Macri sembró miedo con sus declaraciones. Dijo que “no hay plata” para contratos de desarrollo nuclear y satelital
Las
expresiones de Macri en Bariloche son del viernes pasado, pero no hubo
aclaraciones oficiales al respecto. Se suman al congelamiento total
desde 2016 del desarrollo de los planes nuclear y satelital y el cese de
pagos al Invap.
Centro de desarrollo científico tecnológico del Invap en Río Negro. El mundo lo respeta, el gobierno nacional lo descuida.
Nadie
lo confirmó oficialmente, pero los dichos de Mauricio Macri en
Bariloche del viernes pasado, que no merecieron ninguna aclaración ni
ampliación posterior del gobierno, ya transcurridos más de cuatro días,
dejaron planteada la intención del gobierno nacional de discontinuar los
contratos vigentes entre el Estado Nacional y la empresa provincial el
Invap. En el marco de las negociaciones por los recursos para obra
pública y el reparto de los costos del pesado ajuste que el presidente
de la Nación comprometió con el FMI, el gobernador Alberto Weretilnek,
responsable principal de las acciones del Invap, se decidió por el
mutismo y no se hizo cargo del mensaje que dejó Macri en su visita
relámpago a la provincia, el mismo día que aterrizaba en Buenos Aires
Christine Lagarde. “Los contratos que tenía la Nación en Invap eran de
la época de la magia (alusión irónica al gobierno de Cristina Kirchner) y
la plata no está”, señaló el presidente de la Nación el viernes pasado
en Bariloche, según lo citó el diario la Nación. “Soy el primer fanático
del Invap, pero todos deben entender que tenemos una restricción”,
agregó en la misma oportunidad.
La
actitud del gobierno nacional hacia el Invap, a partir de diciembre de
2015, fue tendiendo paulatinamente al congelamiento. No se firmaron
nuevos contratos, ni siquiera los que se encontraban en un avanzado
estado de desarrollo, no se avanzó con los firmados pero con desarrollos
recién iniciados, y a los vigentes anteriormente, pese al cumplimiento
de los compromisos de entrega, de trabajos hechos y certificados, se les
fue abonando con retrasos crecientes, hasta llegar a la cesación de
pagos entre el año pasado y el actual. La deuda acumulada entre el
Estado nacional y el Invap ascendía a 800 millones de pesos hasta el mes
pasado, según señaló un miembro del Directorio, Cristian Tisot, al
diario La Nación. La diputada nacional rionegrina María Emilia Soria
estiró la cifra a 1400 millones de pesos. “No creo que tanto”, dijo
sobre esa última cifra Weretilnek.
No hubo hasta ahora una declaración formal de parte del gobierno,
pero en los hechos se discontinuaron todos los planes de desarrollo
estratégico que durante el anterior gobierno se diseñaron con el Invap,
incluso los respaldados por ley. En el ámbito satelital, el proyecto
geoestacionario Arsat 3 quedó bajo un cono de sombra. En materia
nuclear, se completaron los trabajos de los reactores RA10 y el Carem
(de mediana potencia), pero no se abonaron tareas ya certificadas ni se
encararon nuevos proyectos. Se sabe que la comisión Nacional de Energía
Atómica, el “cliente” del Invap en estos desarrollos a pedido, sufrió un
violento recorte en su presupuesto que, prácticamente, la obliga a
destinar al pago de salarios casi el total de sus recursos. En el rubro
de Defensa, también se dejaron inactivos los proyectos iniciados antes
de noviembre de 2015 en materia de desarrollo y producción de radares.
A lo que aludió el Presidente de la Nación como “la época de magia”
es, nada menos, la del desarrollo científico de conocimientos y
capacidad de producción de material de alta tecnología que formaban
parte del plan satelital nacional y del plan de energía nuclear, en los
cuales el país avanzaba hacia un afianzamiento de su soberanía e iba
erigiendo un liderazgo regional reconocido a nivel internacional. Aunque
Invap no tiene participación del Estado nacional en su directorio (4
son nombrados por el gobierno provincial, dos por la CNEA y dos por los
empleados), depende fundamentalmente de los recursos que se originan en
sus contratos. Entre los proyectos que ahora se discontinuarían se
cuenta el de aviones no tripulados con el Ministerio de Defensa y otro
para el control satelital de naves de la Armada Nacional, entre ellos
las fragatas y el malogrado (en condiciones bajo sospecha) submarino ARA
San Juan. La semana próxima partirá, desde el aeropuerto de Bariloche,
el satélite Saocom 1, que será transportado por un avión especial, por
su tamaño, con destino a California, Estados Unidos, desde donde será
lanzado. Es el primero de los dos satélites que aportará el Invap a un
proyecto encargado por Italia para monitoreo satelital con fines de
control de cultivos, de incendios y de recursos naturales. No es el
primer contrato que le asignan a Invap a nivel internacional, pero no
son suficientes para sostener su viabilidad en la actual etapa. Por el
tipo de proyectos y tareas que desarrolla, necesita previsibilidad en
sus negocios con varios años de anticipación. Según plantean allegados a
la empresa tecnológica –y es fácil entenderlo–, la actitud del actual
gobierno nacional, primero con la discontinuidad de las contrataciones,
luego con la cesación de pagos y ahora con la eventual anulación de
contratos ya firmados, lo que ha hecho es “dejar totalmente fracturado
la proyección de negocios de Invap”, con lo que ello implica para su
sostenimiento.
Fuente:Pagina/12
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