La
dirigente responsabilizó al gobernador radical de Jujuy por la decisión
judicial. “Es la única manera que tiene este delincuente de seguir en
el poder”, denunció
y pidió que “alguien ponga el freno para que Jujuy no siga sufriendo”.
Milagro Sala habló desde su casa en el barrio de Cuyaya, donde hace poco tiempo cumple prisión domiciliaria.
Imagen: Télam
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A
Milagro Sala la condena que recibió a 13 años de cárcel en el juicio
que se le siguió por presunta asociación ilícita, defraudación al Estado
y extorsión no la sorprendió. “Si ya me lo esperaba yo, si sabía que
(el gobernador de Jujuy) Gerardo Morales había estado reunido el fin de
semana con jueces y fiscales ajustando bien las tuercas de este plan que
me tiene encerrada desde hace tres años”, dijo a través de una
entrevista telefónica que concedió desde su casa en el barrio de Cuyaya,
donde cumple prisión domiciliaria desde hace poco tiempo. Antes, y a
contramano de lo que dictaron los organismos internacionales, fue
destinada a cumplir encierro en una casa en las afueras de la capital,
rodeada por numerosos efectivos de fuerzas de seguridad, y durante los
primeros tiempos, en el penal de Alto Comedero. Pero sabe que aún no la
van a dejar tranquila: “Es la única manera que tiene este delincuente de
seguir en el poder. Hace todo esto porque tiene miedo, porque no quiere
que le compita por la gobernación y le gane”, advirtió la dirigente
social.
–A pesar de que ya se lo esperaba, ¿cómo analiza su condena?
–Es
una muestra más del plan de Morales para perseguirme y perseguir a mis
compañeros, para dejarnos afuera de todo, para imponer en Jujuy lo que
finalmente terminó pasando en el resto del país. Siempre digo que Jujuy
fue el laboratorio de las políticas de persecución y ajuste que
Cambiemos terminó implementando en todo el país. Lo que pasa es que acá
no cesa y el nivel de ensañamiento es muy duro. A pesar de que mi
compañero no está en buen estado de salud, no me considero la más
perjudicada, hay compañeros que la están pasando muy mal. Mi pena más
grande fue cuando ayer (por el lunes) vi irse al penal a Patricia
Cabana, Iván Altamirano y Miguel Angel Sivila. Son sostenes de familia
esos compañeros, Patricia es mamá de ocho hijos, ¿quién los va a criar,
quién los va a cuidar, a alimentar? Ellos y nosotros somos inocentes,
somos presos políticos de Morales.
–En sus últimas palabras antes de recibir la sentencia le
habló a las juezas del Tribunal Oral en lo Criminal 3, a quienes les
dijo que pasarían a la historia. ¿Cómo cree que las recordará la
historia?
–Ellas saben. Ellas saben que no actuaron bien, ellas saben que son
cómplices del mal actuar del gobernador, que solo quiere continuar con
sus negocios, que responde a otro poder aún mayor, que es el de Carlos
Blaquier (el dueño de Ingenio Ledesma, empresario denunciado por
organismos de derechos humanos locales y la Tupac por su responsabilidad
en delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en
Jujuy), que siempre apoyó y sostuvo al poder político de turno. Pero
ahora el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo de Morales tienen negocios
en común y actúan acorde les conviene. Y hoy les conviene que todos los
que desde la Tupac luchamos por darle dignidad al pueblo jujeño estemos
encerrados.
–¿Por qué?
–Porque tiene miedo, tiene miedo de perder poder, como dije antes.
Tiene miedo de quedarse sin la cobertura que implica estar al mando del
Gobierno, de tener la Justicia a su favor apuntando para donde él quiere
menos hacia los delitos que él y sus cómplices cometen. Porque el
verdadero delincuente es él. Con el narcotráfico, por ejemplo. Acá todos
sabemos quién trafica droga. Y desde la Tupac lo hemos denunciado
incontables veces. ¿Sabés cuántas veces cayó Ezequiel Aguilera por
traficar droga? Y cada vez que cae es la gente de Morales la que ordena
que lo liberen. Por eso yo le dije ayer (por el lunes) delante de todos
los medios, lo desafié, a que me deje competir con él por la
Gobernación. Hace todo esto, me llena de causas en mi contra, me inventa
delitos, para que yo me apene, me entristezca y me rinda, pero no va a
lograrlo. Esto alguna vez se va a terminar.
–¿Y qué considera que tiene que pasar para que la situación cambie?
–Es una pregunta que me hago a diario, todos los días. No sé qué
tiene que pasar, porque esta gente no le teme a nada ni escucha las
advertencias de nadie. Han venido a visitar Jujuy organismos
internacionales para pedir explicaciones por lo que Morales hizo con
nosotros, y ni se mosqueó, porque sigue haciéndolas. Es necesario que
alguien ponga el freno para que Jujuy no siga sufriendo. Porque nosotros
pocos somos encarcelados y perseguidos, pero es todo el pueblo el que
sufre y sufrirá las consecuencias. Antes de que Morales fuera gobernador
los niños se los veía en piletas, disfrutando del sol y de los juegos
en verano, en nuestros parques. Ahora, luego de los convenios que el
Gobierno ha firmado, los niños y niñas se los ve trabajando en
plantaciones de tabaco. Eso tiene que dejar de ocurrir. Hay que trabajar
para que las injusticias en la que nos sumió Morales y todo el gobierno
de Cambiemos pase, para devolverle la democracia a esta provincia y al
país. Porque esto que estamos viviendo no es democracia, esto es otra
cosa.
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