Por Jorge Eduardo Navarrete*
Mientras la mayor parte de las economías avanzadas sufre los efectos de la crisis financiera –y económica–,el bloque emergente ha ido cerrando algunas brechas con esas economías, al menos en lo que refiere a su producto bruto. Sin duda, las que se refieren a otras variables, como ingreso per cápita, gasto en tecnología o niveles medios de nutrición, siguen abiertas en favor del Norte. Aún así, el concepto de «década perdida», acuñado en el análisis de la periferia, es cada vez más utilizable para los países desarrollados. Frente a una crisis sin horizonte de solución, el g-7 repite una serie de expresiones de deseos, mientras las políticas de ajuste amenazan con generar efectos contrarios a los buscados.
A mediados del verano boreal de 2011, The Economist llamó la atención sobre el siguiente hecho:
El pib real de la mayoría de las economías opulentas se encuentra todavía por debajo del nivel alcanzado al final de 2007. En contraste, el producto de las economías emergentes ha crecido en alrededor de 20% en el mismo periodo. Las calamidades del mundo de los ricos han acelerado, de manera muy clara, la transferencia del poderío económico global hacia las economías emergentes.1
De hecho, a partir de 1998, la contribución de estas últimas al producto global bruto medido a paridad de poder adquisitivo (pgb/ppa) es mayor que la de las economías avanzadas. En otras palabras, se modificó la brecha de producción entre los dos grandes segmentos de la economía mundial: ahora la aportación del Sur al producto mundial es mayor que la del Norte2. Como la Gran Recesión (2007-2009) se manifestó en disminuciones del pib de distinta gravedad en prácticamente todas las 23 economías avanzadas, al tiempo que solo desaceleró el crecimiento de algunas de las mayores economías emergentes, tuvo también como consecuencia precipitar esa transferencia. Para seguir leyendo
*Jorge Eduardo Navarrete: economista y diplomático mexicano. Es coordinador del Programa Prospectiva Global-Estudio de Futuros en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Es embajador
eminente del Servicio Exterior Mexicano. Fue subsecretario de Asuntos Económicos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (1979-1985) y de Política y Desarrollo en la Secretaría de Energía (1995-1997). Es miembro de la South Commission.
Palabras claves: crisis, depresión, economías avanzadas, bric, g-7, g-20.
Fuente: Revista Nueva Sociedad
No hay comentarios:
Publicar un comentario