¿Qué es la Guerra Jurídica?: #malvinasxargentinos
1).-Introducción:
Guerra jurídica (Lawfare), una palabra inglesa de reciente acuñación que aún no figura en el Diccionario Inglés de Oxford, y es una contracción gramatical de las palabras "ley" (Law) y "guerra" (warfare), esta última para describir una forma de guerra asimétrica. define "Guerra jurídica" como el uso ilegítimo interno, o del derecho internacional con la intención de dañar a un oponente, consiguiendo de dicha manera la victoria en unas relaciones públicas, paralizar financieramente a un oponente, o atando en el tiempo a estos para que no puedan perseguir otras empresas como presentar sus candidaturas a cargos públicos.El término "guerra jurídica" se usa más comúnmente como una etiqueta para criticar a los que utilizan el derecho internacional y los procedimientos legales para hacer reclamaciones contra el Estado, especialmente en áreas relacionadas con la seguridad nacional.
Así pues tenemos una supuesta "guerra jurídica" que según el poder hegemónico en Occidente, practican los Organismos Internacionales para hacer justicia según la Doctrina de los Derechos Humanos, y la "guerra jurídica", cuando es usada por el Imperialismo Occidental y en este caso se trata de destituir a un gobierno contrario a los intereses anglosajones y europeos o del Estado de Israel mediante una campaña combinada de propaganda y acusaciones judiciales (Es la forma en el que Imperio Norteamericano y las oligarquías locales la usa en América Latina)
1).-Introducción:
Guerra jurídica (Lawfare), una palabra inglesa de reciente acuñación que aún no figura en el Diccionario Inglés de Oxford, y es una contracción gramatical de las palabras "ley" (Law) y "guerra" (warfare), esta última para describir una forma de guerra asimétrica. define "Guerra jurídica" como el uso ilegítimo interno, o del derecho internacional con la intención de dañar a un oponente, consiguiendo de dicha manera la victoria en unas relaciones públicas, paralizar financieramente a un oponente, o atando en el tiempo a estos para que no puedan perseguir otras empresas como presentar sus candidaturas a cargos públicos.El término "guerra jurídica" se usa más comúnmente como una etiqueta para criticar a los que utilizan el derecho internacional y los procedimientos legales para hacer reclamaciones contra el Estado, especialmente en áreas relacionadas con la seguridad nacional.
Así pues tenemos una supuesta "guerra jurídica" que según el poder hegemónico en Occidente, practican los Organismos Internacionales para hacer justicia según la Doctrina de los Derechos Humanos, y la "guerra jurídica", cuando es usada por el Imperialismo Occidental y en este caso se trata de destituir a un gobierno contrario a los intereses anglosajones y europeos o del Estado de Israel mediante una campaña combinada de propaganda y acusaciones judiciales (Es la forma en el que Imperio Norteamericano y las oligarquías locales la usa en América Latina)
2).-La Guerra Asimétrica:
La guerra asimétrica es un conflicto violento en el que se constata una abismal diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de los contendores comprometidos, y que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar tácticas atípicas, que rebasan el manido marco de la tradición militar recurrente. Entre estos medios se cuenta la guerra de guerrillas, la resistencia, toda clase de terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo de Estado, la guerra sucia o la desobediencia civil.
En la guerra asimétrica no existe un frente determinado, ni acciones militares convencionales. Por el contrario, se basa en combinación de acciones políticas y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.
El concepto fue acuñado por William Lind en 1986 junto con un grupo de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU, dentro de lo que dio en llamarse la "Revolución en la Cuestión Militar". A pesar de ser reflejado y explorado en innumerables publicaciones dentro y fuera del ámbito militar, no ha terminado de plasmarse en la forma de conducir la guerra por parte de los propios EEUU. Durante los últimos decenios un extenso número de autores ha explorado la idea.
Sirva como ejemplo el libro 'Guerra sin restricciones', escrito por los coroneles chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui de febrero de 1999. Se trata de una obra teórica de profundo calado sobre las guerras asimétricas futuras a gran escala. De manera muy resumida, sus autores postulan la utilización de cualquier clase de lucha —sin tener en cuenta ninguna objeción ética— ante una potencia abrumadoramente superior en fuerza, tecnología o influencia diplomática.
3).-Guerra jurídica y Guerra sin restricciones:
Los eruditos críticos entienden "Guerra jurídica" como el uso de la ley para efectuar la subordinación, la conquista o el control de subalternos o, en general, de grupos menos poderosos. El uso del discurso jurídico (por ejemplo, la redacción y difusión de notas "internas" del gobierno legal racionalizando el uso de las prácticas de interrogatorios ampliamente condenadas) a menudo acompaña a las diversas formas imperiales, la hegemonía nacionalista o incluso social. John Comaroff, escritor del contexto de la África colonial en el año 2001 escribe; "guerra jurídica": el esfuerzo por conquistar y controlar los pueblos indígenas por el uso coercitivo de los medios legales.”
En el libro, describe "guerra jurídica" como "Guerra de Derecho Internacional", y menciona, junto con varios otros medios, por los que pueden ser llevadas a la acción ofensiva del enemigo sin fuerza de las armas. En una parte más detallada, describe además como "aprovechar la primera oportunidad para establecer los reglamentos." El libro señala que las naciones poderosas tienen la prerrogativa de hacer sus propias reglas, pero al mismo tiempo se comprometen con ellas. Un segundo actor podría eludir esta normativa, ya que no está igualmente obligado por ellas.
5).-Uso en combinación con otros medios de guerra sin restricciones
El libro de estrategia militar guerra sin restricciones (Unrestricted Warfare), de los escritores chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui, describe cómo muchas de estas fuerzas pueden ser utilizadas en conjunto contra un oponente más poderoso. La "Guerra jurídica" podría ser utilizada en conjunto con "la guerra mediática", es decir, propaganda, para llevar una enorme presión pública en contra de una operación con un objetivo fijado. Tal ataque podría debilitar la determinación del enemigo, en contraste con el fortalecimiento de la voluntad que sigue a una acción ofensiva tradicional. Estos métodos son los más utilizados en una campaña orquestada.
5).-Origen del término
Tal vez el primer uso del término "guerra jurídica" se encuentra en el manuscrito, Whither Goeth the Law - Humanity or Barbarity, in THE WAY OUT - RADICAL ALTERNATIVES IN AUSTRALIA de John Carlson y Neville Yeomans. Los autores argumentan que el sistema jurídico occidental se ha convertido en demasiado polémico y utilitario, en comparación con el más humanitario basado en las normas del sistema oriental. Ellos opinan que la búsqueda de la verdad ha sido sustituida por la "guerra jurídica" en los tribunales.
Se cita más frecuentemente que el término fue acuñado por Charles J. Dunlap Jr. en un ensayo del año 2001 para el Harvard's Carr Center. En este ensayo, Dunlap define "guerra jurídica" como "el uso de la ley como arma de guerra." Más tarde amplió su propia definición, explicando la guerra jurídica como "la explotación de lo real, percibido, o incluso orquestando los incidentes de violaciones de las leyes de la guerra que se emplean como un medio no convencional de hacer frente a un poder militar superior".
6).-Guerra jurídica en América Latina:
La "Guerra jurídica" puede implicar que la Ley de una nación se vuelva contra sus propios funcionarios, pero más recientemente se ha asociado con la extensión de la jurisdicción universal, es decir, una nación o una organización internacional organizada por esa nación puede llegar a aprovecharse y enjuiciar a los funcionarios del otro.
EL MUNDO
30 de enero de 2018
Opinión
Nueva guerra jurídica en América latina
Por Juan Manuel Karg
Imagen: AFP
La condena en segunda instancia a Lula da Silva es un paso más en la judicialización de los líderes progresistas que encabezaron el proceso de cambios de inicios de siglo en la región, transformando la vida cotidiana de millones de personas. Si hacemos un breve repaso de la región entenderemos la gravedad del cuadro: golpe en Honduras en 2009, seguido de la posterior inhabilitación de Manuel Zelaya Rosales; golpe en Paraguay en 2012 y, acto seguido, inhabilitación de Fernando Lugo. Por ende, la proscripción (¿qué otra palabra podría definir mejor lo que busca el Poder Judicial con Lula?) al histórico líder sindical es parte del mismo entramado. En el caso brasileño, se trata del segundo paso tras la destitución de Dilma Rousseff: la eyección del PT del Planalto necesita este cierre, al que Lula espera ahora revertir –aún con expectativas moderadas, visto y considerando lo que hasta aquí sucedió– en tribunales superiores y en la propia justicia electoral.
En los últimos meses, en la América latina del intento de restauración neoliberal pasaron las siguientes cosas: en Brasil, Lula condenado; en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner procesada y Carlos Zannini preso; en Ecuador, Jorge Glas detenido y Rafael Correa investigado; en Uruguay, Raúl Sendic apartado de su cargo. Se trata de un conjunto de dirigentes, primero bombardeados en términos mediáticos, cuya credibilidad intentó ser erosionada a partir de esta verdadera “guerra jurídica”. En el medio también hubo embates mediáticos a Evo Morales –en Bolivia se llegó a decir que tenía un hijo que no existía, lo cual fue determinante para que perdiera por primera vez una elección– y a José Mujica –una autora uruguaya llegó a inventar las “tupabandas”, que supuestamente financiaban vía asaltos a mano armada al Movimiento de Participación Popular del cual el ex presidente es referente–.
El recuento no es azaroso: da cuenta de una cercanía entre el embate a estos dirigentes populares, y también de una planificación que parece ser externa. El caso chileno también es tristemente célebre: tres años atrás se abrió una causa contra el hijo de Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, por delitos tributarios, tráfico de influencias y compra irregular de terrenos. Permaneció abierta durante la campaña presidencial, y la primera y segunda vuelta electoral. Ganó, bajo un altísimo porcentaje de abstención, el conservador Sebastián Piñera, que venció a Guillier, candidato de Bachelet. ¿Qué pasó a comienzos de este año, ya con la elección definida? Avanzó el sobreseimiento definitivo de Dávalos, una vez que estuviera claro que quien iba a La Moneda era el empresario conservador.
En el Lawfare latinoamericano ya no se necesitan pruebas, sino apenas indicios o impresiones. ¿Qué palabras sonaron en el Tribunal Regional Federal 4 de Porto Alegre? Watergate, Mensalao, Lava Jato, Petrobras. ¿Por qué condenaron a Lula? Por un triplex que no es de él. ¿Qué palabras se escucharon en el impeachment a Dilma? Venezuela, Foro de San Pablo, Lava Jato, Petrobras. ¿Por qué la desalojaron del Planalto? Por “pedaladas” fiscales que hicieron todos los gobiernos contemporáneos en Brasil, incluido el de Fernando Henrique Cardoso.
Finalmente, bajo el velo de la autodenominada “nueva derecha” latinoamericana, con supuesto pedigree democrático, se esconde un furibundo embate a las instituciones en general y a diversos líderes políticos en particular. Bajo el paradigma de la lucha contra los “populismos” –que, hay que decirlo, fueron o son gobiernos populares– se defiende la vulneración a aspectos republicanos básicos, en un vale todo donde las víctimas son estos dirigentes que enumeramos, pero sobre todo, la verdad y la justicia. Esta es, en definitiva, la nueva “guerra jurídica” que vive nuestra región.
¿Hasta dónde llegarán?
Fuente:
@jmkarg Politólogo UBA. Analista Internacional #malvinasxargentinos
La guerra asimétrica es un conflicto violento en el que se constata una abismal diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de los contendores comprometidos, y que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar tácticas atípicas, que rebasan el manido marco de la tradición militar recurrente. Entre estos medios se cuenta la guerra de guerrillas, la resistencia, toda clase de terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo de Estado, la guerra sucia o la desobediencia civil.
En la guerra asimétrica no existe un frente determinado, ni acciones militares convencionales. Por el contrario, se basa en combinación de acciones políticas y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.
El concepto fue acuñado por William Lind en 1986 junto con un grupo de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU, dentro de lo que dio en llamarse la "Revolución en la Cuestión Militar". A pesar de ser reflejado y explorado en innumerables publicaciones dentro y fuera del ámbito militar, no ha terminado de plasmarse en la forma de conducir la guerra por parte de los propios EEUU. Durante los últimos decenios un extenso número de autores ha explorado la idea.
Sirva como ejemplo el libro 'Guerra sin restricciones', escrito por los coroneles chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui de febrero de 1999. Se trata de una obra teórica de profundo calado sobre las guerras asimétricas futuras a gran escala. De manera muy resumida, sus autores postulan la utilización de cualquier clase de lucha —sin tener en cuenta ninguna objeción ética— ante una potencia abrumadoramente superior en fuerza, tecnología o influencia diplomática.
3).-Guerra jurídica y Guerra sin restricciones:
Los eruditos críticos entienden "Guerra jurídica" como el uso de la ley para efectuar la subordinación, la conquista o el control de subalternos o, en general, de grupos menos poderosos. El uso del discurso jurídico (por ejemplo, la redacción y difusión de notas "internas" del gobierno legal racionalizando el uso de las prácticas de interrogatorios ampliamente condenadas) a menudo acompaña a las diversas formas imperiales, la hegemonía nacionalista o incluso social. John Comaroff, escritor del contexto de la África colonial en el año 2001 escribe; "guerra jurídica": el esfuerzo por conquistar y controlar los pueblos indígenas por el uso coercitivo de los medios legales.”
En el libro, describe "guerra jurídica" como "Guerra de Derecho Internacional", y menciona, junto con varios otros medios, por los que pueden ser llevadas a la acción ofensiva del enemigo sin fuerza de las armas. En una parte más detallada, describe además como "aprovechar la primera oportunidad para establecer los reglamentos." El libro señala que las naciones poderosas tienen la prerrogativa de hacer sus propias reglas, pero al mismo tiempo se comprometen con ellas. Un segundo actor podría eludir esta normativa, ya que no está igualmente obligado por ellas.
5).-Uso en combinación con otros medios de guerra sin restricciones
El libro de estrategia militar guerra sin restricciones (Unrestricted Warfare), de los escritores chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui, describe cómo muchas de estas fuerzas pueden ser utilizadas en conjunto contra un oponente más poderoso. La "Guerra jurídica" podría ser utilizada en conjunto con "la guerra mediática", es decir, propaganda, para llevar una enorme presión pública en contra de una operación con un objetivo fijado. Tal ataque podría debilitar la determinación del enemigo, en contraste con el fortalecimiento de la voluntad que sigue a una acción ofensiva tradicional. Estos métodos son los más utilizados en una campaña orquestada.
5).-Origen del término
Tal vez el primer uso del término "guerra jurídica" se encuentra en el manuscrito, Whither Goeth the Law - Humanity or Barbarity, in THE WAY OUT - RADICAL ALTERNATIVES IN AUSTRALIA de John Carlson y Neville Yeomans. Los autores argumentan que el sistema jurídico occidental se ha convertido en demasiado polémico y utilitario, en comparación con el más humanitario basado en las normas del sistema oriental. Ellos opinan que la búsqueda de la verdad ha sido sustituida por la "guerra jurídica" en los tribunales.
Se cita más frecuentemente que el término fue acuñado por Charles J. Dunlap Jr. en un ensayo del año 2001 para el Harvard's Carr Center. En este ensayo, Dunlap define "guerra jurídica" como "el uso de la ley como arma de guerra." Más tarde amplió su propia definición, explicando la guerra jurídica como "la explotación de lo real, percibido, o incluso orquestando los incidentes de violaciones de las leyes de la guerra que se emplean como un medio no convencional de hacer frente a un poder militar superior".
6).-Guerra jurídica en América Latina:
La "Guerra jurídica" puede implicar que la Ley de una nación se vuelva contra sus propios funcionarios, pero más recientemente se ha asociado con la extensión de la jurisdicción universal, es decir, una nación o una organización internacional organizada por esa nación puede llegar a aprovecharse y enjuiciar a los funcionarios del otro.
EL MUNDO
30 de enero de 2018
Opinión
Nueva guerra jurídica en América latina
Por Juan Manuel Karg
Imagen: AFP
La condena en segunda instancia a Lula da Silva es un paso más en la judicialización de los líderes progresistas que encabezaron el proceso de cambios de inicios de siglo en la región, transformando la vida cotidiana de millones de personas. Si hacemos un breve repaso de la región entenderemos la gravedad del cuadro: golpe en Honduras en 2009, seguido de la posterior inhabilitación de Manuel Zelaya Rosales; golpe en Paraguay en 2012 y, acto seguido, inhabilitación de Fernando Lugo. Por ende, la proscripción (¿qué otra palabra podría definir mejor lo que busca el Poder Judicial con Lula?) al histórico líder sindical es parte del mismo entramado. En el caso brasileño, se trata del segundo paso tras la destitución de Dilma Rousseff: la eyección del PT del Planalto necesita este cierre, al que Lula espera ahora revertir –aún con expectativas moderadas, visto y considerando lo que hasta aquí sucedió– en tribunales superiores y en la propia justicia electoral.
En los últimos meses, en la América latina del intento de restauración neoliberal pasaron las siguientes cosas: en Brasil, Lula condenado; en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner procesada y Carlos Zannini preso; en Ecuador, Jorge Glas detenido y Rafael Correa investigado; en Uruguay, Raúl Sendic apartado de su cargo. Se trata de un conjunto de dirigentes, primero bombardeados en términos mediáticos, cuya credibilidad intentó ser erosionada a partir de esta verdadera “guerra jurídica”. En el medio también hubo embates mediáticos a Evo Morales –en Bolivia se llegó a decir que tenía un hijo que no existía, lo cual fue determinante para que perdiera por primera vez una elección– y a José Mujica –una autora uruguaya llegó a inventar las “tupabandas”, que supuestamente financiaban vía asaltos a mano armada al Movimiento de Participación Popular del cual el ex presidente es referente–.
El recuento no es azaroso: da cuenta de una cercanía entre el embate a estos dirigentes populares, y también de una planificación que parece ser externa. El caso chileno también es tristemente célebre: tres años atrás se abrió una causa contra el hijo de Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, por delitos tributarios, tráfico de influencias y compra irregular de terrenos. Permaneció abierta durante la campaña presidencial, y la primera y segunda vuelta electoral. Ganó, bajo un altísimo porcentaje de abstención, el conservador Sebastián Piñera, que venció a Guillier, candidato de Bachelet. ¿Qué pasó a comienzos de este año, ya con la elección definida? Avanzó el sobreseimiento definitivo de Dávalos, una vez que estuviera claro que quien iba a La Moneda era el empresario conservador.
En el Lawfare latinoamericano ya no se necesitan pruebas, sino apenas indicios o impresiones. ¿Qué palabras sonaron en el Tribunal Regional Federal 4 de Porto Alegre? Watergate, Mensalao, Lava Jato, Petrobras. ¿Por qué condenaron a Lula? Por un triplex que no es de él. ¿Qué palabras se escucharon en el impeachment a Dilma? Venezuela, Foro de San Pablo, Lava Jato, Petrobras. ¿Por qué la desalojaron del Planalto? Por “pedaladas” fiscales que hicieron todos los gobiernos contemporáneos en Brasil, incluido el de Fernando Henrique Cardoso.
Finalmente, bajo el velo de la autodenominada “nueva derecha” latinoamericana, con supuesto pedigree democrático, se esconde un furibundo embate a las instituciones en general y a diversos líderes políticos en particular. Bajo el paradigma de la lucha contra los “populismos” –que, hay que decirlo, fueron o son gobiernos populares– se defiende la vulneración a aspectos republicanos básicos, en un vale todo donde las víctimas son estos dirigentes que enumeramos, pero sobre todo, la verdad y la justicia. Esta es, en definitiva, la nueva “guerra jurídica” que vive nuestra región.
¿Hasta dónde llegarán?
Fuente:
@jmkarg Politólogo UBA. Analista Internacional #malvinasxargentinos
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