miércoles, 29 de agosto de 2018

¿Por qué hay que defender a las universidades públicas?


Resulta difícil creer en el mérito, sobre todo, porque es un concepto que presupone una sociedad de iguales y la nuestra no es precisamente ello. Sin embargo, la excusa del mérito y sus números puede funcionar por su potencia descriptiva. Argentina, a pesar del discurso imperante, no es un país de mierda –entre otras cosas y sobre todo– por la calidad de su sistema de enseñanza superior. Para citar un ejemplo reciente, en junio de este año, según el ranking global de la consultora QS, la UBA fue destacada como la mejor universidad iberoamericana. Si se tiene en cuenta que en el mundo hay más de 26 mil universidades, su posición actual la ubica dentro del 1 por ciento de la élite internacional.
No obstante, reflexionar acerca de la educación superior laica, gratuita y de calidad no equivale a pensar –únicamente– en la referencia de la UBA. También es posible y necesario recuperar el invaluable papel que desempeñan las universidades con anclaje territorial, instituciones abiertas y populares. Durante el período 2003-2015 fueron creadas diecisiete con el propósito de formar, en muchos casos, a la primera generación de graduados pertenecientes a las familias desplazadas de los centros capitales. Su experiencia opera como una muestra viva que explica, una vez más –a contramano de lo que piensa María Eugenia Vidal– por qué estudiar no es un privilegio sino un derecho.
Algún desprevenido podría preguntarse por qué es necesario defenderlas. En principio, por la memoria, porque para que haya derechos debió haber lucha: la reforma de 1918 incluía el osado programa reformista de los jóvenes cordobeses que apuntaba a democratizar las condiciones de acceso y participación en un mundo universitario protagonizado por jefes clericales. Planteaba la reactualización de los planes de estudio y de las metodologías para implementarlos; reivindicaba la libre expresión de ideas que habían quedado sepultadas; y sobre todo, conducía hacia una disputa de clase. Como golpe de efecto, la democracia en el sistema universitario trajo aparejadas mejores condiciones para los individuos de grupos más desfavorecidos que, con un título en mano, lograron disputar espacios que hasta el momento solo eran colonizados por los hijos del dinero. Abrir las venas de un sistema diseñado a imagen y semejanza de los poderosos de turno.
También es necesario defenderlas porque son usinas de pensamiento crítico. Si el conocimiento es poder, la única manera de superar la condición de marginalidad geopolítica en la distribución mundial es a partir de la generación de esquemas de pensamiento propios. Sencillamente: que nuestras ideas sigan nuestros propios objetivos y beneficien a nuestra propia gente. Las universidades públicas son sitios donde se producen, intercambian y comparten las herramientas adecuadas para poder cuestionar –eso que llamamos– “la realidad” y conseguir mayores márgenes de autonomía y agencia. En efecto, funcionan como espacios de contracultura y brindan instrumentos esenciales para colocar en superficie la necesidad de transformar la estructura socio-económica del país, con el objetivo de impulsar una redistribución más equitativa de los ingresos. 
Debemos defenderlas porque robustecen el sistema democrático. ¿Por qué? Porque una ciudadanía mejor educada puede cumplir de una manera más satisfactoria la vigilancia de las acciones de las autoridades. Quien conoce mejor el mundo necesita menos que otro se lo explique. Tenemos que defenderlas porque son espacios de puertas abiertas y de libertad; de pensamiento y acción; de respeto y pasión; donde aprendemos, nos alegramos y frustramos; escenarios de reivindicación y lucha popular. Son arenas públicas y, como son públicas, son de todos. 
El gobierno reconoce la importancia del problema pero no inyecta dinero; quiere una educación a la Finlandia pero paga salarios a la Argentina. Propone un aumento del 15 por ciento en cuotas, cuando la inflación se ríe mientras se escurre por la avenida paralela. Desfinancian el sistema educativo porque no necesitan un pueblo que razone. No invierten en ciencia y tecnología porque no creen en los desarrollos y los avances de bandera. No entienden para qué necesitamos tanta gente formada si la estratificación social ya fue objetivada, naturalizada y aceptada: los que tienen dinero estudian y acceden a mejores trabajos; mientras que para el resto queda lo de siempre: luchar por los sueños que se evaporan apenas uno pretende rozarlos. Quieren una sociedad quieta, resignada, incapaz de pelear por lo que le pertenece. Frente a ello –y la colaboración estoica de los medios amigos– quienes defienden la enseñanza pública solo ofrecerá más movilizaciones, más encuentros, más clases en las calles y más abrazos simbólicos. La educación del pueblo no se vende, se defiende.
Fuente:Pagina/12

Un sistema que irradia indiferencia


¿La atribución de todos nuestros males a la “pesada herencia” tendrá fecha de vencimiento? ¿Continuaremos escuchando argumentos que ya eran insostenibles tiempo atrás, pero que hoy, después de 32 meses de gobierno, se tornan imposibles de oír?
A la hora de exponer sus ideas, los funcionarios del actual gobierno utilizan expresiones que denotan su falta de sensibilidad: “Los problemas de energía se ocasionan porque hay argentinos que se niegan a abrigarse”; “seguramente los cuadernos traerán recesión”; una supuesta “alianza kirchnerotrostkista” es culpable de las demandas de los educadores argentinos. Estas son algunas de las provocaciones que manifiestan quienes integran el mejor equipo de los últimos 50 años. 
Estamos convencidos que a esta alianza de gobierno la impulsa el desprecio; tanta protección mediática, tanta impunidad, han provocado un verdadero desenfreno discursivo. Dicen cualquier cosa y lo peligroso es que naturalicemos tanto desatino y desconocimiento. Después del asombro es imperioso comprender, así observaremos como los hechos se ordenan en el gran rompecabezas. 
Agotados los diagnósticos, nos queda la más explícita y férrea oposición a un sistema que irradia indiferencia y despoja a los ciudadanos de toda seguridad. “Te vienen a desorganizar”, decía Cristina en junio del año pasado en el estadio de Arsenal, advirtiendo lo oculto.
El desprecio, el más absoluto desprecio hacia la educación pública que las más altas autoridades nacionales y bonaerenses expresan desde que asumieron. Desguace de programas, ausencia de políticas, disciplinamiento, fatal desidia y falsas promesas que nunca pensaron cumplir. No se debe esperar nada de quienes han adoptado como enemigos declarados a los trabajadores, docentes, científicos, mapuches y luchadores por los derechos humanos. Esta breve e incompleta nómina intenta advertir la profundidad del conflicto. 
Es mucho más que una negociación salarial la que está en juego por estas horas (aún cuando llegamos a septiembre con conflictos abiertos en varias provincias y en las Universidades), ésa es una parte del problema. No son algunos puntos más de salario lo que representa el nudo de la discusión.  
Hay en pugna dos visiones de educación, que son dos visiones de sociedad, de nación y de mundo. La profunda distancia ideológica que nos separa con quienes gobiernan se explica en el destino que eligieron para la educación argentina, en la defección de un Estado Nacional distante e insensible, en la subejecución y el desfinanciamiento de las partidas, en la pérdida del nivel adquisitivo de los salarios de educadores y científicos, el vaciamiento de programas, la merma de becas y la desaparición sistemática y cotidiana de derechos.
Con el ahorro por la eliminación de Fútbol para Todos se construirían 3 mil jardines; en su lugar ha regresado la visión de las tribunas con audio (una imagen ominosa que retorna), y los jardines no aparecen, ni aparecerán. Las 5,4 millones de netbooks se canjearon por algunos celulares y no se distribuirán libros “porque en las escuelas hay muchos y no se utilizan”.
Organizarse, discutir, volver a ganar los patios y las salas de maestros, sugerir a nuestras compañeras y compañeros que esta escuela a la que nos invita el neoliberalismo es para pocos, es una escuela fría, sin derechos, sin memoria, sin solidaridad, y hasta podría ser sin docentes, si fuera por ellos. Por eso es imprescindible la unidad del campo popular, la organización y movilización, ganar las calles junto a los docentes universitarios, mañana jueves, en defensa de la educación, de nuestro futuro y de nuestra dignidad.
* Ex ministro de Educación de la Nación.
Fuente:Pagina/12

lunes, 27 de agosto de 2018

Un país chiquito: el modelo que busca el Gobierno y el FMI


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Los efectos del acuerdo con el FMI ya se están viendo, las consecuencias son previsibles pero el Gobierno no las reconoce.
26 de agosto 2018

Argentina comenzó a transitar su programa con el FMI y los resultados no se hicieron esperar. Ya se inició la recesión producto de un ajuste estructural cuyas consecuencias son tan impredecibles como su fondo. En los próximos meses continuará la profundización de la caída de la actividad económica y en consecuencia aumentará el desempleo, se deteriorarán las condiciones de trabajo y, por supuesto, los indicadores sociales, con la pobreza e la indigencia a la cabeza. La información de la prensa será una catarata de datos abrumadores que serán atribuidos, prolijamente, a las secuelas de la sequía en el campo, a las turbulencias en los mercados emergentes y a la tremenda corrupción del pasado en modo circo las 24 horas y en todos los canales y persecución a opositores. Nada nuevo bajo el sol del Comando Sur.
Mientras tanto, el gobierno continuará con su shock de precios relativos. Con un dólar sin techo caerá el poder adquisitivo del salario y seguirán aumentando las tarifas de los servicios públicos, los combustibles y el transporte. Aunque el programa económico esté rodeado de malas decisiones y peor instrumentación, especialmente evidentes en el plano financiero, la corriente principal por la que transcurre la política económica es el resultado de elecciones gubernamentales conscientes. Las políticas que se llevan adelante son producto del diagnóstico oficial y, en consecuencia, del sendero que el gobierno imagina para resolver los problemas.
Este diagnóstico es que todos los problemas de la economía argentina se originan en el déficit fiscal, es decir en el déficit interno de las cuentas públicas. Nadie en su sano juicio intelectual desconoce que la economía tiene un déficit externo, es decir que no genera los dólares suficientes para hacer frente a sus compromisos con el exterior, pero la explicación oficial es que el desbalance externo también es una consecuencia del desbalance interno. Se supone entonces que si se elimina el déficit fiscal se eliminará también, más temprano que tarde, el déficit de la cuenta corriente del Balance de Pagos.
La idea es la misma que ya llevó al fracaso económico en el pasado. No en el pasado remoto, sino en el de 2016-2017. Presupone que una economía sin déficit fiscal resulta tremendamente atractiva para los inversores, los que no acudieron en masa luego del shock desregulador “market friendly” provocado por el triunfo de Mauricio Macri por culpa del “gradualismo”, es decir, siguiendo el relato oficialista, por la opción de seguir endeudándose para no reducir de un saque el déficit fiscal. La corrección del presente sería que no alcanza con las políticas enemigas del populismo y amistosas con los mercados, sino que debe sumarse un nueva versión 2018 del “déficit cero” para que, ahora sí y finalmente, lluevan las inversiones.
El problema central del relato oficial y sus justificaciones teóricas se repite: no es así como funciona la economía. El déficit fiscal es una causa, no una consecuencia. En el mundo real aparece porque se reducen impuestos y se desarman los mecanismos de intervención pública, con lo que vuelve a caer la recaudación. Provocado el déficit se presenta entonces como un imperativo volver a reducir gastos. Por ejemplo, los presupuestos de ciencia y técnica, de educación y salud públicas, los recursos previsionales, las inversiones en infraestructura, como hacer caer los acuerdos con China (otra vez sol del Comando Sur) para la construcción de represas y centrales nucleares, hasta la supresión de nuevos contratos para firmas como INVAP. Y para completar, la caída de la obra pública y la destrucción de empresas locales producto de la atolondrada operación de inteligencia-judicial-mediática de “los cuadernos”.
Resulta particular la saña de Cambiemos con el sistema científico tecnológico y con las universidades públicas. Hoy los científicos protestan en las calles y se ven obligados a explicar la importancia de sus investigaciones (ridiculizadas en las redes sociales por los trolls gubernamentales), las universidades públicas no iniciaron el segundo cuatrimestre y esta semana volverán a sumarse los paros docentes en todos los niveles. Al corte en la distribución de medicamentos a jubilados o las pensiones a discapacitados, se sumaron ahora hasta las dosis de vacunas contra enfermedades infecciosas como la meningitis. Según se publica en la prensa, serían “los gobernadores”, incluidos los opositores, quienes propusieron reemplazar los fondos sojeros del Fondo Sojero, es decir un financiamiento destinado a obras públicas en todos los municipios del país que recaía sobre las exportaciones de la burguesía agraria, por recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, es decir de la famosa “plata de los jubilados”.
El enemigo, entonces, es claramente el Estado, su intervención, sus prestaciones sociales y la inversión pública. La justificación teórica es que si se reduce el peso del Estado, se pueden reducir los impuestos y que con ello se contribuye al aumento de las inversiones y, en consecuencia, al crecimiento y el desarrollo. Otra vez el mismo problema: no es así como funciona la economía. Como lo sabe hasta el propietario de un quiosco, las empresas invierten si tienen la perspectiva de vender su producción y no porque se paguen bajos salarios o menores impuestos, la mejora de la ecuación de rentabilidad demanda que primero exista rentabilidad. Sin perspectiva de mejores ventas no hay inversión. El achicamiento permanente de la economía en busca de un quimérico déficit cero espanta inversiones, no las atrae. La inversión fluye a las economías que crecen, no a las que se contraen y tensionan su vida social. Y el dato central: el déficit cero no se alcanzará porque el déficit es una función del producto, sí cae la actividad cae la recaudación. El objetivo del FMI, el organismo en el que el gobierno delegó la conducción económica, es la destrucción del Estado para que la producción del país se concentre en el agro y las actividades extractivas, es decir para asegurar su posición colonial. El drama social de deconstruir los remanentes de un Estado neodesarrollista es secundario, para eso están las fuerzas de seguridad.
Pero hagamos un ejercicio prospección imaginaria. Supongamos que efectivamente el gobierno consigue el equilibrio entre ingresos y gastos luego de reducirlos a su mínima expresión. ¿La economía tendrá entonces los dólares para hacer frente a sus compromisos externos, incluido el pago de los incrementados y crecientes servicios de la deuda en divisas (que dicho sea de paso y sin ánimo de preocupar ya se encuentra en niveles similares a los del año 2000)? ¿Qué imaginan los economistas oficialistas y paraoficialistas? Imaginan dos cosas. La primera es que a los dólares del agro, la famosa “cosecha” salvadora de la economía, se le sumarán otros recursos naturales al parecer tan renovables como los del agro, los de los hidrocarburos no convencionales, es decir las exportaciones de Vaca muerta, por ahora una quimera, pero estamos imaginando. La segunda es que esta masa de dólares, luego de restar los servicios de la deuda, debería equipararse a una “masa salarial de equilibrio”, es decir una suma total de salarios que no demande mayores importaciones que las que se puedan pagar con los dólares remanentes, el nuevo equilibrio externo. El objetivo de la administración Cambiemos no es más que un país chiquitito, chiquitito, un país dependiente e intrínsecamente inviable que la mayoría de la población, cuando finalmente lo descubra, no querrá ser.- 
Fuente:ELDestape

Los fueros del pueblo


Es común que, cuando alguien termina los estudios de una carrera profesional, le digan que la práctica le va a enseñar más que la teoría. Y esto es precisamente lo que ocurrió con uno de los aspectos del allanamiento en El Calafate a Cristina Fernández de Kirchner. 
Durante semanas se debatió si era legal o procedente allanar el domicilio de un legislador nacional. Que el Juzgado haya hecho trascender –y Clarín lo reprodujo en tapa en título catástrofe– que la senadora tenía en su poder información, carpetas o pendrives sobre el juez Bonadio, la Dra. Sandra Arroyo Salgado y otros personajes (en realidad no sé si es cierto o no) es motivo de esos hechos prácticos que saldan cualquier situación teórica.
De ser cierto, eso refuerza la teoría de que el principio general es que el domicilio, el automotor o el despacho de un legislador son inviolables. Precisamente porque pueden tener documentación inherente a su función que no puede ser examinada ni secuestrada por ninguna otra autoridad pública.
A esta altura cabe registrar que los legisladores –senadores y diputados– tienen capacidad investigativa. Y entre sus funciones está reunir elementos para que esa investigación derive en una denuncia judicial o incluso en la conformación de comisiones especiales de carácter uni o bicameral. También pueden promover juicios políticos a funcionarios. Y para esto, obviamente, deben reunir elementos probatorios que apuntalen esas iniciativas.
En el caso de los senadores tienen atribuciones aún más amplias, por ejemplo entender en los acuerdos para ascensos militares, lo que conlleva tener informes de organismos de derechos humanos, aprobar designaciones de magistrados o promociones en el cuerpo diplomático. Por lo tanto, si existían esas carpetas, pendrives o documentos, eso no sólo no constituye un delito sino que es un derecho de la legisladora de tenerlo en su poder, que debe ser estrictamente resguardado por las facultades constitucionales y por la propia ley de fueros.
Cabría preguntarse cómo hubiera titulado Clarín si en un allanamiento a la casa de la diputada Carrió se hubiese encontrado documentación referente al titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, al juez Ariel Lijo o a Daniel Angelici. ¿Lo hubieran mostrado como un crimen de la diputada o como una virtud de su republicanismo?
Por último hay que decir –siempre ateniéndonos a que la versión del juzgado sea fidedigna– que la documentación que sirve de un allanamiento es sólo aquella que está referida al objeto de la causa.
Espero que este ejercicio práctico les enseñe a senadores y diputados que ellos no son titulares de privilegios sino de derechos que están en cabeza del pueblo que los eligió. Son elegidos no sólo para legislar, sino también para investigar en defensa de los intereses de la sociedad.
Por esa razón tienen que defender sus prerrogativas y no entregarlas a la antipolítica para consagrar la impunidad de los poderosos.
Al menos yo no siento que me hayan elegido para ser diputado de las corporaciones, de Clarín, de la embajada de Estados Unidos o de jueces que actúan no como tales, sino como matones.
Por eso quiero defender los fueros, que no son míos sino del pueblo.
* Diputado, Unidad Ciudadana.
Fuente:Pagina/12

viernes, 24 de agosto de 2018

García Linera: “estamos viviendo una crisis general de la globalización”


Resultado de imagen para crisis globalizacionSábado 13 de mayo de 2017
 
(MONTEVIDEO-URUGUAY).- El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, afirmó, anoche que en la actualidad se vive una crisis general de la globalización, esto en el inicio del ciclo de conferencias “Ser de izquierda en el siglo XXI”, organizado por la Fundación Liber Seregni y el Frente Amplio de Uruguay, que se desarrolló en la Huella de Seregni, cuya ponencia será difundida mañana, domingo, por Btv, a las 20.00 horas.

“Las fuerzas conservadoras del mundo se han quedado sin proyecto político hegemónico, la derecha ha perdido el norte, es un momento de caos general, de caos propositivo y de caos organizativo. Estamos viviendo una crisis general de la globalización. No es el mejor momento para la ideología globalizadora, económicamente asistimos a una relentización de la globalización, vamos a asistir a políticas de libre comercio atravesadas con políticas proteccionistas de algunos países, lo que puede desatar guerras comerciales”, advirtió el mandatario de Estado.
Asimismo, la autoridad boliviana señaló que se presenta, a nivel planetario, una nueva o renovada confrontación entre liberalismo y proteccionismo, lo que va a representar una pelea duradera de varios años entre retracción de la globalización y nuevos esfuerzos para relanzar procesos de globalización, “va a haber una tensión territorializada y geográficamente localizada”, complementó.
Por otro lado, indicó que no se sabe específicamente lo que viene a futuro, pero remarcó que es importante recordar los logros alcanzados por los gobiernos progresistas en los últimos diez años: ampliación de bienes comunes, procesos de nacionalización, ampliación de derechos sociales, marcada reducción de la pobreza, redistribución de la riqueza y ampliación de la democracia con la participación de la gente en la toma de decisiones.
Sin embargo, también admitió que actualmente existe un retroceso temporal en el continente respecto a la presencia de los gobiernos progresistas, aunque indicó que esto se debe a que las revoluciones se desarrollan por oleadas, pero también dijo que es necesario estar conscientes de que la estabilidad de un gobierno progresista radica en su gestión económica y que esta beneficie a la población mediante un desarrollo plural.
“Si los gobiernos progresistas van a perdurar en el futuro va a depender qué dicen y qué proponen sobre los temas económicos porque la gente al final de la campaña, del día, cobra y si es negativo, el gobierno lo va a pagar”, reflexionó.
De igual forma, mencionó que un país no puede avanzar solo y es necesario “ganar tiempo” para que otros alcancen los logros progresistas esto mediante la satisfacción de las necesidades de la gente. También afirmó que se debe trabajar en la creación de un sentido común a ser sedimentado en la mente de las personas en base a lo alcanzado y esto se lo tiene que hacer de acuerdo a las experiencias y cultura de cada sociedad.
La autoridad nacional recordó que cuando la izquierda cayó en el mundo muchos izquierdistas se pasaron a la derecha porque pensaron que había muerto la posibilidad de enfrentar al capitalismo, asimismo, indicó que paralelamente surgió lo que se llamó el Consenso de Washington, compuesto por el gobierno norteamericano, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo que dictaron una “receta” para alcanzar el desarrollo de los países del mundo, lo que devino en el llamado neoliberalismo.
Entre las varias medidas que se determinaron estaban la anulación de los sindicatos, la libre circulación de los capitales y de los productos, régimen de privatizaciones, reducción de derechos, reducción del gasto público, la no intervención del Estado en temas productivos porque era ineficiente e incapaz, entre muchas otras más. Así se expandió la globalización, que se había iniciado con la colonización, pero que se convirtió, desde hacía 30 años, en un proyecto político, en un proyecto de sociedad.
“La creencia era que de esa manera íbamos a alcanzar un crecimiento ilimitado para las siguientes décadas; la segunda promesa era que con esta forma de acumulación de capital se iba a reducir la pobreza por goteo, cuando los ricos fuesen lo suficientemente ricos, los pobres dejarían de ser pobres; la tercera promesa era la homogenización del mundo con la desaparición de fronteras y de las diferencias entre países para llegar a ser una hermandad planetaria”, todo esto se consideraba como el destino ineludible a cumplirse, explicó.
Asimismo, se refirió a que el mayor flujo de productos, pasajeros y capitales se encuentra en el hemisferio norte del planeta, pero enfatizó que en los últimos 22 años el 46 % del ingreso total del mundo fue a parar al 10 % de la población más rica, mientras que el 10 % más pobre del mundo solo recibió el 0,6 % del incremento de la riqueza. “Esta realidad no se modifica, el 80 % de la población más pobre del mundo tiene menos que el 10 % más rico del mundo, esta ha sido la concentración de la riqueza”, acotó.

“Esto demuestra que el modelo neoliberal y del Consenso de Washington ha traducido de manera práctica, material y objetiva una mayor concentración de la riqueza en pocos países y dentro de ellos, en pocas manos”, complementó.

De igual manera, García Linera manifestó que esta concentración de la riqueza ha provocado malestar y sublevaciones de diferente tipo en varios lugares del mundo y dentro de esas manifestaciones está el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos ya que es un gobierno conservador que recogió las frustraciones “de los desplazados de la globalización, yo diría malestar de la globalización en el norte y levantamientos en el sur”, agregó.
A esto debe sumarse la decisión que Inglaterra tomó para dejar la Unión Europea y el menor crecimiento del comercio en relación a la producción, registrado en los últimos tres años. “Hay un estancamiento del comercio mundial y esto era la punta de lanza de la globalización”, enfatizó.
El fin de este evento organizado en Uruguay es acercar a este país los planteamientos de personalidades relevantes, en el ámbito mundial, para que estimulen y alimenten el intercambio sobre el rol de la izquierda en la sociedad, los distintos cambios sociales, identificar los desafíos y avanzar en el debate sobre el rol de la izquierda en el Siglo XXI.
En la inauguración también participaron el vicepresidente de Uruguay, Raúl Fernando Sendic; y el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
https://www.youtube.com/watch?v=Gx7mLmc2Q4M
Fuente:Pagina de la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia

La universidad a la plaza


Más de 70 cátedras dictarán sus clases en la Plaza de Mayo para visibilizar el reclamo contra el recorte presupuestario aplicado por el Gobierno a las universidades públicas y contra la propuesta de aumento salarial de apenas un 15 por ciento para los profesores.
La tercera semana de paro de los docentes universitarios termina con la Plaza de Mayo convertida en una gran aula a cielo abierto. A lo largo de este viernes más de 70 cátedras dictarán sus clases frente a la Casa Rosada para visibilizar el reclamo. Con sillas de plástico, en ronda y frente a pizarrones improvisados, alumnos y docentes retoman sus clases de sociología, algebra, semiología y trabajo social, entre otras.
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“La situación es muy grave. Llevamos tres semanas de conflicto, tres semanas de no inicio de clases, y la falta de respuesta del Gobierno nacional nos permite sospechar que no existe el Ministerio de Educación en este país”, aseguró Luis Tiscornia, secretario general de Conadu Histórica desde la Plaza de Mayo. Los docentes universitarios convocaron a una “gran marcha nacional” para el próximo jueves 30. “Desde todas las universidades del país vamos a venir a la Capital para reclamarle al Ministerio de Educación”, sostuvo Tiscornia.
El docente remarcó la necesidad de reclamar y defender la universidad pública. “Estamos en la necesidad de reclamar y en el derecho de defender nuestro salario; pero estamos sobretodo en la necesidad de defender la universidad pública”, dijo el dirigente que recordó que en las movilizaciones realizadas esta semana participaron “miles de estudiantes, docentes y hasta autoridades”.
Las clases públicas fueron convocadas por la Asociación Gremial Docente AGD-UBA y la Federación Universitaria de Buenos Aires (Fuba) en el marco de la protesta universitaria que encabezan todos los gremios de profesores (Conadu histórica, Fedun y Conadu) en rechazo al aumento salarial del 15 por ciento en cuotas ofrecido por el gobierno nacional. Los profesores exigen que la suba sea de entre el 25 y el 30 por ciento, en línea con los aumentos y la inflación en curso.
Al conflicto docente se suma además el ajuste presupuestario de tres mil millones de pesos anunciado por la Secretaría de Políticas Universitarias a principio de ciclo lectivo, que está acompañado por la paralización de obras de infraestructura y el retraso de las partidas para pagar gastos de funcionamiento.
“Vamos a movilizarnos por el triunfo de la universidad pública contra el ajuste de Macri y para repudiar el violento desalojo policial de la facultad de Derecho de Córdoba, con el único propósito de evitar que se consumara una asamblea estudiantil”, aseguró Julián Asiner, presidente de la Fuba. Según el dirigente estudiantil, la peor decisión del Gobierno sería intentar frenar el conflicto universitario con represión. “La universidad pública y el derecho a la libertad de organización y lucha son conquistas inalienables, que estudiantes y docentes estamos dispuestos a defender en las calles”, sostuvo Asiner.
Las clases públicas son un clásico en las protestas universitarias, sin embargo, este año sucedió lo que nunca había pasado: algunos docentes fueron sumariados por dictar la clase en la calle. “Hay mucha gente en la plaza, así que por ahora no se atrevieron”, sostuvo Asiner desde Plaza de Mayo a primera hora de esta mañana.
La comunidad universitaria viene realizando movilizaciones y abrazos simbólicos en diferentes localidades. La semana pasada hubo en las universidades nacionales de Quilmes y de Arturo Jauretche (Florencio Varela), esta semana hubo en las de Córdoba, La Plata, Sur, La Rioja, entre muchas otras.
En la UBA, estos días hubo clases públicas, asambleas y abrazos simbólicos en las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Psicología y Medicina, entre otras. Ayer fue el turno de la Facultad de Ingeniería, donde Aduba y Apuba, con apoyo estudiantil, hicieron un banderazo “en defensa de la universidad pública, contra el recorte presupuestario y en reclamo de una propuesta salarial digna por parte del Ministerio de Educación”. Una actividad similar repetirán las mismas organizaciones este lunes 27, al mediodía, en la Facultad de Odontología.
Fuente:Pagina/12

"Ojalá nuestros pibes tuvieran flan"

Francisco "Paco" Olveira, cura en opción por los pobres, salió al cruce de las declaraciones del humorista macrista Alfredo Casero, quien en un programa de televisión intentó presentar una metáfora de la "pesada herencia" al hablar de chicos que piden flan mientras su casa se incendia. 
A través de una breve carta, Olivera consideró que fueron palabras "ofensivas". "En la mesa de los pobres ni se nos ocurre acceder a un flan, sino que ya no alcanza ni para el pan y la leche".

La carta completa

Ojalá nuestros pibes tuvieran flan.
Sr. Casero, no fueron cómicas sus palabras, pero tampoco serias. Más bien le diría fueron ofensivas. Seguramente usted no se dio cuenta porque cuando abre su heladera debe tenerla llena. No sólo de flan, seguramente también de champagne que si mal no recuerdo le bajaron los impuestos; el problema es que en la mesa de los pobres y ya no digo heladera pues antes en la época en la que se "robaron todo" podíamos comprarlas en 12 cuotas sin interés y con precios cuidados llenarlas, algo que ya ni imaginamos.
En fin perdone me vaya por las ramas, le decía, que en la mesa de los pobres ni se nos ocurre acceder a un flan, sino que ya no alcanza ni para el pan y la leche. Y no son palabras retóricas. ¿Sabe usted como aumentaron los comedores? ¿Sabe que ajustaron con la Asignación Universal por Hijo? ¿Sabe que nuestros pibes engordan porque no podemos darles carne y sólo comen arroz y fideos? ¡¡¡Claramente hay distintas clases de gordura!!!
Convoco desde acá a que nos inunden de flanes que sabremos compartir. Por esta vez, por favor, a ser posible que no sean bajas calorías y mucho mejor si algunos tienen dulce de leche. ¡Que nuestros pibes también tienen derecho!, aunque usted no lo crea.
Francisco "Paco" Olveira. Cura en opción por los pobres
23 de agosto 2018
Fuente:Pagina/12

jueves, 23 de agosto de 2018

El peso del imaginario social


Una marcha en reclamo de justicia por las muertes en la escuela 49 de Moreno.La función social del docente es hipervalorada, pero esa sobrevaloración es comprendida sin un cuerpo que lo sostenga. Y así se hiperdevalúa al docente cuando discute sus derechos. Sobre esa base, la autora muestra desde su trabajo de campo cómo las y los docentes internalizan ese imaginario, lo que deviene en consecuencias físicas y psíquicas.
Una marcha en reclamo de justicia por las muertes en la escuela 49 de Moreno. 
Desde hace muchos años soy admisora en salud mental de la Obra Social de Docentes Privados. Hago la primera entrevista, llamada de admisión, evalúo la problemática y derivo al profesional para su tratamiento. Todos estos años junté y estandaricé los datos recabados y los organicé en una investigación que expresa la problemática en salud mental de los docentes.
La base de datos fue desarrollada durante 15 años y está compuesta por 1452 casos de consultantes adultos con inserción laboral en el ámbito educativo. Como corresponde a un padrón con mayoría femenina, la mayor cantidad de consultantes son mujeres. Por lo cual nos encontramos con una radiografía de una problemática psicológica marcada por el género y por la forma de inserción dentro de su trabajo.
Quiero brindar un homenaje a la vicedirectora y al auxiliar fallecidos por las pésimas condiciones en las que hacían su trabajo y a todas/os las/os pacientes silenciosos que he visto en todos estos años que encontraron en la enfermedad mental una salida a estas pésimas condiciones en las que desarrollan su trabajo.
Quiero contar y compartir con todos los lectores algunas de las conclusiones de la investigación, donde podremos encontrarlos a ellos, en el esfuerzo con que llevaron adelante el trabajo durante su vida y donde encontraron el desinterés, la presión para que siguieran trabajando así, la muerte y la enfermedad.

Imagen social de las y los docentes

La escena que se describe se desarrolla en la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, en una curva que está delante de la Catedral Metropolitana; el tránsito que llega desde la avenida Rivadavia debe doblar por allí para tomar la Avenida de Mayo. Es una curva cerrada y con pocas posibilidades de visibilidad para los autos, colectivos, camiones, bicicletas y motos que circulan por allí.
Son las 10 de la mañana de un día hábil y el tránsito es intenso, veloz y alocado; como siempre a esa hora. Hay una gran cantidad de gente que se dirige a sus obligaciones por caminos encontrados, con apuro y sin mirar a nada que lo interrumpa de sus intereses. Gente que camina y casi corre por la vereda, y en la calle el tránsito es intenso y rápido. El lugar como en todo día hábil es un verdadero caos y sólo el milagro, los semáforos y la costumbre logran que no haya accidentes severos allí.
Sobre esa curva se estaciona un micro escolar con la puerta de salida hacia la calle, comienzan a salir docentes que forman un cordón por el que empiezan a pasar niños de jardín de infantes hasta que logran llegar a la salvadora vereda de la plaza que los protege del tránsito intenso. Allí los espera una sola docente a la que no le dan los brazos ni la voz para contener a todos los niños que le están llegando y, como buenos niños curiosos, comienzan a mirar, correr y dispersarse por la plaza, a detenerse parándose en el medio de los peatones, a tocar lo primero que ven, y en fin, a hacer cosas que hacen los niños.
El esfuerzo que hacen esas mujeres y hombres para llevar a los niños a resguardo es impresionante y notorio. Sus caras están tensas, sus cuerpos intentan ser un escudo poderoso que impida cualquier daño a los niños. Están todas contracturadas y atentas. No hay indicio de satisfacción y/o placer por la salida, el disfrute se les escapa de las manos atrapado en un cuerpo que sufrió las consecuencias de ese momento de riesgo, tensión y peligro. El recorrido por la plaza se hace en un clima desagradable y sin ninguna gracia.
Los/las docentes integran en su accionar al trabajo, a la educación, a los menores y son vehículo de deslizamiento de la ideología que circula en un  momento dado en la sociedad; son eco de las dificultades de las familias y vanguardia en la contención de los conflictos que atraviesa la sociedad. La escuela es un dispositivo de control y regulación social que atraviesa distintos ámbitos sociales, a los vínculos y a las subjetividades.
La idea social acerca de los docentes expresa en sí misma una gran ambivalencia. Es hipervalorada la gran función que debe cumplir para el desarrollo del país, debe saber de todo y estar alerta a todo lo que pasa con los niños y en el colegio; pero esta sobrevaloración es comprendida sin un cuerpo que lo sostenga. Cuando surge el/la docente como sujeto de necesidades, es hiperdevaluada cuando se discute el salario, o cuando quieren luchar por sus reclamos, allí surge que no pueden hacerlo por que deben cuidar los chicos de otras madres que van a trabajar (¿ellas no son madres que trabajan?), o cuando ante las quejas de los padres son expuestas a tener que rever sus decisiones por presiones de la dirección, la inspectora o el programa educativo que esté en curso.
En la relación laboral, se observa una fuerte afectivización del lugar de trabajo, generalmente viven el espacio laboral como una extensión de la familia y se conectan con el colegio desde el afecto y, por lo tanto, esto no les permite una distancia óptima para poder analizar sus deberes y derechos. La/el docente tiene que estar alerta a todo, desde la salud mental de sus alumnos (si algún niño agrede a sus compañeros, la sociedad en su conjunto se pregunta ¿cómo la maestra no se dio cuenta?) pasando por su salud física (estar alerta a las vacunas, el flúor y los piojos y si están suficientemente alimentados), y además tener presente si en el colegio, el techo o el inodoro están rotos. Todo es su responsabilidad durante su horario de trabajo, incluso después, hasta que no entregan los niños a sus padres, que no siempre respetan el horario de las/los docentes, que aceptan esta situación sin cuestionamientos.
El/la docente, para ser aceptado como tal, debe ser portador de una cantidad de atributos y características que conforman el imaginario social de la maestra/o, que es el resultado de todo este proceso histórico; sin estos atributos se discute su capacidad e idoneidad.
El significante imaginario del docente debe incluir:
  1. el amor a los niños.
  2. vocación por la enseñanza. 
  3. dar todo de sí. 
  4. no esperar recompensas, estar dispuesto al sacrificio.
En la configuración del docente, entonces, se incluyen cualidades sobre todo apostólicas, sacrificiales, profesionales pero ninguna indicación que se trata de un trabajo. Cualquier “desviación” de este modelo es vivido cómo una amenaza para la sociedad toda y si alguna contradicción se centra sólo en un sujeto, la vivencia de desestructuración de su identidad es intensa y puede ser generadora de patología, tanto física como psíquica. Esto lleva a que se ajusten al modelo y se reproduzcan los condicionamientos sociales que los produjeron.
Este “modelo” lo comparten los docentes y la sociedad, tal imaginario fue socialmente adquirido e históricamente producido, pero la existencia de este trasfondo compartido tanto por los/las docentes como por la sociedad otorga a la práctica una racionalidad implícita, desconocida y regular que lo vuelve absolutamente natural y hace al ser del docente.
En su ejercicio, los miembros tienen que contar con saberes de distintas disciplinas y con el saber específico necesario para esa trasmisión; el saber trasmitir adquiere relevancia sobre el saber general, este tipo de modelo educativo prioriza la educación moralizadora antes que la instrucción: la bondad del/la docente, la exhibición de cualidades morales, la consagración a la docencia adquirieron preponderancia aun en los ámbitos de formación frente al conocimiento. El aprendizaje de las técnicas de enseñanza no excluía las formas de moralizar con eficacia.
Desde el comienzo de este desarrollo, el Estado retribuye miserablemente este trabajo tan ensalzado. Simbólicamente cuasi sacro, materialmente desvalorizado, poco dinero y de manera irregular. Sacrificio, humildad, abnegación, desinterés, virtudes asimiladas al sacerdocio, por lo tanto, el docente que pretende recompensas materiales que no entran en este modelo será despreciado.
Con la mayor presencia de mujeres, los condicionamientos sociales relacionados con el género se incrementan. Para la mujer se impone la sumisión, obediencia y acatamiento de normas, lo que aumenta, refuerza y afirma el perfil religioso y sacrificial de la imagen del docente. En la época donde se desarrolla la formación del rol docente, el trabajo femenino fuera de la casa era mal visto y moralmente reprobado, aunque la actividad fuera legítima y socialmente aceptada; las excepciones a esta regla la conformaban los oficios y ocupaciones que representaban una prolongación de la tarea del hogar. De allí que fuera considerado un empleo legítimo, pero que no permitiera la concientización de las mujeres en relación a sus derechos laborales, se consideró una prolongación de las tareas que hacen las mujeres “por amor” como único reconocimiento.

Datos de la problemática de salud mental de los/las docentes

Cuando estas/os trabajadores se presentan a consulta, habitualmente son en  amplia mayoría mujeres, evidencian una personalidad lábil y débil, inmaduras e infantilizadas, y con una conciencia de la legalidad y de las normas, y de los imaginarios sociales del “deber ser” extremadamente estricta, hasta asfixiante. Son sumamente permeables a los criterios exteriores, órdenes, consejos y sugerencias, y con poco conocimiento de sí mismas, tanto de sus capacidades como de sus limitaciones, así como de lo que efectivamente deben dar más allá de lo que se espera de ellas; si bien toman todas las indicaciones dadas, difícilmente las tengan en cuenta de manera criteriosa.
Parecen no conocer la existencia de derechos propios, sea en el ámbito familiar, social, de pareja o laboral. Es habitual escuchar que aluden al desconocimiento de acuerdos y normas generales y/o sociales en función de su propio parecer imaginario.
Esta ambivalencia también en el criterio de valoración social, junto con la personalidad de base débil e inestable, crea una situación paradojal, con pocas posibilidades de una salida saludable.
Con este “combo” llegan al consultorio contando sus penurias y las propias trabas que se ponen para resolverlas. Las dificultades se expresan en problemas físicos, con una amplia mayoría de ahogos y taquicardias, contracturas varias y sobrepeso; estos problemas ocupan el primer lugar en el espectro de los padecimientos físicos asociados a la salud mental.
Dentro de los padecimientos psíquicos propiamente dichos, predominan las crisis de angustia, cuadros de ansiedad canalizadas de distintas maneras y depresiones, como consultas más frecuentes, seguidos por las somatizaciones. También se visualizaron situaciones de gran dramatismo, donde se mezclan una situación socio familiar conflictiva, a la que intentan contener con sus propios recursos, lo que las desborda; sintiéndose además  culpables por no poder contenerla.
Es particularmente notable la permeabilidad de esta población a incluir, en la forma que adopta su demanda individual, la problemática social al momento de su consulta. Revisando los datos, fue posible observar la incidencia de depresiones por la inmigración, desocupación y enfermedad de los familiares en la crisis del 2001. El agobio y cansancio, expresado en estados confusionales, que representaba ser el único sostén económico de la familia, porque sólo ella conservaba el trabajo mantenía a sus parejas, a sus hijos sin trabajo y a los nietos, a los padres con jubilación escasa, etc. En este momento es muy marcado el aumento de violencia de género en las familias (que incluye padres, hijos, nietos, parejas); así también las fobias sociales como respuesta al discurso violento con que se nutre en este momento de la sociedad.
Esta base de personalidad las lleva ingresar en severas crisis por las grandes contradicciones propias y externas que intentan armonizar a costa de su salud física y/o psíquica. Sienten que deben cumplir con todo y con todos y de acuerdo a normas y códigos muchas veces contradictorios en sí mismos, de los que a veces no tienen conciencia; por lo tanto no pueden parar a pensar y priorizar para orientarse en qué o cuál obligación tienen que cumplir y cuál pueden posponer y mucho menos tienen capacidad de negarse a realizar acciones que se les solicitan. Todas son vividas como prioritarias y absolutas, que deben ser cumplidas sí o sí. Parece no haber manera de satisfacer la demanda interna ni de satisfacer a los otros.
Este posicionamiento ante la vida es la puerta de entrada a todo tipo de violentamientos reales o simbólicos, que generalmente las consultantes resuelven forzando sus recursos físicos y psíquicos, incluso hasta económicos, y que culminan con el desarrollo de una enfermedad o asumiendo situaciones de riesgo sin conciencia de su cuerpo.
* Psicóloga. Admisora y auditora de salud mental Osdop-Sadop.
Fuente:Pagina12

“Buscan que la universidad sea un negocio”

La manifestación fue convocada por la propia Universidad de Córdoba, junto a la FUC y Adiuc.Masiva movilización en Córdoba en defensa de la educación pública y en rechazo al ajuste

Autoridades, docentes, alumnos y trabajadores de la UNC se movilizaron con apoyo de sindicatos y organizaciones sociales. “Somos los herederos de los estudiantes que marcharon en 1918 para que la universidad dejara de ser para unos pocos”, proclamaron.
La manifestación fue convocada por la propia Universidad de Córdoba, junto a la FUC y Adiuc. 
Desde Córdoba
“La universidad pública está en peligro. La educación no es una mercancía, es un derecho humano. Y esta gran marcha es el mensaje”, proclamó una de las oradoras, remarcando el verbo y la esencia de la movilización, parafraseando aquello de “el medio es el mensaje”, del filósofo Marshall McLuhan.
Las políticas de ajuste y desfinanciamiento del gobierno de Mauricio Macri a la educación pública, los padecimientos de los profesores, no docentes, alumnos e investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba fueron condenados a lo largo y ancho de una marea humana de más de cien mil personas que recorrió una decena de cuadras desde el Portal de la Reforma de la Ciudad Universitaria, hasta la Plaza Agustín Tosco, frente a la vieja (y cerrada) Casa Radical.
Entre las 15 y las 17, la multitud coreó las consignas al ritmo de la partisana Bella Ciao, aggiornada para el presidente argentino con el popular “¡Gato chau, chau, chau!”. O la más potente “¡Universidad/de los trabajadores/ y al que no le gusta/ se jode,/ se jode!”, cántico que tendió un fuerte lazo con la Reforma Universitaria, que este año cumple una centuria. “Nosotros somos los herederos de esa Reforma. De esos estudiantes que también marcharon en 1918 para que la universidad dejara de ser para unos pocos. Para que dejara de ser para la elite gobernante y terrateniente. Y ahora, 100 años después –tronó en los altoparlantes–, estamos marchando por las mismas calles y luchando contra un gobierno neoliberal que nos ha desfinanciado, que nos ajusta, que nos niega justicia en las paritarias y quiere que la universidad sea un negocio.”
Los oradores detuvieron la marcha unos momentos entre las cuadras en las que se erigen la iglesia de Los Capuchinos –con su imponente gótico– y el Arzobispado: dos de las sedes del poder de la iglesia católica, y a sólo metros de lo que fuera la Cárcel de Mujeres de El Buen Pastor: uno de los campos de concentración de la última dictadura.
“Esta es una marcha histórica, una marcha que abrirá la brecha de otras tantas en el país”, proclamaron bajo un sol terroso y con un viento que alborotaba banderas y cabelleras. Con el marco siempre festivo de los jóvenes, actores principales de las marchas por sus derechos, miles y miles de universitarios “haciendo historia” –como se leía en sus carteles– compartieron la movilización con las pibas y pibes secundarios de los colegios Manuel Belgrano y Monserrat, que también están soportando los paros docentes por desfinanciamiento. Todos marcharon junto a las autoridades de la UNC, como el vicerrector Pedro Yanzi Ferreyra (el rector Hugo Yuri envió su adhesión), profesores, no docentes y los miembros de los sindicatos y agrupaciones de derechos humanos y gremiales, como la CGT- Córdoba, la CTA, el Suoem de los municipales, la CGT-Nacional y Popular Rodríguez Peña, la UEPC de los maestros, el Cispren de los trabajadores de prensa, y la poderosa Luz y Fuerza: el gremio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), que lideró el legendario Agustín Tosco.
Ayer hubo un estrecho lazo que unió a la UNC con Luz y Fuerza, ya que se conectó la ausencia de paritarias docentes con los tarifazos y la embestida del gobierno local que está soportando la EPEC. “Quieren privatizarla, siempre han querido eso, pero no pasarán, no lo lograrán”, advirtieron.Tanto la empresa como sus empleados están siendo presa de ataques. Salvo para el que no quiere ver, privatizarla es un viejo sueño de la Unión por Córdoba de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. 
Entre los presentes se vio al diputado Pablo Carro, del Frente Córdoba Ciudadana, a Carmen Nebreda, y a la flamante decana de la Facultad de Artes, Ana Mohaded, sobreviviente de La Perla.
Cuando el acto terminó, sentados en la vereda y compartiendo un mate, Margarita, estudiante de Agronomía de 20 años, y Horacio de 18, “futuro abogado”, le dijeron a este diario que “la universidad debe seguir siendo para todos. No podemos volver para atrás. Acá vienen chicos de toda Latinoamérica”, dijo ella. “Todos tenemos derecho a estudiar. Y la universidad tiene un prestigio, un nombre, una historia”. Cerca, Lucía Balzi, estudiante de Psicología, sostenía un cartel escrito a mano en un cartón: “Docente luchando, también está enseñando”. Una síntesis que, ayer, más de cien mil cordobeses respaldaron.
En las redes sociales abundaron las adhesiones. Entre ellas, de los abogados Enzo Stivala, ex presidente del Colegio de Abogados; Alvaro Ruiz Moreno, sobreviviente de la última dictadura; y el periodista Angel Stival, quien escribió en su muro: “Soy profesor de Historia por la Universidad Nacional de Córdoba, pública y gratuita. Nunca imaginé que esta declaración fuera necesaria para defenderla de los ataques de un gobierno demencial que está desquiciando el país y empieza por la educación”.
El (buen) humor cordobés también se sumó. Uno de los comentarios más festejados fue el del diseñador gráfico Martín Eschóyez: “Soy Aragorn, hijo de Arathorn, heredero de Isildur, señor de los Dunedain, heredero del trono de Gondor, apodado Trancos, Capitán de los Montaraces del Norte. Vivo en la Tierra Media pero la verdad que debería ir para allá y ensartar con mi espada a todos los hijos de orcos que piensan que la educación no es un derecho sino un privilegio”.
Fuente:Pagina/12

miércoles, 22 de agosto de 2018

La movilización forzó el diálogo


Imagen: Prensa ATE Nacional
En el marco del paro provincial convocado por ATE en repudio a la represión a los trabajadores de Astillero Río Santiago, una multitud se movilizó hacia la gobernación bonaerense para acompañar a los empleados que defienden sus fuentes laborales frente al desguace del Astillero. La marcha de este mediodía logró abrir una mesa de diálogo con el gobierno bonaerense, pero los trabajadores confirmaron que mantendrán el acampe instalado ayer frente a la gobernación hasta conseguir respuestas a sus reclamos: reunión urgente con autoridad competente, frenar los descuentos que se consideran ilegales y el diseño de un plan productivo para el astillero. 
"En primera instancia, que no descuenten los conceptos que vienen descontando y a partir de ahí podemos comenzar el diálogo pero siempre con la mirada de que tenemos que reactivar el astillero con los 3.300 compañeros", advirtió el secretario general de ATE Ensenada, Francisco Banegas. 
La comitiva de los trabajadores fue encabezada por Banegas y recibida por el subsecretario de Coordinación Administrativa de la Secretaria General,  Alejandro Bottini. "Nosotros dejamos planteado una reunión urgente, que sea hoy, y que resuelvan los temas fundamentales", señaló el dirigente de ATE para dejar en claro que mantendrán el acampe y el estado de movilización hasta encontrar respuestas a sus reclamos: reunión urgente con autoridad competente, frenar los descuentos que se consideran ilegales y el diseño de un plan productivo para el astillero. 
Las calles de la capital bonaerense volvieron a ser colmadas por los empleados del astillero, hoy acompañados por decenas de sindicatos, dirigentes gremiales y políticos tras la represión ordenada ayer por el Gobierno de María Eugenia Vidal con camiones hidrantes, gases lacrimógenos y balas de goma. Tras los palos y las detenciones, el encargado de hablar públicamente en representación del gobierno provincial fue el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, quien aseguró que no hay planes de privatizar la empresa. 
ATE llamó ayer a un paro provincial al que también se sumaron los gremios docentes que condenaron la represión de la Policía Bonaerense. Al promediar la mañana, acamparon en plaza San Martín “en defensa de la soberanía naval” y desde ahí marcharon hacia la gobernación. “Repudiamos esta feroz represión que encaró la gobernadora María Eugenia Vidal ya que fue pensada. Había miles de policías dispuestos a iniciar esta represión premeditada. La gobernadora es la responsable por la acción y por las provocaciones”, destacó ayer el titular de ATE bonaerense y de la CTA Autónoma, Oscar de Isasi, al anunciar la medida. 
Los trabajadores del Astillero denuncian el vaciamiento en la planta naval, considerada “un emblema de la soberanía”. Según relatan, los contratos firmados por la gestión anterior se frenaron porque el macrismo no les dio curso, ignorando que se trata de compromisos asumidos por el astillero y por el país. Por otro lado, a pesar de ser una empresa del Estado bonaerense, el gobierno de María Eugenia Vidal continúa bloqueando las cartas de crédito del Banco Provincia para la construcción de remolcadores y mantiene atrasada una partida para compra de insumos que estaba asignada en el presupuesto de este año. 
Fuente:Pagina/12

martes, 21 de agosto de 2018

Hacia la disolución del poder político

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por Artemio López

“No habrá decisión económica que no requiera aprobación del FMI” 

El efecto central de la crisis desatada mediante acuerdos con el FMI en el fin de la convertibilidad –además del paisaje socioeconómico desolador, donde el 27,6% de la población argentina quedó en la indigencia– fue el colapso del vínculo entre representación política y ciudadanía, plasmado en el “que se vayan todos”. Néstor Kirchner reconstruyó los puentes con las grandes mayorías. “Kirchner recompuso la autoridad presidencial”, se reconocía. 
A menos de dos décadas de aquel desastre, el gobierno neoliberal vuelve a transitar el camino que propone acordar el diseño de política socioeconómica con el FMI. Sabemos por experiencia propia y ajena que entre las consecuencias no escritas pero inexorables de las “condicionalidades” del rescate del FMI –la organización lobista por excelencia de los acreedores de deuda– está el manejo del sistema de decisiones políticas. 
En Grecia, la denominada “troika” (Banco Europeo, Comisión Europea y FMI) hasta obligó al premier Alexis Tsipras a desconocer el referendo popular rechazando la continuidad de las políticas de austeridad y el rescate propuesto por los acreedores. Desencadenó así una profunda doble crisis –de gobierno y partidaria en Syriza–, precipitando el recomienzo del ajuste neoliberal, ruinoso para la economía y el pueblo griego. 
En Brasil, Dilma Rousseff, en su segundo mandato, entregó la economía al sector financiero encarnado por Joaquim Levy –banquero y ex funcionario del FMI–, que obligó a profundizar políticas ortodoxas. Sucedió una fuerte crisis económica, en el PT y caída vertical del poder y la popularidad de Dilma, que asumió con 70% de aceptación para, en menos de 24 meses, caer a un dígito. 
Señalaba Gilberto Maringoni, profesor de la Universidad de San Pablo: “El ajuste dejó de ser una opción para el gobierno. Es su propia razón de ser. Si el ajuste termina, el gobierno cae.La contracción, los recortes, el brutal superávit y toda la catilinaria del neoliberalismo heavy metal –que Dilma acusó a Aécio Neves de querer implantar– llegó para quedarse. No es Dilma quien nos gobierna. Es el ajuste”. 
¿Es necesario aclarar que  Macri no es la excepción a esta regla? Presenciamos la profundización del ajuste socioeconómico y la inevitable licuación del poder político. Aunque el enorme sistema de medios oficialistas edulcore el “nuevo rumbo” del Gobierno y hasta lo publiciten como de “mayor autonomía y pragmatismo”, lo constatable –por análisis comparativos internacionales y de historia nacional reciente– es que ya no habrá decisión económica ni política central que no requiera aprobación del FMI. Los recientes cambios en el gabinete demandaron su conformidad y ratifican la profundización del rumbo destinado a garantizar el pago de intereses de la deuda. Lo mismo sucede con la reciente calificación de “emergente” a la economía argentina. 
En el comunicado, Morgan Stanley Capital Internacional advierte: “Sin embargo, a la luz de los eventos más recientes que afectan la situación cambiaria del país, MSCI también aclara que revisaría su decisión de reclasificación si las autoridades argentinas introdujeran cualquier tipo de restricciones de acceso al mercado, tales como controles de capital o de divisas”
O sea, ante cualquier medida heterodoxa de control que introduzca el gobierno nacional, anulará la reclasificación. Se inicia la etapa de profundización del rumbo de ajuste ortodoxo ya sin excepciones como las del año 2017, cuando para enfrentar la coyuntura electoral el gobierno actualizó salarios, planes sociales, jubilaciones y pensiones en línea con la inflación, liberó obra pública y generalizó créditos y préstamos sobre segmentos medios y bajos. Esos “bemoles populistas” se acabaron con el rescate del FMI y la recategorización del Morgan. 
Se configura así una coyuntura de gravedad socioeconómica e institucional, escenario que históricamente condujo a callejones sin salida. Tal como sucedió con Tsipras en Grecia en el año 2015, Rousseff en Brasil en el año 2014, pero también con Alfonsín en 1989 y De la Rúa en 2001, hoy promediando el año 2018, ya no es Macri quien gobierna, nos gobierna el ajuste. 
 *Director Consultora Equis. (Fuente www.perfil.com). 
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El ajuste presupuestario sobre las universidades también afecta la infraestructura

Esta semana se harán abrazos simbólicos en varias universidades, tal como se hizo en Sociales el jueves pasado.
Obras paradas por falta de fondos
Al conflicto docente y a las demoras del Gobierno en el envío de partidas para gastos se suma la parálisis de las obras de infraestructura. Un informe del CIN señala que el 84 por ciento del financiamiento que tenía ese fin corresponde a obras no iniciadas o discontinuadas.
Esta semana se harán abrazos simbólicos en varias universidades, tal como se hizo en Sociales el jueves pasado. 
Imagen: Adrián Pérez
Mientras los profesores continúan en huelga para reclamar una mejora salarial y los rectores exigen que el Gobierno normalice el envío de fondos para gastos de funcionamiento, el ajuste presupuestario sobre las universidades se apoya en una tercera pata: la paralización de las obras de infraestructura. El 84 por ciento del financiamiento aprobado para obras universitarias corresponde a obras no iniciadas o con problemas de continuidad, y se calcula que involucran casi 4 mil millones de pesos. Los datos surgen de un relevamiento realizado por la dirección general del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). A partir de una muestra integrada por 35 de las 56 universidades públicas, el estudio afirma que sólo un tercio del financiamiento aprobado para obras de infraestructura corresponde a obras en funcionamiento, que avanzan con lentitud por los retrasos en los pagos que realiza el Gobierno. El resto del presupuesto corresponde a obras no iniciadas o paralizadas por decisión del Poder Ejecutivo. 
El informe fue presentado por el director general del CIN, Mario Lozano, ante el comité ejecutivo del consejo que reúne a los rectores de todas las universidades públicas nacionales, para informar sobre el estado de las obras de infraestructura del sistema universitario.
La falta de avances en las obras es uno de los principales reclamos de la comunidad académica desde principios de año, cuando la secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, anticipó que se aplicaría un recorte sobre el presupuesto universitario y que habría menos fondos disponibles para obras. Los rectores exigieron la continuidad de las obras en repetidas ocasiones, y el Gobierno se comprometió a acelerar la liberación de los fondos en una audiencia realizada en junio con representantes del CIN. A través de una nota enviada a Jefatura de Gabinete a fines de julio, los rectores insistieron con el pedido, pero hasta hoy no hubo cambios en la decisión oficial. 
El relevamiento indica que la inversión total prevista para obras en diferentes estados de ejecución es de más de 3200 millones de pesos. Un 15,7 por ciento de este monto se invirtió en obras que ya fueron terminadas, con algún certificado restante para la finalización, y otro 17,6 por ciento corresponde a obras que están en ejecución, pero a un ritmo más lento del previsto en más de la mitad de los casos, por retrasos en los pagos. 
El resto del financiamiento (67 por ciento) corresponde a obras que no están siquiera en ejecución y es el dato que más alerta a los rectores, que están acostumbrados a que la ejecución de las obras sufra demoras y que sus tiempos se alarguen, pero que señalan como “inédita” la cantidad de obras que no han podido ser iniciadas, o que ya empezadas debieron ser paralizadas, por que el gobierno nacional no liberó el dinero para pagar a las empresas contratistas.
Un 50 por ciento del financiamiento corresponde a obras directamente no iniciadas. Las obras iniciadas pero detenidas por falta de pago del gobierno nacional abarcan el 14 por ciento del financiamiento, y un adicional de 800 millones de pesos corresponde al financiamiento de obras proyectadas, con diversos grados de aprobación del proyecto, pero aún no licitadas.
Las obras que cuentan con financiamiento son las que se basan en aquellos proyectos que ya recibieron el apto técnico y financiero del Poder Ejecutivo. El primero señala que la obra es pertinente y que, por ejemplo, no presenta problemas de diseño. El apto financiero indica que el proyecto cuenta con fondos para ser ejecutado. Para la mayoría de las obras (71 por ciento), los fondos provienen de un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), por lo que el argumento de “falta de fondos” no convence. “Sorprende la gran cantidad de obras que no han podido comenzar por una decisión más tardía del gobierno nacional”, señala el informe.
“Las obras son necesarias, especialmente para las universidades más nuevas, que empezaron a funcionar hace cinco o diez años. Necesitan sí o sí estas obras para continuar y poder acompañar su crecimiento en cantidad de carreras, y por lo tanto, de docentes y estudiantes. También está el caso de instituciones más antiguas, como por ejemplo la Universidad Nacional de las Artes, que sufren problemas edilicios y deben salir a alquilar otros espacios, lo que les genera un agujero financiero todos los años”, explicó el director general del CIN, Lozano, ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Las obras paralizadas tienen un impacto directo en la calidad de las condiciones educativas que afectan a los alumnos y de las condiciones laborales en que se desempeñan trabajadores docentes y no docentes. La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) alertó por la paralización de la construcción de laboratorios y comedores estudiantiles, la UNQ tiene pendiente la finalización del Aula Magna y la construcción de un nuevo comedor. En la Universidad Nacional de Río Negro está demorada la segunda etapa del Hospital Escuela de Odontología de Allen, que incluía nuevas aulas y un laboratorio, y la lista sigue.
Lozano remarcó que el Gobierno se había comprometido a abordar el conflicto salarial con los docentes y avanzar en un acuerdo paritario. Lejos de eso, la falta de avances profundizó el malestar en los gremios y, por la continuidad del paro nacional, está en riesgo la cursada del segundo cuatrimestre. Y el mes que viene, con el tratamiento del presupuesto 2019 en el Congreso, se abrirá un nuevo foco de disputa. “Prevemos una serie de conflictos ante el debate por el presupuesto del año que viene, que ya se estima muy alejado de las necesidades de las universidades. Hay un conflicto, y va a tener que resolverse de alguna manera”, afirmó Lozano. El CIN ya le hizo saber al Gobierno que, sobre el presupuesto actual que ronda los 100 mil millones de pesos, necesita un incremento de al menos el 30 por ciento.
Informe: Inés Fornassero.
Fuente:Pagina/12

“Aunque el mundo se termine mañana, yo plantaré mi manzano”


Imagen: Abuelas de Plaza de Mayo
Se fue sin encontrar a Clara Anahí. No pudo cumplir el sueño que soñó cada segundo de sus últimos 42 años. Pero deja un vendaval de enseñanzas, un manual de coherencia y tenacidad que la transformaron en uno de los principales íconos de la lucha por “Memoria, Verdad y Justicia”. Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció anoche a los 94 años. Días atrás nos había recibido en su casa y la palabra esperanza fue la más repetida de la conversa. “Nunca hay que bajar los brazos”, sentenció, con un optimismo a prueba de balas, desilusiones y achaques físicos y mentales.
Chicha habla claro, pausado, y pide perdón cuando la memoria le pone obstáculos al relato. Se acerca la fecha de un nuevo cumpleaños de Clara Anahí (fue el pasado 12 de agosto) y se impone la pregunta sobre las sensaciones que la atraviesan: “A veces siento un gran desaliento, porque siempre pienso: ¿y si hubiera hecho esto? ¿Y si fallé no haciendo lo otro? ¿Pude haber hecho más? Una siempre quiere hacer más. Sale a la mente, al corazón, lo que no se pudo hacer. Son épocas muy difíciles, a esta altura cuando vos sabés que no podés hacer tanto como antes. Pero igual se puede hacer, así que lucho desde aquí. La esperanza nunca la hemos perdido. La esperanza siempre está”.
Clara Anahí Mariani Teruggi tenía tres meses cuando fue secuestrada y desaparecida, el 24 de noviembre de 1976, durante un operativo que supervisó personalmente Miguel Ángel Etchecolatz, entonces director de investigaciones de la Policía Bonaerense.
Ese día, el descomunal despliegue de fuerzas militares y policiales irrumpió en la casa de Diana Teruggi y Daniel Mariani, en las calle 30 entre 55 y 56 de La Plata. Allí también funcionaba una imprenta clandestina del periódico Evita Montonera. Fueron asesinados Diana y otros cuatro militantes. Diana fue acribillada por la espalda y cayó cubriendo con su cuerpo a su pequeña hija Clara Anahí. La casa es hoy un Sitio de Memoria y conserva las huellas de la ferocidad repesiva.
María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani comenzó ese día la eterna búsqueda de su nieta. Fue una de las fundadoras y segunda presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. En 1989 se fue de la organización y creó la Asociación Clara Anahí.

-¿Cómo hiciste para no bajar los brazos después de tantos años sin respuestas?
-Las heridas que se ocasionaros, los sufrimientos, a veces las alegrías también, te van formando una personalidad muy especial. Mirá, a veces escondo la cabeza debajo de la almohada y lloro ahí. Pero todo lo que despierta la búsqueda, la sensación de injusticia de lo que una ha tenido que sufrir, te da unas alas que ninguna otra cosa te puede dar. Es como un motor que se lleva junto con todo lo que una perdió. Lo que te da el amor, el amor que sale de lo más profundo. La fuerza que tenés es el amor por los nuestros y los ajenos.
-¿Qué aprendizajes o enseñanzas de vida te gustaría trasmitir?
-Que nunca hay que bajar los brazos. Y estar siempre alerta, jamás permitir que se viole un derecho humano porque detrás vienen otros. Educar a los chicos, hacerlos partícipes de los problemas. No dejar que la inercia o el cansancio o la decepción nos abarque. Y no parar nunca, esa ha sido una premisa en mi vida. Siempre se aprende, no hay que cerrar nunca ningún camino, hay que hacer todo lo que se pueda, hasta el final.
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Cada tanto a Chicha se le escapa un ¿dónde está Clara Anahí?, la pregunta omnipresente en sus días y sus noches. “En cada segundo”, aclara. Y reafirma la ilusión que nunca abandonó: “Yo siempre pienso que la voy a encontrar, la busco tanto y de tantas maneras que tengo la esperanza… Sí, yo pienso que la voy a encontrar”.
Algún día Clara Anahí va a aparecer. Y desde algún lado se asomará la sonrisa de esta enorme mujer que hizo de la esperanza una bandera, y que, días antes de emprender el viaje eterno, nos regala como despedida aquella frase de Martin Luther King que aferró como lema de vida: “Aunque el mundo se termine mañana, yo plantaré mi manzano”.
Fuente:Pagina/12

viernes, 17 de agosto de 2018

El ocaso de la ilusión del emprendedor


Rappi y Glovo operan como plataformas virtuales que vinculan a clientes y vendedores mediante mensajeros.Las apps de mensajería Glovo y Rappi desembarcaron en el país con el discurso de que cada trabajador pueda ser su “propio jefe”. Pero, sin control estatal, terminaron imponiendo un modelo de precarización que afecta especialmente a los jóvenes.
Rappi y Glovo operan como plataformas virtuales que vinculan a clientes y vendedores mediante mensajeros. 
En el horizonte aspiracional promedio siempre flotó la idea del emprendimiento personal por fuera de toda atadura o subordinación laboral. El “ser jefe de uno mismo” cristalizado en el deseo de ponerse una juguera frente al mar como la madre de todos los clisés similares. Desde mayo, dos empresas internacionales de comercio electrónico desembarcaron en Argentina con el supuesto propósito de facilitar ese anhelo, al punto de que ambas proponen, justamente, que seas “tu propio jefe”. Solo que con una pequeña adulteración del contrato moral: el emprendimiento lo componen ellos y vos sos simplemente el engranaje que mueve la maquinaria. 
Rappi y Glovo son dos sistemas de comercio electrónico que funcionan como plataformas que enlazan la triangulación entre un cliente que busca un producto, un vendedor que lo realiza y –lo más importante– un sujeto que lo traslada desde el punto A de fabricación hasta el punto B de consumo. Rappi es de Colombia, Glovo de España. Y a pesar de que ambas se jactan de su innovación, no le ofrecen a Argentina nada nuevo: eso que hacen muchachos y muchachas en bicicleta con chirriantes indumentarias fluorescentes ya existe desde hace décadas bajo el nombre de mensajería.
La novedad, en todo caso, es que ahora la intermediación entre empresa y trabajador no es cara a cara, sino a través de una aplicación. Los aspirantes deben bajarse la app, ingresar breves datos y esperar a ser convocados a una capacitación que opera como filtro. Superada esta instancia, el resto del vínculo será virtual. La plataforma indicará de dónde hasta dónde viajar, a quien contactar y cuánto cobrar. En ningún caso el trabajador tiene la posibilidad de reclamarle a nadie de carne y hueso. Solo le queda la opción de rechazar viajes, aunque al precio de ser “bloqueado” durante un tiempo en el cual se le impedirá tomar nuevos pedidos, incluso cuando sigan llegándole al teléfono, ya sin posibilidad de contestarlos.
Es decir que la oferta de “manejar tus propios” horarios entraña considerandos y engañifas desleales para la parte más débil, compuesta por muchachos y muchachas librados a la precarización de una empresa que los maltrata y de un Estado que –difícilmente de manera inocente– aún no regula con precisión actividades como éstas o las de su hermano mayor, Uber, expandido en Argentina de hecho, a pesar de que en los papeles no es ciento por ciento legal.
Además, claro, de que tanto Glovo como Rappi se desligan de compromisos básicos que debería afrontar todo empleador, como el pago de ART, cargas sociales, jubilación, antigüedad y otros. Pese a ello, las compañías conservan facultades propias de un patrón, como las de establecer unilateralmente los valores del pago por servicio e incluso mecanismos perversos, como el mencionado bloqueo. ¿Quién es el jefe, al final?
Por eso, el mes pasado Buenos Aires se desayunó la inédita noticia de que por primera vez en este país trabajadores de aplicaciones virtuales se proclamaran en huelga. Fueron los de Rappi, convocados en el domicilio fiscal de la sucursal argentina de la empresa, en la calle Castillo del barrio de Chacarita. Ahí se acantonaron decenas de muchachos y muchachas vestidos de naranja encendido, quienes dejaron a un costado sus bicis y las mochilas térmicas que a veces cargan con pesos indecibles para exigir que los atendiera algo que no fuera una plataforma virtual. Algo similar había sucedido en mayo en Bogotá.
Uno de los reclamos apuntaba contra un extraño vericueto mediante el cual Rappi decidía pagarles más a los nuevos “rappitenderos” en detrimento de los viejos, con el propósito de lograr mayores aspirantes y, en consecuencia, aumentar la mano de obra precarizada. Mientras algunos delegados elegidos en la vereda ingresaron al edificio para discutir, la empresa les ofrecía a los que no estaban protestando un aumento de la ganancia por viaje de los 35 pesos originales a 60. La idea era desactivar la medida de fuerza y licuar todo intento de organización colectiva.
Las estrategias de Rappi para seguir construyendo su ilusión siguen mezclando iguales dosis de esmero y obviedad: en la cuenta @RappiArgentina hay decenas de mensajes de supuestos clientes agradeciéndole a la empresa los servicios prestados. Sus trabajadores, en su mayoría jóvenes con necesidades económicas apremiantes y sin mejores posibilidades laborales que esta pseudoexplotación, no opinan lo mismo. 
El fundador de Rappi fue el colombiano Fernando Sierra, una de las figuras de lo que los gobiernos neoliberales intentan postular como emprendedores. “Su misión era inspirar a la mayor cantidad de gente a alcanzar cosas grandes”, dijo días atrás Daniel Blandón, su socio en distintos proyectos. Mientras en Buenos Aires los rappitenderos iniciaban sus protestas, Sierra moría arrollado por un auto a la salida de un casamiento. Penosa muestra de que con inspiración no alcanza para vivir, estés arriba o abajo de la pirámide.
Fuente:Pagina/12