Los
trabajadores de la metalúrgica Siderar en Ensenada y del Ingenio San
Juan en Tucumán tomaron las instalaciones de las empresas. El método que
se extiende contrasta con la pasividad de la CGT.
Dos
nuevas fábricas fueron ocupadas por los trabajadores esta semana en
respuesta a despidos y ajustes de las patronales. No se trata de
pequeñas plantas o talleres sino de grandes compañías con décadas de
producción en el país.
De esta forma se suman a los conflictos en la gráfica Interpack, la
textil Sport Tech, la aceitera Cofco (ex Nidera) y otras que, en lo que
va del mes de enero, adoptaron la modalidad de ocupaciones y acampes en
las puertas contra cierres, vaciamientos y despidos.
En primer lugar se trata de la planta que Siderar tiene en la
localidad bonaerense de Ensenada que fue ocupada de inmediato luego del
anuncio del despido de seis empleados de mantenimiento.
Además, en el norte del país, en la provincia de Tucumán, el Ingenio
San Juan fue tomado por sus trabajadores luego de siete meses de
negociaciones para que la empresa pague los salarios que adeuda. La
medida fue acompañada por una movilización masiva de 900 personas que se
solidarizaron con la lucha de los trabajadores luego del fracaso de las
negociaciones con el gobierno provincial a quien los obreros reclaman
que “designen un arrendatario o le entreguen el ingenio para su
explotación a un empresario solvente y responsable”.
Las ocupaciones son la contracara de un proceso creciente de cierres en
el sector industrial. Sólo entre octubre de 2017 y octubre de 2018 1.328
firmas industriales tramitaron su baja en la AFIP.
La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse. Las ocupaciones son la contracara de un proceso creciente de cierres en el sector industrial. Sólo entre octubre de 2017 y octubre de 2018 1.328 firmas industriales tramitaron su baja en la AFIP.
La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse.
La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse. Las ocupaciones son la contracara de un proceso creciente de cierres en el sector industrial. Sólo entre octubre de 2017 y octubre de 2018 1.328 firmas industriales tramitaron su baja en la AFIP.
La metodología adoptada, al mismo tiempo que expresa la radicalización de los trabajadores a la hora de defender sus puestos de trabajo, refleja la atomización a la que la pasividad de la CGT condena a los conflictos mientras evita una acción centralizada y de conjunto para revertir una situación que tiende a generalizarse.
Fuente:Tiempo Argentino
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