CFK se presentará en la ONU el jueves,
a 30 años del fin de la guerra.
Se entrevistará con Ban Ki-moon.
Por Victoria Ginzberg
En
1961, la Asamblea General de Naciones Unidas creó un comité para
monitorear la Declaración sobre la Descolonización, en la que se había
proclamado “solemnemente la necesidad de poner fin rápida e
incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y
manifestaciones”. En la actualidad, según datos del organismo
internacional, quedan 16 “territorios no autónomos”. diez de ellos están
en manos del Reino Unido. Sobre uno de ellos hablará la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner el próximo jueves ante el Comité de
Descolonización. El 14 de junio, 30 años después del fin de la guerra,
CFK volverá a reclamar por la soberanía de las islas Malvinas en la sede
de la ONU en Nueva York. Durante su viaje, la Presidenta también se
reunirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y se encontrará
con empresarios norteamericanos con inversiones en la Argentina. Luego,
partirá a México, donde participará de la cumbre de presidentes del
Grupo de los 20.
“No podemos permitir que en pleno siglo XXI todavía subsistan
enclaves coloniales”, dijo la Presidenta en marzo, al inaugurar el
período de sesiones del Congreso, cuando anunció que el 14 de junio
haría ese mismo reclamo en la ONU. CFK menciona las islas Malvinas todos
los años cuando habla en septiembre ante la Asamblea General del
organismo internacional. Pero este año decidió dar aún mayor relevancia
al tema. El Comité de Descolonización es un foro al que no concurren
jefes de Estado, es decir que la presencia de la Presidenta allí será un
hecho inédito. Tampoco suelen ir ministros de Relaciones Exteriores de
otros países, aunque sí es tradición que vayan los argentinos.Además de Fernández de Kirchner, ante el Comité de Descolonización hablarán los “peticionarios” Alejandro Betts y Marcelo Luis Vernet. Betts nació en las Malvinas en 1947, durante la guerra colaboró con las tropas argentinas (trabajaba para Líneas Aéreas del Estado) y cuando finalizó el conflicto se fue a vivir a Córdoba. Desde hace años se presenta en la ONU para argumentar a favor del reclamo argentino. Vernet es tataranieto del primer comandante político y militar argentino en las islas, Luis Vernet. Luego, el representante chileno presentará el proyecto de resolución en el que se instará a que Argentina y Gran Bretaña encuentren una solución pacífica y negociada al conflicto. También se reiterará al secretario general el pedido para que haga gestiones para establecer el diálogo entre ambos países y se volverá a exigir el cumplimiento de las resoluciones del organismo internacional vinculadas a Malvinas. Para escucharla y acompañar el reclamo que hará en la ONU la semana próxima viajarán ex combatientes de varias provincias, representantes del oficialismo y de la oposición en el Congreso (los kirchneristas Julián Domínguez y Miguel Angel Pichetto, el socialista Rubén Giustiniani y los radicales Julio Martínez y Juan Carlos Marino son algunos de los miembros de la comitiva) y también gobernadores de distinto signo político, como Ricardo Colombi, de Corrientes y Fabiana Ríos, de Tierra del Fuego.
El mismo jueves, la Presidenta se reuniría con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se ofreció a mediar en el conflicto entre la Argentina y el Reino Unido.
El reclamo de la Argentina en Naciones Unidas es muy anterior a la guerra de 1982. En 1965 el gobierno de Arturo Illia logró la sanción de la resolución 2065. Allí se reconoce la disputa por la soberanía de las islas que Gran Bretaña había ocupado en 1833 y se invita a ambos países a “proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el comité especial encargado de examinar la situación con respecto a la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la resolución 1514 de la Asamblea General, así como los intereses de la población de las islas Malvinas”. Para la Argentina, este documento implicó la aceptación por parte de la comunidad internacional de la disputa con el Reino Unido y la voluntad de esa comunidad de que el conflicto sea solucionado a través del diálogo. La fórmula que se refiere a los “intereses” de los isleños, que perduró en el tiempo, significaba que no debía pensarse en los “deseos” de los habitantes de Malvinas. “Nuestra posición es que no hay por qué cambiar la forma de vida, ni la educación, de los habitantes de las islas, pero no se puede atender a los deseos de todos ellos”, recordó un diplomático.
El 14 de junio de 1982 el comandante de las fuerzas británicas, Jeremy Moore, y el designado gobernador de las islas por la dictadura de Rodolfo Fortunato Galtieri, Mario Benjamín Menéndez, firmaron la rendición de la Argentina. Este 14 de junio, el secretario de Estado de Gran Bretaña estará en las Malvinas para conmemorar y celebrar el fin de la guerra. Fernández de Kirchner seguramente se referirá en la ONU al conflicto bélico. El pasado 2 de abril dijo que el enfrentamiento armado “no fue una decisión del pueblo argentino, ni siquiera estaba detrás el intento válido de ejercer soberanía, sino un intento de perpetuarse en el poder”.
Fuente: Página/12
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