El modelo Rappi, Glovo y Pedidos Ya: postsalario, flexiseguridad y antisindicalización
La
uberización causa una subordinación laboral a la que se suma la
incertidumbre que generan los algoritmos de asignación de pedidos, el
salario asociado a una productividad que ya no depende del trabajador
sino de un software, y un contrato de hora cero con jornadas ilimitadas.
Hubo fallos de la Justicia para limitar los abusos de Rappi, Glovo y
Pedidos Ya.
Un
fallo reciente de la justicia laboral obliga a la empresa Rappi a
reincorporar a un grupo de trabajadores de la Asociación de Personal de
Plataformas (APP), que habían sido bloqueados. Se puede presentar este
hecho como una noticia episódica que describe un evento puntual o como
parte de un fenómeno que crece a nivel mundial: la creciente uberización
del mundo del trabajo y su consecuente deslaboralización,
flexiseguridad y antisindicalización. La Justicia porteña también le
ordenó al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta prohibir de “forma
inmediata” el funcionamiento de Rappi, Glovo y Pedidos Ya por incumplir
con los requisitos mínimos de seguridad establecidos en el Código de
Transporte, que afectan principalmente a los repartidores. La
administración Larreta apeló esa medida, lo que suspendió esa medida.
Derechos
El bloqueo de los trabajadores es una acción sancionatoria extrema
que forma parte de decisiones estructurales de las empresas de
plataformas relativas a las modalidades de asignación de pedidos. Y
representa, además, una “conducta antisindical” hacia trabajadores que
acreditaron prestar servicios para una compañía que tiene control sobre
la asignación de pedidos, la tarifa, el cobro de salario y los términos y
condiciones, según expresa el fallo de la Justicia Nacional del
Trabajo.
El sindicato de plataformas APP es parte de un esfuerzo a escala
internacional para dar respuesta a los mecanismos de deslaboralización
de la mal llamada economía colaborativa. Lejos de la promesa “sé tu
propio jefe”, la uberización causa una efectiva subordinación laboral a
la que se suma la incertidumbre que generan los algoritmos de
asignación de pedidos, el salario asociado a una productividad que ya no
depende del trabajador sino de un software, y un contrato de hora cero
con jornadas ilimitadas.
APP se funda en esta encrucijada entre los desafíos de la tecnología y
las necesidades de trabajadores y trabajadoras de plataformas. En su
comunicado fundacional advierte que construir los “sindicatos del
futuro” no significa ceder en la protección de los derechos laborales.
Miembro de su junta directiva y uno de los reincorporados por Rappi,
Julio Olivero reconoció que la decisión de la justicia laboral es “un
paso histórico para los trabajadores de plataformas”. Y agregó: “Tenemos
que soportar horas interminables de trabajo sin protección porque las
aplicaciones dicen que no estamos trabajando. Nos organizamos
sindicalmente para reclamar por nuestros derechos y esta es la primera
vez que nos reconocen como lo que somos”.
En diálogo con Cash, Olivero describió la puja entre la propuesta
empresaria de tener asociados y el reclamo de los trabajadores de contar
con la seguridad que supone ser un empleado en relación de
dependencia.
La empresa plantea que ustedes son trabajadores independientes, ¿cómo lo viven en la cotidianeidad?
–Cuando ingresamos a trabajar para la aplicación nos prometieron que
íbamos a ser nuestros propios jefes, pero a medida que pasaba el tiempo
notamos que nos estaban engañando, que lo que nos dijeron no era así.
Rápidamente notamos que nos controlaban y nos sancionaban si no
funcionábamos como la plataforma lo deseaba.
¿Qué rol juegan los algoritmos en el desdibujamiento de la relación laboral de dependencia?
–Al principio, el algoritmo te arrojaba pedidos cercanos a los
establecimientos y uno los elegía con lo que entre los trabajadores
llamamos la “ley del dedo”: el primero que lo aceptaba se quedaba el
pedido. Pero hace unos meses modificaron la aplicación y nos comenzaron a
asignar directamente los pedidos a más de 3 km en bici y más de 5 km en
moto. Esa distancia no nos conviene a nosotros y muchas veces nos
negamos y liberamos (cancelamos) los pedidos.
Negarse a llevar un pedido, ¿implica algún tipo de sanciones?
–Si nos negamos a llevarlos porque no nos conviene la distancia
–porque es mucha o vemos que tiene mucho costo y no nos rinde–, nos
bloquean por media hora o por una hora. Eso implica que no recibimos
pedidos y no podemos trabajar. Es como una suspensión. Otra medida que
toma la empresa es bajarte la tasa de aceptación, es decir que cada
repartidor tiene una suerte de ranking (medido en términos de
productividad) y la empresa puede bajar el nivel que uno alcanza en el
ranking. Otra medida de la empresa es que nos deja de enviar pedidos
hasta que nos veamos en la obligación de aceptar los pedidos que ellos
nos asignan.
¿Cómo se imagina un “sindicato del futuro” que sea eficaz con las economías de plataforma y ampare los derechos laborales?
–Desde la Asociación de Personal de Plataformas (APP) estamos
haciendo todo lo posible por velar en el futuro por la seguridad de
todos los trabajadores y trabajadoras de las diferentes plataformas.
Queremos ser reconocidos como tales y no vistos como socios, como nos
presentan desde la empresa.
¿Qué buscan concretamente en términos de seguridad laboral?
–Queremos los beneficios de la normativa laboral argentina, que
ampara a los trabajadores. También queremos sentarnos en una mesa de
negociación para obtener los derechos que nos corresponden como
trabajadores: salario digno, jornada limitada y seguro de riesgos. No
queremos que estas empresas se vayan. Al contrario, queremos que se
queden.
¿Cuáles son los desafíos de crear un sindicato de trabajadores de plataformas digitales?
–Los desafíos son grandes, ya que vimos que no existía un sindicato
que abarcara a los trabajadores de plataformas, porque este tipo de
trabajo es nuevo en la Argentina. Al ver el crecimiento de estas
empresas y sufrir en carne propia sus fallas, estudiamos la posibilidad
de crear el primer sindicato de trabajadores de plataformas. Nosotros
vamos a seguir reclamando y organizándonos porque queremos que se nos
reconozca como lo que somos, trabajadores y trabajadoras. Es la única
manera que tenemos de protegernos.
¿Por qué armaron el sindicato solo para trabajadores de
plataformas en lugar de optar por incluirse en un sindicato ya
establecido? ¿Sumarse a otro sindicato les daría más fuerza o les
restaría?
–Decidimos formar el sindicato porque en Argentina no hay un gremio
que abarque a los trabajadores de los distintos medios de plataformas
que hay en el país. Es la primera vez que esto ocurre en la Argentina.
Estamos buscando con qué sindicato agruparnos pero aún no llegamos a una
respuesta concreta. Pienso que no resta fuerza el hecho de que APP esté
integrado solo por trabajadores de plataformas. Simplemente que aún
estamos en la búsqueda de esa unión entre los trabajadores que cuentan
con empleos formales desde hace tiempo y los que trabajamos para
empresas de plataformas.
¿Observan alguna actitud de la empresa por haberse agremiado?
–La actitud de la empresa ha sido muy agresiva. La última vez que nos
movilizamos a las oficinas con el apoyo de la CTEP pedimos una reunión e
ingresó nuestro secretario general, nuestro asesor legal y el
secretario de la CTEP. Los ejecutivos de Rappi nunca dieron la cara y
enviaron a tres empleados administrativos de la empresa a dialogar con
nosotros.
¿Corren riesgos de perder el trabajo por pertenecer al sindicato de APP o el hecho de estar agremiados les da mayor seguridad?
–Sí. Ocurrió con aquella manifestación, puntualmente. Al no recibir
respuestas sobre nuestros reclamos, decidimos retirarnos. Más tarde nos
conectamos con la plataforma para trabajar y nos encontramos con que,
sorpresivamente, la junta directiva provisoria de APP había sido
bloqueada. Es decir que virtualmente despidieron a sus miembros en
represalia por la movilización que se había realizado esa mañana. Cuando
les preguntamos por el motivo de esa decisión, la respuesta que nos
dieron fue que éramos parte de una lista que había realizado una de las
autoridades de la empresa. Entendemos que esta empresa actúa bajo un
marco de ilegalidad porque no respeta a los trabajadores agremiados; le
tienen miedo a la organización de los trabajadores.
¿Qué respuestas han encontrado desde el Estado a partir del reclamo del sindicato?
–Hace algunos meses nos movilizamos a la Secretaría de Trabajo de la
Nación y presentamos la inscripción del sindicato. Aún no hemos recibido
ninguna respuesta concreta. Queremos que nos den respuestas porque no
podemos permitir que estas empresas sigan imponiéndose en nuestra forma
de trabajar. Nos prometieron ser nuestros propios jefes y nos sentimos
esclavos. Como respuesta, me parece importante aclarar que hace poco la
Justicia Nacional del Trabajo ordenó a la empresa Rappi que reincorpore
inmediatamente a un grupo de trabajadores de la APP que habían sido
bloqueados luego de aquella reunión con la empresa en ocasión de nuestro
reclamo por seguridad laboral. Es un paso histórico para los
trabajadores de plataformas. Tenemos que soportar horas interminables de
trabajo sin protección porque las aplicaciones dicen que no estamos
trabajando. Nos organizamos sindicalmente para reclamar por nuestros
derechos y esta es la primera vez que nos reconocen como lo que somos.
Sufrimos despidos arbitrarios, nos hacen caer como moscas en una
pantalla. Este es un antecedente importante porque ahora sabemos que
tenemos derecho a reclamar lo que nos corresponde.
Fuente:Pagina/12
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