Los especialistas analizan la viabilidad de
reemplazar gradualmente gas, petróleo y energía nuclear por otras
opciones más económicas y menos contaminantes. Qué posibilidad tiene
Argentina de seguir ese camino.
Por Tomás Lukin
Molinos para todos
Por Bruno Capra y Andrés Repar *
El crecimiento económico de Argentina demandó cada año la
incorporación de cerca de 1000 MW de potencia eléctrica instalada. Ese
proceso marginó durante los últimos siete años la incorporación de
energías renovables con la importación de centrales térmicas, que motivó
mayores requerimientos de combustibles. En ese período, se registró una
persistente caída de la producción de gas por falta de inversiones y un
crecimiento explosivo entre 2011 y 2012 en la importación de gas. El
volumen de recursos necesarios para la actividad interna se recuperará
probablemente con recursos no convencionales argentinos, pero serán
necesarios no menos de cinco años. Por eso es imprescindible lograr una
incorporación intensiva de potencia eléctrica renovable por medio de
energía eólica e hidroeléctrica.
Argentina cuenta con un apreciable potencial de energía renovable.
El mapa de potencial eólico del país permite inferir que se pueden
generar más de 4000 MW. Por su parte, el potencial hidráulico del país
supera los 30.000 MW. En ese escenario, los parques de generación eólica
son pasibles de ser construidos en mucho menor tiempo que las
hidroeléctricas. Argentina tuvo, con el aprovechamiento del viento en la
Pampa Húmeda (350.000 molinos para agua equivalentes a 200 MW), su
revolución tecnológica en la producción de ganado. Hoy se requiere de
decenas de granjas eólicas, que por tecnología y economía de escala se
ubican en módulos de 50 a 200 MW cada una.
¿Cómo afrontar parte del crecimiento con la fabricación e
instalación de generadores eólicos? Hay varias formas de generar energía
eléctrica, pero las distintas alternativas de programas de ejecución
pasan todas por planes plurianuales. La generación eólica, a partir del
viento, es posible en toda la Argentina, pero principalmente en la
Patagonia.
¿Nacional o importado? Hay una creencia generalizada acerca de que
los argentinos no podemos hacer obras de esta dimensión, responsabilidad
y/o complejidad, que necesitamos comprar muchas cosas de otros países,
sean los equipos, los estudios previos, la ingeniería de construcción,
la dirección de obras, etc. Con esto renunciamos a nuestra soberanía
tecnológica para resolver nuestros propios problemas y así resignamos
posibilidades de tener mejor nivel de vida para la población.
En el país hay historia y capacidad disponible para la realización
de equipamiento necesario. Hay que cambiar la forma de proceder y volver
a usar reglas para la participación nacional, con control del uso de
divisas, que las empresas que participen sean sólo empresas nacionales
de capital interno, etc. ¿Qué es lo que no podemos hacer los argentinos
en los equipamientos de generadores eólicos? Todo es posible fabricarlo
en Argentina, con un adecuado volumen de compras se puede encarar, sin
lugar a dudas, un desarrollo tecnológico local, además de hacer que el
ciento por ciento nacional llegue a precios competitivos
internacionales.
Un generador eólico de una potencia promedio de 1 MW cuesta entre 5 y
6 millones de pesos. Ese valor se recupera con el ahorro de
combustible, ya que, cuando está disponible por la existencia de viento,
se reducen los aportes de las centrales que lo consumen. Es posible
alcanzar en 2020 el equivalente de unos 1200 MW instalados. Si se
tuviera que comprar gasoil para esa potencia (aproximadamente 5000
hs/año) se tendría que importar un consumo medio de 1.800.000 m3, que
implica una erogación (a 0,80 u$s/litro) de unos 640 millones de
dólares.
Una respuesta es que con pesos es posible hacer efectivamente una
industria eólica en la Argentina. Hay un “Cluster Eólico Argentino” en
Cipibic (Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de
Capital de la R. A.) de industrias nacionales que informan cada cosa que
hace falta para fabricar generadores eólicos en Argentina, quién, qué y
dónde se hacen las partes, y hay tres fabricantes argentinos que pueden
integrar el ciento por ciento de las partes argentinas.
Creemos en la necesidad de un programa ambicioso de energía eólica
empalmando con la fabricación nacional de estos generadores. Es
deseable, factible y realizable conformar una carga de compra de equipos
eólicos a razón de unos 200 MW anuales y por un tiempo de 15 años. Esto
permite la programación de dos o tres plantas fabriles dedicadas al
tema, de capital interno y con proyectos de ingeniería realizados con
profesionales argentinos residentes en Argentina.
Usar el territorio nacional, el viento nacional, el transporte de la
energía interconectado y tener los consumidores nacionales que pagan en
pesos evitaría comprometer una importante suma de divisas para pagar
generadores eólicos importados. Hay partes argentinas, ingenieros
argentinos, obreros argentinos, materiales argentinos, plata argentina,
empresas argentinas, viento argentino, territorio argentino y gobierno
argentino.
* Integrantes de IESO, Instituto de Energía Scalabrini Ortiz.
Fuente: Página/12
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