lunes, 31 de diciembre de 2018

El nuevo ciclo de gobiernos latinoamericanos: La inestabilidad neoliberal


El neoliberalismo no sabe gobernar ni siquiera bajo sus propias premisas. Estabilidad, confianza, certidumbre y eficiencia son sus promesas. No las cumplen. Los casos de Argentina, Perú, Brasil, Chile, México y Colombia.
Mauricio Macri, uno de los presidentes neoliberales de este ciclo latinoamericano.
Mauricio Macri, uno de los presidentes neoliberales de este ciclo latinoamericano. 

Imagen: NA
Estabilidad, confianza, certidumbre y eficiencia son las cuatro promesas más repetidas por cualquier proyecto neoliberal. ¿Se cumplen? ¿Es un gobierno neoliberal capaz de dar estabilidad a un país? ¿Saben cómo generar confianza y certidumbre? ¿Logran tener economías eficientes? Veamos qué sucede en Latinoamérica. Empecemos por Argentina. 
Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 45 por ciento según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15 por ciento a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2 por ciento, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 9,50 pesos hasta casi 40. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en el mercado local, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo financiero.
El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60 por ciento: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.
El cuadro macroeconómico del neoliberalismo en Argentina no resiste a ningún test de equilibrio ni eficiencia. Mauricio Macri y Cambiemos trajeron consigo justamente lo contrario de aquello que siempre promete: incertidumbre y desconfianza. La inestabilidad no sólo es económica, también lo es política y social. Las protestas crecen y se extienden a casi todos los sectores gremiales. La marcha de las mujeres demostró también la incapacidad del Gobierno para entender que está surgiendo otra nueva mayoría que refleja un sentido común cada vez más protagónico en la sociedad argentina. Tampoco les funciona el oído; se alejaron de todo lo que pasa en la calle. El timbreo como apuesta publicitaria está bien, pero no les sirve para que la ciudadanía resuelva sus problemas. Están atrapados en sus propios anuncios mientras que la inestabilidad afecta a la gente. 
Pero no es únicamente en Argentina donde neoliberalismo e inestabilidad se dan la mano. Brasil es otro buen ejemplo de ello. Este país presenta un largo etcétera de sucesos que conforman un panorama ciertamente inestable. Su economía no crece. El real se devalúa. El país se ha militarizado para frenar protestas.  
Otro caso es el de Perú, que aunque su macroeconomía es estable, el sistema político y judicial hace aguas por todas partes. Posee un presidente no electo tras el caso de corrupción que sacó a Kuczynski de su condición. Tiene a otros tantos ex presidentes también en la cárcel o prófugos por haberse enriquecido ilegalmente. El sistema judicial está completamente podrido. El actual fiscal general está con múltiples casos en su contra. La mayoría de la ciudadanía no cree en sus instituciones. 
Es fácil seguir dando ejemplos de países que bajo la gestión neoliberal no saben generar ni confianza ni certidumbre. Colombia es otro país con una economía real raquítica, desindustrializada progresivamente, con productividad muy baja, sin demanda interna que logre generar crecimiento sostenido, y con indicadores sociales más propios de países en guerra. Y con un conflicto cada vez más difícil de resolver por la llegada de Iván Duque a la presidencia. Y, mientras tanto, las muertes de líderes sociales continúan. 
Chile es otro destino no tan ideal como lo presentan. Con una economía que no despega, y en medio de continuos paros nacionales por parte de una gran diversidad de sectores, el país tampoco muestra un marco de estabilidad. Y no olvidar a México, el nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador debe atender un país donde el neoliberalismo ha hecho que la economía siga estancada, con alta inflación, fuertemente endeudado, con un sector petrolero venido a menos luego de las últimas reformas, y con pobreza y desigualdad de carácter estructural que, además de ser injustas, suponen un freno a cualquier intento de reactivación económica. 
Se mire por donde se mire, el neoliberalismo no sabe gobernar, ni siquiera bajo sus propias premisas. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Si las agencias de calificación de riesgo hicieran bien su trabajo, desde criterios estrictamente ortodoxos, les daría a todos ellos una nota muy negativa. 
La verdadera experticia del neoliberalismo es comunicar lo que no sabe hacer. Ni estabiliza; ni da certeza ni confianza; y tampoco logra consolidar economías eficientes.
* Director Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag). Doctor en Economía.
Fuente:Pagina/12

domingo, 30 de diciembre de 2018

La ortodoxia se desentiende del naufragio de la economía macrista que pasó del ajuste al ajustazo con el FMI:La culpa es de otros



Economistas ortodoxos dicen que su teoría y programa macroeconómico son los correctos y que la crisis es por negligencia de políticos e incomprensión de la sociedad. Uno de los responsables del descalabro es Federico Sturzenegger, premiado por la Academia de Ciencias de Buenos Aires.
Imagen: REP
El pecado original del naufragio de la economía macrista fue consumado con las medidas que la ortodoxia estaba pidiendo a gritos en los años de los gobiernos de CFK: eliminar retenciones al complejo agroexportador, aplicar tarifazos en gas, luz, agua y transporte; unificar y liberar el mercado de cambio con una maxidevaluación (la paridad subió 70 por ciento); bajar impuestos (cargas patronales, Ganancias y Bienes Personales) y pagar a los fondos buitre. Esto no fue otra cosa que un plan de ajuste con una fuerte redistribución regresiva del ingreso, que en teoría iba a motivar al sector privado, local e internacional, a invertir para gatillar un círculo virtuoso de crecimiento. Este no existió y en ese recorrido no hubo gradualismo, como intenta confundir la grey ortodoxa, sino un ajuste económico tradicional con resultados previsibles. Ahora que nuevamente se revela el fiasco de esa estrategia económica, los sacerdotes de esa secta pretenden desprenderse de sus consecuencias desastrosas. Además se premian como si no hubieran tenido nada que ver con otro fracaso de un plan macroeconómico ortodoxo. Ni esperan un tiempo prudencial para hacerlo, sino que el reconocimiento lo entregan en medio del naufragio: la Academia de Ciencias de Buenos Aires designó académico de número a Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central “Meta de inflación 2018: 10% (+ - 2)”. 

Ortodoxia

Con la impunidad de la que gozan de hace décadas, al igual que en otros programas neoliberales que desembocaron en graves crisis, la culpa del derrape económico es transferida a los políticos que no tuvieron la suficiente convicción para realizar un ajuste más fuerte. Ellos, portadores del saber económico indiscutible, se muestran inocentes de una política con resultados pésimos. Tienen la capacidad de desplegar sin pudor la inversión del sentido; esto es, la responsabilidad del fracaso de sus planes ortodoxos corresponde a otros, ya sea políticos o una sociedad que no los entiende o no quiere hacer los sacrificios necesarios para alcanzar el progreso.  

En este caso, culpan al ala política del macrismo por modificar las metas de inflación que eran incumplibles y por no haber detallado con firmeza la pesada herencia del kirchnerismo. Quienes levantan este último argumento muestran que no han escuchado el primer discurso de Mauricio Macri inaugurando las sesiones en el Congreso ni han registrado que el Gobierno elaboró un inmenso volumen titulado “El estado del Estado” detallando área por área la situación en diciembre de 2015. En una y otra acción de propaganda, el oficialismo se ha esforzado para mostrar la carga que debe arrastrar del gobierno anterior. Y no hay día en que la cadena nacional privada y pública no se ocupe del kirchnerismo. 
No fue por la herencia recibida ni por un gradualismo inexistente que la economía macrista rueda en la pendiente. Lo hace exclusivamente por la política económica que la ortodoxia, antes y ahora, ha postulado como la única que se debe aplicar porque es “racional” y porque de ese modo el país se “integrará al mundo” y recibirá el apoyo de “los capitales privados”. Al igual que en otras experiencias similares, los resultados son irrebatibles: desmoronamiento de la estructura económica, laboral y social, a lo que se le suma el descalabro financiero. 
Luego de alimentar una inmensa bicicleta financiera con las Lebac y al cerrarse el grifo de dólares de Wall Street después de dos años de inundar la plaza internacional con papeles de deuda argentina, el Gobierno convocó de urgencia al FMI para ser rescatado. El ajuste tradicional se convirtió entonces en ajustazo monetario y fiscal para evitar el default. El objetivo primordial  pasó a ser entonces el de garantizar el pago de intereses y capital de la deuda con los dólares del Fondo Monetario, al menos hasta el final del mandato de Macri. 
Como lo indica la historia de estos ajustazos, los recortes del gasto no serán suficientes y faltarán dólares para continuar pagando la deuda. En esa instancia, se presentarán las propuestas conocidas que promueve el FMI para conseguir recursos: privatizaciones, cierre de empresas públicas y reforma del régimen jubilatorio. En el caso argentino, se sumará la venta del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema previsional.

Disparates 

En diferentes momentos históricos, economistas ortodoxos que tuvieron un papel relevante en el diseño y gestión de planes macroeconómicos que terminaron en inflación elevada, endeudamiento externo asfixiante, desempleo y pobreza creciente y retroceso industrial no fueron castigados ni por la opinión pública ni por el establishment. Por el contrario, el tránsito por el Ministerio de Economía o el Banco Central les brindó credenciales adicionales para su reconocimiento. Regresaron al mundo universitario público o privado con el pergamino de haber tenido un cargo público; recibieron premios de organizaciones del mundo empresario y académico; obtuvieron puestos muy bien remunerados en instituciones internacionales; se convirtieron en opiniones calificadas en grandes medios de comunicación tradicionales; o comenzaron o retomaron la lucrativa tarea de consultoría.
En tres años de economía macrista ha habido varias medidas postuladas por ese tipo de economistas que revelan un elevado grado de incompetencia en el diagnóstico y posterior ejecución. No fueron sólo pronósticos equivocados, como la prometida lluvia de inversiones que ni fue garúa o la descortesía de un segundo semestre que nunca vino. Más relevante fue impulsar medidas que provocaron costos inmensos para la calidad de vida de la mayoría.
Uno de ellas estuvo basada en un estudio económico disparatado, que expuso sus conclusiones públicamente el primer ministro de Economía de Macri, Alfonso Prat-Gay. Decía que la devaluación, elevando la paridad oficial a la que había en el mercado ilegal (blue), no iba a derivar en aumentos de precios. Fue desmentido en forma fulminante por el shock inflacionario posterior a la fuerte devaluación inaugural del gobierno de la alianza Cambiemos. 
Otro desvarío fue incubado en el Banco Central, que aseguraba que los impactantes tarifazos no serían inflacionarios. Esta vez fue Sturzenegger quien presentó la teoría que decía que la suba de las tarifas derivaría en una baja de los precios porque los consumidores debían destinar una porción mayor de su presupuesto a afrontar el gasto de los servicios públicos y, por lo tanto, menos al resto de los consumos. Aseguraba que como la demanda de esos bienes descendería, por ejemplo la de los alimentos, los precios también bajarían. Javier González Fraga, actual presidente del Banco Nación, fue uno de los abanderados de ese disparate en el debate público. Como se sabe, las tarifas impulsaron al alza los índices de inflación, y los alimentos son uno de los rubros que más subieron.
Un dislate más sumó el Banco Central con las Lebac, que fue el germen de la corrida cambiaria de este año, elevando en ciento por ciento la paridad. El juego especulativo con las Lebac terminó cuando poderosos bancos internacionales –empezando por el JP Morgan– dieron por concluida la etapa del carry trade, conocida en criollo como bicicleta financiera. El más audaz en la defensa de la Bomba Lebac fue el ex vicepresidente del Banco Central Lucas Llach, quien afirmó que la emisión de esa deuda de cortísimo plazo no era un problema porque la contrapartida eran las reservas que se compraban. La magnitud de la corrida y la posterior sacudida inflacionaria, ambas variables con variaciones anuales más importantes desde el 2002, generadas por el estallido de la burbuja de las Lebac, expusieron lo ridículo de la teoría de Llach.  
A la lista de desatinos se le suma el fomento de los créditos hipotecarios UVA, trampa en la que cayeron unas 140 mil familias, con cuotas y capital indexados por la inflación; el financiamiento de gastos corrientes en pesos con deuda en dólares; la autorización de comprar deuda en dólares con pesos, que recién a partir del próximo mes no podrá hacerse; alimentar otra bomba especulativa con las Leliq; dolarizar las tarifas de luz, gas y combustibles; disponer una apertura comercial en un mundo cada vez más proteccionista; subir y bajar la tasa de interés de referencia del BCRA una decena de veces.
Lucas Llach (en el medio) y Federico Sturzenegger (a la derecha), protagonistas de la imagen que mejor retrata el fiasco

 Académico

En su discurso de aceptación del reconocimiento de la Academia de Ciencias de Buenos Aires, Sturzengger, luego de autoelogiarse con ganas por sus aportes teóricos acerca de regímenes cambiarios y del comercio internacional y bienes intangibles (esto último lo llevó a elaborar una medición alternativa de activos externos de Estados Unidos, y a la diferencia con la oficial la denominó “materia oscura”), pasó a celebrar su gestión al frente del Banco Central. Economistas ortodoxos tienen una virtud extraordinaria: sus defectos los presentan como éxitos y no se inhiben en defenderlos pese a que la empírica se empecina en rebatirlos. Y cuando sucede el fracaso, el problema no es su mala teoría y peor práctica, sino que la culpa es de “los políticos” o de deficiencias en “la comunicación. 
La Bomba Lebac tiene para Sturzenegger la siguiente explicación, brindada ante la Academia de Ciencias: “Para generar un impacto muchas veces de lo que se trata es de convencer y explicar y clarificar aquello en lo que se trabaja. Quizás esa sea la lección más importante que también me llevé de mi experiencia como presidente en el Banco Central. Allí permanentemente de lo que se trataba era de cómo interpretar aquello que estaba ocurriendo. Comprábamos reservas contra Lebacs, y el problema era el crecimiento de las Lebacs, vendíamos reservas cancelando Lebacs, y el problema era la caída de reservas. Claramente la comunicación es un aspecto central de una gestión de políticas públicas”.
Todos entendieron lo que significaban las Lebac; no fue un problema de comunicación como esquiva cándidamente la responsabilidad Sturzenegger por haber alimentado una inmensa bicicleta financiera.
Para él la economía crecía, la inflación retrocedía, el mercado de cambios estaba normalizado, las Lebac no eran un problema, la tasa de interés era estable y predecible, el gobierno de Macri era de centro/centroderecha y se logró disociarlo de la imagen de un ajustador crónico. Luego de estas sentencias, Sturzenegger se lamenta de que “algunos de estos hechos resultaron difíciles de imponer en la comunicación”. Esa descripción no forma parte del ensueño de un académico de número, sino que la comunicación oficial no logró cambiar la percepción de la realidad. Esta reacción de Sturzenegger es la prueba más clara de cómo funciona el mundo de los economistas ortodoxos. La culpa de sus fiascos siempre es ajena y ellos son los incomprendidos y los portadores de la verdad que el resto no quiere reconocer.
Señaló a la conferencia de prensa del 28 de diciembre de 2017 como el punto de inflexión en su gestión, que provocó el desbarranco cambiario posterior, cargando la responsabilidad en el Poder Ejecutivo, cuando él también participó de esa presentación que cambió las metas de inflación, y continuó en el cargo de presidente del Banco Central hasta mediados de junio, incluyendo su firma en el primer acuerdo con el FMI.
Sturzenegger cerró su discurso, como fanático de las películas de la Guerra de las Galaxias, destacando un “momento genial de la primera… en la que Obi Wan Kenobi le dice al joven Luke Skywalker: “Tus ojos pueden engañarte, no confíes en ellos”. Al comienzo también había dicho: “Estoy algo abrumado por el título honorífico que hoy se me otorga. No estoy seguro de merecerlo”. 
Falsa modestia que la ortodoxia festeja desentendiéndose de una nueva crisis provocada por un plan económico con políticas con  sello propio.
Fuente:Pagina/12

viernes, 28 de diciembre de 2018

Sin gloria ni loor


Imagen: Jorge Larrosa
Como ha escrito la investigadora Lidia Rodríguez, las primeras escuelas nocturnas para adultos de nuestro país datan de fines del siglo XIX y señala antecedentes como la escuela San Francisco del Monte, donde enseñaba Sarmiento en 1826 a un grupo de adultos y el colegio Santa Rosa de América, que funda en San Juan en 1839. Siendo jefe del Departamento de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires (1856-1861) Sarmiento anunció la necesidad de crear escuelas nocturnas y dominicales para adultos, y creó el primer establecimiento destinado a los adultos en la Escuela Catedral del Sud. Analizando una detallada recopilación de experiencias y de desarrollo formal de la educación de adultos, la investigadora menciona la existencia de distintas orientaciones que ponen mayor énfasis en la vinculación con el trabajo, la acción disciplinadora y homogeneizadora del Estado, la participación de la Sociedades Populares de Educación. Estas últimas fueron protagonistas de la extensión de la educación en amplias capas de inmigrantes adultos y realizaron históricos congresos. Como concluye la Dra. Rodríguez, el conflicto entre las diversas posturas no impidió que compartieran algunos elementos fundamentales. Parece increíble, pero en diciembre de 2018, ante un gobierno que cierra las escuelas para adultos, debemos destacar que compartían la necesidad de la educación de adultos, la responsabilidad y el deber del Estado de proporcionarla, y su prioridad social.
El gobierno de la CABA sostiene que las escuelas de adultos son ineficientes, tienen pocos alumnos y escasos graduados, y por lo tanto las cierran. Especialmente las de orientación comercial, también de larga tradición. El lector comprenderá que la causa del cierre no es resultado del ahorro al que se ve autoobligado el gobierno, dada su desastrosa política económica, porque el costo de las insuficientes escuelas para adultos, de los miserables sueldos docentes y los desgastados edificios escolares (casi siempre compartidos o prestados) no hace mella en las finanzas de la ciudad más rica del país. La razón es más grave porque se trata de una convicción profunda, que se da de bruces con aquel acuerdo que mencioné, que manifestaba la voluntad de compartir una sociedad. Quitar la posibilidad de cursar o terminar el secundario, y más aún uno con salida laboral, es oponerse a la educación de miles de jóvenes y adultos que anhelan estudiar, recibirse y contar con una preparación que les permita un trabajo mejor y un mejor acceso a la cultura. La medida de cierre es excluyente, discriminatoria, y despreciativa del que no tuvo la oportunidad de cursar la secundaria en tiempos, instituciones y edades establecidos, lo cual tiene siempre un alto grado de arbitrariedad. En este caso se suma la plena participación del gobierno de Rodríguez Larreta de la idea de educación que rige la política educativa de Cambiemos, coherente con la concepción de la educación como un insumo del mercado. Desde esa postura, no solamente debe eliminarse toda inversión en educación (o en salud, o previsión social, o en alegría de la gente) que dé “pérdidas”, sino aquella que no proporcione la posibilidad de tercerizarla haciendo un buen negocio. Las escuelas comerciales requieren ser modernizadas y reequipadas, como lo fueron las escuelas técnicas durante el período kirchnerista. Sus docentes necesitan recibir la capacitación que les corresponde por ley. Los alumnos que tienen dificultades o abandonan deben ser convocados, los planes de estudios y modalidades de cursado adaptados a las difíciles condiciones personales en que cursan sus estudios. quienes quieren estudiar no deben ser desechados, como han quedado los 10 mil alumnos y los 1200 docentes que pierden su puesto de trabajo.
La ilegitimidad de la Resolución 4055/18 tomada por la ministra de Educación de la CABA, Soledad Acuña, que determina el cierre de 14 escuelas comerciales, cursos para adultos de 9 liceos y de bachilleratos nocturnos, es evidente. Cabe preguntarse cuál es su legalidad. Si bien la CABA no cuenta con una ley jurisdiccional de educación, pertenece a la República Argentina (más aún, es distrito de residencia de su Capital) con lo cual sigue bajo la legislación nacional. Por lo tanto, debe cumplir con la Ley de Educación Nacional 26206/06, vigente. Dicha ley establece en su artículo 17, Capítulo IX, la Educación permanente de jóvenes y adultos y la Educación técnica profesional. Destina la primera a “quienes no la hayan completado (la educación obligatoria ahora de 14 años) en la edad establecida reglamentariamente, y a brindar posibilidades de educación a lo largo de toda la vida”. 
Nuestro sistema de educación pública fue un ejemplo internacional durante más de un siglo. Pero los funcionarios actuales se muestran ansiosos por mostrar su capacidad de reducción de la educación estatal ante el FMI y se complacen en abrir la puerta a quienes se intereses por hacer negocios con nuestra educación. Afortunadamente, la lucha contra el cierre de las escuelas que encabeza el gremio docente cuenta con uno de los más extensos apoyos de la población. La lucha por la educación pública es un tema más que convoca a la indispensable unidad de las fuerzas populares y nacionales.
* Doctora en Pedagogía, ex diputada nacional.
Fuente:Pagina/12

Denuncian que el Conicet atraviesa una profunda crisis presupuestaria y salarial Otro golpe para la ciencia

Las autoridades del instituto emblema en investigación y ciencia publicaron una carta para denunciar que hay investigadores con salarios por debajo de la línea de pobreza y que el presupuesto 2019 los deja “al borde” de la imposibilidad de financiarse. “De no mediar una ampliación presupuestaria, continuará mermando la capacidad de investigación científica y tecnológica, la razón del ser del Conicet”, lamentaron.
Imagen: Leandro Teysseire
Cinco de los ocho integrantes del directorio del Conicet denunciaron “la terrible crisis presupuestaria y salarial” que atraviesa el organismo emblema en investigación y ciencia. Con una carta pública, los directivos expresaron su “tristeza e impotencia” por el deterioro de la capacidad para producir y promover el conocimiento. Además, lamentaron la decisión del Gobierno de eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, algo que calificaron como “incomprensible”.
Según denunciaron, los tres años de la era Macri fueron dramáticos para la ciencia. “En estos tres años el Conicet ha sufrido un profundo y sostenido deterioro de los salarios de sus trabajadoras y trabajadores y de los estipendios de sus becarias y becarios, muchos de los cuales viven con remuneraciones que se sitúan por debajo de la línea de pobreza”, aclararon en el escrito.
Entre enero de 2016 y diciembre de 2018 los salarios de los investigadores acumularon un aumento del 87,5 por ciento para las remuneraciones y becas más bajas y del 77 para las categorías más altas. En ese mismo período, el costo de vida subió un 148,2, según datos del Indec. Este año, los científicos obtuvieron un ajuste salarial entre el 18 y el 25 por ciento, aumento bastante menor al de la inflación, que superó el 40 por ciento. Según investigadores del Conicet, la Argentina es uno de los países de la región que menos paga a sus científicos.
El escrito -firmado por Dora Barrancos, Francisco Tamarit, Miguel Laborde, Roberto Rivarola y Tulio Del Bono- pone de manifiesto también que la mayoría de las unidades ejecutoras del organismo terminaron el año con solo un 40 por ciento del presupuesto prometido. Parte de la merma presupuestaria respondió al aumento de las tarifas que afectó a todos los bolsillos, incluidos los organismos públicos.
“El presupuesto 2019 deja al organismo al borde de la imposibilidad de financiar cualquiera de sus muchos instrumentos de promoción y esto a su vez afectará seriamente la capacidad de trabajo de toda la red institucional del CONICET y de las instituciones asociadas”, remarcaron los directivos, que como consecuencia del recorte presupuestario tuvieron que eliminar subsidios para reuniones científicas ya aprobadas. “Una dolorosa resolución”, dijeron sobre esta última situación.
Según explicaron, el presupuesto 2019 aprobado en el Congreso contempla para el Conicet un aumento del 23 por ciento con respecto al del año en curso. Cifra que quedó muy por debajo de la inflación calculada para el mismo periodo. Dicho presupuesto, que presenta un recorte real, incluye los futuros acuerdos paritarios y “una seria disminución, incluso nominal, de los fondos para funcionamiento, inversión y financiación de proyectos”.
El mayor miedo de los representantes del Consejo Directivo es “no poder atender otros compromisos asumidos” como los subsidios adeudados y ya comprometidos. “De no mediar una ampliación presupuestaria, es de esperar que continúe mermando la capacidad de investigación científica y tecnológica, la razón del ser del Conicet”, se lamentaron los directivos.
El conocimiento, remarcaron los investigadores, es el valor más preciado que tienen las sociedades a la hora de superar sus problemas, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y proyectar un futuro de prosperidad con justicia y equidad.
“Argentina tiene una enorme capacidad de producción de conocimiento, creada con el esfuerzo de muchas generaciones, que le ha permitido alcanzar destacados logros, científicos y tecnológicos. Poner en riesgo esa capacidad de transformación sería echar por tierra los sueños de poder superar las grandes falencias estructurales que nos aquejan desde hace siglos”, finalizaron las autoridades del Conicet, quienes le pidieron al presidente Macri “una solución rápida”.
Pagina/12

jueves, 27 de diciembre de 2018

Lula: "Yo no estoy preso, yo soy un rehén"


El expresidente se hizo eco desde la cárcel de las presiones que existen en la Justicia brasileña para no liberarlo.
(Foto: AFP)
23 de Diciembre de 2018
Tras la charada judicial del jueves que lo tuvo por unas horas virtualmente fuera de la cárcel, el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que no se considera un preso sino un "rehén".
"Yo no estoy preso, yo soy un rehén. Quien no entiende eso todavía no entiende lo que está pasando conmigo", aseguró Lula a través de un video publicado por su asesoría en la red social Twitter.
El exmandatario, preso desde abril por corrupción, estuvo a un paso de ser liberado gracias a una cautelar dictada por un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) suprema que consideraba "inconstitucional" la prisión para los condenados en segunda instancia. Pero finalmente fue suspendida esa misma noche por el presidente del máximo tribunal, José Antonio Dias Toffoli, quien atendió un pedido de la Fiscalía General.
Pese a este revés judicial, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) reiteró su voluntad de hacer oposición al presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien elogió la decisión de Toffoli en las redes sociales.
"Si hay alguien dispuesto a hacer oposición en este país soy yo", dijo el antiguo dirigente sindical. Esta voluntad había sido manifestada horas antes por la dirigencia del partido, que lo consideró como "eje central" de su estrategia política de oposición ante Bolsonaro, quien será investido el 1 de enero como nuevo jefe de Estado brasileño.
"Lula es la expresión de la oposición que queremos hacer al gobierno de Bolsonaro", afirmó la senadora y presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, a los medios desde Curitiba, donde Lula cumple desde abril una pena de 12 años y un mes por corrupción.
Hoffmann y una decena de parlamentarios petistas viajaron hasta esa ciudad del sur del país para evaluar la situación del exgobernante, tras el nuevo revés judicial, y exigir su liberación.
"Lo que vimos ayer (por el jueves) fue una articulación fuerte del sistema brasileño para no dejar a Lula salir en libertad", opinó la política. Para la dirigente de la primera fuerza opositora de Brasil, el fallo de Toffoli se debió a una "presión muy fuerte" del resto de autoridades y de algunos medios de comunicación.
En su opinión, la suspensión reafirmó la "persecución" jurídica contra Lula y evidenció de una forma "clara" que su encarcelamiento es "político".
"No quieren soltar a Lula porque tienen miedo de ver a Lula suelto", sentenció Hoffman, quien reiteró su temor por "la integridad física" del líder del PT ante los comentarios del propio Bolsonaro y de algunos de sus ministros.
Pese a este revés, Lula aún confía en recuperar su libertad cuando concluya la feria judicial.
El plenario del STF volverá a analizar el próximo 10 de abril la cautelar dictada por el magistrado Marco Aurelio Mello, uno de los 11 integrantes del máximo tribunal.
Fuente:Tiempo Argentino

miércoles, 26 de diciembre de 2018

se complica la ley de medios ...





Que los medios de comunicación controlan la opinión pública no es un secreto. Con las nuevas tecnologías, internet y sobretodo con las redes sociales, el saber popular y la crítica al sistema de los medios de comunicación se ha extendido. Ahora los jóvenes ya no confían en los telediarios ni en los periódicos. Saben que están al servicio del poder y que, más que informar, desinforman. Pero... quiénes controlan los medios

Aunque mucha gente haya perdido la confianza y el respeto hacia el arte de informar y hacia el periodismo en general, lo cierto es que la influencia de los medios de comunicación sigue siendo muy importante sobre la sociedad.
Muchos medios responden a unos jefes poderosos y a empresarios que muchas veces no tienen nada que ver con el mundo del periodismo. Parece curioso pero FIAT, uno de los principales grupos automovilísticos del mundo, posee el 10% de RCS MediaGroup, la principal empresa editorial italiana, que a su vez posee el 96% de Unidad Editorial, grupo español que tiene, entre otros, el diario El Mundo. De modo que parece lógico que El Mundo no vaya a criticar nunca a la empresa FIAT.
Otro ejemplo lo encontramos con las grandes entidades bancarias, que también tienen intereses en controlar los medios de comunicación. Por ejemplo el grupo PRISA, el más importante grupo de comunicación de España, está controlado en su 20% por el banco Santander y el banco HSBC, dos de los bancos más importantes del mundo. A la hora de informar, los profesionales de los medios de PRISA como el periódico El País o la cadena SER, tendrán que tener en cuenta que buena parte de sus sueldos vienen del banco Santander.
De forma similar ocurre con organizaciones que no son empresariales: la Conferencia Episcopal Española controla el 51% de la cadena de radio COPE. Sería impensable que los periodistas (en principio libres y profesionales) de dicha emisora criticaran o informaran de manera negativa sobre la Iglesia española.
El hecho de tener unos jefes empresarios conlleva inevitablemente a estar vigilados constantemente, y, por consiguiente, a que la información quede controlada y, en muchos casos, sesgada e incluso manipulada.
Las grandes compañías controlan los medios en el mundo:
Según el site elordenmundial.com al 2012 uno de los conglomerados de medios de comunicación más grandes del Mundo es Walt Disney Company, cuyo presidente y director ejecutivo es Robert Iger. El Imperio Disney incluye varias compañías de televisión (Walt Disney Television, Touchstone Television, Buena Vista Television), dos compañías de producción de videos y su propia red de cable con más de 15 millones de subscriptores. En cuanto a la producción de películas, el Walt Disney Picture Group, encabezado por Joe Roth, incluye: Touchstone Pictures, Hollywood Pictures y Caravan Pictures. Disney también posee Miramax Films, dirigido por los hermanos Weinstein.
La subsidiaria de cable de ABC, ESPN, es encabezada por el presidente y CEO Steven Bornstein. Esta corporación también tiene una porción controlando compañías de cable como Lifetime Televisión o Arts & Entertainment Network. Además de ESPN, la American Broadcasting Corporation (ABC) posee diez estaciones FM y once AM en las ciudades más importantes de Estados Unidos. Tiene bajo su control también siete periódicos diarios, además de las empresas de publicación: Fairchild Publications, Chilton Publications y Diversified Publishing Group.
Por otro lado, Viacom Inc., la tercera corporación de medios de comunicación más grande de EEUU, está encabezada por Sumner Redstone (nacido Murray Rothstein). Viacom produce y distribuye programas de televisión, posee doce estaciones de radio, produce películas a través de Paramount Pictures (empresa encabezada a su vez por Sherry Lansing). Tiene algunos de los canales más populares: MTV, Showtime, Nickelodeo
En el caso de Time Warner Inc, otro de las corporaciones más importantes del mundo en comunicación, cuyo presidente es Gerald Levin. La subsidiaria de Time Warner es la red de cable de televisión más grande de Estados Unidos: la HBO.
Warner Music es la compañía de grabación más grande del mundo, con más de 50 discográficas, la más grande de las cuales es Warner Brothers Records, encabezada por el empresario Danny Goldberg. Por otro lado Stuart Hersch es el presidente de Warnervision, la unidad de producción de video de Warner Music.
Además de la televisión y la música, Time Warner Inc. se ha hecho un hueco importante en la producción de películas, a través de su compañía Warner Brothers Studio. También encontramos influencia directa de la Warner en el mundo de las publicaciones: la división editorial de Time Warner, cuyo editor jefe es Norman Pearlstine es el editor de revistas más grande de EEUU: Time, Sports Illustrated, People, Fortune.
Otro gigante de las comunicaciones es News Corporation, de Rupert Murdoch posee Fox Television y 20th Century Fox Films.
En el caso de la japonesa Sony Corporation, la subsidiaria americana, Sony Corporation of America, es dirigida por Michael Schulhof. Mientras Alan Levine encabeza la división Sony Pictures.
Otras dos grandes compañías de producción, MCA y Universal Pictures, son ambas poseídas por Seagram Company Ltd. El presidente y CEO de Seagram es el gigante de licor, Edgar Bronfman Jr., quién también es presidente del Congreso Judío Mundial.
Aunque lo que acabamos de mencionar puede hacernos pensar que no hay solución, y que los medios de comunicación siempre van a estar ligados a los poderes fácticos, lo cierto es que también encontramos medios independientes y periodistas libres, que no están sujetos a las órdenes de sus superiores.
La verdad deja de ser importante cuando la información pasa a ser un negocio. Este es el problema de los grandes grupos de comunicación, cuyo objetivo no es informar a la gente, sino el beneficio económico. En los medios alternativos (que suelen tener menos tamaño que los grupos de comunicación tradicionales) el dinero no es una prioridad. El espíritu con el que nacen este tipo de medios (que suelen surgir en internet) es el de recuperar la esencia del periodista. El periodista que trabaja para informar al público, no para quedar bien con el poder.
Encontramos multitud de ejemplos de “medios libres” y proyectos independientes en la red. Se hace imprescindible apoyarlos.
 
Fuente: Ramble tamble
LaPistaOculta GR

Anarquismo como ligadura moral


Siempre siguió, Osvaldo, la línea que tendían en la historia los más desahuciados, los de abajo, los amasados con un barro sagrado que ni ellos conocían. Sean las prostitutas de un pequeño poblado en la Patagonia, sea el anarquista expropiador Severino Di Giovanni. Mujeres y hombres puros, cuya pureza estaba antes de las ideologías y precedía a las acciones con rostro político. Si no existía aquella, éstas no valían. La pureza de la conciencia anárquica, en Bayer, equivalía al primer día de la Creación, un cuerpo diáfano de pasiones aun no desprendido enteramente de la naturaleza. Lo que resultaba una enorme atracción en su verbo era que escribiera libros de historia basándose solamente en la convicción que en algunas conciencias elegidas, existía un alma preconcebida en la disposición hacia una justicia entera, cósmica. Anarquismo individualista.
Podían asumir la violencia, y eso los hacía más angélicos, los desprotegía mucho más que aquellos poderes contra los que actuaban. El escritor Bayer no carecía de documentación, por el contrario, abundaba en papeles pero su método de encarar las escenas de escritura partía de la historia oral. Es evidente que antes de la madeja de hechos del pasado, buscaba el último recinto moral que guiaba los comportamientos humanos. Si los soldados que fusilaron en la Patagonia, en 1921, eran todos de la misma provincia, todos del mismo barrio, vivían todos en calles çde tierra, y todos, cuarenta años luego de esos trágicos acontecimientos, llevaban una existencia similar, pobres y olvidados de sí y apenas recordando el pasado, cuando eran interrogados unos estaban arrepentidos, otros decían que lo volverían a hacer. ¿Cuál era la diferencia, si no era “socioeconómica”? No valía la pena buscarla allí, había que hurgar en los planos más íntimos de la creación de lo humano, donde cada uno es solo la calidad de individuo que es, sabiéndolo apenas en el momento más rudo en que tiene que tomar una decisión.
Un vasto público lector comprendió entonces que un historiador podía también recrear ese dilema del “quien soy” en su propia conciencia de investigador. Si buscaba a algunos de los altos jefes de aquella desdichada y sangrienta expedición militar, el joven Bayer encontraba también personas que veían en el historiador los rostros de los fusilados. Y en una escena de escritorio, todo revivía otra vez. El historiador observaba en los ojos de furia de un viejo militar retirado que el investigador también podía marchar al matadero. Cuando contaba estos sucesos Bayer enhebraba su voz desde un misal ácrata salido de miles de historias como ésas, pero la de la Patagonia le pertenecía. Cuando esta historia pasa al cine, Héctor Alterio encarna un militar que esboza un rápido gesto de asombro en el momento en que los estancieros del sur festejan su hazaña siniestra, “¿Qué hice?”. Año 1974. La distancia entre las conciencias destinadas y ese ramalazo de incerteza en el represor, nos muestran al Bayer novelista, al Bayer educado en la alta literatura alemana. Sobre algún estante de su desordenada biblioteca de la casa de Núñez, una esquina percudida en un barrio porteño, tenía un retrato de Thomas Mann.
Fuente:Pagina/12

viernes, 21 de diciembre de 2018

A Bernardino Rivadavia, estadista genial

Gustavo Perilli
Placa en homenaje a Rivadavia, colocada por los empleados municipales en 1910, en el frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Placa en homenaje a Rivadavia, colocada por los empleados municipales en 1910, en el frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La Ciudad de Buenos Aires posee innumerables curiosidades históricas. Es posible encontrar desde esquinas donde "dialogan" próceres antagónicos en lo ideológico, hasta dudosas consideraciones históricas. En ese universo, por ejemplo, en Palermo, Sarmiento y Bullrich "se acercan" a la quinta de Juan Manuel de Rosas, San Martín y Mitre "se cruzan" en el microcentro financiero de la ciudad y Moreno y Saavedra "se cortan (confrontan)" en Balvanera. En toda esa contaminación emanada por el tránsito, en típica ruta del turista, cerca de la Plaza de Mayo, enfrente del patio del Cabildo y en lo alto de la pared sur del histórico edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en un mármol puede leerse: "A Bernardino Rivadavia, estadista genial".
Bernardino Rivadavia ejerció el cargo de Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores en el mandato del general Martín Rodríguez; posteriormente, entre febrero de 1826 y junio de 1827, se transformó en el primer Jefe de Estado de las Provincias Unidas del Río de la Plata (del territorio unificado). Los historiadores heterodoxos recuerdan a su fugaz gestión como "la feliz experiencia", señalando a Rivadavia como "españolista", amigo de los británicos (y portugueses) deseosos por avanzar sobre el Río de la Plata, impulsor de la Ley de 1822 que autorizó al Estado a endeudarse en el exterior (los antecedentes embrionarios de la recurrente deuda externa argentina), ideólogo del empréstito negociado en 1824 con la Casa Baring Brothers de Londres y promotor de la Ley de Enfiteusis.
Durante el Gobierno de Martín Rodriguez, mediante la intermediación de "ilustres conocidos", Rivadavia gestionó activamente un préstamo por £ 1.000.000 en la Casa Baring Brothers de Londres. Sin entrar demasiado en detalles por cuestiones de extensión, la deuda tenía por objeto financiar la fundación de pueblos en la frontera con "el indio", la creación de un Banco Nacional y la construcción de una red de agua en la ciudad y un puerto. Del monto total de la deuda nominal contraída, se recibió alrededor £ 552.000 (el 55% del total), mayormente en letras de cambio para utilizar en comercios de propiedad de ciudadanos británicos afincados en Buenos Aires y de criollos que participaron activamente en el trámite del empréstito. ¿Dónde quedó el 45% restante? En la Casa Baring bajo la forma de descuentos y pagos adelantados, comisiones de intermediarios, gastos de representación de ciertos personajes (los que "casualmente" estaban negociando en Londres un préstamo para el Gobierno de Perú) y otros conceptos no aclarados.
La Ciudad de Buenos Aires es posible encontrar esquinas y barrios donde “dialogan” próceres antagónicos
De ese modo, el entonces ministro Rivadavia, el mismo que el pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires homenajea diariamente a metros del inicio de la honorable Avenida de Mayo (el recuerdo latente de la gesta de 1810), se endeudó por ese total, recibió una parte de esos fondos de la manera ya mencionada, hipotecó tierras públicas de la Provincia de Buenos Aires (cuya venta estaba prohibida por ley) y permitió que se financiaran aventuras bélicas y actividades especulativas promovidas por terratenientes y financistas. Tal como lo señaló el historiador Harry Ferns, estudioso de las relaciones entre la Argentina y Gran Bretaña durante el siglo XIX: "Fue Rivadavia quien buscó a los capitalistas y no éstos los que se impusieron a la Argentina" (Ferns, 1960). Treinta y cinco años después de la firma de aquel programa financiero (a fines del decenio de 1850), el stock de esa deuda se había multiplicado por 2,5 con respecto al valor nominal original (£ 2.500.000) y se encontraba prácticamente en cesación de pagos (default). Aunque hay cierto debate al respecto, la deuda "se honró" a principios del siglo XX por una cifra cercana a £ 45 (por libra recibida en aquel entonces).
Como se señaló previamente, las tierras públicas constituidas en garantía para sellar el acuerdo estaban impedidas para la venta. Mediante la aprobación de la Ley de Enfiteusis, Rivadavia logró que las mismas se pudieran transferir a la órbita privada (se podían reclamar inmensas extensiones de tierra de manera legal). A cambio de un canon anual de entre 4% y 8% del valor de la propiedad, el interesado mínimamente accedía a arrendar media legua. Curiosidades: 1) la Ley de Enfiteusis no imponía límites máximos a solicitar y 2) el valor del canon era actualizado por un comité integrado mayoritariamente por terratenientes. La ausencia de topes en las extensiones a requerir y la regulación de arrendamientos a precios irrisorios por la tenencia perpetua de esas propiedades ubicadas en zonas preciadas de la provincia de Buenos Aires, constituyeron uno de los más contundentes antecedentes históricos de transferencia de riquezas y desgajamiento del patrimonio público (mediante prácticas financieras más elegantes y sutiles, esta metodología se replicaría durante el siglo XX). Intereses incompatibles con la necesidad de una equilibrada ética pública, posibilitaron que latifundistas, políticos, militares y comerciantes agigantaran febrilmente sus fortunas y colocaran sus apellidos en lo más alto de la escala social decimonónica (esto aún se visualiza). Según David Rock: "La enfiteusis permitió a los especuladores obtener tierras a largo plazo sin costos; no pagar ningún precio de compra y prácticamente ningún arrendamiento; sencillamente registrar sus peticiones" (Rock, 1985). Entre los beneficiarios, los nombres se repiten en esa época y aún se evocan en calles, plazas, avenidas e, incluso, nombres de pueblos del Interior del país.
Argentina recibió poco más de la mitad del monto acordado por el gobierno de Rivadavia con el prestamista Baring
La vida y obra del primer presidente argentino, las vicisitudes internas y externas de la década de 1820, la explosiva movilidad social ocurrida en esos tiempos por ciudadanos influyentes y la inacabada nobleza del Estado Nacional como agente proveedor de recursos sociales, deben ser objeto de permanente estudio (y recuerdo) en la Argentina. Especialmente, en escenarios como el actual, donde crece la preocupación por las consecuencias del endeudamiento externo, se advierte acerca de un potencial problema financiero del Estado nacional en 2020, aumenta el spread de riesgo soberano y se duda sobre el trasfondo ético del individuo (tanto en lo público, como en lo privado y en ambos lados al mismo tiempo).
Para finalizar, recuérdese que hasta los últimos días de su vida, Rivadavia exhortó que sus restos mortales nunca volvieran a Buenos Aires (quizás por haber sido expulsado cuando intentó regresar en 1834). Sin embargo, tras detectar las magras condiciones de su sepulcro en Cádiz, la Sociedad de Beneficencia (creada por el mismo Rivadavia en 1823) los repatrió y depositó en el Cementerio de la Recoleta en 1857. Pero, como una ironía más del destino, desde 1932 descansan en el mausoleo de la Plaza Miserere (la Plaza Once) a aproximadamente 10 mil kilómetros del lugar donde el "estadista genial" lo hubiera deseado.
El autor es economista. Profesor de la Universidad de Buenos Aires. Twitter: @gperilli
Fuente:INFOBAE

jueves, 20 de diciembre de 2018

A 17 años del trágico 20 de diciembre de 2001, el día que estalló Argentina

Dirigentes políticos y sociales recordaron en las redes sociales aquellos días caóticos que dejaron un saldo de 39 muertos en todo el país y un gobierno acéfalo. 
Durante dos días hubo represión en Plaza de Mayo y otros puntos del país
Durante dos días hubo represión en Plaza de Mayo y otros puntos del país
Un día como hoy, hace 17 años, el país vivía en un caos. Era el final de largos meses de crisis económica y social: saqueos, corralito, cacerolazos, represión y el grito “Que se vayan todos” derivaron en una crisis política sin precedentes.
Había protestas y movilizaciones en ciudades del interior: Córdoba, Rosario, Corrientes, La Plata. Y el conurbano, que ardía.
  • Acorralado por la situación y sin respaldo de algunos dirigentes de la alianza de gobierno, Fernando De la Rúa firmó su renuncia.
En el atardecer de aquel 20 de diciembre, De la Rúa dejaba el Gobierno
Un día antes, en medio de los reclamos que se extendían por todo el país, el Presidente había decretado el estado de sitio y al rato se anunciaba la salida de Domingo Cavallo de Economía. No alcanzó. Y, vacío de poder, De la Rúa formalizó su dimisión, dejó la Casa de Gobierno y voló en un helicóptero mientras en la Plaza de Mayo y en los alrededores todavía se escuchaban tiros y había corridas.
  • El  19 y 20 de diciembre fueron dos de las jornadas más trágicas de la historia reciente. Por la represión de las fuerzas de seguridad murieron 39 personas, 9 de ellas menores de edad.
Una imagen icónica de aquellos días: la represión policial fue feroz

EL RECUERDO EN LAS REDES

Dirigentes políticos y sociales se expresaron en las redes sociales ante el nuevo aniversario de esos días trágicos.
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miércoles, 19 de diciembre de 2018

Viajé 8.000 km en Uber y esto es lo que aprendí como socióloga

La investigadora Alex Rosenblat publica uno de las primeros estudios etnográficos sobre el impacto de la uberización en la sociedad

A través de cientos de entrevistas con conductores, detalla cómo éstos se sienten (y son) más controlados por los algoritmos que si su jefe fuera una persona
Los cambios que derivan de la uberización alcanzan los acuerdos de custodia de menores, los patrones de desplazamiento o la planificación urbana


La cooperativa ha decidido invertir en una aplicación móvil para competir con las plataformas digitales como Uber o Lyft
Un usuario solicita un servicio de Uber, en una imagen de archivo EFE



Uber protagoniza un conflicto abierto con el sector del taxi en todo el mundo. Sin embargo, la trascendencia de la empresa supera a sus coches negros y su competencia con servicios de transporte tradicionales. Sus prácticas han dado nombre a un proceso denominado uberización que, para la antropóloga Alex Rosenblat, ha llegado para quedarse: "Incluso si Uber desapareciese mañana, dejaría tras de sí legado de cambios importantes que transformarán los mundos del trabajo, de la tecnología, y de las leyes en los años venideros".
Rosenblat es la autora de Uberland: cómo los algoritmos están reescribiendo las reglas del trabajo, una extensa investigación etnográfica de cuatro años en la que esta socióloga ha analizado "cómo Uber y otras corporaciones gigantescas de Silicon Valley están redifiniendo todo lo que sabemos sobre el trabajo en el siglo XXI a través de cambios sutiles introducidos por la tecnología".


"Bajo nuestras narices, la compañía ha dado lugar a una ola de cambios que afectan a la mayoría de aspectos de nuestra sociedad, desde la vida familiar o los acuerdos de custodia de menores, a las condiciones de trabajo o la gestión del tiempo de los trabajadores, hasta los patrones de desplazamiento o la planificación urbana", expone.

Alex Rosenblat.
Alex Rosenblat. Butcher Walsh
Su investigación le ha llevado a hacer más de 8.000 kilómetros a través de EEUU en viajes contratados vía app. "Hablando con cientos de conductores, analizando miles de comentarios en foros digitales, y trabajando con académicos de diferentes disciplinas para contextualizar las implicaciones de lo que he observado, he descubierto que las prácticas tecnológicas que Uber implementa (como los algoritmos) definen y controlan significativamente cómo se comportan los conductores mientras trabajan", revela.
En Uber y el resto de empresas que gestionan a sus trabajadores vía app ha desaparecido la figura del jefe que supervisa y ordena. No hay nadie mirando que el empleado haga su labor, pero eso no significa que no esté vigilado. A través de las entrevistas, Rosenblat ha podido comprobar que los conductores de Uber sienten que no están solos en su coche: muchos tapan el micrófono o la cámara del smartphone que gestiona su actividad para responder a las preguntas de la investigadora.
Sin embargo, los métodos de la compañía para saber la calidad del servicio de sus conductores son más sutiles. "Los smartphones son básicamente sensores ubicuos, y las apps pueden recolectar datos a través de estos dispositivos. La plataforma basada en datos de Uber da a la compañía una amplia perspectiva del trabajo de los conductores en ciertos aspectos, aunque no tenga la habilidad de examinar los más cualitativos", resume Rosenblat.
Uber no supervisa personalmente a sus conductores, pero ha desarrollado sistemas que analizan el nivel de traqueteo del smartphone durante los viajes, si este acelera o frena bruscamente, así como su velocidad media por cada tipo de vía  
Además del sistema de valoración de los usuarios, Uber ha implementado otros que no requieren que haya nadie mirando las imágenes de la cámara ni escuchando por el micrófono. Son sistemas que analizan el nivel de traqueteo del smartphone durante los viajes, si este acelera o frena bruscamente, así como su velocidad media por cada tipo de vía, ayudándose por la geolocalización.
La investigación recoge como ejemplo el comentario de un conductor, que frenó (lo que la app entendió como) "suavemente" 219 de 264 veces analizadas. Ese resultado le valió el aviso de "Varios frenazos bruscos detectados". Ese mismo conductor recibió el mensaje "¡Gran trabajo!" cuando registró 210 aceleraciones "suaves" de un total de 247.

Si lo dice el algoritmo, ¿es porque es lo más justo? 

En Europa, Uber ha abandonado la defensa sobre su pertenencia a la denominada "economía colaborativa".  El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) rechazó ese discurso a finales de 2017 y falló que Uber no es una plataforma digital que se limite a poner en contacto a conductores con usuarios, sino una empresa de transporte. No obstante sigue manteniéndolo en EEUU, donde defiende que tanto los viajeros como los conductores son clientes de su plataforma. 
El TJUE expuso que si una empresa controla detalles del servicio como cuándo, dónde y con qué tarifas se trabaja, no puede denominarse economía colaborativa. Rosenblat añade otro hecho más: "Es Uber quien controla el flujo del dinero". Al igual que a los conductores, la app también analiza el comportamiento de los viajeros. Sabe cuáles gastarán más, y no los distribuye con equidad entre todos los conductores. 

Protestas de conductores de Uber en el Paseo de la Castellana (Madrid), el pasado mes de septiembre
Protestas de conductores de Uber en el Paseo de la Castellana (Madrid), el pasado mes de septiembre GTRES
"A través de informes, filtraciones, estudios y testimonios de primera mano, sabemos que Uber recolecta una vasta cantidad de información (que va desde el nivel de batería del dispositivo del usuario, a la probabilidad de que un cliente esté dispuesto a pagar tarifas más altas) y usa estos datos para jugar con conductores y pasajeros", resume la socióloga.
"Cuando pensamos en transacciones intermediadas por la tecnología, la parte tecnológica suena bastante neutral: es solo una máquina que trabaja entre bastidores. Pero en la era de Uber, el concepto  tecnología no es tan inocente como suena. Los algoritmos de Uber no son neutrales: fijan las transacciones de acuerdo a un conjunto de normas de la compañía que pueden tener sesgos incorporados para favorecer sus propios intereses", recuerda Rosenblat.

¿Y qué dice Uber? 

Este medio ha tratado de recabar la opinión de Uber respecto a la investigación de Rosenblat, editada por la Universidad de California y aún no disponible en castellano. Aún no ha recibido respuesta en el momento de redacción de esta información.
Después de varios artículos en prensa que detallaban aspectos concretos de su investigación, Uber intentó contratarla 
En cambio, la investigadora sí pudo entrevistarse con empleados y altos directivos de la compañía antes de completar su estudio. No era una desconocida para ellos: durante la investigación, Rosenblat publicó varios artículos que detallaban aspectos concretos de sus hallazgos que fueron virales en EEUU. En uno de ellos, la empresa negó públicamente los hechos antes de abrir una investigación. Finalmente cambió de estrategia e intentó contratarla.
"Este momento dice mucho de lo que ocurre con los investigadores: una vez que saben lo suficiente para ser una amenaza, las compañías que estudian tratarán de absorberlos", desvela la socióloga. La otra oferta que tuvo sobre la mesa, casi a la vez que la de Uber, fue la de escribir un libro que recopilara sus descubrimientos.
Fuente:Revista de Trabajo

martes, 18 de diciembre de 2018

Neoliberalismo Como El Proyecto Político Del Parasitismo Financiero Algunos Datos Del 2018



Fuente:Ramble tamble blogspot
1. Neoliberalismo
Imagen relacionada El neoliberalismo es una ideología que promueve la soberanía del capital. La supremacía de éste en todos los aspectos de la organización y funcionamiento de la sociedad. Hasta de la naturaleza y de la vida misma. Tiene voluntad totalizante y, como todos los grandes relatos, busca imponer su hegemonía como único rumbo universal, cultural, moral, deseable y posible.
A diferencia del cristianismo, del iluminismo, del liberalismo clásico y del marxismo, el neoliberalismo se sirve (y es producto a su vez) de las tecnologías actuales. Especialmente de la revolución informático-comunicacional, con la que no contaron los otros grandes relatos. Algo que le otorga capilaridad para penetrar con sus discursos en todos los ámbitos de la vida, sea social o individual. El neoliberalismo modela a las comunidades, pero también a los espíritus y a los cuerpos con una eficiencia desconocida. Es el poder actuando en un ámbito de la microfísica, según lo entendía Foucault.
El neoliberalismo es el fascismo del capital. Pero no un fascismo ejercido solo desde el Estado. El fascismo neoliberal coloniza espiritualmente a la persona, la penetra capilarmente en cultura, razón, emociones y psiquis. Así convierte al pequeño burgués en el represor del pobre, y al pobre en el segregador del excluido. El fascismo neoliberal necesita hacer de cada uno de nosotros un guardián violento del régimen. Esto porque el régimen neoliberal es violento por antonomasia e incompatible con la compasión y la solidaridad. El neoliberalismo llega a estimular y canalizar en su provecho pulsiones vindicativas y sádicas del hombre, de manera de aniquilar todo atisbo empático o fraternal. Las sentencias proto-genocidas en la verba del taxista o la organicidad barrial para linchamientos a rateros dan cuenta de esto.
A Michel Foucault es a quien también le debemos la noción de sociedad disciplinaria, aquella donde el Poder vigila y castiga desde ámbitos públicos y privados a todo lo que se salga de su cauce. El neoliberalismo sabe cómo hacerlo, practicándolo incluso a través de instituciones clásicas como el Estado. Porque el neoliberalismo es estatista.
El neoliberalismo como ideología con voluntad de Poder, produce verdad. En calidad de tal moldeará su episteme, creencias, sentido común, cultura y otros elementos que el marxismo ubicaría en la superestructura. El discurso neoliberal crea subjetividades y trasciende lo económico con voluntad totalizante.
2. El neoliberalismo es un proyecto político.
El proyecto político global neoliberal es absoluto. Contra lo que se sugiere, es profundamente estatista, antihumano y antilibertario. No nova el liberalismo clásico, que surgió como reacción al absolutismo del poder regio que estaba en la cúspide de la pirámide social de su época. Para limitarlo, el liberalismo clásico caracterizaba a ese poder como artificial e invasivo, siendo lo natural la libertad del hombre, para que estos sin intervenciones del Estado de su tiempo (el monarca) pudieran producir y realizar sus intercambios con independencia.
Pero el neoliberalismo no llega para acrecentar esas libertades individuales defendidas por el viejo liberalismo. Con el pretexto de que el Estado de Bienestar de la postguerra amenazaba esas libertades, lo que hace no es disminuir el Estado, sino cooptarlo a su servicio. Una burguesía capitalista que opera bancaria y financieramente las relaciones de propiedad, tornándose oscura, inasible, y por ende más impune. Con estas características capturan las políticas públicas del Estado. 
¿Quiénes son los fondos Templeton y Black Rock que manejaron la política cambiaria de nuestro país en la mitad del 2018? ¿Dónde están? Las instituciones clásicas del Estado se alinean a los intereses de estas oligarquías financieras trasnacionales. Todo potenciado por la capacidad capilar y microfísica del poder neoliberal para garantizar la dócil conformidad de los explotados.
En el capitalismo de la postguerra, se daba el principio de que por la materialidad y territorialidad del modo de acumulación, el capital tenía que ceder algo a las mayorías para no perderlo todo. Es el capitalismo del pacto keynesiano, aquel donde Henry Ford pagaba un salario suficiente al obrero de su fábrica para que este pudiera comprar un auto de los que él fabricaba. Con las nuevas tecnologías, la des-territorialización y el extractivismo financiero, son las maneras de explotación preponderantes en el presente. Relegando la anterior acumulación basada en la expoliación del trabajador como sujeto productor-consumidor. Ahora no interesa tanto que el trabajador produzca o consuma. Hay otras maneras inmateriales de extraerle el excedente: la financiarización.
3. Las finanzas parasitarias.
El capital del Siglo XXI depreda sin limitaciones y sin acuerdos con las mayorías. La lógica del Estado democrática se invierte. Pierde los atisbos de ser un instrumento para la conquista de Derechos en favor de los votantes y se transforma en el aniquilador de Derechos a favor del capital.
El patrón de acumulación capitalista que promueve el neoliberalismo no está tan atado, según lo caracterizaba el marxismo clásico, al proceso de la producción de la mercancía y su comercialización. Por medio de aquel, el capitalista capturaba el excedente generado por el trabajador. Hoy, esta dirección e intermediación material del proceso productivo de la mercancía para extraer el excedente puede ser obviada. Es el rasgo parasitario del capital que ya vislumbraba Rosa Luxemburgo, que hoy está siendo llevado a su máxima expresión. Ya es posible extraer la sangre del excedente producido por las masas a través de un complejo de cánulas abstractas constituido por la financiarización. Sin que el explotado siquiera se entere, ni mucho menos vea la cara de quien es su explotador. Explotador que probablemente resida muy lejos y hable otro idioma.
El modo de acumulación del capitalismo financiero se acerca más a la acumulación originaria (desposesión violenta) que a la acumulación por reproducción (captura del plusvalía generada por el trabajador una vez que se le otorga a éste lo indispensable para su supervivencia). Ahora la supervivencia del trabajador ya no interesa, por eso se lo excluye. Estamos ante un nuevo modo de acumulación, la acumulación por exacción financiera. Y el programa político para llevar al máximo de sus posibilidades este a patrón de acumulación financiarizado y parasitario, es el neoliberalismo.
Las capturas de excedente características de la economía neoliberal pueden ser continua (a través de la usura capilarizada en las transacciones de toda la economía) o a fuerza de golpes de mano subrepticios. Estos últimos serían por ejemplo el aumento de tarifas de servicios básicos, la manipulación cambiaria, brotes hiperinflacionarios o el endeudamiento estatal. Para el caso de las capturas de excedente continuas, el Estado será el guardián del orden que favorece al capitalista. Para las capturas de excedente a través de un golpe subrepticio, es el Estado la herramienta directa que produce el despojo utilizando su poder de imperio al servicio de la acumulación de oligarquías financieras, que ni siquiera son nacionales.
4. El parasitismo financiero es global.
Veamos un ejemplo de mega parasitismo financiero a nivel global. Luego de la crisis desatada por los créditos garantizados con hipotecas incobrables (suprime), un sistema que se monto sobre la base de múltiples fraudes, el gobierno de los Estados Unidos y la Reserva Federal (que se ha apropiado de la facultad del Congreso estadounidense de emitir su moneda) rescató a su sector bancario-financiero (que había estructurado el fraude) por la suma de 12,8 billones de dólares entre los años 2008 y 2009. Era una cifra que se acercaba a un PBI de EEUU de esa época. Una traslación fabulosa de riquezas para cubrir este desfalco. Sujeto pasivo de la exacción los contribuyentes norteamericanos (taxpayers) y ciudadanas y ciudadanos del mundo, por la capacidad de EEUU de transferir sus crisis al resto del orbe a través de la impresión de dólares que en todos los países se adquieren.
El fraude de la subprime implicó los falseos de balances, desarrollo de productos financieros de timo y su calificación mendaz para que sean adquiridos por la población. Los efectos de la crisis que esto ocasionó aún perduran.
El Estado y su poder de imperio ha funcionado en la subprime como la bomba impelente que extrajo el excedente de las mayorías para beneficio de las oligarquías financieras. No solo fue el gendarme de los mecanismos de extracción implementada por éstas. La extracción del excedente la hizo el mismo Estado.
El Estado nacional cooptado por el neoliberalismo, utiliza su estructura para transferir riquezas. De manera directa o salvaguardando el sistema ya instituido y gestionado por las oligarquías financieras.
5. Parasitismo financiero en la Argentina.
Este parasitismo financiero, o modelo de valorización financiero como lo llama Eduardo Basualdo entre otros autores, fue el que el que lesionó el tejido social de nuestro país con consecuencias que perduran hasta la actualidad. La Argentina en los años 70 se caracterizaba por ser un país con un ingreso nacional que repartía un 50% entre el trabajo y un 50% al capital. Una industrialización relevante que abastecía la mayoría de las necesidades de consumo en el mercado interno. Una desocupación y pobreza bajos respecto a los que sufrimos hoy. Y todo eso fue devastado por el parasitismo financiero. Parasitismo financiero que llego marchando de la mano de la dictadura militar. 
Apareció allí la economía bi-monetaria (dólar – peso), la deuda externa, el carry trade (bicicleta financiera) el vaciamiento de los servicios sociales brindados por el Estado, la concentración de la riqueza, los bolsones de pobreza estructural en las periferias de los grandes aglomerados urbanos, el consecuente aumento del delito entre otras variables. Variables que antes no estaban, pero que hoy nos parecen cotidianas. Y hasta naturales. El neoliberalismo las ha introducido.
Este enseñoramiento del parasitismo financiero en los años 70 tuvo otro pico en los años 90 cuando se llevo consigo nuestras empresas estatales, recursos naturales y sistema previsional que habían sobrevivido. Todo para profundizar el bi-monetarismo, la desindustrialización, a estructuralidad de la pobreza y el desempleo. Y por supuesto el aumento de la deuda externa e incremento de nuestra dependencia.
6. El parasitismo financiero en el 2018.
Pero no es necesario irnos décadas atrás para entender que es el parasitismo financiero, faz económica del proyecto político que es el neoliberalismo. Y no es necesario porque lo hemos vivido a lo largo de este año que se está yendo. Somos sus testigos presenciales.
En el 2018 en el mundo, la argentina fue el segundo país en caída del PBI (un 2,8%) el quinto con mayor inflación (48%), el segundo con mayor caída industrial (-11,50%) y el primero en emisión de deuda entre los países emergentes. Con una pobreza del 33,6% de su población, en un año hay 2,2 millones de nuevos pobres en nuestro país.
En una lógica de apropiación del excedente ajeno a través de la especulación financiera, estos datos catastróficos resultan coherentes con la prosperidad del sector bancario, el que rompió record interanual de acumulación de ganancias. Las utilidades de este último amentaron unos 263% en agosto de 2018 comparadas con las de agosto de 2017.
¿Qué hace posible esta discrepancia demencial? Lo hace posible el parasitismo financiero. Un sistema como de suma cero, en donde lo que unos pierden es lo que ganan los otros. Los que pierden son los que trabajan. Los que especulan son los que ganan. Veamos un ejemplo de la polea de transmisión por donde se transfieren recursos del sector de los perdedores al sector de los ganadores.
Este año 2018 nos hemos endeudado con el FMI (algo que deberemos pagar todos con los recursos que se obtendrán de nuestros impuestos, la pérdida de servicios sociales, la desaparición de subsidios estatales y la destrucción de derechos previsionales) por 57.000 millones de dólares. Los 150.000 millones de dólares que habían sido el incremento de la deuda externa estos últimos tres años (una cifra que alcanza para construir 1500 hospitales de última generación o 50.000 escuelas primarias) pusieron en riesgo la capacidad de pagos de la Argentina frente a los acreedores internacionales. Lo que motivó el pedido de intervención de FMI, que llega con los dólares en una mano, y las imposiciones de cómo debemos gastarlos en la otra. 
Porque el FMI presta sus dólares con la condición de que sean usados únicamente para pagarles la deuda a sus socios de la comunidad financiera internacional: la banca transnacional, los fondos de cobertura, los fondos de riesgo, los fondos buitre y usureros varios. Nada se destinará a inversión pública, social, infraestructura, ciencia, tecnología o educación. Lo que es más. El FMI condicionará directamente a la economía nacional para que se oriente toda ella en pos de un único objetivo: pagar los préstamos a la usura internacional.
Tenemos así que el excedente económico que producimos con nuestro trabajo se va en impuestos que no vuelven en servicios, sino en el pago al FMI por el préstamo de una suma que nunca vimos. Esa suma se destinó al pago de usureros que no conocemos y que tampoco nos dieron un solo dólar a nosotros. Esto es el parasitismo financiero. ¿Podemos probarlo con números?
Las reservas internacionales del Banco Central al 31 de enero del 2018 eran de 62.020 mill USS. El dólar cotizaba ese día a pesos 19,92. En los sucesivos meses comienza una caída abrupta del peso, motivada en lo siguiente: quienes tenían títulos de deuda argentinos en pesos, los vendían y comenzaron a comprar dólares aumentando la demanda de la divisa. Estos dólares que demandaban los inversores especulativos eran pagados con las reservas del Banco Central (BCRA). Lo que llevo a una caída da las mismas. El temor de los inversores de que no haya los dólares suficientes para cobrar, a su vez aceleraba la demanda. Así el 21 de Junio de 2018, las reservas del BCRA habían caído dramáticamente a 48.478 mill USS. Se habían perdido 13.542 mill USS que se llevaron los especuladores. Aun así no se pudo parar la demanda de dólares, llegando la cotización de éste ese mismo 21 de junio a 28,20 pesos. El inmenso sacrificio de “quemar” 13.542 mill USS (4514 escuelas) fue en vano ya que nuestra moneda se depreció igual un 29,3%.
Las reservas del BCRA son los ahorros de todos nosotros y se rifaron de esta manera. Pero la historia continua. El 22 de junio de 2018, al día siguiente, las reservas aumentaron ahora a 63.274 mill USS. ¿Qué había pasado? Entró el primer tramo del crédito del FMI (aproximadamente 15.000 mill USS) y fue directamente a engrosar las reservas en peligro del BCRA.
¿Se contuvo allí la sangría? No. El BCRA continúo perdiendo reservas (nuestros ahorros) por la demanda de dólares de los especuladores financieros. Al 29 de octubre del 2018 las reservas estaban más bajas todavía, en 47.867 mill USS. Se habían perdido 15.407 más. Pero el 30 de octubre, las reservas vuelven a aumentar a 54.040 mill USS. ¿La razón? Nuevo desembolso del FMI de 5631 mill USS que entraron al BCRA.
¿Ahí si se contuvo la sangría? No. Al 12 de diciembre de 2018, las reservas del BCRA ya están a 49.885 mill USS. Se fueron nuevamente otros 4155 mill USS más.
En conclusión, durante este 2018 se perdieron en total 33.104 mill USS que provenían de las reservas. Como saldo nos queda que, a pesar de este tremendo sacrificio, el peso se depreció igual a un 48,46% de su valor (de 19,92 pesos por dólar, pasó a 38, 65 pesos por dólar). El porcentaje es equivalente a la inflación que hemos sufrido este año. Y se esfumaron en esta inmolación el primer y segundo tramo del préstamo del FMI. Sumados son 20.631 mill USS, el equivalente a 6877 escuelas primarias o 206 hospitales de alta complejidad que nunca veremos. Todo para proveer los dólares necesarios a fin de que los usureros puedan poner a resguardo sus ganancias antes de que todo explote. Porque los vencimientos de la deuda para marzo del año 2019 serán de 20.000 mill USS, y hasta entonces solo contaremos con un nuevo desembolso del préstamo del FMI por 10.000 mill USS más. Pero lo peor es que, suponiendo que aparezcan por milagro esos otros 10.000 mill USS que nos faltarán en marzo de algún lado, tampoco se sabe de donde saldrán los 40.000 mill USS que necesitaremos para pagar el resto de los vencimientos que nos caerán en los meses siguientes de lo que quedará del 2019.
¿No hay corrupción en endeudar al país para pagar a usureros? ¿No les cabe a quienes administran los bienes del país el delito de administración fraudulenta en perjuicio del titular que les confió tales bienes, que no es otra que la ciudadanía?
No hay actividad en la economía real que de una ganancia tan fácil, segura y rápida como la que otorga la depredación financiera. El adicional de dólares que otorgará la soñada super-cosecha que pretendidamente nos salvará el año que viene serán improbables 6000 mill USS extra lo que se obtuvo este año. ¿Cuánto tiempo de labores, explotación del suelo más rico del mundo (la pampa húmeda), insumos, tecnología, actividad del hombre y lluvias providenciales para solo reunir la quinta parte de lo que ya se fugó en capitales durante el 2018?
El problema hoy no es ni siquiera el capitalismo. El problema hoy son las finanzas parásitas. Si no sintonizamos nuestra comprensión y criterio para entender y enfrentar esta estructuración del vaciamiento nacional, nuestra viabilidad como país resulta una quimera.
Javier Ortega. Docente de Derecho Penal UNDAV. Doctor UNT y UCM
 
 

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