Los datos sobre la pobreza, publicados en distintos momentos en varios
medios de circulación nacional, son arbitrarios y contradictorios. Un
recorrido por la divulgación de esas cifras, firmadas siempre por
instituciones ligadas a la Iglesia, muestra la incongruencia en datos
tan sensibles.
Me tienes en el sube y baja
me vuelvo loco ya no sé qué hacer
Lalo Fransen
me vuelvo loco ya no sé qué hacer
Lalo Fransen
La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro
fetichismo de estos días sin oposición político-partidaria sólida. Una
de las más prolíficas en visibilidad en medios opositores advierte
sobre la evolución de la pobreza reciente y puebla habitualmente
diarios y revistas que adversan al gobierno nacional.
Es “la Iglesia” la que divulga cifras de pobreza generadas en la
universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la
institución católica “comprometida con los que menos tienen” y el
impulso adicional que, según suponen, se sucede tras la asunción del
papa Francisco.
Marketing celestial, pero arbitrario y contradictorio, veamos. En
noviembre de 2011, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA le hacía
decir al diario opositor La Nación: “Un
cóctel preocupante de pobreza, inseguridad, riesgo alimentario, empleo
precario y déficit de viviendas envuelve a gran parte de los 12,8
millones de personas que viven en el área metropolitana de Buenos Aires,
formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños”.
Así lo refleja un informe de Cáritas, brazo social de la Iglesia, y el
Observatorio de la Deuda Social, que dice que el 34,9% de la población,
unos 4,4 millones de personas en esa área metropolitana, vive bajo la
línea de pobreza.
El sube y baja de los pobres del Observatorio Social Opositor (OSO)
Señalábamos en 2011 al respecto: Se
conoció recientemente en la tapa de un importante matutino nacional un
estudio sobre pobreza realizado en el área metropolitana de Buenos
Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños,
donde residen 12,8 millones de personas. Fue presentado por Cáritas, el
brazo social de la Iglesia, y realizado por el Observatorio de la Deuda
Social Argentina. El estudio afirma que actualmente, en esa región
metropolitana, el 34,9 por ciento de la población residente es pobre por
ingresos.
"Es 'la Iglesia' la que divulga cifras de pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la institución católica 'comprometida con los que menos tienen' y el impulso adicional que, según suponen, se sucede tras la asunción del papa Francisco."
El brazo social de la Iglesia se equivoca. Erraba en 2009 cuando
insistía en que la pobreza era del 30,9%, y sigue equivocándose hoy que
supone ha trepado cinco puntos adicionales tras descenso en el
desempleo y fuerte crecimiento del lapso 2009-2011.
Dejemos de lado la discusión sobre valorización de canasta básica, que
para el estudio eclesial es de 2150 pesos para un hogar tipo
metropolitano.
Hay inconsistencias tan notables en el nivel de incidencia de la pobreza
metropolitana que informa el estudio que hasta pareciera increíble que
Cáritas las propale sin medir las consecuencias políticas que supone
que una institución de connotación religiosa distorsione datos sobre
cuestiones tan sensibles a la comunidad como los niveles de pobreza.
Veamos las pifias más de cerca.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, una consultora
opositora, vinculada con la universidad privada UCA, existe hoy el 34,9
por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel
similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el
segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto
INDEC de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires.
En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto,
desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social.
1. El 7,3 por ciento de desocupación de hoy en el GBA era del 15.3 en 2004.
2. El trabajo informal, hoy del 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.
3. Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere 440 pesos
por hogar beneficiario, de alto impacto en ciudadanos bajo la línea de
pobreza, cuando en 2004 no existía.
Según Cáritas, apoyada en las cifras de la universidad privada UCA,
tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el
segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo
abierto, el 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y
aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por
donde se lo mire.
Seis meses después, el mismo Observatorio Católico privado le hacía publicar al mismo matutino opositor: “Contra
lo que dice el INDEC y pese al crecimiento a ‘tasas chinas’ de los
últimos años, casi el 22% de la población vive aún bajo la línea de
pobreza, con un ‘núcleo duro’ de indigencia del 5,4%”.
Sostuvimos entonces que, al contrario del informe anterior del
Observatorio Católico privado que mostraba un nivel de pobreza delirante
del 34,9%, no existía ningún ejemplo planetario de reducción tan
drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan ahora los
informes de la UCA que la ubicaban en el 22%: ¡Una baja en la pobreza
del 34,9% al 22% de la población en un semestre!
Trece puntos de pobreza menos en seis meses. Según el Observatorio
privado en aquel semestre abandonaron la pobreza 5,2 millones de
personas. A razón de 860 mil pobres menos por mes, 28.600 por día, 1.192
por hora, casi veinte por minuto. Medalla de Oro Olímpico en baja de
la pobreza. Si fuera cierto, pero !ay! Tampoco lo fue.
Ahora, nos enteramos que según la misma entidad vinculada a la UCA, ¡la pobreza volvió a trepar a lo pavo!
Se lee el domingo pasado en el opositor matutino Clarín,
que le asigna su tapa catastrófica al informe: Según un relevamiento
de la Universidad Católica, a finales de 2012 la pobreza alcanzaba a
unos 11 millones de personas, el 26,9% de la población.
Esto supone que en seis meses nuevamente la pobreza ha crecido, esta vez
cinco puntos, cifra módica respecto a los barquinazos que nos tiene
acostumbrado el Observatorio de la UCA. Se trata ahora de dos millones
de personas adicionales respecto al último valor informado por el mismo
Observatorio privado a mediados del año 2012, donde decían que había
caído 13 puntos respecto a la medición del mismo Observatorio Católico
de un semestre anterior.
Para colmo de males, con igual excentricidad lógica que la mostrada en
informes anteriores, para el Observatorio católico privado la pobreza
habría crecido ahora en el mismo lapso en que el desempleo bajó desde
el 7,2% al 5,9%, las convenciones colectivas se pactan en torno al 22%
sosteniendo el poder adquisitivo del salario formal privado.
En el mismo período en que las jubilaciones y pensiones treparon un
30,1% y el aumento de la AUH fue del 25,9%, lo que supone una
transferencia por hogar beneficiario de $680 promedio, la mayor
transferencia de ingresos y el mayor poder adquisitivo del beneficio
desde que la Asignación Universal existe.
Desde su primera actualización la AUH acumula ya un 72% de aumento,
incremento que se ubica por sobre el nivel inflacionario observado en
los últimos tres años, medido por índices oficiales o privados.
Fuente: Ramble Tamble