Finalmente, la nave argentina despegó de la
Guayana francesa y en poco tiempo podrá comenzar a brindar servicios de
telecomunicaciones a todo el territorio nacional y países limítrofes.
"Este es un hito científico-tecnológico importantísimo para la
Argentina", sostuvo el ministro de Planificación Julio de Vido.
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Tras la demora por las condiciones climáticas, finalmente Argentina lanzó desde Kourou, en la Guayana Francesa, el Arsat-1, el primer satélite geoestacionario argentino.
El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, celebró el exitoso lanzamiento del satélite: "Estamos deslumbrados con el despliegue tecnológico. Quiero agredecer a los gobernadores argentinos que nos acompañan. Argentina es un país que tiene razón de ser gracias a su sentido federal".
"Esta posibilidad que hoy tenemos, de estar lanzando este satélite, se la debemos a una política de Estado de Néstor Kirchner. Este es un hito científico-tecnológico importantísimo para la Argentina", sostuvo.
En tanto, Matías Bianchi, presidente de Arsat, calificó el lanzamiento de "exitoso" y expresó: "Argentina ya es nuevo integrante de un selecto grupo de países".
"Sería importante hacer un público reconocimiento a los equipos de Arsat e Invap por el trabajo realizado en equipo. Este es un paso que nos obliga a pensar en un horizonte lejano con infinitas oportunidades. Ojalá que nadie pueda pensar en dar un paso atrás. Tenemos el desafío para el año próximo de Arsat II, con el objetivo de achicar la brecha tecnológica. Estamos yendo hacia una soberanía satelital", agregó.
En tanto, el Secretario de comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, sostuvo: "Hoy es un día histórico para Argentina y latinoamérica. La posibilidad que nos abre a los argentinos Arsat I será brindar un muy buen servicio de telecomunicaciones -hecho por argentinos y para argentinos-. Hoy se cristalizó gran parte de este proyecto político iniciado por Néstor Kirchner en 2003. Eligió el camino más difícil, no comprar o alquilar un satélite, sino producirlo".
El Arsat-1brindará servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional y países limítrofes.
El satélite fue íntegramente diseñado, construido y testeado en el país. Con su puesta en órbita Argentina se suma al selecto grupo de ocho países que los producen.
El presidente de Arsat, Matías Bianchi, destacó “la
decisión estratégica tomada en 2006 para proteger las posiciones
orbitales y también de hacerlo con satélites hechos en Argentina”, en la
previa del lanzamiento del Arsat-1 desde Guayana Francesa.
Bianchi aclaró que "la vida útil de un satélite se estima en 15 años, por eso los procesos de desarrollo son de largo plazo y en cada hito se hace una evaluación de cada componente del satélite y se define que elementos se desarrollan localmente y cuáles se importan, de acuerdo al impacto que puedan producir en la industria nacional y en el desarrollo soberano".
"Tenemos que ser capaces de aplicar todos los aprendizajes que deja este satélite al resto de los desarrollos tecnológicos argentinos", finalizó.
El presidente de Invap, Horacio Osuna, resaltó el
trabajo en equipo entre los distintos organismos para lograr “un hito
más de un proceso de desarrollo tecnológico que tiene el país hace
muchos años y con mucha fuerza en la última década”.
El proyecto Arsat-1 demandó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, muy codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, celebró el exitoso lanzamiento del satélite: "Estamos deslumbrados con el despliegue tecnológico. Quiero agredecer a los gobernadores argentinos que nos acompañan. Argentina es un país que tiene razón de ser gracias a su sentido federal".
"Esta posibilidad que hoy tenemos, de estar lanzando este satélite, se la debemos a una política de Estado de Néstor Kirchner. Este es un hito científico-tecnológico importantísimo para la Argentina", sostuvo.
En tanto, Matías Bianchi, presidente de Arsat, calificó el lanzamiento de "exitoso" y expresó: "Argentina ya es nuevo integrante de un selecto grupo de países".
"Sería importante hacer un público reconocimiento a los equipos de Arsat e Invap por el trabajo realizado en equipo. Este es un paso que nos obliga a pensar en un horizonte lejano con infinitas oportunidades. Ojalá que nadie pueda pensar en dar un paso atrás. Tenemos el desafío para el año próximo de Arsat II, con el objetivo de achicar la brecha tecnológica. Estamos yendo hacia una soberanía satelital", agregó.
En tanto, el Secretario de comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, sostuvo: "Hoy es un día histórico para Argentina y latinoamérica. La posibilidad que nos abre a los argentinos Arsat I será brindar un muy buen servicio de telecomunicaciones -hecho por argentinos y para argentinos-. Hoy se cristalizó gran parte de este proyecto político iniciado por Néstor Kirchner en 2003. Eligió el camino más difícil, no comprar o alquilar un satélite, sino producirlo".
El Arsat-1brindará servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional y países limítrofes.
El satélite fue íntegramente diseñado, construido y testeado en el país. Con su puesta en órbita Argentina se suma al selecto grupo de ocho países que los producen.
Bianchi aclaró que "la vida útil de un satélite se estima en 15 años, por eso los procesos de desarrollo son de largo plazo y en cada hito se hace una evaluación de cada componente del satélite y se define que elementos se desarrollan localmente y cuáles se importan, de acuerdo al impacto que puedan producir en la industria nacional y en el desarrollo soberano".
"Tenemos que ser capaces de aplicar todos los aprendizajes que deja este satélite al resto de los desarrollos tecnológicos argentinos", finalizó.
Tenemos que ser capaces de aplicar todos los aprendizajes que deja este satélite
El proyecto Arsat-1 demandó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, muy codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Fuente: Tiempo Argentino
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