicia– habilitó para el ex marino Alfredo Astiz un beneficio que ni siquiera él había pedido ante los jueces encargados de la ejecución del cumplimiento de las dos condenas a cadena perpetua que recibió por los crímenes cometidos en la ESMA. Lo mismo sucede con otros genocidas, como Jorge “El Tigre” Acosta. El repudio social y político y el enojo de los organismos de derechos humanos fueron tan grandes que distintos funcionarios salieron a despegar al Gobierno del informe que allana el camino para aliviar el régimen de detención de un centenar de represores. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, llegó a decir que la “posición institucional es de repudio y de rechazo”. El titular del SPF, Emiliano Blanco dijo que el organismo “no ha recomendado ni sugerido” la prisión domiciliaria de Astiz u otros acusados de delitos de lesa humanidad.  Y el ministro de Justicia, Germán Garavano, señaló que ese tipo de medidas son decisiones que corresponden a los jueces y juezas. En la Cámara de Diputados tuvieron eco enseguida los proyectos de rechazo a la lista del SPF y hasta Cambiemos mostraba disposición a votarlo con algunos retoques.
Astiz está enfermo de cáncer hace más de dos años a lo largo de los cuales recibió y sigue recibiendo quimioterapia. No tuvo problemas ni impedimentos para hacer el tratamiento en la cárcel de Ezeiza. Ni siquiera pidió al Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) la prisión domiciliaria. El SPF envía cada tres meses a los juzgados y tribunales que tienen detenidos a disposición, las listas de las personas privadas de la libertad –no sólo por delitos de lesa humanidad sino de todo tipo– que podrían estar en condiciones de acceder a la detención domiciliaria con una pulsera electrónica o la libertad condicional. Lo mandan con el argumento de la crisis y la sobrepoblación carcelaria. Es evidente que no les dicen a los tribunales que otorguen medidas alternativas a la prisión a tal o cual persona, pero es una invitación tácita. El TOF 5, que condenó a Astiz a prisión perpetua en dos oportunidades, en 2011 y en 2017, recibió listados con una decena de detenidos a disposición de ese tribunal que podrían acceder a la tobillera. El último llegó en enero, y Astiz no figuraba. Tampoco en el anterior. Su nombre apareció en una nueva nómina del SPF del 8 de marzo último, cuando se están por cumplir 42 años del golpe que inauguró la dictadura cívico militar.
A fines de enero el SPF había envidado un listado de 1111 presos y presas con posibilidades de acceder a formas de egreso anticipado de la cárcel. Entre ellos había 96 represores procesados o condenados. Allí aparecieron los nombres de Acosta, Julio Simón (alias el Turco Julián) y el ex capellán Cristian Von Wernich, entre otros. En la última actualización, donde la nómina se elevó a 1436 presos aparece incluido, Astiz, que tiene 67 años, junto con otros 15 represores que son enfermos oncológicos, como el ex agente de Inteligencia Horacio Martínez Ruiz, que actuó en el centro clandestino Automotores Orletti, y el apropiador Víctor Gallo.
En el SPF, ante la consulta de este diario dijeron que lo hicieron fue una clasificación con categorías generales de personas presas entre las cuales una es la de los pacientes oncológicos, otra es la de mayores de 70 años, mujeres embarazadas, madres con hijos de hasta cuatro años y enfermos terminales. Señalaron que no hicieron un análisis de particularidades de cada caso. La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad había advertido ya en enero que no era posible identifica qué criterios se utilizaron en la confección del listado. “Lo que hay que entender es que esa lista no es vinculante y son los jueces a cargo de la ejecución de la pena los que deciden si alguien puede acceder a una medida alternativa. Cuando hay enfermedad de por medio, la ley habla de que el tratamiento en prisión no se debe convertir en un trato cruel. El problema de las prisiones domiciliarias es que a veces la situación de los detenidos no se corresponde con la que realmente se invoca. Si está enfermo, hay que verificar la gravedad y las posibilidades de tratamiento en la detención. Miguel Etchecolatz, por ejemplo, recibía un tratamiento en el SPF, y sin embargo fue beneficiado con domiciliaria (luego revocada). Lo que hay que evitar es que el beneficio sea en realidad excarcelación anticipada. Hay que evitar la impunidad”, dijo a PáginaI12 Jorge Auat, titular de la Procuraduría de lesa humanidad.
La palabra “provocación” fue la más representativa de la reacción de familiares de víctimas del terrorismo de Estado y organismos de Derechos Humanos, ante la difusión de lista de represores que serían candidatos a alternativas a la prisión, que tuvo su primera tanda fuerte en enero. “Estamos shockeados, no podemos creer que en la lista que ya habían publicado para beneficiar a genocidas de la ESMA incluyeran a Astiz, una figura destacada en la represión y terrorismo durante la dictadura. Tuvo un papel perverso en la infiltración de las Madres”, dijo ayer Mabel Careaga, hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo que integraba el grupo de la Iglesia de la Santa Cruz donde Astiz se hacía pasar por hermano de un desaparecido. Fueron doce los desaparecidos de la de la Santa Iglesia Santa Cruz, y sus familiares repudiaron ayer el guiño del gobierno a las prisiones domiciliarias través de sus listas, y anunciaron : “vamos a arbitrar los medios judiciales, acudiemos a todas las instancias Nacionales e internacionales que sean necesarias para que permanezcan en la prisión”.
En el Congreso, Romina del Plá (del FIT) motorizó un proyecto a modo de declaración de repudio que no se focaliza en Astiz sino en la lista de genocidas pasibles de ser beneficiados. En el debate en Diputados surgió el nombre el del ex marino y se multiplicaron las reacciones desde la mayoría de las fuerzas. Incluso Cambiemos accedía al final del día apoyar un texto si se quitaba la palabra “indultazo”.
El reflejo del Gobierno fue despegarse de lo que se leyó inevitablemente como una postulación de represores a la domiciliaria. El titular del SPF, Emiliano Blanco, aseguró que la institución “no ha recomendado ni sugerido” la prisión domiciliaria de ningún acusado de lesa humanidad y que tampoco tiene “la facultad de hacerlo”. “Se hizo un listado de categorías con criterios objetivos determinado por organismos internacionales”, insistió. “El SPF se limita únicamente, a requerimiento de las autoridades judiciales, a elaborar un informe interdisciplinario” y “es el Poder Judicial el que bajo sus propias evaluaciones ex extremos legales terminan definiendo una soltura anticipada o la libertad”, dijo. El TOF5, informaron a este diario funcionarios judiciales, no les había pedido nada. Sólo fue recibiendo los listados que el SPF enviaba y en una ocasión en que ése organismo pidió el traslado de Astiz a otra unidad, el tribunal lo rechazó.
Avruj había sido el primero en decir que su secretaría se opone y  rechaza la domiciliaria para Astiz “tal como lo hiciera con los perpetradores Etchecolatz y Gómez y de la misma manera que se opuso a cualquier aplicación del 2x1 cuando fue requerido”. “Apelamos a la racionalidad en el manejo de este beneficio”, se desmarcó.El ministro Germán Garavano también dijo que deciden los jueces, pero fue algo más sinuoso: elogió a Graciela Fernández Meijide, por decir que “quienes cometieron los peores crímenes tienen derechos” y que el “sistema carcelario no está pensado para personas de tanta edad y con problemas de salud, aunque el SPF lo están enfrentando sin problemas”.
Fuente:Pagina/12

El liberalismo coloniza en la red


La crisis de la primera red social del planeta es un acto de justicia que la humanidad se merece. El oportunismo delirante de los responsables de Facebook, el revitalizado proyecto político de la derecha radical y la complicidad alucinante de los usuarios configuraron uno de los robos y violaciones más desastrosas de la historia de la humanidad. Mal les pese a los tecnogenéticos, Facebook y las demás empresas del ramo se robaron una idea maravillosa, internet, con el único fin de extender la dominación liberal del mundo. Occidente creció a la par de la colonización y ahora las redes modernas reinventaron una nueva forma de colonización: ya no se trató más de colonizar un territorio sino que la red es el territorio mediante el cual el liberalismo extendió la nueva colonización. Silicon Valley es un sistema dictatorial cerrado y no un paraíso desde donde salen los conceptos de una humanidad renovada. Los algoritmos de Facebook tienen dos fines: formatear, censurar, manipular, dirigir, expandirse y hacer dinero. Poco le importan al señor Mark Zuckerberg (foto) nuestras alegrías, nuestros llantos o nuestros secretos: solo lo mueve el hambre de ver sus acciones subir y subir. En la red, nuestras vidas son monedas que se acumulan y no perfiles de una humanidad que comparte sus pasiones y relaciones. 
La pasividad de los usuarios ante las continuas revelaciones sobre el quebrantamiento masivo de la intimidad y la monetización de sus datos personales, la inoperancia de los sistemas jurídicos de mastodontes auto congratulados como la Unión Europea, la incapacidad o la vagancia ante el reto de crear redes sanas y alternativas, la debilidad de los Estados del Sur y el atraso de las izquierdas cuando se trata de reflexionar sobre las nuevas tecnologías y los desafíos que estas introducen en la libertad humana y en la reformulación del modelo social, la fascinación ante el juguete tecnológico y el proyecto de la derecha planetaria se mezclaron en una danza mortífera. 
En la crisis de Facebook se combinan todos los ingredientes que demuestran su pusilanimidad y su indiferencia ante quienes fueron los arquitectos de su riqueza, es decir, los usuarios. Las revelaciones que el ex agente de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) Edward Snowden difundió en 2013 en el diario de The Guardian ya habían probado hasta el hartazgo la connivencia de Google, Apple, Facebook, Yahoo! o Microsoft con los servicios de inteligencia o los sectores privados que hacen dinero con los datos personales o promueven ideologías retrógradas. Todo terminó en un gran silencio que este escándalo saca de las catacumbas de la indiferencia. El caso es de una gravedad destructora: se trata nada más y nada menos de empresas privadas que usaron los datos de 50 millones de usuarios de Facebook con la meta de manipular políticamente a los ciudadanos. La derecha más añeja le ganó a los progresistas de las tecnologías y a los poetas de las ideologías. En Estados Unidos, la consultora Cambridge Analytica obtuvo y se sirvió de los datos como arma de influencia en la campaña electoral de Donald Trump. En Gran Bretaña, la filial de Cambridge Analytica, Strategic Communication Laboratories (SCL), especializada en las acreditadas “estrategias de influencia” destinadas a organismos gubernamentales y sectores militares, procedió igual. Se apoyó en los datos para volcar el referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en el seno de la Unión Europea del lado del “Leave”, o sea, el ya conocido Brexit. Si se miran bien las cosas, Facebook y el Big Data presiden la reconfiguración de la política mundial, marcada en los últimos dos años por el Brexit y la elección de Trump. La ultraderecha navega a su antojo. Cambridge Analytica usa la masa de los Big Data para confeccionar un pastel de mensajes y formateos de mucho alcance. En 2014, el investigador Aleksandr Kogan (Cambridge), tuvo la idea de crear un test de personalidad al que respondieron casi 300 mil usuarios de Facebook. Esos datos y todos los “links” que van con ellos fueron remitidos por Kogan a Cambridge Analytica. Esta empresa desempeñó un papel igualmente preponderante en las elecciones en Kenia y luego en las primarias del partido Republicano en Estados Unidos a favor de Ted Cruz. Y si aún quedan inocentes que persisten en cerrar los ojos ante la victoria aplastante de la derecha mundial con el puente de las nuevas tecnologías, bastaría con agregar que el principal accionista de Cambridge Analytica no es otro que Robert Mercer, un multimillonario de perfil muy bajo que es, también, accionista del portal de extrema derecha Breitbart News. Y no es todo: en el consejo administrativo de Cambridge Analytica aparece otro ultraderechista distinguido: Steve Bannon, el nuevo ídolo de los populistas globalizados y ex director de la campaña electoral de Trump. 
Los apóstoles del racismo, la xenofobia, de la identidad nacional como declaración de guerra, de la soberanía excluyente, de la censura, del cierre de las fronteras y de la guerra comercial se deslizaron en las infinitas sábanas de la tecnología para ofrecernos la pesadilla del Brexit, de Trump, de la violencia contra el otro y de las visiones más atrasadas y tóxicas que la humanidad ha podido diseñar desde principios del siglo XX. La derecha ha obtenido una brillante victoria apocalíptica gracias, también, no sólo a Facebook y sus aliados, sino, también, a nuestra pereza cuando se trata de introducir en nuestro análisis y utilización de las tecnologías la variante política. Hemos actuado como niños con un regalo de Navidad mientras el monstruoso Papá Noel conquistaba y manipulaba nuestra inocencia. Facebook ha dado sobradas pruebas de su inmovilidad, negligencia o complicidad. Los algoritmos de Facebook tienen una repercusión perversa y plantean la pertinencia de la relación entre democracia y red social. La redes nos venden y delinean una suerte de relación que alienta compromisos cuyos resultados son luego reutilizados por otros sectores en la siempre reactualizada cruzada colonizadora de la conciencia humana. Rob Sherman, jefe adjunto del departamento de Privacidad de Facebook, dijo que la empresa se compromete “fuertemente con la protección de los datos de los usuarios”. Una broma retórica de mal gusto. Prueba de ello, Facebook no era inocente: hace tres años se “percató” del robo de los datos de Cambridge Analytica …pero no cerró la cuenta de hasta pasado 17 de marzo. 
No cabe ni la más remota duda de que en la Argentina Facebook ha servido y sirve con los mismos fines al liberalismo gobernante. El primer acto de resistencia moral y política de un progresista digno del siglo XXI consistiría en cerrar inmediatamente su cuenta en Facebook. Esto, sin embargo, parece ser más arduo que obligar a los directivos de la red social a ser más responsables. Estamos ante una alianza liberal ultra conservadora pactada entre sectores políticos y compañías tecnológicas. Es una guerra ideológica sin bombas y debemos dejar de ser los corderos inocentes que contribuyen a las victorias de sus verdugos.
Fuente:Pagina/12

miércoles, 21 de marzo de 2018

Theotonio dos Santos (1936-2018)


A dos semanas de su fallecimiento, la academia latinoamericana y un amplio universo de personas e instituciones continúan rindiendo homenaje a uno de los más grandes exponentes de la sociología crítica brasileña y latinoamericana.


El Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, en un meritorio esfuerzo, ha preparado un acceso a una parte de la producción de Theotonio dos Santos, bajo el título de Obras reunidas de Theotonio dos Santos, en cuatro tomos.





A dos semanas de su fallecimiento, la academia latinoamericana y un amplio universo de personas e instituciones continúan rindiendo homenaje a uno de los más grandes exponentes de la sociología crítica brasileña y latinoamericana.
Theotonio dos Santos
Theotonio dos Santos participa en un encuentro con el Canciller de Ecuador en 2012. | Foto: CANCILLERÍA ECUADOR
Hace dos semanas, el pasado 27 de febrero, en la ciudad de Rio de Janeiro (Brasil), falleció una de las figuras cumbres del pensamiento social crítico latinoamericano, Theotonio dos Santos.
Si una de las contribuciones más originales e innovadoras que ha aportado la intelectualidad de América Latina al análisis crítico de las sociedades capitalistas contemporáneas y al proceso acumulativo de una sociología mundial, es el enfoque-teoría de la Dependencia, Theotonio dos Santos, sin el menor asumo de duda, fue uno de los más lúcidos, profundos y notables exponentes de ella.
Apoyado siempre en el marxismo pero con una perspectiva situada desde la periferia de la economía-sociedad mundial, Theotonio fue extraordinariamente creativo y políticamente consistente. En esto último nunca abandonó su lucha por una sociedad socialista y su confianza plena en la necesidad de ella para conseguir resolver las contradicciones crecientes de la sociedad capitalista y para asegurar al mayor número condiciones de vida más humanas.
Nacido en el estado brasileño de Minas Gerais, su formación académica tuvo lugar en su estado natal y luego en la Universidad de Brasilia, recién establecida esta ciudad como la nueva capital de Brasil. Aquí se encontró con sus grandes compañeros de toda una vida: Vania Bambirra (1940-2015) y Ruy Mauro Marini (1932-1997), un trío fundamental para conocer el dependentismo marxista latinoamericano. Con ellos, en mirada siempre latinoamericana e independiente de la ortodoxia comunista de entonces, se dedicó a estudiar El Capital de Marx, cuando apenas despuntaba el interés por conocer esta obra de primera mano en los años sesenta.
Vivió un primer exilio tras el golpe de Estado a Joao Goulart en Brasil en 1964. En 1966 llegó a Santiago de Chile, en donde desplegó una intensa actividad científica e intelectual asentado en el Centro de Estudios Socio-Económicos (CESO) de la Universidad de Chile hasta 1973. Con el derrocamiento de Salvador Allende se vio obligado nuevamente a exiliarse, esta vez en México, hasta finales de esa década, en donde trabajó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tan pronto se produjo cierta apertura política en Brasil, a inicios de los años ochenta del siglo pasado, retornó a su país, para continuar aportando tanto desde la acción académica como de la acción política.

on numerosísimas las obras importantes de Theotonio que podrían mencionarse. Destacamos algunas que no pueden soslayarse: El nuevo carácter de la dependencia (1967); Imperialismo y dependencia (1978); Revolução Científico-Técnica e Acumulação de Capital (1983); La teoría de la dependencia: Balance y perspectivas (2003); y más recientemente, Do terror à esperança – auge e declínio do neoliberalismo (2004).

El Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, en un meritorio esfuerzo, ha preparado un acceso a una parte de la producción de Theotonio dos Santos, bajo el título de Obras reunidas de Theotonio dos Santos, en cuatro tomos.


El Portal de Sociología Latinoamericana del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, con profunda admiración, respeto y cariño por este gigante de las ciencias sociales de América Latina, comunica con inmenso pesar su reciente deceso y se une al dolor que acompaña a su esposa, Mónica Bruckmann, y a todos sus hijos.

Fuente:El portal




martes, 20 de marzo de 2018

LA DOCTRINA MACRI: Cómo matar a los niños

 


POR TEODORO BOOT
Dos policías tucumanos asesinaron de un disparo en la nuca a un niño de once años. Que el asesinato haya sido por la espalda y que la víctima no se encontrara huyendo ni cometiendo ningún delito sino simplemente paseando y –tal como la inmensa mayoría de los ciudadanos, en especial cuando son niños– desarmado, constituyen agravantes muy serios. Pero el que eventualmente hubiera cometido un delito –lo que no ocurrió– no habría sido un atenuante: nadie está autorizado a asesinar y muchísimo menos que nadie, un policía. Se supone que su trabajo consiste exactamente en lo contrario, en impedir los crímenes, de ahí que cuando un policía perpetre un delito, la pena que se le aplique suela –o deba– ser mayor: cuando quien debe cuidar las leyes las viola, la sociedad se encuentra en un grave problema.
“A la muerte del niño –dice Ana Laura Lobo Stegmayer, directora ejecutiva de Andhes, organización de Derechos Humanos que nuclea a abogados y abogadas del noroeste argentino– hay que sumarle los casos de Víctor Robles asesinado por un policía de civil; el de Ángel Alexis Noguera asesinado de un disparo con bala de goma en la cabeza en un procedimiento policial realizado en la casa de la víctima; el caso del comisario Pineda que ingresó al domicilio de un supuesto asaltante, le disparó y luego falseó el procedimiento, y el caso de Maximiliano Ariel Tapia, quien perdió una pierna producto de un disparo realizado por personal policial en Las Talitas”.
¿Tienen responsabilidad las autoridades provinciales en tales hechos y, en especial, en el monstruoso asesinato de un niño? En efecto, tienen una enorme responsabilidad política en tanto los asesinos son funcionarios del estado provincial que ellos conducen, pero esa responsabilidad es previa, no posterior, al delito (excepto en lo atinente a la sanción administrativa), y se relaciona con la selección y formación de sus funcionarios y empleados. En cambio, la responsabilidad de los jueces y fiscales –posterior al hecho– es mayor, en tanto todo delito debe ser sancionado, en especial cuando se trata de un asesinato y en mucha mayor medida cuando el criminal o los criminales son justamente aquellos cuyo trabajo es proteger del crimen a la sociedad, que es al cabo, la que les paga el sueldo.
Así parece haberlo entendido el juez Enrique Martínez, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia de Menores N° 7, quien procesó al agente de policía Luis Chocobar por “exceso de legítima defensa” a raíz del asesinato de un presunto delincuente (tal vez convenga que algunas personas, entre ellas el señor Presidente de la Nación y en particular ciertos jueces, como el señor Irurzun, recuerden que ya en 1804 el Código Napoleónico establecía que toda persona es inocente hasta que su culpabilidad sea demostrada por los jueces y organismos competentes), así como la Asociación de Magistrados, que advirtió al Presidente de la Nación por inmiscuirse en áreas que no son las de su competencia.
Sin embargo, el doctor Velázquez ha sido denunciado ante el Consejo de la Magistratura, que preside el diputado oficialista Pablo Tonelli, acusado de “mal desempeño, inhabilidad ético moral y prevaricato”.
Debe recordarse que con posterioridad al homicidio del joven Pablo Kukoc perpetrado por Luis Chocobar, el señor Mauricio Macri, en ejercicio de la Presidencia de la Nación, recibió al agente de policía reivindicando el asesinato.
A la condición de asesino, el señor Chocobar añade la de mentiroso: tras disparar al presunto delincuente en fuga, que cae herido, lo remata desde tres metros de distancia con el argumento de que se encontraba dando manotazos armado con un cuchillo, circunstancia que, dicho sea de paso, calificar de “exceso de legítima defensa” resulta descabellado. La filmación del homicidio muestra con claridad que el señor Chocobar no se estaba defendiendo de nada y que el herido al que remató en el suelo no suponía peligro alguno para nadie, entre otras muchas razones, porque, a diferencia del señor Chocobar y tal como se comprobó, se encontraba desarmado.
Evidentemente, tanto el señor Chocobar como los policías tucumanos que asesinaron al niño Facundo Burgos o Ferreyra (que ya ni apellido cierto parece tener) son presuntamente (¡de nuevo el Código Napoleónico!) culpables de un delito tan grave –el más grave de todos– como el asesinato, razón de más para que guarden prudente, respetuoso y –quiere uno pensar– acongojado silencio.
Sin embargo muchos medios de comunicación y no pocos irresponsables –entre ellos quien ejerce transitoriamente la Presidencia de la Nación– no han tenido mejor ocurrencia que reivindicar el crimen de Luis Chocobar, tergiversando por completo su naturaleza y su significado, hasta el punto de que en lenguaje coloquial se haya llegado a hablar de la existencia de una supuesta “Doctrina Chocobar”.
Corresponde –y corresponde más que a nadie a jueces y fiscales– recordar que el señor Chocobar no ha elaborado ninguna doctrina: simplemente se limitó a cometer un asesinato, tras lo que intentó justificarse con mentiras y falsedades, tal como se desprende de los registros fílmicos. Quien ha elevado esas justificaciones a la categoría de “doctrina” ha sido nada menos que el señor Presidente de la Nación, lo que vuelve esa (siempre gracias al código) presunta apología del crimen mucho más grave que la de cualquier opinador televisivo o cagatintas periodístico.
Sería saludable que los señores jueces y fiscales recordaran para qué diablos cobran sus sueldos y actuaran en consecuencia: la apología del crimen es también un delito y, dependiendo de quien lo perpetre, muchas veces de mayor gravedad que el crimen mismo.
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JUICIO POLÍTICO. Guillermo Robledo, coordinador del Observatorio de la Riqueza, informó que el viermes presento con el patrocinio de Eduardo Barcesat y Carlos Rozansky “una ampliación del juicio político a Macri por la Nueva Doctrina de Seguridad Nacional que ha impuesto a la sociedad . El caso del asesinato del niño de 11 años en Tucumán y el intento ilegal de fusión de Clarín con Telecom acreditan la necesidad urgente de juicio político y crear conciencia del huevo de la serpiente que se está gestando”, señaló.
Fuente:Pajarojo blogspot

El gobieno Argentino se mantiene en silencio ante el asesinato de Marielle

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El miércoles por la noche se conoció la noticia sobre el asesinato de la concejal de Río de Janeiro Marielle Franco con balas de la policía y desde entonces, el gobierno argentino se ha llamado a silencio al respecto, a pesar de que Cancillería suele emitir comunicados de condolencia ante tragedias en otros países, como lo hizo en las últimas semanas con un atentado en Burkina Faso o con un accidente de tránsito en Perú.
Este tipo de comunicados se volvieron habituales desde que Jorge Faurie reemplazó a Susana Malcorra en la Cancillería y su tono de hiperactividad diplomática deja más en evidencia los silencios ante este tipo de violaciones a los derechos humanos.
De hecho, en marzo la Cancillería celebró distintas actividades por el Día de la Mujer, como una muestra fotográfica de mujeres austríacas en el Palacio San Martín, o una jornada académica en la Embajada argentina en Caracas, pero no emitió ni una línea de condolencia ante el asesinato de una activista feminista como Marielle Franco.
El silencio del oficialismo –que excede al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto- se puede interpretar como una reciprocidad entre el gobierno de Mauricio Macri y el de Michel Temer, quien tampoco se ha manifestado respecto a situaciones que pusieron en aprietos al oficialismo argentino, como mantener presa a Milagro Sala o la muerte de Santiago Maldonado. En cambio, Dilma Rousseff –quien fue destituida para que asumiera Temer- ha militado activamente por la liberación de Sala y pidió –junto a Evo Morales- que se esclarezca el caso Maldonado. El mismo Evo, presidente de Bolivia, condenó enfáticamente “el brutal asesinato de la hermana concejala Marielle Franco, del Partido Socialismo y Libertad, Río de Janeiro, Brasil”.
Fuente:Tiempo Argentino

¿Cambridge Analytica influyó en las elecciones en Argentina?



Facebook quedó en el ojo de la tormenta luego de que se revelara que la empresa Cambridge Analytica, dedicada al análisis de datos, se hiciera con la información de 50 millones de usuarios de la red social creada por Mark Zuckerberg para realizar campañas segmentadas con un alto grado de precisión y así influir influir en los votantes.
El escándalo crece con las horas y la última revelación, una cámara oculta realizada al CEO de Cambridge Analytica, dejó en evidencia que la compañía también trabajó para influir en las elecciones llevadas a cabo en la Argentina.
El CEO de Cambridge Analytica aseguró que operó en más de 200 elecciones en todo el mundo, entre ellas, las celebradas en la Argentina.
El Canal 4 News de Inglaterra montó una cámara oculta y filmó a Alexander Nix, CEO de Cambridge Analytica. Los periodistas se hicieron pasar por interesados en contratar sus servicios para influir en las elecciones en Sri Lanka.
Sin saber que era filmado Nix aseguró que Cambridge Analytica y su subsidiaria, Strategic Communicationes Laboratories (SCL) trabajó en más de 200 elecciones alrededor de todo el mundo incluyeno Nigeria, Kenia, República Checa, India y la Argentina. Cambridge Analytica se adjudica haber sido la artífice de la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos.
41179769_303.jpgNix incluso dijo que eran capaces de liderar una campaña sucia para descareditar a los oponentes políticos de quienes pagan por sus servicios. “Podemos enviarle algunas chicas a la casa del candidato” dijo Nix y agregó: “las chicas urcranianas son muy lindas, creo que funcionan muy bien”.
Entre los servicios que ofreció al supuesto cliente con el que se reunió, Nix propuso realizar campañas sucias para desacreditar a oponentes políticos.
También ofreció realizar cámaras ocultas, como la que justamente le estaban realizando al propio Nix. “Le podemos ofrecer una gran cantidad de dinero al candidato para financiar su campaña a cambio de tierras por ejemplo. Filmamos todo, blureamos la cara de nuestro hombre y lo publicamos directamente en Internet” propuso Nix.
“Estamos acostumbrados a operar de distintas maneras, siempre en las sombras, y espero que podamos crear una larga y reservada relación con usted” le dijo al supuesto cliente que buscaba contratar sus servicios.
De las reuniones además de Nix participó el Director de Política Global de Cambridge Analytica, Mark Turnbull y el jefe de Data, Alex Tayler.
Cambridge Analytica trabajó codo a codo con el equipo de campaña de Donald Trump.
Turnbull explicó al supuesto cliente que, tras haber conseguido material nocivo para sus oponentes políticos, la empresa podía muy discretamente introducirla en las redes sociales e Internet. “Sólo ponemos la información en el torrente sanguíneo de Internet, y luego sólo nos quedamos a esperar que crezca, darle un pequeño empujoncito de vez en cuando… como con un control remoto. Tiene que suceder sin que nadie sospeche que se trata de propaganda, porque una vez que alguien piensa ‘eso es propaganda’ la siguiente pregunta es ‘¿quién lo puso ahí?'” siguió Turnbull desnudando su forma de trabajar, la misma que según Nix aplicó en la Argentina.
Cambridge Analytica fue creada en 2013 y trabajó con el equipo a cargo de la campaña electoral de Trump. De acuerdo con las revelaciones publicadas por The Guardian y The New York Times, la empresa se quedó con los datos de 50 millones de usuarios de todo el mundo a través de Facebook.
Con esa información y por medio de un software asegura sera capz de predecir e influenciar a los votantes. “Logramos recolectar millones de perfiles de Facebook para construir modelos que nos permitieran explotar lo que sabíamos acerca de los usuarios para apuntar a sus demonios internos. Esa fue la visión que tuvo la compañía desde su creación”, dijo Christopher Wylie, el denunciante que participó en la obtención de datos.
Fuente:Noticias en red