LOS DIRIGENTES
SINDICALES ANTE LA SITUACION DE LA UNIVERSIDAD
Gremialistas de
España, Italia, Alemania, Portugal y otros países advierten sobre los recortes
y la caída de la calidad.
Recortes en
investigación, podas de becas estudiantiles, caída de matrículas, reducción de
derechos laborales son, entre otros, los efectos de la crisis económica en las
universidades europeas. Durante la VIII Conferencia Mundial sobre Enseñanza
Superior, que por primera vez se realizó en Buenos Aires, Página/12 dialogó con
dirigentes sindicales de Europa, que hicieron una descripción urgente de los
problemas que enfrenta la educación superior. Si bien los detalles varían según
las regiones, las coincidencias auguran –hacen temer– “una merma importante de
la calidad académica, así como del acceso a la universidad”.
La conferencia, que
concluyó la semana pasada, fue impulsada por la Internacional de Educación y la
federación docente Conadu. Durante los recesos de los paneles y exposiciones,
este diario dialogó con gremialistas de España, Francia, Alemania, Italia,
Portugal y Dinamarca.
“Hasta el año pasado, en
España no habíamos sentido los efectos de la crisis en la educación superior”,
dijo Pedro González, de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras. Sin
embargo, “el actual gobierno (de Mariano Rajoy, del PP) ha establecido un
presupuesto que recorta 250 millones de euros en la partida de universidades y
les ha exigido a las comunidades autónomas que apliquen otro tanto ellas
mismas”. Además, “se han reducido un 46 por ciento las becas de ciencia y
tecnología y se ha congelado y disminuido el número de becas para los
estudiantes universitarios en todos los niveles, desde grado hasta doctorado”,
cuantificó González.
En Italia, como en
varios países del sur de Europa, la crisis pone a la universidad en grandes
dificultades: “Tenemos una nueva ley universitaria, que redujo fuertemente los
derechos de los trabajadores y los espacios de cogobierno”, comenzó Alessandro
Arienzo, de la Federación de los Trabajadores del Conocimiento. “Se redujeron
las oportunidades de los jóvenes para acceder a la universidad y las de los
investigadores. El empleo de los investigadores antes era de tiempo completo,
ahora es un empleo temporario. Tenemos recortes de financiamiento, aumento de
cuotas de estudiantes, es decir, nuestra situación no es muy diferente de la
española.”
“En Portugal cambiamos
de izquierda a derecha como en España, pero un poco antes –dijo Manuel Dos
Santos, de la Federación Nacional de Profesores–. Los recortes son cada vez más
anchos, sobre todo el año pasado, cuando fueron del 8,5 por ciento anual.
Pienso que hoy las universidades están casi al mínimo de lo que es posible
funcionar.” Dos Santos registró también una “caída la matrícula en un 10 por
ciento respecto de años anteriores y no porque haya menos estudiantes, ya que
aumenta la escolaridad, sino porque no hay muchas becas y básicamente por la
crisis económica en cada familia”.
Versiones distintas
presentaron los dirigentes gremiales de Francia y Alemania. “Durante el
gobierno de Nicolas Sarkozy, el dinero de la educación superior estaba dirigido
a universidades vinculadas con el petróleo o a universidades de excelencia,
pero no había financiamiento para pequeñas instituciones”, dijo Cohen
Jean-Hervé, del Sindicato Nacional de Enseñanza de Segundo Grado. “En Francia
las dificultades que tenemos en la educación superior no son producto
esencialmente de la crisis, sino de la ideología de los gobiernos, que ponen la
concurrencia del mercado como primera prioridad”, observó Jean-Hervé. De
acuerdo con el sindicalista, la asunción del presidente François Hollande
obligó a los gremios a posicionarse de otra manera: “Durante diez años nos
acostumbramos a decir no, a ser oposición, pero ahora tenemos que aprender a
ser más constructivos, un verdadero desafío para nuestras organizaciones.
Tenemos un nuevo gobierno de izquierda, que por supuesto no va a satisfacer
todas nuestras demandas, pero creemos que puede haber una distribución más
igualitaria”.
El caso alemán es
diferente: “No hay ninguna crisis –aseguró Andreas Keller, del Sindicato de
Educación y Ciencia–. En los ’70 tuvimos un millón de estudiantes y 40 mil
profesores catedráticos. Ahora tenemos dos millones de estudiantes, todavía 40
mil profesores catedráticos y un aumento de las otras categorías docentes”. Los
conflictos aparecen en los primeros escalafones de la docencia: “El 90 por
ciento de los colegas que no son catedráticos tiene contratos temporales”,
indicó Keller. Pero esta situación, “más que una coincidencia de la crisis, es
una ideología de las universidades en mantener a los profesores de esa forma”,
sostuvo. “Otra causa puede ser un programa del Estado que se llama Iniciativa
de Excelencia, por el cual se asigna un financiamiento de cinco años a las
universidades. Entonces hace que las universidades contraten por un tiempo reducido,
porque no saben si en cinco años recibirán otra vez el dinero.”
La precarización laboral
en las universidades parece lugar común. En España “han anunciado una
modificación de la ley de universidades que va a conllevar que no se sustituya
a ningún profesor que se jubile en los próximos años –dijo González–. Y hoy no
se están renovando los contratos de profesores que tenían una contratación a
tiempo parcial, o interina”. El italiano Arienzo concluyó: “La crisis es un
hecho y tenemos que enfrentarla. Pero la forma en que la crisis es utilizada
como herramienta para reducir al sector público, eso es ideología”.
1 comentario:
es una lastima que recorten las becas de esa manera a estudiantes que se lo merecen y no tienen la posibilidad de poder pagarlo. yo por ejemplo me vine a vivir a un apartamento en buenos aires pero en la facultad en la que vivo me dan ayuda por el promedio que tengo
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