Por Juan Godoy*
“Isidro
Velázquez vive,/ donde descansan los sueños,/ donde se pisa la tierra,/ de
aquellos montes chaqueños”. (Chamamé en homenaje a Isidro
Velázquez, sin datos)
“La
pobreza, la injusticia/duele al que las conoció/unos pocos tienen todo,/ los
dueños del interior./Y te rebelaste entonces/y el poder te condenó/por eso los
mas humildes/te daban su protección” (chamigo Isidro Velázquez
– Agustín "Kico" blanco)
“Sí,
el asaltaba pero no a los pobres, porque no era un asesino como decía. (…)
Plata, daba de todo, él siempre estaba con los otros, acciones que perjudicaban
a los ricos sí, a veces “un sustito”, les sacaba a ellos nomás”. (testimonio
poblador Machagay)
“Ni idea donde
está”, “no sé quién es”, “nunca lo ví en mi vida”, “creo que lo conocía un
vecino que ya no está” algunas de las frases evasivas de los pobladores de
Chaco ante la insistencia de la policía por saber donde estaba Isidro
Velázquez, indagación que venía (en muchos casos) acompañada de golpes, de
torturas, etc. ? ¿Qué había hecho él por ellos?, ¿a quién se había
enfrentado?, ¿qué lazo unía a Don Isidro
Velázquez con estos pobladores, para que no dijeran donde se encontraba, para
que no dieran algún dato? nos preguntamos.
Isidro Velázquez, “Jinete Rebelde”, había nacido en
Mburucuyá, Corrientes, pero su actividad se desarrolló en el Chaco (Machagay,
Colonia Elisa, Laguna Limpia, Laguna Blanca, La Verde, etc.). Isidro, según los
testimonios escritos y que uno puede escuchar en Chaco, era buen pagador de sus
deudas, trabajador cumplidor, hasta que tuvo un entredicho con un policía de su
pueblo y comenzaron a instigarlo sin que hubiera cometido delito alguno. Así
pasa a la clandestinidad (queda “fuera de la ley”) y comienza a “delinquir”,
roba bancos, comercios, secuestra a estancieros adinerados, el monte es el
lugar en el cual se esconde. Su fama
traspasaba las fronteras provinciales, su historia se comentaba en todo
el norte chaqueño hasta Paraguay, Formosa y Corrientes. Esa zona donde las
fronteras se desdibujan y se comparten vivencias, tradiciones, cultura, etc.
que nos demuestran la arbitrariedad y artificialidad de muchas de las fronteras
de nuestros países y nos re-encuentran con la Patria Grande.
El “Jinete Rebelde” actúa entre 1961-1963 y 1964- 1967,
años en los que la policía de Chaco tuvo más de un “dolor de cabeza”, al no
poder dar con el “bandido rural”. Incluso la policía va a lanzar un gran
operativo en que más de 800 policías salieron en su búsqueda. Velázquez (y su
lugarteniente Gauna) pueden evadir el operativo, al cual va a comenzar a
llamarse “Fracaso”. Los medios de comunicación (especialmente la revista Así y
Gente, y el periódico El Territorio) van a actuar en este caso, ya sea
estigmatizándolo como bandido, y difundiendo información falsa por radio para
despistar de los movimientos que realizaba la policía.
Nos preguntamos ¿cómo podía huir a tamaño operativo?
Muchos le atribuyen poderes mágicos tales como, puntas de pañuelo que le
indicaban por donde venía la patrulla policial y lo orientaban en su huida, el sapucay
(grito de guerra) que inmovilizaba a los perseguidores como también su mirada,
incluso llegaba a burlarse de la policía como cuando al huir dejaba en los
árboles pegados carteles burlándose de sus
perseguidores . No pretendemos negar las creencias de los pobladores, no
consideramos aquí tampoco a la religión como un opio. No obstante sumamos a
ello, y consideramos fundamental para sortear la persecución cómo la población
lo ayuda, por ejemplo dándole información falsa a la policía, escondiéndolo en
sus casas, dándole de comer, etc. ¿por qué lo ayudaban? resulta fundamental
para entender la pregunta inicial.
Isidro Velázquez, cómo sostuvimos anteriormente le robaba
a los estancieros, hacendados, personajes adinerados de la provincia del Chaco
(también llegaba a secuestrarlos y pedir rescate a cambio). Este “botín” era
repartido por el “gaucho alzado” entre los sectores populares de los pueblos en
los que actuaba, pidiéndole protección a cambio. Así, estos sectores
desposeídos se identificaban con la figura de Isidro, porque los ayudaba,
porque se enfrentaba a los poderes concentrados, a las clases dominantes, a la
oligarquía (la sociedad rural llegará a ofrecer 200 mil pesos moneda nacional
por la “cabeza de Isidro”). La población se identifica con un personaje que
humilla a los sectores de la sociedad que la oprimen. De ahí, con la relación
íntima con los sectores populares, Isidro tejerá un lazo bien fuerte que le
permitirá continuar con su accionar. Roberto Carri, sostendrá que allí se
encuentra una forma pre-revolucionaria de la violencia.
Recién para 1967 podrán alcanzarlo y darle muerte por la
“traición” de una maestra Leonor Marianovich Cejas y de un cartero Ruperto
“Lula” Aguilar, lo cual será escrito por Oscar Valles en “El último Sapucay”
(chamamé que será prohibido por la canalla dictatorial): “Camino de pampa bandera,/ lo esperan en una emboscada,/ y en una
descarga certera,/ ruge en la noche la metrallada./ Isidro Velázquez ha muerto,/
enancando a un sapucay,/ pidiéndole rescate al viento,/ que lo vino a delatar”.
Lo matan exactamente el primero de diciembre en un gran operativo, el
“Operativo Silencio” ¡que nombre! Nos preguntamos ¿qué querrían silenciar?,
seguramente a las masas oprimidas que primeramente se vieron identificadas con
el accionar de Isidro Velázquez y luego lo convertirán en santo.
Otras historias se entremezclan con la de Isidro
Velázquez, que se relacionan con la conformación de nuestra identidad como
pueblo, con nuestras luchas nacionales. Así vemos que años más tarde
desaparecerán al joven sociólogo Roberto Carri (con su mujer, Ana María Caruso)
quien había escrito sobre Isidro, posteriormente su hija Albertina Carri
dirigirá “Los Rubios” que trata sobre la vida y desaparición de sus padres,
asimismo algunas versiones señalan que Velázquez y Gauna había entablado
relación con las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Pablo Szir quien dirigiera
una película en los ‘70’s desaparecerá y no quedarán rastros de su película
(otra copia es rota por el editor, por miedo, y algunas versiones señalan que
podría haber una copia en Cuba), hace poco tiempo se estrenó una nueva
película, diferentes cantantes relatarán su historia. El 1º de diciembre será
decretado como el día de la policía del Chaco, por el asesinato de Isidro
Velázquez que, al mismo tiempo será santificado
y todos los primero de Diciembre los devotos se acercarán al santuario a
rendirle homenaje.
*
Sociólogo (UBA)
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