El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, habla de la ofensiva opositora apoyada por Estados Unidos
En
una entrevista con Página/12 aseguró que, más allá de la guerra
psicológica estadounidense, las sanciones y las maniobras violentas que
lleva adelante la oposición, continuará insistiendo en un acuerdo a
través del diálogo.
“No tenemos dependencia financiera y económica con los Estados Unidos”, dijo el canciller.
Desde Caracas
El canciller venezolano Jorge Arreaza es de hablar pausado y sin
estridencias pero con contundencia. Lleva adelante la confrontación y
negociación con el gobierno de los Estados Unidos que ya no oculta su
liderazgo en este nuevo intento de golpe de Estado. De todas formas y
durante una entrevista con Página/12 insistió que más allá de la guerra
psicológica estadounidense, las sanciones y las maniobras violentas que
lleva adelante la oposición, continuará insistiendo en una salida al
conflicto a través del diálogo. Sin embargo, advirtió que si se produce
algún tipo de agresión “hay un mundo militar y un pueblo dispuesto a
defender esta tierra, nuestra tierra hasta las últimas consecuencias
pero no es lo que queremos y trataremos de evitarlo”.
–Hace unos días usted dijo que el gobierno de los Estados
Unidos desarrolla una diplomacia esquizofrénica. Que hay una real y una
virtual que se hace a través de Twitter pero con el anuncio de las
sanciones da la sensación de que esas dos caras se están volviendo una.
–Sí, esa es la impresión que da pero efectivamente están dando
señales confusas. Están dando pasos en direcciones opuestas. El propio
anuncio sobre las acciones de empresas petroleras en los Estados Unidos,
desde el punto de vista jurídico es difícil que se concrete. No es una
confiscación porque es una empresa norteamericana (se refiere a Citgo) y
es un holding donde el mayor accionista es Pdvsa pero no es tan
sencillo como cambiar la junta directiva o tomar el control de la
empresa porque esa tiene una serie de pasos jurídicos, incluso en
Venezuela, para que luego se active el holding. Para hacerlo tendrían
que violar toda esa legislación financiera y comercial y dejar a los
EE.UU. sin seguridad jurídica para la inversión. Tendrían que violentar
toda su normativa interna financiera y de inversiones. No digo que no
tenga efecto negativo porque lo tiene. Tenga en cuenta que bloquean las
cuentas y por lo tanto para qué vamos a enviar petróleo venezolano a
esas empresas. En ese sentido, habrá que definir en los próximos días
qué vamos a hacer pero esa medida unilateral e ilegítima tiene más un
efecto psicológico-mediático que consecuencias concretas. Nosotros
defenderemos las propiedades que son del Estado venezolano pero le
advierto algo, no podemos repatriar los recursos de Citgo desde 2017,
por lo que no hay un nuevo impacto gigantesco y el petróleo venezolano
se puede dirigir a otros mercados. Esto es parte de su estrategia
psicológica para su público y también para el mundo pero los deja en
evidencia que lo que realmente quieren es tomar el control de la riqueza
venezolana.
–El doble juego no se detiene.
–Así es. Ellos continúan con ese doble tablero porque tal vez lo
necesitan ante la correlación de fuerza interna en Venezuela. Habrá que
ver qué pasa en el futuro porque al final de cuentas, cuando esto se
comienza a desequilibrar a favor de la Constitución, de la fuerza legal y
formal de nuestros país, cuando se comience a desgastar este intento de
golpe de Estado veremos qué van a hacer ellos.
–Usted planteó que esta disputa es con los Estados Unidos y
no con los gobiernos del Grupo de Lima porque responden a la
administración de Donald Trump. ¿No hace ninguna diferencia con los
países latinoamericanos?
–En general es así. Cuando nos referimos a los países
latinoamericanos nos referimos a los gobiernos de derecha que están
subordinados a los EE.UU. En estos últimos años esta restauración
conservadora, como lo dijo el presidente Rafael Correa, ha venido
ocurriendo. Han llegado al gobierno presidentes que son empresarios o
que responden a las corporaciones. En ese contexto, estamos frente a una
empresa hemisférica donde el CEO es Trump y luego tiene a los
directivos que compiten para conseguirse un ascenso y que son los
presidentes de estos gobiernos. Entonces, desgastarnos con ellos no
tiene sentido.
–¿Pero Colombia no es diferente?
–Colombia tiene una historia diferente que viene del proyecto
bolivariano de la Gran Colombia que feneció gracias a la oligarquía
neogranadina y desde entonces hay una disputa histórica. Mientras había
gobiernos de las élites entre nuestros dos países no había problemas,
pero cuando llegó un gobierno popular con el proyecto de Bolívar de
nuevo, comenzó una confrontación bilateral. Sin embargo, lo que hizo
Colombia fue ponerse al servicio de los EE.UU. con una característica
que es la frontera amplia y activa que tiene con Venezuela.
–¿La foto de Bolton con el escrito de cinco mil tropas en Colombia es un aviso para Venezuela?
–Mire, hasta los propios medios colombianos y gobiernos del mundo
creen que pueda ocurrir eso y que Colombia lo permite. Si hubiese sido
al revés y Bolton tenía escrito Venezuela nadie se lo hubiera creído
porque nuestro país jamás lo hubiese permitido pero no sólo nuestro
gobierno sino tampoco los anteriores previos a la revolución. Esa foto
generó una polémica mundial que obligó al gobierno colombiano a aclarar
que eso no es real. Mire, si lo desmienten es porque se saben capaces
de hacerlo.
–¿Esa foto forma parte de la guerra psicológica?
–Sí. Ellos dieron varios mensajes. Recuerde que el señor Bolton luego
de anunciar estas medidas ilegales también hace un llamado a los
militares venezolanos para que se rebelen contra el régimen de Maduro.
Efectivamente, desde el 10 de enero hay un constante llamado a los
militares. Hay pruebas de reuniones en el exterior entre militares y
funcionarios norteamericanos para montar un plan golpista en Venezuela.
De ahí surgió el magnicidio frustrado contra el presidente Maduro. Ellos
actúan muy fuerte pero los tiene muy frustrado el hecho de encontrarse
con una unidad monolítica muy fuerte de las FANB. No tenemos
dependencia financiera y económica con los Estados Unidos y tenemos una
FANB donde ni ellos ni Europa la convencen de traicionar. Esto
fortalecerá al chavismo pero también al pueblo general porque es una
agresión internacional contra la República Bolivariana de Venezuela
donde hay venezolanos que pueden no estar con el gobierno ni con la
oposición pero ante una eventualidad estoy seguro que no sólo estará la
FANB y las milicias sino también el pueblo.
–¿Qué características tienen las derechas venezolanas para
que la conducción del conflicto esté directamente en manos de los
EE.UU.?
–Quizá lo más doloroso es que tenemos una oposición antinacional o
antipatria que para llegar al poder y recuperar la riqueza petrolera
pero no para distribuirla en el pueblo sino para apoderársela como
sucedió entre 1915 y 1998. En esa obsesión contra el socialismo son
capaces de entregarse a quien sea. Es doloroso. Chávez pedía a gritos
una oposición seria y nacionalista que quiera al país así sea
capitalista. Y el presidente Maduro dice desde el primer día que dentro
de la Constitución y entre venezolanos podemos entendernos y llegar a
cualquier acuerdo pero es difícil hacerlo con aquellos que reciben
órdenes desde los EE.UU. Guaidó, por ejemplo, repite las mismas palabras
que usa Bolton. Esa es la oposición venezolana con la que no se puede
negociar en buenos términos. De todas formas hay matices y no todos son
iguales, hay algunos dirigentes que no comparten la estrategia del señor
diputado.
–Entre los dirigentes de la derecha se dice que el chavismo
ha perdido fuerza y su base de sustentación. Es la información que le
dan al gobierno de Trump.
–Sí, es interesante porque es una subestimación del sustento popular
de la revolución bolivariana. Es ese pueblo el que nos puso aquí que no
sólo se expresa en votaciones sino también en las organizaciones
sociales pero también hay heridas por esta guerra económica, política y
con expresiones de violencia armada. Acá hubo ataques financiados desde
EE.UU.. Acá hubo un intento de magnicidio que pudo haber costado una
guerra civil. Entonces, es una guerra y el pueblo, a pesar de esa
dificultad, está movilizado y comprometido con defender la patria, el
futuro y nuestro destino.
–El año pasado le dije que un niño me había dicho que
prefería las sanciones antes que un bombardeo. ¿Hoy está más cerca el
bombardeo?
–Lo recuerdo. Hoy estaba viendo una viñeta donde un niño le decía a
su madre que habían llegado los gringos a ayudarlos y le pedía que se
levante pero la mamá estaba muerta debajo de unos escombros producto de
un bombardeo. Es muy fuerte eso. Esa es la historia de América latina y
de buena parte del mundo que estas élites gobernantes en los EE.UU. han
arrasado y han producido genocidios, entonces el pueblo venezolano está
claro que eso es lo último que queremos por eso haremos todos los
esfuerzos por buscar espacios de diálogo.
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