domingo, 22 de abril de 2012

La ciudad de Buenos Aires no es una provincia


 

"Escribe mi amigo Teodoro Boot, pasmado ante el anuncio mediático del niño Mauricio, quien acaba de rechazar una ley de orden público. Los de Socma, Sociedad Macri, y el grupo de forajidos que acompañan, se consideran por encima de la propia Constitución Nacional":

 ...todos presenciamos, sorprendidos como espectadores de un film de los Monty Pyton, la absurda cinchada entre el gobierno nacional y los diputados y senadores de las provincias con el gobierno y la mayoría de los legisladores de la capital federal o ciudad autónoma o lo que finalmente sea, sobre el "traspaso" de una concesión de subterráneos sin que ni unos ni otros se cuestionen por un instante qué clase de concesionario es aquél que, en vez de pagar, cobra por usar bienes que no le pertenecen y se beneficia de obras de ampliación y renovación de equipos que no paga él, sino los dueños, que tampoco se sabe quiénes son: el jefe de gobierno y sus legisladores porteños dicen que la dueña es la nación, los legisladores opositores en la ciudad autónoma (a la que no es necesario identificar, porque desde las antiguas Atenas, Tebas y Siracusa, debe ser la única ciudad autónoma existente) dicen que pertenecen a los porteños. 
El toque más refinadamente absurdo en esta comedia surrealista la dan senadores y legisladores de las provincias, que luego de sesudas exposiciones históricas concluyen en que todo lo que hay en la ciudad autónoma es de los porteños... olvidándose de que la ciudad de Buenos Aires es federal, vale decir, de todos los argentinos, no de los porteños ni ya de los bonaerenses, conquista provinciana que demandó 70 años de guerra civil y costó miles de vidas. 
Ninguno de los tres senadores bonaerenses recordó que la ciudad de Buenos Aires o es federal o debe volver a la provincia de Buenos Aires, su propietaria original, que la cedió únicamente para asiento y dominio directo del titular o titulara del Poder Ejecutivo Nacional... 
Así, mientras (Macri) organiza una carrera de Turismo de Carretera (que ahora se llama Turismo Competición y que debiera llamarse Turismo Callejero) por el microcentro porteño, el jefe de gobierno recuerda que alguna vez corrieron en las calles de la ciudad Juan Manuel Fangio, Froilán González y Juan Gálvez.
En efecto, Fangio y Froilán González habían participado de la primera prueba de Fórmula 1 realizada en el país, que se corrió en los bosques de Palermo... tras lo cual visitaron al presidente Perón para explicarle que no debían hacerse carreras en las calles de la ciudad y que era necesario construir un autódromo. Bautizado, con originalidad peronista, "17 de octubre", más tarde pasó a denominarse "Autódromo Municipal Juan y Oscar Gálvez".
Tal vez el término "municipal" desconcierte al jefe de gobierno, ignorante de que es un intendente y que tiene todo un autódromo para correr carreras, aunque cabe la posibilidad de que no sólo no quiera el subte y los colectivos sino que tampoco quiera el autódromo. Extrañamente, al mismo tiempo quiere todo, todo, todo, incluido el puerto. Le falta pedir la aduana y cartón lleno, pues en onda Mitre, Pastor Obligado y Valentín Alsina se niega a cumplir una ley votada por ambas cámaras del congreso nacional, lo que equivale a decir que la ciudad de Buenos Aires ha dejado de ser autónoma para ser... independiente.

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