viernes, 30 de agosto de 2019

Cuatro años endeudándose para llegar al default


En medio del derrumbe de los bonos de la deuda tras el "reperfilamiento" del calendario de pagos, la calificadora de riesgos puso al país en "default selectivo"
 
La deuda argentina pasó a categoría de extrema vulnerabilidad en la consideración de S&P
La deuda argentina pasó a categoría de extrema vulnerabilidad en la consideración de S&P 
Argentina entró en “default”. La sentencia llegó desde la calificadora de riesgo Standard & Poor’s. La compañía consideró por que las medidas financieras anunciadas por el gobierno de Mauricio Macri constituyen una cesación de pagos para la deuda de cortísimo plazo. La evaluación negativa de la firma se extiende al resto de los bonos emitidos por las distintas capas geológicas de funcionarios cambiemitas de forma que al país le colgaron el cartel de "default selectivo". La rebaja en la evaluación fue definida el miércoles, informada el jueves por la noche y será revertida al comenzar el viernes. Un default de 24 horas. La calificadora consideró que patear por seis meses los pagos de las letras que vencen este año constituye un default. Interpretó, sin embargo, que las irregularidades serán subsanadas cuando, tras los cambios unilaterales establecidos mediante un decreto de necesidad y urgencia, entre en vigencia el nuevo calendario de desembolsos. Las calificaciones de la deuda elaboradas por S&P quedarán, sin embargo, en niveles de extrema vulnerabilidad: "CCC-" para los bonos de largo plazo y "C" en los instrumentos de corto que reflejan la creciente vulnerabilidad financiera.
El vertiginoso deterioro observado en las reservas, el precio de los bonos, el riesgo país, las tasas de interés y el tipo de cambio, refuerza la imposibilidad de acceder al mercado para cubrir las necesidades de financiamiento externo. La reestructuración de la deuda con bonistas que anunció el Palacio de Hacienda dispuso una modificación en las condiciones de las Letes, Lecaps, Lecer y Lelinks que vencen este año para patear vencimientos por más de 7000 millones de dólares durante los próximos seis meses. “El gobierno argentino extendió unilateralmente los vencimientos de todos los papeles de corto plazo el 28 de agosto. Esto constituye un default bajo nuestro criterio. Estamos rebajando la calificación de riesgo de los bonos locales y extranjeros hasta default selectivo y los ratings de la deuda de corto plazo a default”, informó S&P a través de un comunicado difundido en la noche del jueves. La calificadora no ignora el derrumbe financiero pero sostiene que “como las nuevas condiciones de la deuda de corto plazo han ya entraron en vigencia, tenemos previsto elevar el riesgo de la deuda soberana que está en default selectivo el 30 de agosto. Planeamos elevar la calificación de largo plazo a CCC y los ratings de la deuda de corto plazo a C”.
Desde el Palacio de Hacienda destacaban el jueves por la noche que “lo importante es que el default selectivo estará en vigencia por dos días hasta que entra en vigencia el nuevo cronograma de pagos”. Los colaboradores del ministro Lacunza precisaron que “la calificadora Standard and Poor’s bajó la calificación de deuda de corto plazo en forma temporaria a default selectivo. Eso significa el incumplimiento parcial de alguna de las condiciones de emisión; en este caso el plazo, no el monto ni los intereses. Y, es selectivo porque se considera que el emisor continuará honrando el resto de sus compromisos”.
La brevedad del default sentenciado por S&P no implica que los riesgos hayan sido despejados. La evaluación de la deuda argentina realizada por la firma estadounidense quedará un escalón más abajo del que comenzó la semana. “Rebajar los ratings refleja la agudización del riesgo”, indica la calificadora al referirse a la reestructuración propuesta por el Gobierno para los títulos de mediano plazo emitidos en moneda local y los bonos regidos por la legislación extranjera.
“La creciente vulnerabilidad del perfil crediticio de la Argentina se derivan se un escenario financiero que se deteriora rápidamente, la ausencia de confianza en los mercados de las políticas del próximo gobierno y la incapacidad para renovar la deuda de corto plazo con el sector privado”, indica la evaluación de la calificadora al apuntar advertir sobre el creciente stress sobre los vencimientos que imponen la devaluación, la aceleración inflacionaria y la profundización de la recesión. La empresa junto a su competidora Fitch ya había rebajado la nota de la deuda argentina tras la debacle que siguió al resultado de las elecciones primarias.
La última vez que S&P declaró a la deuda en default selectivo fue en 2014 cuando una decisión judicial solicitada por los fondos buitre impidió que los pagos realizados por Argentina llegaran a los acreedores. Las calificadoras de riesgo comenzaron a mejorar su evaluación de la economía local cuando el gobierno alcanzó el oneroso acuerdo con los buitres que abrió el vertiginoso ciclo de endeudamiento. Las notas de las calificadoras promovieron el ingreso de capitales pero el amor se evaporó al ritmo de la fuga de capitales. 
Fuente:Pagina/12

jueves, 29 de agosto de 2019

Ni la mínima responsabilidad democrática


Nos pasamos años advirtiendo del riesgo de un gobierno de turistas, de dolarizados y offshore, y la crisis actual lo patentiza: sin pellejo en juego, la estrategia final óptima es la tierra arrasada, total siempre habrá Punta del Este y el patrimonio en el exterior no se devalúa.
La responsabilidad, en cuanto hacerse cargo de las consecuencias de los propios actos, no es producto de la voluntad o una concesión graciosa del ego. Es el resultado de situaciones que obligan a las personas a cuidarse de no hacer daño, porque ese daño les puede repercutir.
Es la historia del vendedor ambulante del tónico milagroso del lejano oeste. Un día llega al pueblo, embauca con su brebaje a sus habitantes y cuando éstos se dan cuenta que no es más que un preparado hueco, el vendedor cuenta sus dólares a decenas de kilómetros para nunca volver.
Parecía un chiste pero fue real. El ministro de Economía incrementó su patrimonio mientras la economía del país se contrajo. Es decir, las decisiones que tomó en su carácter de administrador de la economía de todos no repercutieron en su economía personal. Mecanismo perverso.
Este gobierno llevó al paroxismo esta brecha entre las decisiones de sus funcionarios y la posibilidad que tales decisiones les repercutan. No solo porque fueron acomodados que generaron millones de pobres sino porque muchos ni siquiera mantenían su patrimonio dentro del país.
A pocos les pareció grave que el ministro de Energía y mentor de la dolarización interna de los combustibles, exejecutivo de la Shell, dijera muy suelto de cuerpo que no traía su dinero del exterior porque no confiaba en el país. Cada uno hace lo que quiere con su plata, decían.
Claro que cada uno hace lo que quiere con su plata. Pero si estás a cargo del dinero público, de decisiones que afectan el bienestar de los habitantes, lo que hagas con la tuya deja de ser un tema personal para ser un ejemplo, un signo de la importancia que le das a tu cometido.
La irresponsabilidad de este gobierno, la ausencia de voluntad para hacerse cargo de los resultados de la gestión, la sistemática búsqueda de culpables fuera de sus filas, son el producto de una liberalidad que siempre les evitó tener que padecer en carne propia sus repercusiones.
El último grito de este a mí no me importa nada porque tengo la vaca atada es haber perdido por más de 15 puntos las primarias y sin embargo insistir que lo pueden dar vuelta mientras culpan al ganador de todo lo malo que pasa en el país. Ni la mínima responsabilidad democrática.
Fuente:Pagina/12

viernes, 23 de agosto de 2019

"Hubo terrorismo económico"

Matías Vernengo y el legado de Macri

El especialista de la Universidad de Bucknell analiza la herencia de pauperización social, endeudamiento externo y atraso económico que deja Cambiemos. Cómo seguir.
"El Gobierno duplicó la deuda en dólares en cuatro años", advierte Vernengo.
"El Gobierno duplicó la deuda en dólares en cuatro años", advierte Vernengo. 
“La situación económica actual es consecuencia de un diagnóstico muy errado de los problemas que había y de la aplicación de una suerte terrorismo económico para generar un efecto electoral. El Gobierno no sólo tenía la agenda de bajar salarios sino que resultó ser tremendamente incompetente. Deja un agujero demasiado grande. Por eso, hay que manejar las expectativas para lo que viene”, analiza la situación económica actual el economista Matías Vernengo. En diálogo con PáginaI12, el profesor de la Universidad de Bucknell (Estados Unidos) detalla el pesado legado macrista en materia de pauperización social y endeudamiento externo y propone una serie de medidas como puntapié inicial para un posible próximo Gobierno peronista: el esquema de tasas de interés, la necesidad de un banco de desarrollo, retenciones, programas sociales y renegociación del acuerdo de deuda con el FMI.
- ¿Cómo evalúa el proceso de endeudamiento externo del gobierno de Macri?
- Macri recibió un problema de restricción externa. Había problemas de cuenta corriente y falta de reservas internacionales, por lo cual Argentina no podía crecer más que el 1 o 2 por ciento. Era necesario volver al mercado de crédito, es decir, había que terminar con el problema de los fondos buitre, aunque Macri hizo una negociación muy mala. La idea de conseguir financiamiento externo para utilizarlo en determinados fines del desarrollo era razonable, pero se usó para cualquier cosa. ¿Había un problema de estancamiento económico? Sí, había. Pero no era necesario tirar todo a un pozo. Este gobierno duplicó la deuda en dólares en cuatro años. Es uno de los grandes problemas que hereda el próximo Gobierno y era evitable.
- ¿Por qué era evitable el endeudamiento externo?
- Desde la crisis de 2008, el mundo se ha inclinado a prestar en moneda doméstica y en Argentina no había necesidad de tomar toda esa deuda en dólares porque no se utilizó para ningún proyecto de sustitución de importaciones ni para reducir necesidades energéticas, no se hizo nada. La Reserva Federal está llena de títulos del Tesoro, así como el Banco Central podría prestarle al Tesoro nacional. Lo hace Brasil, que toma prestado en reales.
- Hay una amplia corriente de economistas, opinólogos y políticos que se aterrorizan ante la idea de que el Banco Central financie en pesos al Tesoro.
- Ese monetarismo burdo es el de Federico Sturzenegger, que decía que cuando suben tarifas no aumenta la inflación porque bajan otros precios. Son estupideces que acá en Estados Unidos no las defiende nadie. Pero los economistas argentinos neoliberales publican papers en el American Economic Journal y entonces parecen serios. Es un chiste, el eterno retorno de economistas que ya fracasaron en 2001. Hay un paralelo con Brasil en el sentido de la influencia norteamericana sobre los gobiernos de derecha. Y esa influencia aparece justamente en el momento en que Estados Unidos se mueve hacia la derecha nacionalista, o sea, no a favor del libre comercio. Es un buen momento para que la periferia piense políticas propias, como negociar tecnología con los chinos o desarrollar YPF con financiamiento externo, pero en cambio hemos hecho un liberalismo a ultranza, justo cuando el mundo avanza hacia otro lado.
- ¿Cómo se imagina un gobierno de Alberto Fernández?
- Las condiciones son malas. Esta gente hablaba del legado de Cristina… Dios mío. Van a dejar una deuda externa muchísimo más alta en dólares, inflación y tipo de cambio disparados, desempleo mucho más alto. Yo pensaba que esta gente no estaba loca, que la idea era acelerar un poco la inflación paro luego sostener el tipo de cambio y la tasa de interés y así estabilizar precios. Pero no sólo tenían la agenda de bajar salarios sino que resultaron ser tremendamente incompetentes. Hicieron un agujero demasiado grande. Por eso, hay que manejar las expectativas para lo que viene, no vamos a crecer al 8 por ciento, los salarios no van a subir rápidamente ni la inflación va a bajar rápidamente. Brasil va camino a tener una década perdida y eso también nos afecta. Por el lado del tipo de cambio, creo que se ha ido demasiado lejos, hay que atraer dólares con tasa de interés y renegociar pagos con el FMI. Reimponer retenciones y hacer del Banco Nación un banco de desarrollo con tasa baja para proyectos productivos, como hizo el Brasil de Lula, que utilizó el BNDS para apuntalar el desarrollo. El escenario internacional no nos juega en contra, porque hay tasas bajas. Hay que revertir un poco el brutal proceso de dolarización de los últimos años. Con estabilidad cambiaria y tasas todavía altas se puede manejar la inflación a pesar de tener aumentos de salarios, que son indispensables. Así como el neoliberalismo baja salarios, nosotros tenemos que subirlos. No podemos recuperar el poder adquisitivo que se perdió en dólares, pero sí ir en esa dirección. Y acumular dólares para prevenirse ante una situación complicada. No va a ser como el primer mandato de Néstor.
- ¿Cuál debería ser el eje de una negociación con el FMI?
- No queda otra que renegociar el acuerdo, pero es mucho mejor que lo haga Alberto Fernández a Macri. El FMI es un organismo que tiene rigideces e intereses que defiende, pero tampoco le conviene que la Argentina se vaya al tacho. Un default también es un grave problema para el FMI. Entonces ellos van a tener interés en negociar y dar un poco de espacio para que el país crezca. Un punto central debe ser la necesidad de expandir fuerte el gasto público para apuntalar los planes sociales y sacar a la gente de la miseria.
- ¿Cómo analiza el frente fiscal?
- Sigo creyendo que el déficit fiscal correcto es el que permite tener pleno empleo. Nuestro problema es la restricción externa, o sea la falta de dólares. Argentina recauda bien en términos de proporción del PIB, similar a Brasil. Hay capacidad de cobrar impuestos.
Si llegaste hasta acá…
Es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. Página/12 tiene un compromiso de más de 30 años con ella y cuenta con vos para renovarlo cada día. Defendé la otra mirada. Defendé tu voz.
Fuente:Pagina/12

martes, 20 de agosto de 2019

¿Una república o una monarquía?


Con acciones solo comparables a las tomadas por monarcas de reinos anteriores
al siglo XX ( o mediados del siglo XIX ) resulta que los que habitamos un país
definido en su Constitución como republicano, representativo y federal, al escuchar
al señor Mauricio Macri, presidente democráticamente electo en diciembre de 2015,
hablar en los dos días siguientes al aplastante triunfo opositor en las PASO, podemos
fácilmente llegar a hacernos la pregunta del título.
Escuchemos otra vez, esa figura crispada, de mirada un tanto perdida, habla con voz ofuscada, como si este domingo 11 de agosto no hubiera tenido lugar, como si ignorara que está atravesando el último cuatrimestre de cuatro años de un gobierno que se caracterizó por su indiferencia a las mayorías y que sigue castigando a sus habitantes hablando con sus secuaces para disparar el dólar y crear terror en la población, antes de salir a dar el discurso patético y paranoide en el que no dejó de insultar la inteligencia y los sentimientos de quienes lo escucharon .
Ignorante o indiferente, posiblemente lo último, de los terribles daños que está causando, ya no sólo a las clases más vulnerables como impiadosamente hizo desde el inicio, con sus inclaudicables medidas que pretende seguir poniendo en práctica, le preguntamos: ¿cuál de sus ministerios o secretarías van a estar encuestando las muertes que el disparo del dólar, que dispuso para su beneficio, el de sus amigos y protectores, va a ir produciendo, desde digamos hoy hasta diciembre?
Desde bebés paridos antes de término hasta los más ancianos, todo el espectro de seres humanos que necesiten para sobrevivir, medicamentos, intervenciones quirúrgicas, estudios de alto rango, atención de urgencia o cuidados especiales, todos pueden ser víctimas o estar a priori condenados por la debacle sanitaria de las decisiones de un presidente indiferente al dolor que sus acciones provocan.
Baste escuchar a expertos en el funcionamiento de laboratorios, farmacias, prepagas y todas las ramas de profesionales de la salud, que por cierto ya venían en grave estado de desatención. Si quieren agreguen los que han muerto de frío o los pequeños que crecerán sin perspectivas de futuro por la insuficiente alimentación o por habitar en basurales o en la ignorancia por no poder acceder a la educación básica.
Quién, sin caer en la violencia, ni atentar contra la democracia, le hará entender a este señor que pare de actuar como alguien que por derecho divino tiene poder sobre la vida y la muerte de los que evidentemente cree sus súbditos.
Fuente:Pagina/12

17 de agosto

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jueves, 15 de agosto de 2019

“El neoliberalismo ha logrado que las personas mayores ya no tengan futuro”

Ex Directora Nacional de Políticas para Adultos Mayores entre 2002 y 2015, hoy presidenta de la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria, Mónica Roqué, analiza que el neoliberalismo aliado al FMI ha impuesto la idea de que la vejez es un problema: “Pretenden una expectativa de vida más corta”, dice.


Mónica Roqué
Días atrás el candidato a presidente de la Nación, Alberto Fernández, volvió a poner el tema en agenda y adelantó una de las primeras medidas de Gobierno que tomará de resultar electo en octubre: devolverles a los jubilados los medicamentos que recibían gratis a través del PAMI, y que el gobierno de Cambiemos les quitó. “Es mentira que no se puede”, aseguró Fernández.
La situación de las personas mayores luego de tres años y medio de neoliberalismo es dramática. La pérdida de poder adquisitivo de los haberes jubilatorios durante el gobierno de Macri ha llevado a la Argentina de ser el país que tenía la jubilación mínima más alta de Latinoamérica a tener una de las más bajas.
“La inflación en general, que afecta a todos los órdenes de la vida, pero en especial la que aplica a medicamentos, provoca que las personas mayores hoy no puedan pagarlos y estén padeciendo una situación de salud gravísima, porque además el PAMI les quitó la entrega gratuita de remedios. La consecuencia es evidente: han aumentado el agravamiento de las patologías, la discapacidad y la mortalidad”, señala Mónica Roqué.
En Estos Días: Usted se refiere a la vejez como receptora de un acervo cultural. Desde el título de uno de sus textos, “Un mundo envejecido es un mundo mejor”, hace referencia a la “riqueza y sabiduría que da la experiencia de las personas mayores a favor del desarrollo de la comunidad”, y asegura que incluso tiene un efecto concreto como la disminución del analfabetismo en la Argentina. Usted destaca una  baja drástica del 6% que registró el Censo Nacional 2001, a  solo el 1,5% en varones y 2,8% en mujeres que no leen ni escriben, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares en 2011, y esto lo vincula a las políticas públicas dirigidas a la vejez durante esa década.
Mónica Roqué: Claro, hay una connotación peyorativa en ser viejo, pero la opción a envejecer es la muerte. Lo primero que hay que decir es que los órganos del cuerpo humano comienzan a envejecer a los 25 años. Es decir, que a los 25 años comienza el declive; pero esto no significa que a partir de los 26 una deja de ser una persona activa, productiva e inserta en la comunidad. Hay que comprender que el envejecimiento es un proceso. Y luego, además, que llegar a la categoría de “adulto mayor” (60 años) no es hoy lo mismo que hace 50 años atrás, cuando la esperanza de vida era de 20 años menos respecto de la que tenemos ahora. Una mujer argentina tiene una expectativa de vida de 80 años, y un varón de 74. Quien cumple 60 años, tiene ahora una expectativa de vida promedio de 22 a 25 años. Esto significa un tiempo vital mayor que el de otros segmentos, como los que incluyen infancia y adolescencia.
En Estos Días: Ese acervo cultural que usted menciona, sospecho que no tiene que ver solo con la acumulación de experiencia.
Mónica Roqué: Tiene que ver también con la circunstancia de una sociedad neoliberal que es la que provoca que primen los jóvenes, fundamentalmente varones, productivos -en el sentido de la producción capitalista-; una sociedad además machista y patriarcal. Esto implica que socialmente las mujeres envejecemos antes que los varones. Una mujer a los 40 años deja de ser un objeto de deseo, en términos de esta sociedad en la que vivimos; es producto del descarte de la sociedad y de la mirada masculina. En cambio un hombre de esa edad, “tiene experiencia”, se dice; comienza a ser deseable: una mujer que tiene canas es vieja; un hombre que tiene canas es atractivo. Esto es algo que tiene que ver con la idiosincrasia y con la política. El varón en esa edad está en una etapa productiva desde el punto de vista del consumismo. Porque una persona mayor, también produce conocimiento, experiencia, y demás cuestiones pero que, claro, no son las valoradas en el mundo capitalista.

En Estos Días: Es interesante el concepto de “envejecimiento social” que señala en relación a la mujer.
Mónica Roqué: Nuestra expectativa de vida es de unos 6 a 7 años mayor que la de los varones, pero vivimos también con mayor discapacidad. Nosotras no nos morimos de enfermedades agudas como mueren los varones; sobrevivimos, pero con mayor discapacidad. El tema, para la mujer, no es solo llegar a la vejez, sino además, en qué condiciones llegamos a la vejez. Por eso en este punto es central tener políticas públicas con perspectiva de género, porque las mujeres llegamos, como digo, soportando más enfermedades. También llegamos muchas veces viudas, a consecuencia de esa mayor expectativa de vida y, al ser viudas, entonces llegamos también empobrecidas, porque quien trae el principal recurso económico en una sociedad machista es el varón. Esto en la generalidad de los casos. Argentina, afortunadamente durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se convirtió en uno de los países del mundo donde las mujeres tienen la mayor cobertura en jubilación. Esto es, que se equiparó a la de los hombres, con un 97% de cobertura. Eso es algo que no sucede en la mayoría de los países, donde las mujeres no acceden a la jubilación, porque las mujeres tenemos al trabajo no remunerado como principal actividad, o los trabajos informales. Es muy bajo el porcentaje de mujeres que pueden acceder a trabajos formales, y cuando lo logran, por ejemplo acá, en Argentina, la brecha salarial entre mujeres y varones es del 26%. Las mujeres siempre ganan menos. Y entonces, cuando llegamos a la vejez, lo que mayoritariamente tenemos es una jubilación mínima. En números: el 67% de las mujeres que tienen una jubilación, tienen la mínima; en tanto entre los varones, solo el 45% tiene la mínima. Entonces a eso le sumamos la viudez, la soledad, las enfermedades crónicas y la falta de cobertura socio sanitaria, y el resultado es que las mujeres envejecemos en peores condiciones.
En Estos Días: Yendo a la situación actual de los jubilados, me refiero puntualmente a aquellos que han perdido el acceso a los medicamentos gratuitos que les proveía el PAMI, ¿cuál es su evaluación?
Mónica Roqué: Si uno va hoy, en este instante a los registros del PAMI, son aproximadamente 900 mil jubilados los que dejaron de recibir sus medicamentos gratuitos. Nosotros estimamos que han de ser muchos más, porque las condiciones para poder obtener el 100 por ciento de la medicación gratuita son bastante perversas para quien ha llegado a esa situación. Hoy el 80% de los jubilados cobra menos de 20 mil pesos, y el 60% de los jubilados cobra la mínima o menos (menos de 11 mil pesos). Hoy, según el PAMI, de los 2 millones que recibían medicación gratuita hasta 2015, lo están recibiendo solo un millón cien mil jubilados. De modo que imaginemos a esas 900 mil personas, que no solo dejaron de recibir medicación, sino que en muchos casos tiene que pagar el 854% de inflación, que fue lo que aumentó, por ejemplo, un anticoagulante de primera elección que se emplea para evitar los accidentes cerebro vasculares. Es evidente que no lo pueden comprar. El valor de venta al público de un hipertensivo hoy es de 1.967 pesos. Tratemos de imaginar cómo puede hacer un jubilado con un haber de 11 mil pesos.
“La primera causa de muerte de las personas mayores son las enfermedades del sistema circulatorio, le siguen en importancia los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio. La prevalencia de las primeras es algo mayor entre las mujeres que entre los varones, en tanto que se da una prevalencia inversa (mayor entre los varones) en los tumores. Las principales causas de muerte y discapacidad en las mujeres mayores son las enfermedades coronarias y el ACV, que provocan cerca del 60% de las defunciones”.

En Estos Días: Los medicamentos son un elemento central para el grupo etario al que usted se refiere, pero además hay un contexto agresivo en todo sentido; quiero decir, además hay que comer.
Mónica Roqué: Bueno, en cuanto a los medicamentos también ocurre algo que es gravísimo, y es que el precio depende en mucho del dólar, porque son fabricados por laboratorios extranjeros. Cuando se provocan estas corridas, quién sabe a dónde pueden ir a parar nuevamente los precios. Y después sí, la electricidad aumentó a 2018 un 1.465%, el gas un 1.261%, el agua un 956%. Por su parte, las jubilaciones aumentaron un 200% en tres años y medio. Perdieron en cuanto a poder adquisitivo un 20%; pero si se contrasta con la canasta alimentaria, la pérdida fue de un 60% de poder adquisitivo. Una persona mayor hoy no puede pagar la medicación, no puede pagar la alimentación básica, no puede pagar las expensas…la situación es gravísima.
Lo que ocurre con el neoliberalismo es un tipo de discriminación que se denomina “viejismo”; una discriminación por edad con la que la sociedad connota negativamente a las personas mayores. Dejan de considerar que una persona mayor es aquella que tiene 60 años o más, faltando a ese punto que es una consideración de la Convención Interamericana que protege los Derechos Humanos de las personas mayores, y ratificada en Argentina en 2017 con la Ley 27.360. Eso no debe ocurrir, una persona no es lo que a mí se me ocurre que es, sino que es, debe ser, lo que dicen las leyes y convenciones.
En Estos Días: Con base en este contexto que describe, la llevo entonces al tema Políticas Públicas, es decir, ¿cómo se hace para avanzar en la restauración del sistema?
Mónica Roqué: Bueno, el candidato a presidente de la Nación, Alberto Fernández, planteó dos cosas fundamentales, el aumento del 20% de las jubilaciones para devolver a los jubilados el poder adquisitivo que tenían en 2015, y la entrega de medicación gratuita para las enfermedades prevalentes para todas las personas mayores. Eso es fundamental, es el piso mínimo que tenemos que comprender para que las personas puedan tener una vida con dignidad y calidad. Después sí, hay que entrar en servicios específicos como pueden ser aquellas personas que necesitan acompañamiento para las actividades de la vida diaria porque tienen algún proceso de fragilidad o dependencia. No significa que se trate de alguien que no puede desenvolverse, sino de alguien que necesita acompañamiento para algún tipo de actividad en su casa. Para eso nosotros implementamos el Programa Nacional de Cuidador Domiciliario, para el que habíamos formado 45 mil cuidadores. Eso es algo que hoy ha sido desfinanciado y precarizado. Nosotros estamos comprometidos en tener un servicio nacional de cuidados que implica todo lo que pueda requerir la atención en domicilio, la asistencia, la atención en centros de día y la atención en residencias especializadas. De modo que estamos trabajando en un proyecto de Ley que reglamente todos estos servicios que son específicos para personas mayores.
Hoy sucede que el neoliberalismo regional, además alineado al Fondo Monetario Internacional, ha logrado que las personas mayores no tengan ningún futuro en nuestros países. El FMI ha dicho claramente que la vejez es un problema. Lo que pretenden es que la gente no llegue a envejecer, que tenga una expectativa de vida corta. Cuando en realidad la vejez no es un problema sino una solución, como ocurre en los países nórdicos u otros países europeos. Es sencillo: la vejez es una solución porque significa que si llegamos a la vejez es porque hemos disminuido la mortalidad infantil, la materna, la adolescente con sus problemáticas, y la mortalidad en los adultos, y hemos logrado una mejor calidad de vida para nuestra población.

Mónica Roqué es Médica Cirujana, Magister en Administración de Servicios de Salud y Seguridad Social con Especialización en Tercera Edad y Discapacitados, OISS, UNLM. Magister en Dirección y Gestión en Sistemas de Seguridad Social. Universidad de Alcalá, España. Directora Nacional de Políticas para Adultos Mayores, de la SENNAF-Ministerio de Desarrollo Social. Coordinadora General del Plan Nacional de las Personas Mayores. Presidenta de la delegación Argentina ante ONU y OEA en el grupo de trabajo sobre la convención de derechos humanos para las personas mayores. Secretaria Ejecutiva del Consejo Federal de Mayores, Responsable Nacional del Proyecto Observatorio de Mayores. Directora de la carrera de posgrado Especialización en Gerontología Comunitaria e Institucional, de la Facultad de Psicología de Mar del Plata.

Fuente: "enestosdias:el contexto es la noticia "

miércoles, 14 de agosto de 2019

"Queremos visibilizar una historia oculta"

La Masacre de Pasco según Patricia Rodríguez y Martín Sabio

La investigadora y el documentalista reconstruyen una matanza de la Triple A que quedó impune y anticipó la metodología represiva de la dictadura cívico-militar. 
"Es una historia bisagra en el Conurbano sur", afirman Rodríguez y Sabio. 
"Es una historia bisagra en el Conurbano sur", afirman Rodríguez y Sabio.  
Imagen: Guadalupe Lombardo
El 21 de marzo de 1975 la Triple A secuestró, torturó, fusiló y dinamitó a ocho militantes populares del barrio San José de Temperley. Esa matanza pasó a la historia con el nombre de Masacre de Pasco y funcionó como antesala del terrorismo de Estado de la dictadura. Patricia Rodríguez escribió hace unos años el libro Masacre de Pasco y su trabajo fue el disparador del film Pasco, avanzar más allá de la muerte, dirigido y escrito por Martín Sabio, mientras que Rodríguez fue la responsable de la investigación histórica. Narrado a través de la mirada de un grupo de alumnos y alumnas de la Escuela de Educación Media Nº 75 "Vicente Sierra", situada en el corazón del barrio donde sucedieron los hechos, el documental reconstruye los aspectos más oscuros de la masacre. Y a modo de clase entre una docente y sus estudiantes, los adolescentes van realizando una investigación en vivo, en algunos casos con la propia profesora, y se van encontrando con familiares de las víctimas y aprendiendo historia de una manera claramente particular. El film se estrena mañana jueves en el Gaumont.
Sabio es egresado de la carrera de Cine y Video en la Escuela de Artes Visuales de Lomas de Zamora. Participó como documentalista en producción, realización, cámara y montaje desde el 2000. En 2004 estrenó la obra Febo asoma, con dirección de Rubens Correa. En 2011 realizó el documental Ni una más, sobre el femicidio en Latinoamérica. Patricia Rodríguez, en tanto, es profesora en Letras, bibliotecaria e investigadora. Durante más de diez años recopiló testimonios que reconstruyen la memoria de sus compañeros desaparecidos. Ese trabajo quedó plasmado en el libro Las ideas no se matan. También escribió La osadía de construir poder popular, sobre la historia de la década del 70, mientras que su tercer libro, Masacre de Pasco, es el que utilizó para la película.
"La idea nació porque había una necesidad en el Conurbano de poder visibilizar una historia que estuvo oculta durante mucho tiempo. Y fundamentalmente porque es una historia que es bisagra en el Conurbano sur. Marca un antes y un después en nuestro territorio", cuenta Rodríguez. "Tuvimos la necesidad de contar nuestra historia reciente a través del documental. Si bien hubo una investigación previa a partir del libro de mi autoría sentimos que que había que poner en imagen esa historia para que sea masiva, para que sea conocida, sobre todo para las nuevas generaciones", completa la investigadora.
-¿Por qué no es tan conocida la Masacre de Pasco?
Patricia Rodríguez: -Porque es un hecho, en principio, traumático. Es un hecho difuso, por un lado, que se transmitió en un sector de la población de generación en generación. En parte, yo me acerqué a esta historia de boca de mis alumnos. Fui docente de escuelas cercanas a donde se produjo la masacre. Por otro lado, porque es un hecho que tiene una multiplicidad de significaciones. Y lo bueno del documental es que invita a repensar nuestra historia, entre todo, y leer esto, poder debatir, poder hablar y no ocultarlo ni callarlo.
-¿Por qué decidieron que la película sea narrada, en buena parte, por los estudiantes y su punto de vista?
Martín Sabio: -Cuando pensamos las imágenes de la película a partir de lo que había sido la investigación, el libro, etcétera, es que muchos de los relatos habían salido de vecinos del barrio, estudiantes o de hijos de vecinos que contaban. Y muchos de esos relatos habían salido de esa escuela, que también es emblemática en ese barrio por las características sociales de toda esa zona. La idea era volver a trabajar el proceso de investigación realizado previamente a partir de un grupo de jóvenes de otra generación para también después hablar sobre esa idea de la continuidad en el presente, no sólo de la organización en esa zona que había quedado paralizada después de la masacre sino también de lo que tiene que ver con la represión parapolicial que también continúa. Nos acerca a través de ese grupo de estudiantes a este grupo del presente.
-¿Es una película pensada para exhibir fundamentalmente en escuelas?
M.S.: -Está pensada, sí, y de hecho de las pocas presentaciones que hicimos este año cuando terminamos la película, la respuesta, el recibimiento de docentes que fueron a ver la película es muy bueno. Me interesa mucho pensarla para verla con alumnos o en espacios de formación docente, sobre todo por cómo se van transformando en la película los chicos como protagonistas, cómo van asumiendo esa historia que van escuchando de algún familiar o sobreviviente. Y después son ellos mismos los que le cuentan a otras personas lo que fueron aprendiendo.
-¿Cómo fue el proceso de investigación más allá del libro?
P.R.: -No sólo recurrimos a las fuentes escritas de aquella época sino también a los testimonios orales acercándonos a las familias con mucha delicadeza y respeto porque ellos nos permitieron compartir ese gran dolor. Pudieron abrirse y explayarse. Tenemos un profundo agradecimiento porque ellos compartieron ese dolor con nosotros.
-¿Y en relación a los alumnos? ¿Participó el que quiso o hubo un proceso de selección?
M.S.: -Hubo un proceso previo, fuimos a dar a conocer el proyecto e intentar algún vínculo en la escuela. Después, se dieron algunas propuestas como ir a ver una obra de teatro y trabajar en torno a la obra. Hicimos una jornada previa al rodaje, unos meses antes. Con una serie de consignas, ellos hablaron de alguna experiencia que había en la familia respecto a relatos del pasado, de la dictadura, del barrio. Fuimos soltando el tema y después de un grupo grande, que eran dos cursos, fue quedando un núcleo de ocho o nueve chicos que fue acompañando en casi todos los momentos, a veces, uno; a veces, otro, pero fueron compartiendo esa experiencia.
-¿Qué etapa llegó a cerrar la Masacre de Pasco?
P.R.: -Siempre digo que es un hecho bisagra. Marcó un antes y un después, al menos en Lomas de Zamora, en el Conurbano sur porque lamentablemente fue el comienzo de la derrota. Fue el comienzo del fin y fue anticipando lo que se vino luego: la dictadura. De hecho, la masacre anticipó métodos que utilizaron las fuerzas represivas en plena dictadura, como el dinamitar los cuerpos. Por eso fue muy traumático para la población. Por eso, consideramos que era necesario volver a hablar de esto, no convertirlo en traumático sino para poder entenderlo en función de comprender nuestro presente. 

Fuente:Pagina/12

lunes, 12 de agosto de 2019

La ruptura y la transición


Imagen: Bernardino Avila
El hecho electoral del último domingo es irreversible. La presunción de que desde aquí a octubre pudiera producirse una súbita reconciliación social con el gobierno de Macri luce un poco problemática. Eso no quiere decir que no habrá campañas electorales, las habrá. Pero puede pensarse que no serán el centro de la atención política; es absolutamente más importante la fórmula de gobernabilidad política que se pondrá en marcha desde aquí hasta el 10 de diciembre. Una fórmula de gobernabilidad política significa evitar que el barco quede a la deriva, bajo el timón de un presidente que a sus conocidas debilidades de carácter le agregue una grave y creciente indignación de gran parte del pueblo con sus políticas.
El acontecimiento del último domingo no debería medirse exclusivamente en términos de porcentajes electorales. La noticia, claro, es la contundencia de las cifras. Pero el significado político de un acontecimiento no se mide en cifras, tiene una calidad específica. En este caso el acontecimiento fue sorpresivo, nadie públicamente había anunciado la posibilidad de su aparición. Las cifras mágicas de nuestra civilización -las encuestas- auguraban una situación de paridad, matizada por algunas que ampliaban más o menos levemente las ventajas numéricas del Frente de todos respecto del oficialismo. Nadie se animó a insinuar la posibilidad de lo que realmente fue. Es decir que lo que ocurrió no puede ser livianamente considerado un error de muestreo de las empresas del ramo. Lo que emergió es un nuevo mapa social y político que nadie previó, por lo menos públicamente. El nombre de lo que emergió podría llamarse la ruptura de un pacto. Un pacto que se estableció en 2015 y sobrevivió un tiempo del gobierno de Macri estalló definitivamente el domingo. Y lo hizo con una armonía nacional asombrosa: ninguna región, ninguna provincia dejó de sacudirse. El oficialismo ganó solamente en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Córdoba, en ambos casos por distancias marcadamente inferiores a las registradas hace cuatro años. Por supuesto que habrá diferencias específicas de orden regional y municipal que puede una mirada más profunda pueda revelar, pero lo que aquí se intenta subrayar es el carácter nacional del acontecimiento, de la ruptura del pacto. Un pacto que decía que cualquier cosa podía aceptarse con tal de que no vuelva “lo anterior”. Era el pacto con lo que los encuestadores llaman los “independientes”. Es decir de las personas que no se enrolan en ningún “extremo”, según la jerga mediática que también perdió el domingo. Esas personas son las que generalmente inclinan la balanza electoral.
Sin embargo lo que en realidad se desplaza es el conjunto del humor social, hasta tal punto que termina de mover en una u otra dirección a los independientes (o indiferentes). No es un proceso molecular, es un movimiento colectivo. Lo que se vivió fue la expresión electoral de un movimiento que hizo la sociedad argentina como conjunto. Y que consiste en la decisión de no admitir más la extorsión que obligaba a mantener el apoyo o la resignación al gobierno “si no queremos ser Venezuela”. Se rompió el mito fundante del macrismo, la identificación de Cristina y sus seguidores con el mal absoluto, que abarca desde el terrorismo mundial hasta la cantidad de gente que vive sin trabajar en este país. El proceso de gobierno de Macri fue carcomiendo el atractivo de ese mito. La elección puso en acto su crisis.
El gobierno fue, hay que insistir, un factor muy importante de esta ruptura, dados los retrocesos generales provocados por su política. El otro factor central fue el proceso que desencadenó la decisión de Cristina el 18 de mayo último, la de promover la candidatura de Alberto y “aceptar” el lugar de vicepresidenta. Fue el momento decisivo del último tramo de nuestra vida política. No porque haya inventado el proceso de unidad de la oposición, que se insinuaba y se desarrollaba desde antes, sino por destrabar el mecanismo que lo condicionaba, que era justamente la base del mito macrista. Hablamos del peso que en la estructura justicialista tenía el veto a la figura de la ex presidenta, sostenido en términos parecidos a los de la retórica de Marcos Peña. Claro que ese veto se había ido debilitando en un proceso de mutuo acercamiento con importantes cuadros políticos y sindicales. Un proceso, dicho sea de paso, que es inseparable de la adhesión popular que conservó y amplió Cristina. Lo cierto es que la unidad de la oposición fue lo que galvanizó la ruptura del mito macrista que venía madurando en el país.
Ahora, además de registrar el hecho hay que pensar en sus consecuencias. La principal consecuencia es que el “simulacro”, la “encuesta nacional” que eran las PASO para sus detractores, no ha sido una lucha preliminar sino que ha creado una realidad política totalmente nueva. No fueron nada más que el antecedente para nuevos movimientos tácticos partidarios sino el comienzo de una compleja transición política. Al gobierno, profundamente debilitado como está, le quedan cuatro meses de gestión. Y las horas que estamos viviendo nos dicen qué tipo de cuatro meses serán. La política argentina tiene que enfrentar el problema de la gobernabilidad durante el próximo período. Y acá la palabra gobernabilidad no es usada en sus significados clásicos (la “estabilidad de los mercados”, la “seguridad jurídica” de los inversores y eufemismos parecidos, concebidos para nombrar el derecho de propiedad de los inversionistas financieros). Se usa la palabra como la capacidad de mantener un orden político básico y de asegurar condiciones básicas de vida a sus ciudadanos. Este gobierno se caracterizó por la irresponsabilidad por las consecuencias de sus actos, como no sea visto de modo excluyente desde la perspectiva de los minúsculos sectores más poderosos de la sociedad argentina. Y a este gobierno le corresponde pilotear una etapa muy difícil para el país.
La situación es de enorme complejidad. El gobierno actual es enteramente responsable de esta situación. Fue su política y no la herencia de los gobiernos anteriores lo que nos llevó a este lugar. No puede pedirse a la oposición que se haga cargo de la situación. Pero tampoco puede la política quedarse pasivamente mirando el deterioro progresivo de la nación y el daño tremendo que se le inflige a su pueblo a la espera de diciembre. En Argentina empezó una transición y tenemos que ser conscientes de eso.
Fuente:Pagina/12

jueves, 8 de agosto de 2019

El macrismo forma parte del pasado

El economistas e historiador Mario Rapoport desenmascara al actual ciclo político conservador

El gobierno de Macri repite y acentúa las fórmulas de otros gobiernos liberales y conservadores del pasado maquilladas por las teorías económicas y políticas predominantes hoy.
"Mauricio Macri llegó a la presidencia conformando un nuevo espacio político con el nombre de “Cambiemos”, que es en reversa para recuperar privilegios perdidos por las elites", señala Rapoport. 
 

"Mauricio Macri llegó a la presidencia conformando un nuevo espacio político con el nombre de “Cambiemos”, que es en reversa para recuperar privilegios perdidos por las elites", señala Rapoport. 
Imagen: AFP
Mauricio Macri llegó a la presidencia conformando un nuevo espacio político con el nombre de “Cambiemos”. Aunque su objetivo no es un cambio hacia delante para poner al país en la senda del desarrollo económico sino más bien, uno en reversa procurando recuperar nuevamente privilegios perdidos, o sea volver al pasado. Su presencia en el poder no es tampoco meramente coyuntural, sino que está ligada a la formación misma del país. No sólo abreva en el neoliberalismo o en los influyentes economistas que impusieron esa teoría en el mundo, sino también en la experiencia de importantes etapas de nuestra historia desde mediados del siglo XIX.
Lo que más teme el hombre es aquello que parece no dar la impresión de pertenecer a su propio cuerpo, aunque la vida se inicia con un nuevo ser diferente a sus progenitores, de allí el impacto terrorífico de Alien (que ahora denominan populismo). Pero no debemos trasladar mecánicamente esta experiencia, real o fantástica, con las fuerzas económicas que conforman el ámbito social en el que vivimos. Y de eso se trata cuando hablamos de la inflación y del dólar. No son parte de nuestra propia naturaleza sino de factores que irrumpieron en la economía como consecuencia de políticas creadas ex profeso. 
¿Cuánto de esta historia viene de aquellos que tienen en su mente un interés lucrativo con el tema e instalan una cultura en torno de él (el endeudamiento externo y la inflación primero, el dólar con fuga de divisas –en vez del riesgo de la inversión productiva– después).
¿Cuántos son los que defienden la extracción de ganancias fáciles a través de maxidevaluaciones que potencian los procesos inflacionarios en una dupla infernal? 
¿O los que terminan esa tarea con un simulacro de dolarización, la convertibilidad y el uno a uno, produciendo una profunda deflación causa principal de todas las crisis mundiales, en el 2001? ¿Son los mismos?

Crisis

Los economistas neoliberales -y el actual gobierno que los representa o los sigue (son como carne y uña)- creen a pie juntilla en el libre cambio, en la competencia, en la apertura de la economía, en las fuerzas del mercado. Pero no por eso siguen a Adam Smith. En la Teoría de los sentimientos morales de 1759, su primer libro, recuerda un economista francés Christian Chavagneux, se encuentra un empleo distinto del concepto de la “mano invisible” del que todos suponen. Es anterior al de La riqueza de las naciones. Allí el gran economista escocés explica que, “empleando un ejército de domésticos destinados a servir sus caprichos, los ricos propietarios rurales son conducidos por una mano invisible a redistribuir la riqueza en su favor”
En la Argentina, las crisis y los procesos inflacionarios no comenzaron con la industrialización, sino que estaban presentes en el siglo XIX, en el período plenamente agroexportador, con las crisis de 1873, 1885, 1890, y 1913 y su origen fue el endeudamiento externo. En los siglos XX y XXI las crisis de 1980, la hiperinflación de 1989-90, la crisis del 2001 y la crisis actual reprodujeron este esquema doloroso para la economía nacional.
Como lo expresa el polémico debate sobre la Ley de Aduanas de 1875-76, otro camino era posible.
Para hacer frente a la crisis de 1873, el presidente Nicolás Avellaneda había propuesto “ahorrar sobre la sed y el hambre del pueblo argentino”. Para ese fin ordenó enviar a Europa el encaje metálico de la moneda, paralizó las obras públicas, rebajó el sueldo de los empleados públicos y no atendió los consejos que se le dieron de establecer tarifas protectoras para la industria nacional. El servicio financiero del endeudamiento externo, especialmente en función de empréstitos tomados en el exterior por Mitre, que al principio sirvieron para financiar la construcción de ferrocarriles y obras públicas y atraer inmigrantes, se incrementó luego de manera formidable por la criminal guerra (como la llamó Alberdi) de la Triple Alianza que destruyó un país vecino, el Paraguay, a fin de abastecer las fuerzas militares.
Estos empréstitos no estaban ya de acuerdo con la capacidad económica del país y consumieron una parte sustancial de su renta. A esto se sumó el saldo negativo del balance de pagos debido a la caída de los precios de los productos de exportación de la época, carnes saladas, cueros, y el cese de la exportación de lana cruda a los Estados Unidos por la ley proteccionista norteamericana de 1867, que prohibía su entrada. El Banco de la Provincia se encontró con una suma enorme de créditos concedidos para pagar las deudas asumidas por el gobierno argentino. Sólo entonces en 1875, por razones puramente fiscales el gobierno llevó al Congreso la discusión de una nueva ley de Aduanas que produjo un intenso debate entre sus ideas librecambistas, que sólo querían salir del paso con nuevos impuestos y las propuestas de varios diputados que levantaron posturas proteccionistas tendientes a construir una verdadera industria nacional.

Capital y trabajo

En ese debate, hace ya 150 años, el entonces joven diputado, Vicente Fidel López, hijo de Vicente López y Planes, autor del himno nacional, decía en contraposición con lo que expresaba el secretario de Hacienda del gobierno Norberto de la Riestra, un reconocido liberal, que presidía la sesión:
La verdadera enfermedad de que está aquejado nuestro país, Sr. presidente, es la falta de capital y espero que el Sr. ministro de Hacienda no se escandalizará cuando le diga que para mí no hay más riqueza sólida verdadera que la que está representada por el oro ganado, acumulando en un país dado. El ejemplo de la Inglaterra lo prueba. La Inglaterra es rica porque tiene oro ganado por ella para dar al extranjero, porque tiene oro propio bien adquirido por su trabajo para fomentar en provecho de su industria y de capital todas las fuentes ajenas. Por eso vive próspera y rica sobre todas las otras naciones de la tierra. Sin oro ganado y aclimatado por el trabajo industrial no hay riqueza verdadera. Pero es preciso, repito, que el trabajo haya formado y aumentado el capital del país y que el fruto de ese trabajo quede depositado en el mismo país y representado en oro. Un país que siente la falta de capital para poder explotar sus fuentes de producción es un país que está siempre expuesto a la crisis, a perder su riqueza y hasta su independencia, según la enérgica fórmula de Carey. […] Pero los librecambistas a todo trance no se preocupan sino de lo que tienen, de los que no tienen no se preocupan; los que tienen pueden naturalmente comprar más barato, y esto es su objeto natural; en todos los países del mundo generalmente son rentistas […] Llamo la atención de los señores diputados sobre la situación difícil en que se encuentra nuestro país. Nuestro país se encuentra hoy en las mismas condiciones en que se encuentra Arabia […] en las condiciones de todos los países, no diré bárbaros, pero sin industria, ni trabajo, ¿y por qué? Y esto es así porque no sabe manufacturar las materias primas que produce”.
Las posiciones de López, que parecen tener un poder clarividente que llega hasta nuestros días, fueron en aquella oportunidad derrotadas. Se aceptaron algunos impuestos pero no para construir una industria nacional sino para pagar las viejas deudas. Hoy, el gobierno de Macri es el resultado histórico de esa derrota. Un país que terminó siendo una “granja de las naciones manufactureras” como predijo Carlos Pellegrini, joven diputado que apoyó a López en aquella sesión.

Dueños de la tierra

Si esos empréstitos ayudaron -en alguna medida- a transformar el desierto en un vergel que permitió exportar nuestros productos agrarios, beneficiaron ante todo a una parte reducida de la población que hacia 1880 se había apropiado de las mejores tierras mediante herencias coloniales, ley de Enfiteusis, campañas del desierto, arrendamiento y compra de grandes extensiones. Fueron las bases que posibilitaron la formación de la llamada oligarquía terrateniente (que incluyó grandes comerciantes y sectores de poder de Buenos Aires y el interior) y financió sus actividades aprovechando en su favor ese endeudamiento. El gran problema de la Argentina, no fue el vacío del desierto del que se hablaba en aquel entonces, sino la enorme riqueza de recursos naturales del que se apropiaron unos pocos.
De allí surgieron los dos pilares del tipo de desarrollo económico que tuvo la Argentina: los dueños de la tierra y el capital financiero internacional, aunque los nombres de sus protagonistas sean distintos a los originales. El sector industrial local quedó al margen como un acompañante no demasiado deseado; las manufacturas y bienes de capital necesario provenían sobre todo del comercio exterior y su correlato financiero y esporádicamente de algunas inversiones extranjeras directas.
La inestabilidad crónica del país, el famoso péndulo económico e institucional del que siempre se habló, fue en verdad provocado por la oposición a toda política industrial y social (correlativa a aquella), que no entra en los marcos de la civilización que pretende la elite tradicional ligada al capital extranjero y al FMI. Ellos quieren que los beneficios del financiamiento externo abarquen como máximo al 20 por ciento de la población, no desean desarrollar el mercado interior ni la industrialización, prefieren volver al gobierno de las vacas (hoy de la soja) y de los palacetes que tenían a principios de siglo ahora establecidos en countries, departamentos suntuosos y barrios privilegiados, y a través de ese endeudamiento fugar sus ganancias y descapitalizar el país. 
Como ya se demostraba a fines del siglo XIX y en el siglo XX (Estados Unidos, y Alemania son el ejemplo) es la actividad industrial la que dio lugar a la transformación económica de los países que hoy están a la cabeza de la economía mundial. Según afirma el economista coreano Ha-Joon Chang, “el desarrollo económico ha sido alcanzado a través de la industrialización, o, más en concreto, del desarrollo del sector manufacturero”.

Gobiernos conservadores

Ahora se padece una grave crisis económica. Por un lado, procesos inflacionarios incontenibles, un gran endeudamiento externo y una subordinación a los intereses de las potencias dominantes y el gran capital internacional. Por otro, como consecuencia de ello, mayor desempleo, empobrecimiento de la población y la quiebra de numerosas industrias y comercios. El gobierno de Macri repite y acentúa las fórmulas de otros gobiernos liberales y conservadores del pasado maquilladas por las teorías económicas y políticas predominantes hoy. El ideal de ese sector después de la crisis mundial del 2008 es fuertemente cuestionando en el mundo. En el orden local, es rechazado por la mayoría de la población y las fuerzas sociales que reclaman sus derechos y se oponen a las políticas de ajuste.
En un mundo donde la globalización ha mostrado sus límites, marcado por constantes crisis, hasta llegar a la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China , su última expresión, los productos agropecuarios encuentran grandes restricciones en los mercados de las naciones industrializadas.
Los modelos que nos muestran las grandes potencias actuales son muy diferentes. Estos protegen sus sectores menos competitivos, como el agrario y nos presionan para que les compremos sus productos industriales a cambio de un endeudamiento creciente. Podríamos haber seguido el ejemplo de otros países que partieron casi como nosotros y hoy pesan en la civilización moderna, por supuesto con muchos de sus traumas, porque el paraíso no existe salvo los fiscales. Tenemos así los casos de Australia y Canadá, donde no hubo un monopolio de la tierra, se establecieron sistemas tributarios más progresivos y se dio un impulso a las industrias nacientes. China se industrializó y ya es una de las principales potencias económicas del mundo.
¿Y que es lo que ha marchado en esos países? El rol del Estado. No uno colonizado como el nuestro por grupos dominantes internos y externos, sino mediante un funcionamiento, que procura regular la actividad pública y privada en función de intereses comunes. Esto implica tener en cuenta el mercado interno, impulsar nuevas tecnologías, aprovechar la inversión externa e interna productiva con controles adecuados y exportar productos industriales, incluso agroindustriales, no sólo primarios. No son los cerebros de millones de vacas lo que van a posibilitarlo, pero si el de nuestros científicos y universitarios especializados, antes que después de formarlos durante años, se nos fuguen como los dólares.
* Profesor Emérito de la UBA y del ISEN. Este artículo forma parte de su nuevo libro próximo a publicarse Se me hace cuento que la Argentina aun existe.
Fuente:Pagina/12

martes, 6 de agosto de 2019

Se acabaron los argumentos

Cambiemos se da cuenta de que, en el terreno de las explicaciones y los argumentos, ya no puede competir y apela a la emotividad. ¿A una fe en retroceso, se le debe oponer la razón o se la contrarresta con una fe más poderosa?
La última apuesta comunicacional del presidente Mauricio Macri (“No se necesitan argumentos, no es necesario dar explicaciones. Es tu autoridad, tu confianza, tu credibilidad, la que tus relaciones valoran para acompañarte en tu decisión”) reconoce que tiene definitivamente perdida la batalla por las ideas. Solo le queda el salvavidas emocional, la apelación a una fe que sepulte todas las certezas y las dudas racionales.
Paradojas de la historia y de la política argentina: Cambiemos recurre a las herramientas que siempre se le atribuyeron al populismo, mientras que el peronismo se corre de la épica sentimental y traza su campaña sobre la base de datos concretos de la realidad económica y soluciones realistas de cara al futuro. Los populistas de ayer, quién lo diría, son los pragmáticos de hoy, los que se atienen a los hechos. Cada vez queda más claro que la “civilización”, en términos de confrontación dialéctica, está de este lado de la grieta, y la “barbarie” es la zona de confort de aquel que dice no necesitar ni argumentos ni explicaciones.
En rigor, los párrafos anteriores dan cuenta del estado de situación en el plano discursivo. Pero el poder que Cambiemos representa y administra con voluntad de hierro sí tiene argumentos. Muy contundentes y sólidos. Aunque inconfesables ante la ciudadanía. El sector más concentrado de la economía argentina, hoy también a cargo de los resortes burocráticos del Estado, necesita una reelección de Macri para consolidar la redistribución regresiva de la riqueza en el país, afianzar la extranjerización de los recursos naturales y restituir la relación comercial con el Primer Mundo en los términos que éste necesita: una Argentina que le venda materias primas y le compre productos con alto valor agregado. Si pudieran expresarse, serían explicaciones atendibles. Es un modelo de sociedad. Pero la razón neoliberal, verbalizada crudamente, es incompatible con las expectativas de la mayoría de la gente. Por eso y para eso existe Durán Barba.
Cambiemos se da cuenta de que, en el terreno de las explicaciones y los argumentos, ya no puede competir. Nunca pudo, en realidad, pero durante un tiempo logró administrar cierta racionalidad asociada a la esperanza. No era descabellado pensar, con alguna lógica, que poner en marcha el país después de doce años de descalabro populista (aquí cabría poner comillas, pero uno intenta meterse en la cabeza del otro) requería de un tiempo de reacomodamiento e inclusive de ciertos ajustes, para atraer inversiones, etc etc. A tres años de las promesas del “segundo semestre” el argumento de la pesada herencia ya resulta insostenible.
Hoy Macri solo tiene asegurada la fe ciega de una minoría activa. Una fe que tiene bases menos sólidas que la esperanza. Porque la fe que invoca Cambiemos es una “anti fe”. Una fe negativa, de tono inquisitorio, que se sostiene únicamente en la oposición a un supuesto “demonio”. Esa gente no necesita ni argumentos ni explicaciones. Es la que llenó el sábado pasado la Exposición Rural. Pero la frase de Macri no va dirigida a ellos, que ya los tiene. El “no hacen falta argumentos ni explicaciones” procura darles alivio y consuelo a quienes lo votaron en 2015 y se sienten humillados por el “yo te avisé” de familiares, amigos y vecinos. Gente que se quedó en silencio, masticando bronca, sin elementos para debatir, a la espera de una felicidad eternamente diferida. Con estas palabras Macri pretende quitarles la mochila de tener que defender lo indefendible y no poder hacerlo. Les dice al oído “no es necesario discutir, decile a tu gente que confíe en mí, que merezco una oportunidad más”.
Ese es, también, el voto que necesita el Frente de Todos para ganar en primera vuelta. El del estafado que no se anima a asumirse como tal. O el de aquel que lo votó convencido y ahora dice, protegiéndose desde el relativismo antipolítico: “gane quien gane, al día siguiente me tengo que levantar a la misma hora para ir a trabajar”. El desafío es convencerlo sin herir su autoestima. Como quien escribe estas líneas no es gurú ni consultor político, se plantea una pregunta para la que no tiene respuesta. Se la traslada entonces a los lectores: ¿a una fe débil, en retroceso, se le debe oponer la razón o se la contrarresta con una fe más poderosa?
Fuente:Pagina/12

Las nuevas formas de trabajo y la Precariedad



written by Ergonoticias 30 julio, 2019
Las nuevas formas de trabajo, nos traen nuevos desafíos al pensar en la salud y seguridad de los trabajadores. Hoy en día, mucho se habla del tema; y las palabras que mas resuenan son la “Precariedad laboral“, pero de que hablamos cuando hablamos de Precariedad Laboral?
La Fundación Argentina de Ergonomía esta alerta sobre las condiciones de trabajo y la falta de reglamentación y estudios científicos sobre las condiciones de las nuevas formas de trabajo y sus posibles consecuencias en la salud de miles de jóvenes (y no tan jóvenes) nuevos trabajadores“, indico Sebastian Astorino Presidente de la F.A.D.E.
No solo se trata de las cuestiones contractuales, de la cobertura de riesgos, de la ART, del la jubilación, de la obra social, las vacaciones pagas o el aguinaldo. Poco se dice de las Condiciones de Trabajo y Medio ambiente!
Estos días los argentinos, fuimos sorprendidos por el caso del trabajador de una de estas plataformas de delivery que sufrió un accidente en la vía publica y quedamos atónitos frente a la falta de solidaridad y empatía del operador.
Estas nuevas formas de trabajo como los Deliverys de cadenas como Rapi o Glovo vienen a dar respuesta a una situación y a un contexto socio-económico muy particular, y ya forman parte del paisaje y de la vida cotidiana de los argentinos, pero que sucede con la salud y la calidad de vida de esos trabajadores?
Desde la Fundación Argentina de Ergonomía, se alerta sobre varios interrogantes que compartimos a continuación:
Cuál es el peso máximo que un trabajador puede transportar en la mochila/heladera para que no dañe su espalda y hombros por sobrepeso?
Cual es la dimensión adecuada, y el tipo de agarre y sujeciones de esa mochila/heladera para que no genere sobre esfuerzos, movimientos bruscos ni daño en la piel por estrés de contacto?
Cuanto es lo máximo que puede pedalear durante una jornada un trabajador?
Que tipo de diseño ergonómico para la bicicleta es el mas adecuado para estas tareas? La atura recomendable del manubrio? del asiento?
Que densidad y dimensiones debería respetar el asiento y las manoplas del manubrio de la bicicleta?
Cual es la fuerza máxima que puede soportar y durante cuanto tiempo de exposición, en la tarea de pedalear?
Que tipo de elementos de protección personal deberían ser provistos y utilizados por el trabajador? De lo que se desprende … a que riesgos esta expuesto?
Cuales son las demandas psicofísicas del puesto y la tarea? Cuales son las capacidades y características psicofísicas que debe cumplir el trabajador para adecuarse a dicho perfil de puesto?
Existe alguna restricción o recomendación para la realización de las tareas en determinadas condiciones climatologías?
Cual sera el papel de el estado y los organismos de control en Argentina? que sucede con el sector Sindical y como las Universidades, Centros de Investigación Científica de las condiciones del trabajo y las instituciones como la Fundación Argentina de Ergonomía pueden aportar alguna respuesta a estas interrogantes que hemos planteado, es una discusión que nos debemos, para dar respuesta también al Futuro del Trabajo.
Como vemos hasta aquí, los interrogantes son muchos y no solo tienen que ver con las condiciones contractuales o la relación de trabajo, sino que tienen que ver también con la salud y la calidad de vida de miles de nuevos trabajadores que se incorporan a estas nuevas formas de trabajo en Argentina …. y otros tantos millones en el mundo.
Es singular el caso de la Inspectora de Trabajo que sorprendió a la Justicia Madrileña y por eso nos pareció importante compartir con el lector este caso.

Una inspección sorpresa y una conclusión que sorprendio a la justicia Madrileña


María de Mingo, a la izquierda, en una charla organizada por la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT).
María de Mingo Corral. Prácticamente nadie sabe quién es. A lo sumo, fuera de su entorno personal, 60 ‘riders’ de Deliveroo que entrevistó como inspectora de Trabajo. Pero, por desconocida que resulte, lo cierto es que ha sido clave para decantar la balanza y que la justicia madrileña considere a más de 500 repartidores de la empresa como falsos autónomos. El trabajo de esta funcionaria ha sido la piedra sobre la que se sustenta la sentencia del juez Antonio Cervera, que ha resuelto la macrodenuncia que interpusieron medio millar de trabajadores de la ‘startup’ de envío de comida a domicilio reconociendo su condición de asalariados. Una decisión que, de primeras, obliga a la compañía a pagar las cuotas de la Seguridad Social de tres años completos.
La sentencia compra prácticamente todos sus argumentosEl asunto no es minúsculo, ya que además de suponer un importante revés para una de las ‘startups’ más pujantes del momento, sienta un precedente para otros casos similares que trabajadores de esta firma y otras como Glovo. Algo que puede suponer un misil en la línea de flotación de su modelo de negocio.
Hay que remontarse hasta el 11 de enero de 2018 para entender el papel de De Mingo. Ese día se planta por sorpresa en las oficinas de la compañía en Madrid. Tras varias denuncias decidió acudir al cuartel general de Deliveroo a auditar y comprobar realmente hasta dónde llegaba la relación de la empresa con los repartidores. La decisión venía propiciada después de la batería de entrevistas que había mantenido con los llamados ‘riders’. De esos encuentros sacó información clave sobre cómo les llegaban los encargos, por qué se asignaba a un repartidor y no a otro, cómo funcionaba el algoritmo, cuántas horas empleaban… En definitiva, una radiografía completa. El sentir general era unánime: aunque les daban libertad para trabajar para otras ‘apps’ similares, había una relación que va más allá que la de un autónomo.
Hay varias pistas que llevan a De Mingo a considerar que son falsos autónomos y que existe una clara relación de dependencia. En resumen, no se limitan a entregar la comida y punto. La clave está en una guía que varios de ellos le entregan. La reciben el primer día, junto con la reconocida mochila térmica con el logotipo de la empresa. En dicho manual se dan pautas sobre cómo presentarse a los clientes, se explica la gestión de las propinas… En este proceso la funcionaria también conoce el llamado sistema de ‘karma’. Esto no es otra cosa que un criterio que dificulta rechazar pedidos, puesto que si lo hacen, tienen menos papeletas de cara a futuros encargos y, por tanto, ingresos.
La conclusión de De Mingo es clara: la dependencia establece una relación laboral pura y dura
La sorpresa en la visita a la sede es mayúscula. Cualquiera pensaría en que la empresa va a intentar tapar estas evidencias. Pero nada eso. Los miembros de la compañía verifican (casi) todo lo que han dicho los ‘riders’. La versión de la compañía coincide con lo expuesto por los repartidores. De hecho, el director de Operaciones confirma la existencia de dicho manual, según se expusó en el juicio y se recoge en el informe. Además, la inspectora detecta una contradicción clave: al hablar de quién es responsable ante una incidencia en el pedido (caída, pérdida…), existen varias versiones sobre cuándo se cobra y cuándo no en caso de incidencia.
La conclusión tras el examen es tajante: pese a que facturan como trabajadores autónomos, existe de facto una relación laboral pura y dura. Así que la empresa debe contratarlos como empleados por cuenta ajena y pagar sus cuotas a la Seguridad Social.
La compañía no está de acuerdo. Impugna el acta de la inspección. Como consecuencia de todo ello, el 21 de mayo de 2018 la Tesorería General de la Seguridad Social interpone una denuncia contra Deliveroo. La cosa, por tanto, se discutirá en los tribunales. Inicialmente, el juicio se fija para el 17 de diciembre de 2018, pero Deliveroo pide un aplazamiento y el juez se lo concede: la batalla se pospone a 2019.

Juicio histórico y una inspectora “demoledora”

31 de mayo de 2019. María de Mingo acude al Juzgado de lo Social número 19 de Madrid. De una parte, está la Tesorería General de la Seguridad Social; de otra, Deliveroo. En una tercera esquina, pero alineados con la Tesorería, están Comisiones Obreras y UGT, así como varios ‘riders’ que se han personado en la causa. Se trata de un juicio histórico. En su primera denuncia, en noviembre de 2017, Deliveroo sacó la chequera e indemnizó al ‘rider’ denunciante para no tener que ir a juicio; en la segunda le fue peor, ya que el repartidor ganó el caso. Ahora es distinto: la Seguridad Social lucha por los derechos y la contratación de nada menos que 532 empleados, con lo que la sentencia que salga de ahí marcará un antes y un después para los próximos encuentros judiciales sentando jurisprudencia.
Entre el público hay una figura que, para los profesionales del derecho, destaca por encima de otras. Se trata de Jorge Travesedo Dasí, quien hasta abril de 2015 fue director general de la Inspección de Trabajo en Madrid. Sin embargo, Travesedo está en el otro bando, ya que cuando abandonó su empleo público lo hizo para fichar por Sagardoy Abogados, el bufete que ese día está defendiendo a la compañía de reparto a domicilio.
De Mingo participa en el juicio como testigo, cuenta todo lo que vio en la inspección de Trabajo a Deliveroo y se ratifica en que los ‘riders’ no son autónomos desligados de la empresa, sino que sus condiciones de trabajo son las de un empleado corriente y moliente, con lo que Deliveroo debe pagar sus cuotas a la Seguridad Social. Entre el público, todos se asombran con su exposición. “Fue demoledora”, relata a este diario una abogada que estaba allí. “Lo llevaba todo muy bien preparado y era una ametralladora: soltaba un dato detrás de otro, señalaba las contradicciones de Deliveroo y dejaba claras las condiciones de dependencia de los repartidores. Estuvo un buen rato hablando y era inexpugnable, no se le escapaba absolutamente nada”.
“Su argumentación me pareció brutal. Cuando salí del juicio, pensé que eso estaba ganado, que el juez le iba a dar la razón”
“Hizo una declaración muy buena, se notaba que lo traía todo muy bien preparado”, añade Esther Comas López, abogada del Colectivo Ronda Madrid, que se personó en representación de siete de los ‘riders’. “Tenía una auténtica base de datos en la cabeza. Recordaba, sin mirar los papeles, fechas y cifras. Se notaba los meses de trabajo que llevaba a la espalda” en un informe “con mucha documentación y datos”. De hecho, Deliveroo “no presentó nada que pudiese contradecir esta versión. Cuando acabó la vista, yo tenía la sensación de que no habían podido tumbar sus conclusiones“.
La letrada recuerda varios episodios en los que la defensa puso en duda el trabajo realizado y fue más incisiva con la versión de la funcionaria. Entre ellos, los interrogatorios a los ‘riders’. Pusieron en duda los motivos que la habían llevado a interrogar a 60 ‘riders’ en vez de a los más de 500 que suscribían la macrodenuncia. De Mingo vino a explicar que era una muestra “muy representativa” que tenía en cuenta diversas zonas y franjas temporales. Además, afirmó que “se encontraba con las mismas conclusiones” constantemente. “Además, relató a la perfección cómo las declaraciones de los repartidores y los responsables de la empresa daban la misma versión”, remata esta abogada. “Sinceramente, creo que la visita de Trabajo pilló a Deliveroo por sorpresa y fueron muy sinceros”, concluye.
Una repartidora de la compañía también coincide en esta visión: “Yo no entiendo mucho de derecho, pero su argumentación me pareció brutal: no dejó ni un cabo suelto y no se inmutó cuando Deliveroo la apretaba. Cuando salí del juicio, pensé que eso estaba ganado, que el juez le iba a dar la razón“.
En opinión del magistrado, por tanto, “la empresa no se ha limitado a contratar un servicio de transporte de comida en el que lo esencial sea la entrega en sí sin entrar en el detalle de cómo se ha de realizar, sino que ha establecido con toda precisión la forma en la que se ha de prestar ese servicio, homogeneizándola para todos los repartidores, a quienes se anima a presentarse como parte de Deliveroo y a quienes se les entregaron medios de trabajo con esa marca”. De hecho, “su margen real de autonomía se limita así a aspectos que no son determinantes en orden a la calificación de la relación como laboral, como es la elección del medio de transporte o la ruta concreta”. En definitiva, “los trabajadores estaban sujetos a una relación laboral con Roofoods Spain SL [Deliveroo] en el tiempo en el que prestaron respectivamente sus servicios”.
Deliveroo ya ha anunciado que recurrirá la sentencia, con lo que habrá que esperar nuevas noticias, pero por ahora la Tesorería General de la Seguridad Social y los ‘riders’ han ganado una batalla importantísima, histórica y que sentará precedente de cara a los próximos litigios. Una victoria que tiene nombre y apellidos: los de María de Mingo Corral, la inspectora de Trabajo que consiguió ganar a Deliveroo.