sábado, 30 de marzo de 2013

El conflicto docente o el juego del Gran Bonete

Sin clases en la provincia

El problema del no inicio de clases en la provincia de Buenos Aires pasa de unos a otros entre el gobernador Scioli y los dirigentes de los gremios. En medio de acusaciones cruzadas, nadie parece hacerse cargo. Pero de fondo, aparece una discusión: la gestión ineficiente de los estados provinciales a la hora de establecer prioridades presupuestarias.



Concluye marzo y los pibes de la provincia de Buenos Aires todavía no pudieron tener sus clases con normalidad. Y la pelota, como en el juego del Gran Bonete, pasa el problema de unos a otros entre el gobernador Daniel Scioli y los dirigentes de los gremios docentes, entre ellos Roberto Baradel, titular del Suteba. ¿Pero a quién le corresponde realmente solucionar la cuestión?

“Cada uno tiene sus responsabilidades. Yo tengo que administrar lo mejor posible…Yo no soy una persona improvisada. La gente me ha renovado la confianza hace un año y soy el gobernador más votado de la historia de la provincia -aseguró Scioli a principios de semana-. El paro docente es salvaje. No voy a pisar el palito de las provocaciones… Algunos están con actitud de decir ‘provoquémoslo a ver si reacciona’ y yo voy a reaccionar como siempre reacciono: trabajando, buscando soluciones… No les estoy pidiendo que vayan a dar clases como sea, hemos llegado a un aumento de 22,6%, que son más de 14 mil millones de pesos para la provincia de Buenos Aires”.

Baradel, secretario general de Suteba, cruzó de inmediato esas afimaciones y criticó la decisión del gobierno provincial de gastar cerca de 850 mil pesos en su participación a través de seis stands y de publicidad para la muestra Expoagro. “Cuando a uno le sobra, no hay problema, pero el gobierno bonaerense tiene que priorizar los gastos”, concluyó.
"Nacionalizar o provincializar el tema parece ser la cuestión. Pero lo cierto es que mientras la mayoría de las demás provincias resolvió las paritarias docentes, los alumnos y alumnas del estado con mayor presupuesto de todo el país no puede poner fin a un problema que es de vital importancia."

Pero quién tiró la pelota afuera, en realidad, fue su flamante operador político, el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien criticó a la Presidenta por no asistir a la provincia de Buenos Aires ante el conflicto docente y dijo: “Cuando asumimos el Gobierno, que había problemas de paro docente, mandamos el dinero a las dos provincias y fuimos para allá. Eso lo hicimos el primer día que asumimos. Felipe Solá en un momento tuvo problemas con los docentes porque los recursos que el Gobierno nacional le mandó no le alcanzaban, entonces el Gobierno nacional le mandó más dinero para terminar el conflicto”.

Y allí ardió Troya. Los intendentes bonaerenses firmaron una solicitada en la que pidieron la rápida solución del conflicto y salieron a terciar en la cuestión. Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, fue contundente: “Scioli es quien tiene la máxima responsabilidad de resolver el problema. Las diferencias no son tan contundentes para que podamos llegar a esta situación. Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner han aportado los recursos para que la educación esté en un nivel importante y muchos municipios también estamos contribuyendo en la educación, a través de la inversión en infraestructura en las escuelas”.

Por último, quien también contradijo a Scioli, fue el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, presidente de la Federación Argentina de Municipios, “el gobernador es el responsable de resolver el conflicto docente. Le pedimos a las dos partes que flexibilicen sus posiciones para que los chicos vuelvan a la escuela”.

Nacionalizar o provincializar el tema parece ser la cuestión. Pero lo cierto es que mientras la mayoría de las demás provincias resolvió las paritarias docentes, los alumnos y alumnas del estado con mayor presupuesto de todo el país no puede poner fin a un problema que es de vital importancia para el desarrollo económico y social de millones de bonaerenses. Y esta discusión se enmarca, justamente, en un debate mucho más profundo que se debe producir en la política argentina: la relación entre las administraciones nacionales y las provinciales. Los estados locales también deben hacer de la gestión superavitaria una premisa de gobierno. Y deben optar entre qué opciones gastar las partidas presupuestarias. 
Fuente: Telam

viernes, 29 de marzo de 2013

Más cerca de la vacuna contra el SIDA:La creación de una vacuna para el subtipo BF del virus HIV se acerca a partir del desarrollo de nuevos conocimientos al respecto por parte de un equipo médico argentino.



Los pasos que conducen a la vacuna contra el SIDA no se avizoran mediante anuncios revolucionarios, sino con la generación de nuevos conocimientos concretos, que son determinantes para poder acabar con el desarrollo de esta enfermedad infecciosa.
Gracias al trabajo con modelos animales en ratones, los científicos observaron las respuestas inmunes frente a los antígenos (sustancias que inducen la formación anticuerpos e inmunidad mediada por células en el huésped) específicos de las variantes BF del virus VIH.
Los trabajos de investigación fueron realizados por el equipo de la Dra. Magdalena Gherardi, investigadora independiente del CONICET y de la Universidad de Buenos Aires en el Instituto de Investigaciones Biomédicas y Retrovirus (INBIRS: ex-CNRS), quien dirigió un grupo interdisciplinario con otros equipos coordinados por la Dra. Gabriela Calamante del INTA-Castelar y el Dr. Horacio Salomón. A ellos se sumó el Dr. Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología de España.
En diálogo con EL OTRO MATE, la doctora Gherardi explicó que “esta variante surgió por combinación de un virus subtipo B y otro subtipo F, y por lo tanto tiene en su genoma partes de uno y de otro”. En Argentina aproximadamente el 50% de las infecciones son causadas por variantes derivadas del subtipo BF, mientras que la otra mitad son causadas por virus del subtipo B”.
La investigación consistió en inmunizar a los ratones con vacunas experimentales que tienen especificidad para las variantes de Estados Unidos y Europa (B), o para las variantes BF, para ver cómo y en qué medida podría impactar la especificidad frente a los distintos subtipos.
“Logramos demostrar que mezclando antígenos del subtipo B junto con las variantes BF podríamos provocar una respuesta inmune más amplia con posibilidad de abarcar ambos tipos, también describimos que mediante la coadministración junto con los antígenos de determinadas moléculas adyuvantes (como las citoquinas IL-12 y GM-CSF), es otra forma de incrementar la amplitud de las respuestas generadas tras las vacunaciones”,  destaca Gherardi.

Investigadoras del equipo
Datos que brinda la Organización Mundial para la Salud son alarmantes, desde la detección del HIV en 1982, 53 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas y casi 20 millones murieron a causa del SIDA. Actualmente, son 34,3 millones de portadores que conviven con el virus.
Este proyecto se gestó en el INBIRS a partir de la inquietud del equipo del Dr. Horacio Salomón, luego de haber descripto las primeras formas recombinantes BF de HIV en Argentina, sobre el impacto de las mismas para el futuro desarrollo de una vacuna.
Luego de una experiencia fuera de Argentina, Magdalena Gherardi lideró la implementación de estas líneas de investigación en el INBIRS, al ser incorporada al instituto.
El trabajo contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el CONICET, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Programa de Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica entre España e Iberoamérica (PCI).
“Los próximos pasos consistirían en aplicar lo que hemos probado en ratones en el modelo de macacos, pero de ninguna manera podríamos aplicarlo a seres humanos tal cual como está. Este modelo es de utilidad, ya que los monos pueden ser infectados con el SIV, un retrovirus específico de macacos que produce una enfermedad similar a la del HIV en humanos. El proyecto podría seguir desarrollándose si se estableciera una colaboración a nivel internacional y se obtuviese financiación de organismos internacionales.
En conclusión, la experimentación que hemos realizado hasta el momento es una investigación básica, cuyos resultados podrán ser utilizados para tener en cuenta cuando se haya generado a nivel mundial una estrategia de vacunación efectiva frente a HIV”, pronosticó Gherardi.

Realizando el ensayo de Elispot
Nota: EL OTRO MATE
Foto: Magdalena Gherardi

jueves, 28 de marzo de 2013

A Dios rogando y con el mazo dando – Habemus la séptima corrida contra el peso desde el 2007

Por artemio Lopez

Durante esta semana, los sectores del poder económico profundizaron la séptima corrida contra el peso que soporta Cristina desde octubre de 2007. Sin embargo, el control de cambios impuesto por el Gobierno es una medida eficaz que impide la fuga de capitales con reservas, producto del esfuerzo colectivo.



No se apagaba aún el colorido debate entre dirigentes e intelectuales metropolitanos generado ya no por motivos terrenales sino por la designación del Papa (¡wow!), cuando, dejando de lado “apenas un momentico” la emoción vaticana que los embargaba, los sectores del poder económico y sus gurúes profundizaron la séptima corrida contra el peso que soporta el gobierno de Cristina desde octubre de 2007.

La cotización del llamado dólar blú llegaba así a su cénit superando los 8 pesos, el florido precio que establecieron para su transa los dueños de la timba ilegal, cuyas operaciones sumadas no totalizan el monto requerido para comprar el pase de Riquelme, roto como está.
"Manipulado por grupos de presión, el dólar ilegal y la brecha resultan recursos de baja operatividad comparados con las fugas anteriores."

Dijimos ya que hubieron antes de la que cursa en estos días papales y desde las elecciones de octubre de 2007 seis grandes corridas contra el peso que supusieron, antes del control oficial sobre la divisa, la fuga de más de 60.000 millones de dólares, el equivalente casi al 150% de las reservas del país. Al respecto, en el libro Economía a Contramano de Alfredo Zaiat se observa el período y magnitud de las seis corridas desestabilizadoras registradas contra el gobierno de Cristina Kirchner, favorecedoras de la caída en la generación de empleo y el aumento de precios.

1- Elecciones presidenciales 2007, duración: jul. 2007-octub. 2007. Monto fugado: 7.131 millones de dólares.
2-Crisis de "el campo", duración: abr.2008-jul. 2008. Monto fugado: 10.393. millones de dólares.
3- Caída de Lehman Brothers, duración: sept. 2008-oct. 2008. Monto fugado: 6.561 millones de dólares.
4- Fin AFJP, crisis internacional, elecciones jun. 2009, duración: dic. 2008-jul. 2009. Monto fugado: 13.784 millones de dólares.
5- Crisis Redrado en el BCRA, duración: ene. 2010, abr. 2010. Monto fugado: 5.262 millones de dólares.
6- Elecciones presidenciales 2011, duración: abr. 2011-oct. 2011. Monto fugado: 17.545 millones de  dólares.
El total de la fuga de capitales entre mediados del año 2007 y fines de 2011resulta entonces de 60.676 millones de dólares. ¡Esta es la fiestita que extrañan los librecambistas!

El imprescindible y exitoso control de cambios impuesto por el Gobierno,  al que los especuladores bautizaron como “cepo al dólar”, impidió finalmente que el ataque al peso supusiera financiarle la fuga de capitales con reservas, producto del esfuerzo colectivo.

Así las cosas, como mecanismo de presión sobre el peso, se creó esta vez el dólar ilegal, y para regular la presión del torniquete se difunde por los medios opositores y con simpática furia la denominada “brecha” entre el dólar legal y el que promueve el hampa financiera, brecha que, según agitan los medios opositores, “no para de subir” y al cierre de esta columna trepaba al 71%. (¡A la pipeta!)

Manipulado por grupos de presión, cuyo fin es generar una situación de caos en el mercado promoviendo una devaluación para apropiarse del excedente económico, más allá de su fuerte propalación en los medios opositores, el dólar ilegal y la brecha resultan recursos de baja operatividad comparados con las fugas anteriores.

Se trata de un recurso defensivo y de segundo orden respecto de los ataques especulativos pasados que muestran la creciente debilidad de la oposición en sus expresiones diversas: económicas, políticas y mediáticas.

Obviamente el Gobierno no alterará el rumbo de la política económica que tantos y tan buenos resultados ofrece en materia socioeconómica desplegando el mayor ciclo de crecimiento económico de que se tenga memoria estadística, de un 7,2% promedio entre 2003 y 20012 como se observa en el gráfico:



Pero no basta crecer. El modelo que los especuladores pretenden desestabilizar mediante el módico dólar ilegal y la famosa “brecha” resultó también muy eficaz en su capacidad de generar empleo, disminuir la pobreza y la indigencia y distribuir el ingreso.

En efecto, el modelo socioeconómico que conducen políticamente Néstor y Cristina Kirchner a partir de mayo de 2003 quitó de la indigencia a once millones de personas, el equivalente poblacional de Córdoba, Santa Fe, Capital Federal y Tucumán, sumados, arranco de la pobreza a  dieciséis millones, equivalente a la población bonaerense completa y creó cerca de cinco millones de puesto de trabajo.
"El modelo que los especuladores pretenden desestabilizar mediante el módico dólar ilegal y la famosa “brecha” resultó también muy eficaz en su capacidad de generar empleo, disminuir la pobreza y la indigencia y distribuir el ingreso."

En lo que respecta a la desigualdad, Florencia Médici (UBA, CEIL-CONICET) y Melina Mallamace (UNLP) en su reciente estudio Los indicadores que no miran, muestran que La Argentina presenta el menor coeficiente de GINI en relación a sus vecinos, destacando una reducción extraordinaria del 20% en el lapso comprendido entre los años 2003 y 2012, siendo el menor de la región (0.39 en el tercer trimestre del 2012). 

Al tiempo que generó empleo, el modelo de crecimiento económico con inclusión social, tipo de cambio competitivo y matriz productiva diversificada, protegió los puestos de trabajo obtenidos de manera muy eficiente: en medio de la mayor crisis capitalista desde inicios del siglo pasado, la decisiones de política económica tomadas por Cristina Kirchner bajaron el desempleo del 8% en el año 2008, cuando la caída del Lehman Brothers Holdings Inc., al 5,9% en el último trimestre de 2012. 

Contrario sensu, la ideología neoliberal que mueve a los manipuladores del dólar ilegal, cuando gobernó, en medio de la crisis del Tequila (una mini crisis comparada con la actual), hizo estallar el desempleo que, entre los años 1994 y 1995, pasó del 10,7% al 18,4% ¡en solo doce meses!
Si solo por un instante imaginamos los resultados de la devaluación que supone la cotización que el hampa financiera asigna al dólar ilegal, la caída  vertical del consumo interno que supondría dispararía la tasa de desempleo por sobre el 10% en un semestre, en tanto la pobreza e indigencia se duplicarían.

Para determinar los efectos catastróficos de las devaluaciones sobre la población con ingreso fijo, no imaginemos nada, solo miremos ejemplos de nuestra historia reciente.

Al respecto, Martín Romeo director de proyectos de Consultora Equis sostiene:

En 2002 se propuso una “devaluación ordenada” de 1,4$ = 1 u$s. La inflación acumulada del 1° semestre de esa “salida ordenada” fue de 30,5%; 39,2% en alimentos y 49,9% en canasta básica. El poder adquisitivo general cayó un 23,8% (26,5% para los trabajadores en negro).

La línea de pobreza en personas de fin de 2001 que era 38,3% pasó a 53,0%; o sea, aumentó un 38%. La línea de indigencia en personas pasó de 13,6% a 24,8%; o sea, aumentó un 82%.

Lejos de esta alternativa devaluacionista, el Gobierno nacional insiste en sostener el empleo y el consumo doméstico. Esta semana hubieron dos grandes novedades en esta dirección.

La primera es que durante el primer mes de este año la economía creció un 3,2% contra un 1,9% de 2012, lo que permite mantener las expectativas de crecimiento anual en 4,5%, que señalara no solo el oficialismo sino economistas de conocida trayectoria como Miguel Bein.

Por otro lado, Cristina Kirchner informó que se construyen 400 casas por día a través del Plan Procrear, el emblema de las políticas públicas para el sostenimiento del empleo, tras un año 2012 de notables restricciones en la creación de nuevos puestos de trabajo, como se observa en el cuadro que muestra el dinamismo en la generación de empleo en la última década.
 


En esta perspectiva de dinamizar la generación de empleo, que a nuestro juicio es el tema central y excluyente del año 2013, la consolidación de las primeras 30.000 viviendas ejecutadas es una gran noticia y muestra el buen ritmo de realización del Plan PROCREAR, cuyo tramo 2012-2013 supone un objetivo de 100.000 viviendas realizadas.

Recordemos que en materia de empleo la conclusión del tramo anual del PROCREAR genera 300.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos, supone 4,3 puntos porcentuales adicionales de inversión y agrega 1,5 puntos de crecimiento del PBI.

Finalmente, mientras Cristina Kirchner se esfuerza por encontrar alternativas que sostengan el consumo y el empleo en un contexto internacional y regional de fuertes restricciones, los medios opositores y los políticos por ellos editorializados cierran filas con el hampa financiera y sus gurúes, promoviendo la devaluación mediante la nueva criatura modelo 2013: el dólar ilegal. Así les fue y les irá. 
Fuente: Telam

lunes, 25 de marzo de 2013

La vida secreta de los economistas del sistema


 

Micah Uetricht 
 

 

Los conflictos de interés en esta deprimente disciplina son más corrientes de lo que parece.
Si los norteamericanos supieran que algunos de los economistas que defienden públicamente las desregulaciones financieras que contribuyeron a desencadenar la Gran Recesión se aprovecharon de su instauración ¿se sentirían más concernidos por ellas?
Es difícil saberlo, porque en las editoriales y apariciones públicas, los economistas académicos no suelen revelar sus inversiones en, o contratos con, instituciones financieras privadas, que podrían influir en sus recomendaciones políticas. Pero desde que dos investigadores expusieron una serie de potenciales conflictos de interés entre miembros de su profesión, los economistas están ahora, por primera vez, tomando en consideración reglas éticas que los obligarían a divulgar cualquier conexión entre sus finanzas personales y las políticas públicas que ellos defienden
El año pasado los economistas Gerald Epstein y Jessica Carrick-Hagenbarth, de la Universidad de Massachusetts Amherst, publicaron un trabajo titulado "Economistas financieros, intereses financieros y rincones oscuros de la mezcla". Sugerían una causa de la crisis hasta entonces no explorada: los economistas no vieron venir el colapso porqué muchos de ellos se estaban beneficiando de las políticas que llevaron al desastre. "los economistas, como muchos otros, tenían incentivos perversos para no reconocer la crisis" escriben Epstein y Carrick-Hagenbarth en el trabajo que ha sido publicado por el Instituto de Investigación de Economía Política, de tendencia izquierdista, de su universidad.
El estudio examinaba a 19 economistas financieros, académicos y anónimos, cuyas opiniones han sido prominentes en los medios de comunicación durante la promoción de reformas financieras antes y después del colapso del mercado. Trece de los académicos tenían intereses o contratos con instituciones financieras, cuyas inversiones podían aumentar de valor si y cuando las sugerencias de los economistas se convertían en política. Ocho de estos trece no revelaron dichos conflictos de interés.
Epstein dice que el silencio de los economistas acerca de los peligros de la desregulación puede atribuirse en parte a los intereses económicos de dichos académicos. "Si eres un economista financiero y ganas miles de dólares trabajando para una firma financiera y pueden estar menos inclinados a emplearte si te pronuncias públicamente a favor de una reforma financiera, te lo piensas dos veces antes de promover dicha reforma".
En 2006, la Cámara de Comercio de Islandia pagó a Frederic Mishkin, profesor de la Columbia Business School y ex gobernador del Consejo de Administración de la Reserva Federal, 124.000 $ por participar en un estudio sobre la situación financiera de Islandia, en el cual explicó muchos de los factores que pronto iban a hacer implosionar la economía del país. El documental Inside Job, galardonado con un premio de la Academia del cine, explica que, en su currículum vitae,  Mishkin cambió el título del estudio "Estabilidad financiera en Islandia" por el de "Inestabilidad financiera en Islandia".
La American Economics Association (AEA), la organización profesional de economistas académicos, no tiene reglas éticas que prohíban o requieran la manifestación de este tipo de conflictos de interés, más allá de algunos requerimientos respecto a trabajos presentados al periódico de la organización. De hecho, normalmente el organismo no tiene ningún tipo de código ético oficial.
Epstein y Carrick-Hagenbarth distribuyeron una carta en Enero, firmada por casi 300 economistas, haciendo un llamamiento a la creación de tal código. "Creemos que sería un paso importante y necesario para reforzar la credibilidad y la integridad de la profesión", decía la carta.
Parece que ha tenido algún efecto. En su Conferencia de Enero en Denver, la AEA anunció la creación de un comité para desarrollar reglas éticas. (Irónicamente, la identidad de los miembros del comité se ha mantenido secreta, aunque, según Epstein, el organismo va a desvelar sus nombres en un futuro próximo). Representantes de la AEA declinaron hacer comentarios sobre el progreso del comité.
Otras ciencias sociales, como la sociología, tienen cláusulas éticas que requieren una claridad total acerca de conflictos de interés potenciales en discursos públicos, artículos y publicaciones académicas. Desde luego, Epstein sabe que un código ético para economistas no reparará la economía del país. Pero su reclamación es un paso hacia políticas financieras más morales. "Un código ético no es una panacea", dice. "Pero puede ayudar a crear un entorno en el que la economía y los economistas puedan considerarse más resposables"

Micah Uetricht, antiguo editorialista de In These Times, es miembro de la redacción de la revista electrónica de Chicago Gapers Block y Campus Progress. También ha escrito para Alternet, YES!, Labor Notes, Truthout.org, and The Indypendent. Vive en Chicago y puede contactarse en micah [dot] uetricht [at] gmail [dot] com.
Traducción para www.sinpermiso.info: Anna Maria Garriga Tarré

domingo, 24 de marzo de 2013

QUIENES FUERON Y QUE HICIERON LOS COLABORADORES DE JOSE ALFREDO MARTINEZ DE HOZ The unforgettable Joe’s band



Manejaron la economía en los años nefastos de la dictadura. La mayoría se llamó a silencio durante el gobierno de Ricardo Alfonsín. Con Carlos Menem tuvieron un regreso con gloria. Algunos murieron, otros pasaron a la actividad privada y varios debieron rendir cuenta de sus actos ante la Justicia.

Por Néstor Restivo
Ahora que el superministro del ’76 murió y se cumple un aniversario del golpe de Estado, vale recordar a quienes manejaron la política económica de ese tiempo nefasto. Muchos habían participado en previas dictaduras y algunos abrevado en el Club Azcuénaga, círculo de intelectuales, políticos y economistas conservadores que promovían Jaime Perriaux y el general Hugo Miatello. También, en centros de estudios de economía liberal desde los cuales asaltaron al Estado. El 29 de marzo de 1976 juraron todos ante Martínez de Hoz y Videla, que no se perdió la ceremonia.
Los secretarios fueron: de Hacienda, Juan Alemann; de Programación y Coordinación, Guillermo Walter Klein; de Industria, Raymundo Podestá; de Agricultura y Ganadería, Mario Cadenas Madariaga; de Energía, Guillermo Zubarán (muerto en un accidente aéreo de 1979); de Comercio Exterior, Alberto Fraguío, luego sucedido por Alejandro Estrada; de Comercio Interior, Guillermo Bravo; de Obras Públicas, Federico Camba (bautizó “Aramburu” a una de las autopistas que mandó construir); de Recursos Naturales, Fernando Puca Prota; y de Comunicaciones, general Alberto Vicente Nieto. Poco después se crearon dos secretarías nuevas, de Precios (Alberto Balbastro), y de Intereses Marítimos (capitán Carlos Guevara, no era pariente del Che).
Sus breves CV: Alemann, hermano de Roberto, futuro ministro de la dictadura, ya había sido funcionario tras el golpe de 1962. Walter Klein fue funcionario en el gabinete de Adalberto Krieger Vasena, durante el onganiato, y era socio de estudios jurídicos que representaban a bancos acreedores durante el endeudamiento forzado que se hizo desde 1976. Cadenas Madariaga estuvo ligado a la dictadura de 1955 –igual que Balbastro– y a otras posteriores, así como al grupo Perriaux. Fraguío también había ido al gobierno tras el golpe de 1962, más tarde con Onganía y estuvo involucrado en causas de violación de derechos humanos; era uno de los más duros y volvería luego con Bignone. Raymundo Podestá jugó un rol importante en la operación sobre Papel Prensa.
Otro hombre clave de Joe fue el jefe del Instituto Nacional de Planificación Económica, Manuel Solanet, otro ex asesor de Krieger Vasena. Ligado a FIEL y al grupo Perriaux, volvería como secretario de Hacienda con Roberto Alemann en 1981 y como funcionario de Ricardo López Murphy en el gobierno de la Alianza. Siempre su meta fue jibarizar al Estado. Su hermano Alberto estuvo en la Corporación de Abogados Católicos y presidió la Asociación de Abogados por la Concordancia y la Justicia, que defendió a represores en los juicios de la democracia.
Un asesor importante fue Mansueto Ricardo Zinn (luego menemista rabioso y quien muriera en 1995 en un accidente aéreo), quien con Pedro Pou (recientemente fallecido) y Nicolás Catena crearon el Rodrigazo de 1975, antesala del plan cívicomilitar cuya cara visible y pagador de platos rotos fue Celestino Rodrigo.
Los subsecretarios fueron: de Agricultura, Jorge Zorreguieta (padre de Máxima de Holanda, hasta entonces director de la Sociedad Rural Argentina y dirigente de los ingenios azucareros del Norte, una de las actividades que sufrió represión y desaparición forzada de personas; luego sería secretario del área); de Ganadería, Alberto Mihura (dirigente de la Rural de Gualeguaychú); y de Economía Agraria, Alejandro Estrada (otro ex asesor económico de Onganía y cuya tarea central fue intervenir la Junta Nacional de Granos; luego asumiría en Negociaciones Económicas Internacionales); de Programación, Aurelio Cid (secuestrado y desaparecido por un año, hasta que quedó a disposición del PEN por el caso Italo); de Coordinación, Miguel Padilla (asesinado por ese mismo caso); y de Comercio Exterior, Alberto Grimoldi.
El Banco Central quedó para el Chicago Boy Adolfo Diz y como directores asumieron Alejandro Reynal, Francisco Soldati (hermano del empresario Santiago, vinculado al caso Italo y asesinado por Montoneros) y Enrique Folcini (fallecido en 2010). Luego asumiría como vice Christian Zimmermann. Todos, igual que Martínez de Hoz y Walter Klein, tuvieron un rol preponderante en el endeudamiento del país y en casos como el de la Italo.
Finalmente, en la Comisión Nacional de Valores desembarcó otro íntimo amigo de Martínez de Hoz, Juan Alfredo Etchebarne. Y en el Banco Nación, Juan M. Ocampo.
¿Qué hicieron luego? Durante el alfonsinismo en general se llamaron a silencio, salvo alguna polémica de Joe con el secretario de Hacienda Mario Brodersohn, amigo de Walter Klein de los tiempos de Harvard a principios de los años ’60; por eso Brodersohn se solidarizó con él cuando el Congreso –durante su propio gobierno– lo investigó por la Italo, creyéndolo un hombre honesto, o cuando quiso y no pudo matarlo Montoneros. Tras bambalinas, contribuyeron a enlodar el plan de Bernardo Grinspun para reformar el sistema financiero. Pero no hizo mucha falta. Lo consiguió, desde adentro del Banco Central radical, su presidente Enrique García Vázquez.
Con el menemismo hubo regreso con gloria: Zinn, Pou y su ex asesor en el Banco Central del régimen militar, Horacio Tomás Liendo, Folcini, Alvaro Alsogaray. Y luego, y tras la etapa caballista con hegemonía de la Fundación Mediterránea, llegaron los del CEMA: los herederos del monetarismo de Chicago como Roque Fernández, Carlos Rodríguez o Pablo Guidotti.
Algunos derroteros posdictatoriales fueron éstos: Joe regresó al Consejo Empresario Argentino (CEA, usina golpista) y luego fue procesado por la deuda externa en el caso Olmos, prescripta. Estuvo en prisión domiciliaria por el secuestro de los empresarios Federico y Miguel Gutheim en dos etapas: 77 días hasta el indulto de Menem en 1989 y desde 2010 hasta su muerte reciente.
Reynal llegó a ser ejecutivo del banco estadounidense JP Morgan y luego CEO del banco de inversiones MBA Lazard. En 2007, fue nombrado por Mauricio Macri como director de ArteBA, pero por presión de artistas debió renunciar.
Klein fue querellado en 2008, con Joe y Alemann, por el asesinato de Juan Carlos Casariego de Bel, un técnico del ministerio secuestrado 1977 por negarse a participar del negociado de la Italo. Y Diz murió en 2008. Antes dio clases en la Di Tella y en la Ucema. Como otros ex funcionarios del BCRA fue querellado y embargado, y tuvo prisión preventiva por la quiebra o liquidación de bancos.
Solanet recicló en democracia en 1983 con su consultora Infupa y se especializó sobre todo en fusiones y privatizaciones. Está vinculado a FIEL y a la Asociación Cristiana de Directores de Empresas.
A Alemann, además de la querella citada, en 2010 le confirmaron procesamiento por “coacción agravada” contra un detenido en la ESMA, Orlando Ruiz.
Zimmermann fue delegado ante el BID en Washington, donde decía que “Argentina es un país donde ninguno quiere trabajar de sol a sol y mucha gente está jugando al fútbol un miércoles a las 3 de la tarde, por tres o cuatro horas” (él en cambio jugaba tenis, golf y sobre todo esquiaba en Chapelco). También dijo “la inflación ha muerto” y provocó aquella gran columna de María Elena Walsh. En democracia fue a juicio por su paso por el BCRA y las caídas de los bancos Hurlingham, De los Andes y otros, igual que sus ex compañeros Reynal y Diz. Fue asimismo investigado junto Etchebarne de la CNV (otro amigo de Joe) por la caída de Siderúrgicas Grassi, que benefició a Acindar, donde tenía intereses el mismo superministro. Tras un paso por American Express y Loma Negra, fue a Paraguay y fue “periodista” con una famosa frase, “escúcheme, señora”, símil del “doña Rosa” de Neustadt. Allí lo enjuiciaron por estafa en el banco Comercial Paraguayo. En 1996 fue su última aparición pública: lo detuvieron en Aeroparque por causas vinculadas a la quiebra del BIR y a la adulteración de documentos públicos.
Zorreguieta, quien no puede viajar a Holanda para las ceremonias de su hija por sospechas de su participación en crímenes de lesa humanidad, debió comparecer ante la Justicia por casos de desaparecidos. Empresario azucarero, dirigió la Copal en 200709, la principal entidad alimentaria del país y una de las más duras cuando de acordar precios se trata.
Estrada (“es lo mismo producir caramelos que acero” fue su aporte más importante) presidió desde 1993 el Banco Privado de Inversiones. Fue vocal de la Fundación Invertir, junto con Martín Redrado, y miembro de la Fundación Novum Millennium, de Domingo Cavallo, en 2001. Se refugió en la ultralibral Eseade, fundada por Alberto Benegas Lynch, que ha tenido como profesores a Emilio Cárdenas, Enrique Duhau o Juan Carlos Cachanosky.
De los asesores de Joe, el jefe fue Luis García Martínez, otro hombre del grupo Perriaux, años después vicepresidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y miembro de la Asociación de Bancos Argentinos (extranjeros). Y un asesor clave en el Banco Central fue Ricardo Arriazu, un ideólogo de la “tablita cambiaria”. Luego fue consultor de la City y comentarista de un gran y mismo diario en el cual, los domingos, suele publicar a su costado (incluso han salido sus fotos juntas, emparentadas en la misma página) una columnista que tuvo a compañeros masacrados para que pudiera ser impuesto el plan pergeñado por estos personajes.
Fuente: Página/12

viernes, 22 de marzo de 2013

La democratización del Poder Judicial:Un espacio de debate sobre los cambios en la Justicia.



Democrática y legítima

OPINION Por Carlos Gonella *
En la audiencia celebrada ayer en el juicio donde se investigan las violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado en el campo de concentración La Perla, de Córdoba, la testigo Nidia Teresita Piazza, a través de un testimonio francamente desgarrador, hizo referencias a ciertas actitudes de algunos magistrados y funcionarios judiciales –no en tiempos de la dictadura cívico militar, sino en los años posteriores– que nos llevan a reflexionar a quienes ocupamos un lugar dentro del sistema judicial. El panorama actual en este ámbito se encuentra atravesado por un intenso debate sobre diversos temas que permanecieron encorsetados durante muchos años, siendo uno de ellos la necesidad de democratizarlo y legitimarlo. En este sentido, se ha generado una línea de discusión centrada en la existencia de muchos funcionarios que ingresaron durante la dictadura y se reciclaron en democracia. El problema no es la categoría en sí misma “judicial que ingresó durante la dictadura”, pues tal aseveración sería injusta para algunos, sino las actitudes que adoptaron otros durante y tras el régimen dictatorial. A través del colectivo “Justicia legítima”, muchos compañeros y compañeras judiciales intentamos vehiculizar la discusión de diferentes modos. Este espacio es uno de ellos. Por eso se me ocurrió recordar algunas líneas extraídas del terrible relato de Nidia Teresita Piazza para que continuemos la reflexión. Ella contó que en 1983, una vez que fue anulada la sentencia a 20 años de prisión que le impuso un consejo de guerra por asociación ilícita, tenencia de arma, encubrimiento y abandono de persona, fue puesta a disposición de la Justicia federal, en la que estuvo imputada en prisión preventiva hasta mayo de 1984, siendo absuelta en 1987. Fue muchas veces a declarar. El juez era Gustavo Becerra Ferrer y los secretarios, Luis Rueda y Raúl Sánchez Freytes. Ante Rueda declaró varias veces, siempre sin abogado defensor. Una vez le contó que en el Hospital Militar 141 se acercó Luciano Benjamín Menéndez y le dijo que se portara bien porque si no la iban a llevar de nuevo a los campos de concentración. La respuesta que recibió de Rueda fue: “Señora, eso complica las cosas”. En el año 1996 comenzó a trabajar sobre la problemática de los derechos humanos junto a los entonces legisladores de Córdoba Josefina Piana y Atilio Tazioli. A ellos les relató esos episodios en la Justicia. También contó que por esos días, en un programa de televisión conducido por el periodista Carlos Sagristani (actual jefe de Noticias de LV3), Rueda recordó que ella había sido juzgada por abandonar a su marido. Tomó eso como una represalia mediática por lo que les contó a los legisladores.
El Gringo Córdoba, esposo de Nidia Teresita Piazza, llegó agonizando al hogar el 10 de abril de 1977 con una herida de bala en la espalda. Le pidió que no buscara ningún médico ni lo llevara a un hospital porque seguro lo irían a secuestrar. Lo enterraron en el patio de la casa de un amigo. Con mucha emoción, pero sin quebrarse, explicó que tomó esa decisión para que no muriera en manos de sus asesinos. Que quería que pasara sus últimos minutos abrazado a ella y rodeado de amor. A la semana, mientras iba a hacerse un chequeo por su embarazo de tres meses, fue secuestrada por una patota que la llevó a La Perla, donde la torturaron, incluso en el vientre. De allí pasó a otro campo de concentración conocido como La Ribera; luego pasó a la cárcel. En octubre tuvo su tercera hija en la maternidad provincial esposada a la cama.
Luis Roberto Rueda es el actual presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba. No es la primera vez que un testigo en los juicios de derechos humanos lo menciona como parte del sistema judicial oprobioso. La semana pasada, el otro fiscal federal que actúa en el juicio de La Perla, Facundo Trotta, solicitó se investigue tanto a Rueda como al ex juez Gustavo Becerra Ferrer (ya jubilado) a raíz de los dichos de la testigo María Patricia Astelarra, quien indicó que esos funcionarios amenazaban a los testigos-víctimas y que actuaban en connivencia con la “patota” de Luciano Benjamín Menéndez, en referencia al ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, que es uno de los imputados del juicio. Durante el juicio celebrado en el 2010 por la masacre alevosa de los presos políticos del Establecimiento Penitenciario N° 1 de Cordoba (UP1), Carlos Alfredo Yanicelli, uno de los acusados perteneciente al Departamento de Informaciones D-2 de la policía de Córdoba, involucró a Rueda al ubicarlo dentro del aparato de inteligencia de la dictadura. Por esos mecanismos de autoprotección que mantiene el sistema, la acusación quedó en la nada.
* Fiscal a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos de la Procuración General de la Nación. Coadyuvante en causas por violaciones a los DD.HH. durante la dictadura cívico-militar en Córdoba.

La familia judicial

OPINION Por Horacio Santiago Rebón *
En la causa que investigó distintas irregularidades en la Morgue Judicial entre los años 1976 y 1980, es decir durante la última dictadura, aparecieron comprometidos funcionarios y ex funcionarios del Poder Judicial, en especial los integrantes en ese período de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal (1).
Si bien se sobreseyó la causa por prescripción, el juez Luis F. Niño dejó sentado que “el delito ha existido” y que la conducta del entonces presidente de la Cámara “satisface con holgura prima facie los requisitos típicos previstos en el artículo 284 del Código Procesal Penal”, verificando el “incumplimiento de la normativa atinente a toda investigación por causa de muerte violenta o sospechosa de criminalidad (...), incumplimiento que abarca el depósito y retiro de restos humanos sin mediar abducción en el ámbito de la Morgue Judicial (...)”.
Durante el curso de la investigación, varios jueces se “excusaron de intervenir” al declararse “vinculados por lazos de amistad, o camaradería académica, social y hasta deportiva” con los implicados.
El juez Eduardo Mugaburu adujo que entre los magistrados investigados se encontraba uno “por intermedio de quien logré ingresar a la Justicia de Instrucción” y otro “actual titular de cátedra de Derecho procesal en la que me desempeño como profesor adjunto” (sic).
El juez Rolando Fortich Baca señaló “la relación de amistosa y cordial, proviene trascendiendo lo estrictamente funcional, de la conformación de un grupo de camaradería por ambos integrados, que semanalmente se reúne con fines sociales y deportivos...” (sic).
Luis Carlos Longobardi mencionó como causa de excusación “un trato frecuente y muy cordial por ser colega de la facultad...” con alguno de los implicados.
A su turno, el juez Fernando E. Laffite invocó “públicas manifestaciones laudatorias y de profundo cariño en ocasión de ponerme en posesión del cargo que detento” por uno de los investigados.
Al llegar el expediente, por las sucesivas excusaciones, al Juzgado de Instrucción en lo Criminal Nº 3, a cargo entonces de Carlos A. Oliveri (2), éste se pronunció “sorprendido por la celeridad de esta verdadera corriente excusatoria”, y alertó y denunció que los “argumentos esgrimidos por los excusados conformaban una verdadera ‘familia judicial’, fruto de una imbricada red de relaciones funcionales –y mayoritariamente– extrajudiciales que liga a los magistrados y ex magistrados del fuero, desde los más antiguos camaristas hasta los flamantes colegas del suscripto” (sic).
Oliveri rechazaba así las “excusaciones” intentadas por sus pares, y ya en ese pronunciamiento (7 de diciembre de 1984) se documentaba, como se ha dicho, sobre la existencia de una “familia judicial”, a la que caracterizaba como un “fenómeno sociológico de explicable génesis”.
Creo no equivocarme si le atribuyo al digno magistrado la creación de tan certera definición.
Como parte de esta “explicable génesis” puede traerse a la memoria la Acordada 6/92 (25/2/92) de la Corte Suprema de Justicia del “menemismo” que “derogó” los artículos 8 y 12 del decreto-ley 1285/58 de Organización de la Justicia Nacional, que establecían que “no podrán ser, simultáneamente, jueces del mismo tribunal colegiado parientes o afines dentro del cuarto grado civil. En caso de afinidad sobreviniente, el que la causare abandonará el cargo” (art. 8) y que “no podrá ser designado secretario o prosecretario al pariente del juez dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad” (art. 12). Al decir de Foucault, la constitución de una forma de ilegalismo específico, cerrado y controlado, ilegalismo directamente conectado con los aparatos políticos y económicos.
Sirva esta “brevata histórica” para ahondar en el conocimiento del fenómeno sociológico denunciado y corregir su génesis (su ADN); será uno de los elementos que, sumado a las tantas medidas propuestas en estos días, nos permitirá revertir el estado de cosas que deslegitiman hoy al Poder Judicial y avanzar en su tan proclamada democratización.
* Abogado. Docente.
(1) Gómez Salvador María Elena, Gard de Antokoletz s/denuncia infracción al art. 284 del Código Penal.
(2) Uno de los pocos jueces que tramitó los hábeas corpus e investigó las desapariciones forzadas de personas durante la dictadura. En su juzgado tramitó la causa en la que se investigó la desaparición de los conscriptos Luis Pablo Steimberg y Luis García del Colegio Militar de la Nación y que permitió la detención del último presidente de facto, Reynaldo Benito Bignone. Desde estas líneas, mi homenaje y reconocimiento.
Fuente: Página/12

jueves, 21 de marzo de 2013

A quién le importan los iraquíes: 10 años de la invasión a Irak


 Por Pedro Brieger

El 20 marzo de 2003 las tropas norteamericanas invadieron Irak y derrocaron a Saddam Hussein. El bloqueo previo, impulsado por Estados Unidos en las Naciones Unidas, ya había dejado a la población iraquí al borde del colapso.



En 1998 la población iraquí vivía las consecuencias de un bloqueo impulsado por Estados Unidos en las Naciones Unidas. En ese entonces los republicanos estaban en la oposición y era Bill Clinton el que comandaba la ofensiva contra Saddam Hussein.  Como suele suceder, los bloqueos no afectan a los más poderosos que siempre tienen los recursos para evadirlo. Si hasta el hijo mayor de Saddam Hussein había logrado introducir autos de todo tipo para su colección personal. Los que realmente sufrían el bloqueo eran los civiles. Y entrar a Irak era una odisea. Para llegar a Bagdad había que salir desde la capital jordana Amman y atravesar el desierto, ya que los aeropuertos también estaban clausurados por el bloqueo.
"Cuando le preguntaron al general Tommy Frank cuántos civiles habían muerto a raíz de la invasión y posterior ocupación dijo que ellos no contaban esos cuerpos. Los iraquíes los entierran, pero… ¿a quién le importa?"

Uno de los países más avanzados de la región estaba sumido en la miseria por los delirios de Saddam Hussein y los sucesivos presidentes norteamericanos que querían verlo de rodillas luego de haberlo apoyado en 1980 cuando invadió Irán en su fallido intento de destruir la República Islámica. La inflación en los noventa era galopante y la mayoría de los iraquíes dependía de la ayuda que les suministraba Naciones Unidas. Sí, la misma que imponía las sanciones. Los iraquíes recibían algunos kilos de harina, arroz, azúcar, leche y porotos para alimentarse y en los hospitales los niños desnutridos morían como moscas. La capital Bagdad, famosa por sus anchas avenidas y los restaurantes de pescados sobre las orillas del Tigris, solían estar a oscuras por falta de luz. En el punto de confluencia del Tigris y el Éufrates uno se podía detener para pensar que allí había nacido la civilización, pero era difícil imaginarlo por la pobreza que lo rodeaba. Y Basora al sur, alguna vez llamada la Venecia del Medio Oriente, era sinónimo de destrucción, escombros y basura. Cada tanto las ciudades eran bombardeadas por aviones norteamericanos, pero los civiles que morían no aparecían en las grandes cadenas de noticias occidentales. Y Al Jazeera aún no había nacido. En 1996, en un programa de televisión, le preguntaron a Madeleine Albright, la secretaria de Estado de Clinton, si se justificaba el precio de medio millón de niños muertos a raíz del bloqueo. Su respuesta lacónica fue que valía la pena. Total, a quién le importaba de los iraquíes.

En marzo de 2003 las tropas norteamericanas invadieron Irak y derrocaron a Saddam Hussein. Algunas organizaciones no gubernamentales tienen registrados más de 120 mil civiles muertos en estos diez años. Difícil saberlo. Cuando le preguntaron al general Tommy Frank cuántos civiles habían muerto a raíz de la invasión y posterior ocupación dijo que ellos no contaban esos cuerpos. Los iraquíes los entierran, pero… ¿a quién le importa? 
Fuente: Telam

¿Poskeynesianos a medio plazo, marxistas clásicos a largo plazo?


Gérard Duménil, Dominique Lévy


Fuera de la economía dominante, la noción de falta de demanda en el sentido amplio es ampliamente aceptada. Aunque la mayoría de los economistas heterodoxos comparten este punto de vista en lo que se refiere al corto plazo, las perspectivas difieren con respecto al largo plazo. En la perspectiva marxista-clásica, el argumento es que las economías capitalistas gravitan en torno a posiciones a largo plazo (también denominadas equilibrios a largo plazo, evoluciones a largo plazo, o situaciones de estabilidad), en las que el uso de la capacidad productiva puede ser descrito como "normal", es decir, independiente de los niveles de demanda.

La noción de niveles de demanda estructuralmente deficientes es, obviamente, contraria a este análisis marxista-clásico. En la perspectiva poskeynesiana, la economía también gravita en torno a posiciones a largo plazo, pero la tasa de utilización de la capacidad productiva depende siempre de los niveles de demanda. Hay también un amplio sector de lo que podría denominarse “keynesianismo marxista” para el que la falta de demanda no siempre esta definida con precisión, ya sea a corto o largo plazo, a menudo en referencia a un sesgo en la distribución del ingreso a favor de los beneficios.


Fuente: IADE - Sinpermiso

martes, 19 de marzo de 2013

TEMAS DE DEBATE: QUE MEDIDAS SE DEBEN TOMAR PARA RECUPERAR LA COMPETITIVIDAD Opciones para que la economía mejore





Desde el establishment sugieren que la solución es bajar la inflación y devaluar la moneda. Sin embargo, los analistas consultados por este diario detallan los riesgos que conllevan esas propuestas para el conjunto de la población.

Producción: Tomás Lukin


¿Devaluar soluciona?

Por Alberto Müller *
La cuestión cambiaria está nuevamente sobre el tapete en la Argentina. El año 2011 encendió las luces de alerta: por primera vez desde 2002, la cuenta corriente del balance de pagos había dejado de ser positiva. Esto puso en marcha un conjunto de medidas gubernamentales que nos colocaron en un nuevo escenario. Sobresalen el control de cambios para la adquisición de divisas y las restricciones al comercio de importación de bienes.
Como suele ocurrir, el control de cambios dio lugar a la aparición de un mercado negro, que abarca un valor no determinable con precisión de operaciones. Esto generó las consabidas especulaciones en cuanto al valor de la divisa en el mercado oficial. Según algunos, los mercados “libres” siempre tienen razón, y, en este caso, el mercado negro del dólar estaría “dictando” una devaluación.
Desde un ángulo más serio, se aportan varios cálculos que pretenden determinar si el tipo de cambio se encuentra retrasado. Son varios, porque esta cuenta se puede hacer de más de una manera. El fondo conceptual sin embargo es básicamente el mismo: un tipo de cambio “elevado” lleva a cambios en precios relativos que producen mayores exportaciones y menores importaciones de bienes y servicios, y viceversa. Si la cuenta corriente externa no está en equilibrio (y no existe la posibilidad de obtener financiamiento a tasas razonables), la devaluación se impone. El problema es en todo caso el cuánto. No es el camino que ha seguido el Gobierno, sin embargo. Además de los controles a las compras de divisas, ha optado por el control de las transacciones de importación, una suerte de política “de facto” de cambios múltiples, o, mejor, un sistema de racionamiento parcial. Un verdadero horror para los cultores de los mercados “libres”.
¿Sería eficaz una devaluación para corregir el desequilibrio externo? Por lo pronto, se requiere asumir que es posible devaluar en términos reales; en otros términos, que no toda devaluación se traduce en un incremento automático de precios internos. Vale la aclaración, porque esto es lo que sostienen los cultores del tremendismo, defensores de la devaluación pero al mismo tiempo sostenedores de la tesis de que la devaluación “va a los precios”. La coherencia no parece ser su fuerte.
La respuesta a la pregunta de si conviene devaluar requiere identificar las causas del brusco cambio de signo de la cuenta corriente en 2011. Si se tratara efectivamente de un desfasaje cambiario veríamos, por ejemplo, un incremento generalizado de importaciones, y una caída de exportaciones, en los últimos años. El análisis de las cifras sugiere algo diferente. Cuatro son los componentes del saldo en cuenta corriente: mercancías, servicios (donde sobresalen los servicios a las empresas y el turismo), rentas de capital (utilidades e intereses) y transferencias. El cambio de signo en la cuenta corriente entre 2010 y 2011 se explica principalmente por las cuentas de mercancías y de servicios.
¿Puede entonces una devaluación asegurar el retorno al superávit de la cuenta corriente, levantando al mismo tiempo las restricciones al comercio y a la compra de divisas?
En cuanto a mercancías, los consumos energéticos son por lo general muy poco elásticos al precio, porque no hay sustitutos a la mano. Si Argentina entró en déficit en el sector energético, esto es ante todo consecuencia del gradual agotamiento de sus reservas de hidrocarburos convencionales. Más allá de la retórica que reclama mayores precios para incrementar la producción, lo cierto es que en 1998, cuando el barril de petróleo valía 15-20 dólares, alcanzábamos los 50 millones de metros cúbicos de petróleo, y exportábamos algo menos del 40 por ciento de la producción. Con un precio interno de alrededor de 48 dólares por barril –y precios aun mayores para la producción “nueva”, vía los programas Petróleo Plus y Gas Plus– la producción siguió declinando.
Si hay un efecto de una eventual devaluación, será sobre el resto de las corrientes comerciales; ya hemos visto que ellas son hoy día fuertemente superavitarias. Y por lo menos en lo que atañe a las exportaciones agrarias y agroindustriales tradicionales, el impacto del tipo de cambio sobre la producción es marginal: simplemente incrementaría la renta de la tierra, en moneda local.
¿Y qué hay de los servicios? Esta pregunta es de respuesta compleja, porque hay una multitud de partidas involucradas. En cuanto a los fletes, ello dependerá del comercio exterior. Y para responder a una afirmación corriente con relación al turismo, la experiencia de 2012 ha mostrado que éste ha continuado siendo deficitario, pese a las muy fuertes restricciones a la compra de dólares para viajes. La opción de compra en el mercado negro implicó un costo muy elevado, que de por sí simula en el escenario real el efecto de una devaluación; y no vemos efecto relevante. Nuestra sospecha es que parte importante del flujo turístico que viaja al exterior es bastante poco sensible a los precios relativos, se trata de individuos con ingresos medios y altos que encuentran además financiamiento en dólares atesorados o fugados al exterior. El tipo de cambio poco influye.
Salir del entuerto externo no es cuestión de devaluar hasta equilibrar la cuenta externa. Medidas de administración e incentivo a una mayor competitividad podrán ser más eficaces en cuanto apunten sobre todo a las exportaciones industriales; hay espacio además para un incremento sustancial de la eficiencia energética. Esto requiere más capacidad estatal de la que se está mostrando en estos años. Sin ir más lejos, controles de cambio mediante, faltan insumos para la industria pero sobran cervezas y fideos importados en los supermercados. De lo que podemos estar seguros es que una devaluación como la que “sugiere” el mercado negro llevaría la Argentina a una recesión, por la caída del poder de compra de los sectores medios y bajos, como ocurrió históricamente. Este no es el camino.
* Prof. Titular - Director del Cespa-FCE-UBA.

Primero el crecimiento

Por Alejandro Fiorito *
Las experiencias de políticas de ingresos no son muy difundidas por el carácter ad hoc que suelen asumir en las diversas experiencias internacionales, y por lo tanto lo difícil es sacar conclusiones de casos tan dispares de aplicación. La idea de estas políticas es tratar de morigerar, que no eliminar, la elevación del nivel general de precios sin afectar el crecimiento con el que normalmente está vinculada, fundamentalmente en presencia conjunta de crecimientos importantes y fuerte puja distributiva, como es nuestro caso. En tanto tienen una norma distributiva, se convierten por acción u omisión en un tema central de la política económica. Las herramientas que se han utilizado en algunas experiencias registradas de la historia van desde la indización de precios y salarios en inflaciones muy altas (por caso Brasil, Israel y nuestro país en los ’70 y ’80) hasta acuerdos de precios y salarios (en el caso de Australia en 1983).
Es por ello que el Estado debe intentar intervenir políticamente bien para lograr disciplinar a los actores, o bien para paliar en algo su incidencia. Al revés, es difícil que procesos de fuerte crecimiento de países en desarrollo puedan manejarse sin inflación. Por caso, procesos de crecimiento económico de 7 y 8 por ciento en Corea, Tailandia, Singapur, Indonesia y Filipinas mostraron en los ’70 tasas de inflación de dos dígitos. Otro tanto pasó con Brasil o México en la época.
Lo que decididamente abona la necesidad de políticas de ingresos se basa en que el crecimiento general de precios se debe estrictamente a un canal de costos y puja distributiva. En efecto, la formación de los precios recibe impulsos de costos que macroeconómicamente se integran conceptualmente en salarios –dada la productividad—, los insumos importados y los márgenes unitarios de ganancia de las empresas. Análisis empíricos de la inflación obtienen explicación significativa vía variaciones salariales y del tipo de cambio, ambos modifican costos y no aparece significativo ninguno de los agregados monetarios. A pesar de ello, dos tipos de “aceite de ricino” son automáticamente recomendados por el convencionalismo: ajustes fiscales y/o políticas monetarias de control cuantitativo. Pero en ambos casos los efectos de los mismos “tiran el bebé (crecimiento) con el agua sucia (inflación)”.
El primero falla, puesto que los impulsos de demanda no impactan sobre el nivel de precios en las economías capitalistas no planificadas, ya que no hay tendencia hacia el pleno empleo de recursos, ni de trabajo. En efecto, algo de esto se pudo observar aquí en 2009 y en 2012, donde la falta de demanda autónoma, y por ende de crecimiento del producto, no hizo que la inflación disminuyera demasiado.
El segundo tipo no logra su objetivo, en tanto el “setentismo” monetarista vernáculo sigue suponiendo a trasmano del mundo que es la inflación la que instiga por la emisión de dinero exógenamente determinada por la autoridad monetaria. Nunca se aclara cuáles son los canales de transmisión (exceso de demanda) y supuestos adoptados (oferta rígida) por los cuales el “exceso de emisión” forzaría un exceso de demanda inflacionario y no en cambio la adquisición de bonos, activos o divisas. Por otro lado, los inconvenientes de subir las tasas de interés reales como lo ha hecho Brasil para contener la inflación (shock de oferta de precios internacionales de transables) redundan en un menor crecimiento (Brasil creció a la mitad que la Argentina entre 2003-2010).
Puja distributiva y políticas
Ese rol inflacionario independiente de las subas de precios de commodities está dado por la puja distributiva entre sectores de la producción. Por lo tanto, en la medida en que se crece, la recomposición del nivel de empleo permite una situación de mayor poder de negociación de los trabajadores que en paritarias pueden tanto recuperar lo perdido por subas de precios pasadas como adelantar subas autónomas de salarios. Estas subas son también normalmente trasladadas a precios por parte de los empresarios en la búsqueda de mantener sus márgenes reales unitarios constantes. Si los planteos de estos sectores sociales son inconsistentes con el crecimiento real del producto, se producen aumentos generales y nominales de los precios que se propagan inflacionariamente. Es allí donde debe intervenir el Estado para interrumpir esa lógica que de suyo históricamente termina en una caída del salario real.
Las recientes medidas de congelamientos de precios acordados son un mero ejemplo de lo ad hoc de cada experiencia de intervención. Las experiencias anteriores de la Argentina tampoco son buenas guías para comparar la situación actual y augurar un nuevo fracaso por parte de la ortodoxia. Desde el punto de vista de un programa persistente de control de precios y salarios, puede ser este congelamiento un primer paso que permita frenar este año un mayor salto del nivel de precios, hacia otra etapa de controles más afiatados de precios y salarios. No hay que perder de vista que de nada sirve un efectivo control inflacionario si se lo hace afectando al salario real, y por ende a costa del crecimiento del nivel de actividad. Por lo que los objetivos de un crecimiento importante son prioritarios por sobre los de la inflación.
* Economista de la Universidad de Luján.
Fuente: Página/12

lunes, 18 de marzo de 2013

Latinoamérica se hace presente en Roma


 

 LA MAYORIA DE LOS MANDATARIOS DE LA REGION ASISTIRA A LA ENTRONIZACION DEL PAPA FRANCISCO


En el continente del mundo donde hay más católicos es lógico que sus presidentes también profesen ese culto, por lo que para dirigentes como Correa, Piñera y Rousseff será mucho más que una presencia protocolar.
 
La entronización del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, será histórica para la región. Así lo entienden los mandatarios de América latina, que irán a la ceremonia, en la que representarán las creencias de sus compatriotas y, en algunos casos, las suyas propias. Es que en la región del mundo donde más católicos hay (4 de cada 10 creyentes de esta religión provienen de América) es lógico que sus presidentes también profesen ese culto, por lo que para los dirigentes que asistirán al Vaticano será mucho más que una presencia protocolar. Uno de esos casos es el de la mandataria argentina, Cristina Fernández, compatriota del papa Francisco y quien, según fuentes oficiales, es católica y muy creyente, aunque no suele ir a misa.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que fue bautizada pero no es practicante, se define como “cristiana antes que todo” y “en un segundo momento católica”. Además, mantiene públicas diferencias con el Vaticano en asuntos como su apoyo y promoción del uso de preservativos, que la Iglesia Católica condena. Pese a esto, estará en el acto y dijo que en su país es con expectativa que los fieles esperan el viaje del papa Francisco a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, en julio próximo. Cercano a las enseñanzas de Jesucristo se declaró el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, quien manifestó reiteradamente su convicción cristiana no sólo desde un punto de vista personal y espiritual sino también ideológico. Maduro todavía no confirmó quién representará a su país.
El gobernante boliviano Evo Morales aseguró varias veces que es católico de base, pero no es practicante. La religión oficial en Bolivia fue la católica hasta 2009, cuando Morales promulgó la nueva Constitución, que declaró al país como un Estado laico. Morales le expresó en una carta al papa Francisco su voluntad de mantener y reforzar la relación entre el Vaticano y su país, pero no se sabe si asistirá al acto de entronización.
El uruguayo José Mujica no profesa ninguna religión, aunque en alguna ocasión se declaró casi panteísta, porque ama la tierra por encima de todo, pero le pidió al nuevo Sumo Pontífice “que se acuerde de los pobres”. Por Uruguay, asistirá el vicepresidente Danilo Astori, que sí es católico. Con respecto al presidente cubano Raúl Castro, no existe conocimiento sobre sus creencias religiosas, aunque, al igual que su hermano Fidel, fue educado por jesuitas. Todavía no se sabe si el gobierno de la isla estará representado en la entronización de Bergoglio como papa. Tras la revolución cubana liderada por los Castro, el Estado se proclamó ateo, hasta que en 1992 esa definición fue sustituida en la Constitución por la de laico, oficializando la apertura religiosa que comenzó a vivir la isla en esos años.
La delegación de Chile la encabezará su presidente, Sebastián Piñera, quien es católico, apostólico y romano y en sus discursos muy a menudo nombra a Dios y hasta cita pasajes de la Biblia. En verano se lo suele ver en misa junto a su esposa, Cecilia Morel, con quien viajó anteayer a Roma para la ceremonia de mañana. Por su parte, el paraguayo Federico Franco hace gala de su devoción católica e incluye constantemente en su agenda actividades religiosas y su asistencia a misa. Franco viajó ayer al Vaticano y anunció que regalará un juego para beber mate al papa Francisco, a quien describió como un “jesuita humilde, gran luchador contra la pobreza”.
Ayer viajó a Roma el ecuatoriano Rafael Correa, un católico practicante y quien aseguró durante su informe semanal que tener un papa latinoamericano “es algo histórico, sin precedentes”. Su colega mexicano, Enrique Peña Nieto, también es católico, pero siempre se mostró a favor de defender el Estado laico recogido en la Constitución de su país, aunque afirmó que lo anterior “no significa un Estado antirreligioso”.
Son católicos confesos y practicantes los gobernantes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Perú, Ollanta Humala, aunque no tienen previsto acudir a la ceremonia. De la misma religión son el hondureño Porfirio Lobo, el guatemalteco Otto Pérez Molina, el salvadoreño Mauricio Funes y el nicaragüense Daniel Ortega. Mientras el primero confirmó que asistirá, los dos últimos aún no lo han hecho. Pérez Molina, el último mandatario latinoamericano que fue recibido en audiencia por Benedicto XVI, enviará a su canciller, Fernando Carrera.
Fuente: Página/12

“Hay una nube negra sobre él”


 

 ESTELA DE CARLOTTO, PRESIDENTA DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, HABLO SOBRE EL PAPA

“La Iglesia Católica argentina no ha dado ni un paso para colaborar con la verdad, la memoria y la justicia”, dijo Carlotto. Habló de las dificultades de las Abuelas para acercarse a la jerarquía eclesiástica y del caso De la Cuadra.

”Le damos un voto de confianza pero no olvidamos esa nube negra que todavía está sobre Bergoglio.” Lo dijo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, al referirse a la relación del ahora Papa con la dictadura cívico-militar. Según Carlotto, Jorge Bergoglio, ahora Francisco, pertenece a “una Iglesia que oscureció al país” porque “su jerarquía fue partícipe, cómplice y ocultadora, directa o indirectamente”. La titular de Abuelas habló con representantes de medios extranjeros en la sede del organismo de derechos humanos acompañada por Estela de la Cuadra, cuya familia hizo gestiones infructuosas ante el ahora Papa para conocer el destino de la niña que su hermana Elena parió en cautiverio.
“Es una historia muy triste, que entinta a toda la Iglesia Católica argentina, que no ha dado ni un paso para colaborar con la verdad, la memoria y la justicia. Bergoglio pertenece, y hoy representa, a esa institución”, dijo Carlotto. Al tiempo que agregó que “ahora es Papa y hay una especie de satisfacción porque la Argentina figura como país civilizado, conocido y reconocido”. Carlotto enfatizó que “esa satisfacción nacional confunde un poco, una razona que Bergoglio nunca habló ni se nos acercó a las Abuelas para ayudarnos, ha ayudado en otros temas, muy lacerantes, pero no en el nuestro”.
Respecto de la actitud de la Iglesia en los primeros años de la búsqueda de su hija Laura, recordó que cuando su marido acudió a monseñor Antonio Plaza, “uno de sus secretarios le pidió una fortuna”. También mencionó que en las visitas del Papa a la Argentina “las Abuelas fuimos a las avenidas por donde iba a circular el papamóvil, esperando su bendición y que nos viera, el pañuelo blanco era el símbolo, y el Papa miraba para otro lado. Y les daba la comunión y la confesión a los genocidas. Recién el papa Juan Pablo II nos recibió en 1998 a las Abuelas. No fue fácil pero hubo un grupo de la Iglesia que posibilitó ese encuentro, monseñor Estanislao Karlic, José María Arancedo, Jorge Casaretto, Justo Laguna, ellos nos llevaron para dejarle al Papa la carpeta, darle la mano y pedirle por los niños. La respuesta fue que sabía de este drama y que ‘todos oramos por ellos’”.
Carlotto dijo que “con esa oración volvimos para ver qué oración hacía la Iglesia, si la Iglesia de acá hablaba de una vez de estos chicos, y no escuchamos nada. Entonces llegamos al día de hoy, que tenemos el papa argentino, que es miembro de esa Iglesia que nunca habló, nunca nos convocó. A esa satisfacción de que sea un argentino, por el optimismo y el respeto que tenemos las Abuelas, le deseamos que sea un buen Papa, que cumpla con el apostolado y que no se olvide que es argentino y latinoamericano, que no se olvide de dónde viene, él viene de una familia humilde y no puede haber ignorado lo que pasó en nuestro país”.
En relación con las denuncias puntuales que implican al ahora papa Francisco, Carlotto dijo que “hay sombras sobre Bergoglio, que están en dos libros, uno del fundador del CELS Emilio Mignone sobre la Iglesia y la dictadura, y otro del periodista Horacio Verbitsky. Se lo acusa de haber entregado a dos sacerdotes, también dicen que los salvó, dado que sobrevivieron, pero Bergoglio los habría entregado”. Agregó que en el caso de la desaparecida Elena de la Cuadra, se lo acusa de haber dicho a sus familiares que “no busquen más a aquella niña (el bebé que tuvo en cautiverio) porque está en buenas manos, que dejen a esos niños porque se pagó mucho por ellos”, recordó Carlotto. Destacó que “en el testimonio que tuvo que dar hace muy poco tiempo niega esa conversación. Y dice que hasta el año ’90 no sabía lo que pasaba en el país, lo cual nos resulta un poco increíble siendo que en 1985 hubo un juicio fenomenal en Argentina donde se juzgó y condenó a las juntas de la dictadura cívico-militar. Esto fue más que público, entonces cómo puede decir que ignoraba lo que pasaba”.
Pero Carlotto manifestó que espera que “ahora que es Papa haga honor al lugar que ocupa y haga cosas que debe y tiene que hacer. Quienes lo eligieron evidentemente hacen abstracción de que acá, si bien no lo vamos a comparar con otros obispos, como (el secretario del vicariato castrense Emilio) Graselli, que convivían con la dictadura, a él se lo acusa de decir que ignoró, que no sabía, y de que habría entregado a algunos sacerdotes. Pero no está condenado”. Y destacó que “la sociedad argentina registra méritos de humildad, de solidaridad con las víctimas de Cromañón y de la trata de personas, que compra el diario, que toma el subte, que es un ciudadano sin protocolo y simple, además del predicamento que tiene entre los católicos argentinos”.
Fuente: Página/12

“Ser humilde y austero no alcanza”


 




FORTUNATO MALLIMACI, SOCIOLOGO ESPECIALISTA EN RELIGION


Afirma que los gestos de austeridad son “un buen signo”, pero no un programa de gobierno. Analiza los posibles cambios en la relación entre el Gobierno, el Vaticano y la Iglesia argentina. Los escándalos sexuales. La última dictadura.

Por Diego Martínez
El programa de Francisco será conservador porque quienes lo eligieron son conservadores o ultras. La estructura del Vaticano le da amplio poder político, pero no garantiza el reconocimiento religioso de los creyentes. La mayor preocupación de la Iglesia Católica es el descenso de religiosos y fieles. Los gestos de austeridad del Papa no dicen nada sobre cuál será su política ante los grandes dilemas de la Iglesia Católica. La presencia simbólica de tener un papa argentino tiene un peso desconocido. ¿Qué tan autónomos serán los partidos políticos ante una presencia más fuerte de la Iglesia Católica? ¿Qué personalidad se impondrá cuando el Papa visite el país? ¿El líder opositor Jorge Mario Bergoglio o el líder religioso Francisco? Reflexiones e interrogantes pertenecen al sociólogo Fortunato Mallimaci, investigador del Conicet y profesor del seminario Sociedad y religión en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Amigo personal de Orlando Yorio, Mallimaci no tiene dudas sobre la complicidad de Bergoglio en las detenciones de Yorio y Francisco Jalics.
–Pasadas las dictaduras y los gobiernos neoliberales, ¿qué significa la elección de un papa argentino justo cuando América latina protagoniza procesos de transformación con amplia legitimidad de sus gobiernos?
–Significa que la Iglesia Católica ha decidido asignarle a América latina prioridad, sobre todo de presencia religiosa que permita dinamizar el catolicismo, dado que en el mundo católico latinoamericano es donde más ha disminuido la cantidad de fieles. Pensarlo sólo en clave política no alcanza. Innegablemente influye, pero la principal preocupación de la Iglesia Católica es el descenso de sacerdotes, religiosos y creyentes en un mercado de bienes religiosos diversificado, en el cual los creyentes no encuentran qué posturas tener. A su vez, en América latina ese catolicismo se ha pensado muy cercano al Estado y a los grupos dominantes. Ese vínculo es más fuerte que en Europa o Estados Unidos y queda en evidencia ante las denuncias de abuso sexual, que en América latina casi no tienen repercusión. Aquí tienen más impunidad, como se vio ante la condena del padre Julio Grassi.
–¿Minimiza la influencia que pueda tener el nuevo papa en los procesos políticos de Sudamérica?
–Creo que los papas, por una larga tradición romana, actúan en consonancia con las iglesias locales y las nunciaturas. Cuando un papa visita México consulta a la Iglesia mexicana. Si visita Cuba y le dicen “no escuche a los de Miami”, el Papa lo hace. Es una política que tiene su lógica y que empieza con Juan Pablo II, ya que antes apenas se movían de Italia. Juan Pablo II tuvo una política de movilizar a las bases para tratar de renovar y aggiornar ese catolicismo emotivo que había en nuestros países a partir del contacto directo. Pero todos los estudios mostraron que la mayoría de la gente que participaba de esas movilizaciones disfrutaba del Papa, pero no tenía idea de su mensaje. Si el Papa fuera a Brasil apoyaría a la Iglesia brasileña, que tanto con Lula como con Dilma tiene vínculos estables. También en México, donde el PRI ha dejado de lado su anticlericalismo de otra época y tiene una postura de acercamiento a Roma. En Cuba no tendría ningún problema, acaba de ir Benedicto XVI. Si va a Venezuela sería interesante, porque la Iglesia Católica venezolana está muy ligada a las fuerzas políticas de oposición. Debería pensar bien si va a sumarse a esa perspectiva o a buscar una presencia masiva aprovechando que hay una sensibilidad popular católica fuerte que se vio con la muerte de Chávez. En Ecuador no habría problema, Correa tiene vínculos históricos con sectores de la Iglesia. En Perú habría que ver qué posición toma, es muy fuerte la presencia del cardenal Cipriani, del Opus Dei, y hay grandes conflictos internos. En Bolivia sería problemático porque la Iglesia no tiene buena relación con el Estado. En Uruguay históricamente hay mayor autonomía. En Chile no tendría problema.
–¿Y en la Argentina?
–En Argentina mis dudas son mayores. No hay experiencia histórica de un papa latinoamericano, con todo lo rico que significa que se descentre la mirada del Vaticano. Habría que ver la experiencia histórica de Bergoglio, con contactos fluidos con líderes opositores y una mirada muy crítica hacia el Gobierno. Ha aparecido más como referente político de oposición que como líder religioso. La venida como Papa tal vez lo lleve más a ser referente religioso para evitar ser utilizado políticamente.
–¿Cambiará de perfil?
–Habrá que ver si viene Bergoglio o Francisco. Ahí lo pensará muchísimo porque tendrá todas las miradas encima, de Argentina y de América latina. Esto vale también para la oposición, que lo va a querer como referente, y para el Gobierno, que tendrá que ver qué hace ahora, cuando Bergoglio se transforma en un referente mundial. El Gobierno deberá reflexionar más sobre su vínculo con Roma y con la Iglesia local, que se va a transformar en una correa de transmisión muy fuerte del propio Papa, quien ahora designará nuevos obispos y puestos claves del episcopado.
–La sociedad y el Estado argentinos avanzaron en la última década en la conquista de derechos, como el matrimonio igualitario, pese a la oposición de la Iglesia Católica con Bergoglio a la cabeza. ¿Qué nos espera ahora?
–A ese nivel me parece que no va a haber grandes cambios. Tendrá que aceptar las leyes y propuestas que tienen amplio consenso en la democracia argentina. Hay aborto en Italia, Francia, Alemania, había en Polonia, y esto no supuso que ni que Juan Pablo II ni que Benedicto XVI intentaran cambiarlo. Intentan disminuirlo, tratan de que las leyes se cumplan lo menos posible, que los católicos no lo practiquen. Son iglesias acostumbradas a la separación del Estado. Habrá que ver si Francisco se nutre de la experiencia de autonomía de estas iglesias o quiere retomar una postura fuerte como en América latina, de politizar lo religioso y catolizar lo político.
–De volver a tener la influencia del siglo pasado...
–Sí, lo que fue durante las dictaduras, que en muchos países incluían a vastos sectores políticos, religiosos, económicos y mediáticos. No es un tema de oficialismo u oposición, seamos claros: la política en América latina no se piensa autónomamente de lo religioso, se piensa cómo cada uno hace suya una parte de lo religioso, en especial con la Iglesia Católica. La pregunta es cuál va a ser la autonomía de los partidos respecto a una presencia mucho más fuerte de la Iglesia. Va a depender tanto de los actores políticos como del papado. Cada uno deberá pensar en una sociedad que se manifiesta en un 75 por ciento católica pero donde pesa fuertemente el cuentapropismo religioso que toma distancia de clérigos, preceptos y dogmas aunque sienta a ese catolicismo como identidad o cultura nacional. Descubrir los hilos de todo esto va a exigir a los partidos y al propio Estado mucha fineza en el análisis, porque la presencia simbólica de tener un papa argentino tiene un peso que no conocemos. Tanto para Francisco como para la Iglesia Católica argentina como para la sociedad política, mediática y económica es todo un desafío.
–Bergoglio decidió ser Francisco por un santo que se caracterizó por su espíritu de pobreza y desprendimiento. ¿Le alcanzarán el nombre y los gestos de austeridad para revertir la imagen de la Iglesia?
–Los gestos y los símbolos son importantes en sociedades mediáticas, pero no definen una política de gobierno, no alcanzan. Es valorable ser sencillo, humilde y austero. En un mundo globalizado donde los focos sobre la institución están puestos en los escándalos es un buen signo. Pero no alcanza, no es un programa de gobierno, no es un programa teológico pastoral. El programa será conservador, es innegable, porque la enorme mayoría o la totalidad de quienes lo eligieron son conservadores o ultraconservadores. Habrá que ver cómo se mueve ahí adentro.
–El sociólogo Juan Cruz Esquivel pronosticaba que una de las prioridades de Bergoglio será ordenar la curia romana. ¿Qué significa?
–Estoy de acuerdo. Se refiere a los escándalos del Vaticano de los últimos años. En realidad son de larga data, el cambio se da a partir de la sociedad mediática globalizada, que hace que estos hechos repercutan mundialmente. Los escándalos de la curia producen una pérdida de autoridad de obispos y cardenales. Los fieles los escuchan cada vez menos. Antes, los escándalos no llegaban a inquietar la base social de la Iglesia, hoy inquietan al conjunto de la feligresía católica. Otro problema es la propia estructura del Estado vaticano. ¿Esa estructura creada hace 150 años favorece las expectativas de creyentes y especialistas? ¿O implica una lógica más política que religiosa con los 177 Estados que tienen relación con el Vaticano? Ahí hay una tensión que es histórica, pero que en este momento se hace muchísimo más fuerte entre la Iglesia local y el nuncio que decide en vinculación directa con el Papa. En Argentina no va a suceder porque el Papa va a decidir más que el nuncio, pero en otras iglesias es todo un tema. En la medida en que los Estados y las sociedades políticas busquen lo sagrado para compensar sus pérdidas, la estructura católica internacional es una de las más preparadas para dar respuestas, pero esa estructura necesita muchísima gente y dinero, necesita que la informen, necesita relaciones con políticos, por eso lo de Vatileaks. Eso da un amplio poder político, pero no da el reconocimiento religioso de los creyentes. Ya veremos qué se hace en este sentido, pero deben pensar qué curia se necesita para que los creyentes tengan más participación y no sólo sean tenidos en cuenta los Estados y la sociedad política. No es decisión sólo de Francisco, hay que ver cómo analizan y deciden los distintos grupos de poder que existen en la Iglesia.
–Bergoglio no excomulgó al pedófilo condenado Julio Grassi. ¿Enfrentará el problema de los curas pedófilos?
–Lo va a tener que enfrentar porque no es una decisión individual: iglesias poderosísimas de Estados Unidos y Europa decidieron enfrentarlo, por problemas éticos, de credibilidad y en el caso de Estados Unidos financieros, por el costo de los juicios. En Argentina la Conferencia Episcopal no se pronunció ante las condenas de Grassi ni del obispo Edgardo Storni ni de Christian Von Wernich, que siguen perteneciendo a la institución. En los últimos tiempos, en las iglesias del norte, han sido puestos a disposición de la Justicia y suspendidos. Hay que reconocer que la postura de Benedicto XVI ha sido más inflexible. Esas denuncias son más factibles en sociedades acostumbradas a denunciar estos casos que en las nuestras donde, por ser patriarcales, machistas, con poca valoración de las víctimas, no sólo no denuncia la Iglesia sino tampoco organizaciones políticas, económicas, culturales o mediáticas. Y cuando se denuncia, la mayoría de las veces son encarpetadas por instituciones estatales o por la Justicia.
–Bergoglio intentó sin éxito unificar a la oposición contra el gobierno argentino, que es parte del proceso de cambios que atraviesa la región. ¿La asunción como papa permite pensar que dejará en un segundo plano el frente interno o, al contrario, que la respaldará con más fuerza?
–Pienso que los problemas que tiene con los escándalos, la curia, las transformaciones que debe hacer, lo van a ocupar de manera primordial. De cómo solucione esos problemas dependerá en gran medida cuánto tiempo dedique a temas de la Argentina. También va a depender de quién sea el próximo cardenal de Buenos Aires, que será su decisión y dará indicios sobre el rumbo. Pero supongo que le va a llevar un tiempo bastante importante en tratar de ordenar los escándalos de la propia curia.

Fuente: Página/12