El
foro reunirá en Porto Alegre a organizaciones sociales, feministas, de
la lucha por la tierra y contra la violencia estatal, entre otras, de
Sudamérica, México y Cuba. Las actividades comenzarán con un homenaje a
Marielle Franco, la concejal brasileña asesinada.
Nacho Levy destacó “la idiosincrasia latinoamericana que subsiste debajo de la línea de pobreza”.
“Cuando
nos preguntan ¿cómo hicimos para reunir a todas las barriadas de
América latina?, noso- tros respondemos ¿cómo habrán hecho para
separarnos cuando estamos unidos por la historia, la cultura, la
idiosincrasia?” En diálogo con PáginaI12, Nacho Levy, referente de La
Poderosa, se refirió de ese modo a la realización del Segundo Foro
Latinoamericano del movimiento de resistencia villera, con la
participación de organizaciones sociales, referentes feministas, de
derechos humanos, de la educación, del cooperativismo, de la lucha por
la tierra y contra la violencia del Estado de todos los países de
Sudamérica, más México y Cuba. El foro, que finalizará el domingo,
comenzará mañana en la ciudad de Porto Alegre, con una marcha en el día
del cumpleaños de Marielle Franco, la concejal y dirigente feminista
brasileña asesinada el 13 de marzo pasado por agentes de las fuerzas de
seguridad de Río de Janeiro.
Por Carlos Rodríguez
Hoy,
desde Retiro, partirán hacia Porto Alegre unos 1500 vecinos de
diferentes barrios que se sumarán, mañana, desde las 7 de la mañana, a
la Caravana Latinoamericana, “la cumbre de base como la llamamos
nosotros”, acotó Nacho Levy, que abrirá el foro con el homenaje a
Marielle, para luego participar en diferentes paneles (ver aparte) en
los que se debatirá “una estrategia común para enfrentar una situación
de crisis que tiene a Brasil como el país más inhóspito por el secuestro
de Lula da Silva y el golpe institucional, pero cuyos alcances pueden
ser gravísimos para toda la región”.
Para llegar a este segundo foro, La Poderosa hizo un recorrido de
crecimiento continental con el acompañamiento de entidades como el
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y Casa de las
Américas, que posibilitaron el año pasado la realización del primer
foro, en La Habana.
El Foro de Porto Alegre se realiza “en el escenario más hostil para
los barrios populares de la Argentina y de la mayoría de los países de
la región”, porque el asesinato de Marielle “es un mensaje para todos
los faveleros y faveleras, para todos los villeros y villeras, para los
habitantes de las colonias en México, para los pueblos originarios,
porque una lesbiana, una favelera, una socialista no puede ocupar ese
lugar y tiene que ser asesinada con balas de la policía”. Consideró que
ese fue el mismo mensaje que la ministra de Seguridad, Patricia
Bullrich, “les quiso dar a los villeros cuando mandó a hacer un
operativo clandestino en la casa de los dos chicos (Iván y Ezequiel) que
denunciaron a los prefectos que los torturaron” en la villa 21-24 de
Barracas y que ahora están acusados en un juicio oral que finalizará en
septiembre, con probables fallos condenatorios para los seis imputados.
Ante esa situación generalizada en toda la región lo que se busca en
el foro es “poder materializar una idea que nos precede a todos los
militantes, a todas las organizaciones populares, que es la de articular
esa patria grande, esa patria baja, como la llamamos nosotros a esa
idiosincrasia latinoamericana que subsiste por debajo de la línea de la
pobreza, a pesar del tiempo y a pesar de todo”.
Nacho sostiene que el foro es posible “en el marco de un desarrollo
de las fuerzas sociales que fue avanzando de manera continuada en
paralelo a los procesos partidarios de la región, recuperando su
fisonomía natural, que burla las falsas fronteras de los mapas y de la
política tradicional”. La Poderosa comenzó hace 14 años como una
asamblea de vecinos y vecinas del barrio de Zavaleta “con la certeza
inapelable de que nadie se iba a salvar solo y esa premisa se transfirió
a todos los barrios de la Capital Federal, no desde una identidad
partidaria, sino de una dinámica asamblearia para apuntalar espacios de
trabajo corporativo y de educación popular, como estrategia
complementaria de las distintas expresiones del campo popular en lo
partidario, porque nosotros no veníamos de barrios marxistas o
peronistas, sino de barrios pobres con un montón de contradicciones, de
desafíos, de obstáculos y de virtudes en común”.
El proceso, dice la gente de La Poderosa, hace cuatro o cinco años
logró federalizarse y hoy funcionan asambleas del movimiento en todas
las provincias y “poco a poco se fue articulando con otras experiencias
de la región”. La cosa no fue fácil porque ningún vecino de Zavaleta
tenía la posibilidad de pagarse un pasaje para conocer a los que viven
en el barrio Yerba Buena, de Tucumán, y menos con alguien del barrio
Oasis, de Medellín. La llave que abrió puertas fue La Garganta Poderosa,
ese medio de comunicación popular que logró entrevistas imposibles para
hablar del problema social, cruzando en sus ediciones a ídolos del
deporte como Lionel Messi, Carlos Tevez, Juan Román Riquelme o Luciana
Aymar, con artistas como Joan Manuel Serrat, el Indio Solari o Silvio
Rodríguez, junto con referentes de derechos humanos como Nora Cortiñas o
Estela Carlotto, o políticos de la talla de Pepe Mujica.
“Eso provocó un cambio notable porque las universidades que no
dejaban entrar a nuestros compañeros y compañeras a vender la revista,
empezaron a invitarnos para que contáramos cómo la hacíamos.” Cuando
había que viajar, ponían como condición que el que fuera a disertar
debía estar acompañado por compañeros o compañeras que “se encargaban de
ir a los barrios más cercanos a la universidad para hacer contacto con
ellos y eso nos llevó a comprobar que teníamos una identidad común mucho
más fuerte de lo que nosotros creíamos, porque en los barrios pobres la
Patria Grande no es sólo un concepto filosófico, es el desayuno”.
Explicó que en la plaza Kevin, del barrio Zavaleta, “si haces una
recorrida ves que en una casa se desayuna un guiso de arroz, en otra
empanada de papa y carne si hay, en otra chipá, y en otra no hay
desayuno, y ese día fueron a desayunar a la casa de otro vecino”. Por
eso, cuando les preguntan “¿cómo hicimos para reunir a todas las
barriadas de América Latina?, nosotros respondemos ¿cómo habrán hecho
para separarnos?”.
Cuando eso se fue potenciando, se daban encuentros impensados, como
el de Elvira, referente de La Poderosa en Guadalajara, México, con
Nelly, del comedor Evita de Zavaleta, donde nació el movimiento. “A los
diez minutos de conocerse conversaban como si fueran amigas de toda la
vida porque compartían algo que iba mucho más allá del lenguaje”. En el
camino encontraron “un aliado fundamental para poder interpelar a lo
académico y al empoderamiento real de nuestras barriadas, que fue Clacso
y en particular (su titular) Pablo Gentile, que nos llevó a integrar
paneles con intelectuales de izquierda, intelectuales progresistas, que
decían cosas muy interesantes que generaban hacia la academia
interpelaciones muy parecidas a las que hacíamos nosotros”. De ese modo,
los saberes teóricos y prácticos llegaban a consensos importantes para
generar un proceso emancipador, aunque las universidades sigan teniendo
la teca del Estado para elegir a sus ‘cabezones iluminados’ que se
reúnen en hoteles cinco estrellas, mientras que nosotros no podemos
viajar al Uruguay en barco ni llegar a Retiro porque no cargamos la
SUBE”.
Ante esa realidad, siguieron el consejo de la gente de Clacso: “No se
enojen, úsenlo, y a partir de esas interpelaciones se fueron generando
acercamientos que nos permitieron hacer un foro como el que tenemos
todos los años con las provincias, pero esta vez a nivel
latinoamericano”. El primero se realizó el año pasado en La Habana,
convocado por Clacso y por Casa de las Américas, donde representantes de
La Poderosa en siete países debatieron con la juventud cubana las
consecuencias del modelo que estaba imperando en la región y que
“hermanaba a nuestros barrios pobres, porque Zavaleta se parecía mucho
más a Guadalupe de Guadalajara que a Almagro o Boedo, ni hablar de
Recoleta o Barrio Norte”. En ese encuentro se decidió que las reuniones
se harían todos los años “con gestión comunitaria, sin auspiciante ni
patrón, lo más que se pueda”. De entrada se pensó en realizar el segundo
foro en Brasil “porque iba a ser un escenario hostil, aunque nunca nos
imaginamos que iba a suceder el secuestro de Lula y todo el proceso
golpista, pero eso nos hizo confirmar el lugar del encuentro porque allí
se define mucho más que el proceso político en Brasil, se define el
futuro de las próximas décadas para nuestra región”.
Fuente:Pagina/12
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