Alberto
Kornblihtt, uno de los más reconocidos científicos argentinos, relata
cómo fue la visita de Macri al nuevo pabellón de la Ciudad Universitaria
conocido como Edificio Cero + Infinito y cuenta la verdadera historia
de su construcción.
Mauricio Macri en Instagram.
El
lunes 8 de julio el Presidente Macri visitó las obras del nuevo
pabellón de la Ciudad Universitaria de la UBA, asignado a su Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales, conocido como Edificio Cero + Infinito.
La construcción, prácticamente finalizada, fue diseñada por el famoso
arquitecto uruguayo Rafael Viñoly y albergará a los Departamentos de
Computación y Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, el Instituto de
Cálculo, aulas para cursadas, seminarios e informáticas.
Lo
preocupante es que en el video de la visita, difundido en las redes
sociales, se ve al Presidente sonriente y orgulloso dando a entender que
se trata de una obra de su gobierno, que se habría iniciado y terminado
en 2 años y medio dentro de su mandato. En realidad todo se inició en
2006, el estudio de factibilidad fue realizado entre 2008 y 2010, y el
18/02/2011 la entonces Presidenta Cristina Fernández recibió en su
despacho a Viñoly y a Sebastián Ceria, un graduado de la facultad que
apoyó el proyecto desde su inicio. Con el apoyo explícito de la
expresidenta al proyecto, éste avanzó. Entre los años 2012 y 2014 el
exministro Barañao tramitó el financiamiento externo y en 2015 el
exministro Kicillof aprobó el crédito del Banco de Desarrollo de América
Latina (CAF) que financió la obra. La misma fue licitada en julio de
2015 y adjudicada en octubre de ese año.
Quizás no deba llamarnos la atención que un
presidente quiera colgarse las medallas de hechos que no son obra
exclusiva de su gobierno, pero en política electoral, como probablemente
en cualquier otra actividad, el ocultamiento de la verdad es sinónimo
de mentira.
Pero hay un dato más, no menos preocupante, de la
acción presidencial. La visita se produjo en un feriado en que la
facultad se encontraba sin estudiantes ni profesores, quizás porque de
estar presentes, habrían incomodado al ilustre visitante con sus
reclamos por las políticas de ajuste en ciencia, educación y salud de su
gobierno. Más aún, tampoco se encontraban presentes los anfitriones
naturales de la casa como son el Rector de la UBA o el Decano de la
facultad. El presidente entró porque algún empleado de menor rango del
ex-Ministerio de Ciencia le abrió la puerta a una dependencia de una
institución que tiene autonomía por ley nacional. Ni siquiera podemos
decir que el Presidente entró a su casa, es decir a su "alma mater", ya
que no estudió en la UBA sino en la Universidad Católica Argentina.
Es
decir, la máxima autoridad de la Nación hizo una visita furtiva,
adjetivo que el diccionario define para aquello que se hace a escondidas
o de manera disimulada y cuya etimología remonta al sustantivo latino
fur, cuyo significado me reservo pero que, en la derivación al
castellano, cambiando la efe por una hache, dio la palabra hurto.
* Investigador Conicet y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires.
Fuente:Pagina/12
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