¿Cuáles serán los principales desafíos para el nuevo gobierno? ¿Qué liderazgo ejercerá Alberto Fernández? ¿Por qué crecieron los votos macristas entre las primarias y las generales? ¿El actual presidente será la principal figura de la oposición o será desbancado? Estas y otras preguntas respondieron sociólogos y politólogos consultados por PáginaI12 para analizar lo que dejaron las últimas elecciones.
Para Paula Canelo, doctora en Ciencias Sociales, en los días posteriores a la elección se vio un fenómeno extraño en el que “paradójicamente, lo que fue una derrota contundente de Cambiemos apareció, sin embargo, como un éxito”, dijo (y dio el ejemplo del diputado oficialista Eduardo Amadeo, que sentenció: “Perdimos pero ganamos”). En esa misma línea Luis Alberto Quevedo, sociólogo y director de Flacso, consideró que “fue una sorpresa el crecimiento de Juntos por el Cambio”. Sin embargo, para el investigador del Conicet Gabriel Vommaro esa sorpresa se debió "más a las expectativas que todos teníamos que si uno miraba la historia reciente”. Y analizó que “desde el Gobierno nos decían tres cosas: que de las PASO a la primera vuelta vota más gente; que esa gente vota más por Cambiemos que por el FdT y por último que esos nuevos votos iban a alcanzar para dar vuelta la elección. Se cumplieron dos de las tres”, dijo. Según el sociólogo, lo que proclamaban desde Juntos por el Cambio tenía asidero histórico ya que siempre votan más personas en primera vuelta que en las PASO; y "por la composición etaria del voto fiel de Cambiemos, era probable que al costarle más movilizarse, sus electores lo harían sólo en los momentos en los que los votos valen”.
Para Quevedo, la polarización entre las dos primeras fórmulas fue otra de las causas del aumento de votos para Cambiemos: “Se cumplió lo que muchos decían antes de las elecciones: las PASO fueron como primera vuelta y la primera vuelta como el ballottage. Por eso perdió un punto Espert, otro Lavagna y otro Gómez Centurión”, indicó. Y en tercer lugar también influyó, según varios de los analistas consultados, la campaña oficialista del “Sí, se puede” con la que Macri recorrió 30 ciudades. “El Gobierno hizo dos apuestas luego de las PASO", analizó Vommaro: "Una fue aplicar medidas pro consumo y otra recrear la épica 2015 antipopulista de 'son Venezuela', 'somos el anti-autoritarismo'. Me parece que funcionó más la segunda que la primera”.
Canelo subrayó que “lo importante ahora es pensar cómo será el escenario futuro y cómo el peronismo tendrá que lidiar con una oposición consagrada en un partido de derecha al que vota el 40 por ciento de la población”. "El peronismo tiene que hacer un esfuerzo importante, más allá de las políticas urgentes que tendrá que implementar, para lograr transformar el sentido común", dijo, porque deberá enfrentarse "con una subjetividad neoliberal, fragmentada, individualista y que favorece la desigualdad. Por eso tendrá que hacer un trabajo cultural y simbólico para convocar a ese 40 por ciento y terminar con la idea de que hay argentinos irrecuperables". Además, estimó, “Cambiemos no va a ejercer una oposición responsable, porque su gobierno fue uno de los más irresponsables de las últimas décadas”. Según la investigadora, el FdT tiene que "hacer valer su diversidad interna como un recurso para gobernar una sociedad que está profundamente fragmentada. Si logra habitar la heterogeneidad, alineado bajo una mano con claridad de objetivos cómo es la de Fernández, puede ser el peronismo que la sociedad necesita”, afirmó.
En cuanto al liderazgo del futuro presidente, Marcelo Leiras, sociólogo y director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de San Andrés, consideró que “está muy bien revalidado en las urnas: 48 puntos es muchísimo y eso indica que Fernández consolidó su candidatura”. “Recordemos que nos enteramos el 18 de mayo que iba a ser candidato de modo tal que hizo una muy buena campaña”. De todos modos, afirmó que Fernández “enfrenta una situación del país muy complicada y su liderazgo se va a consolidar o no en función de cómo resuelva los problemas más urgentes”.
Con respecto a la figura del futuro presidente, Miguel De Luca, doctor en Ciencia Política e investigador del Conicet, opinó que “el peronismo suele transitar procesos conflictivos de disputa por el liderazgo cuando es oposición”, pero “cuando el partido está en el gobierno tiene una tendencia natural a inclinarse hacia aquel que ocupa la Presidencia”, por lo cual, remarcó que “más allá de las especulaciones, luego de un proceso que no va a llevar mucho tiempo, el peronismo va a reconocer el liderazgo de Fernández”. “Al principio va a haber tensiones pero finalmente va a suceder de esa manera como sucedió en el pasado”.
Al analizar el futuro de Juntos por el Cambio y en particular de Macri como conductor del espacio, los investigadores consultados tuvieron posiciones encontradas. Vommaro, De Luca y Canelo consideran que su liderazgo está en declive. En cambio, Leiras y Quevedo creen que en la última parte de la campaña y luego de los resultados de la elección, Macri reforzó su posición y puede seguir conduciendo la coalición. “Macri se volvió otra vez a transformar en el líder del PRO y el único que puede conducir Juntos por el Cambio”, dijo Quevedo y sumó que “tiene futuro político y caudal electoral". En cambio, el director de Flacso cree que María Eugenia Vidal "hizo una apuesta el último día de su campaña en Platense, en el que intentó crear una marca nueva: ‘Ahora Nosotros’, y separarse de Macri, pero eso no le funcionó”.
En la misma línea, Leiras subrayó que “Vidal muy probablemente no tenga un rol protagónico porque su desempeño fue malo”, luego indicó que: “Larreta obtuvo un resultado extraordinario con el 55 por ciento de los votos pero solamente 3 o 4 por ciento de corte de boleta, de modo que su figura va a ser difícil de despegar de la de Macri”. En cambio, para Vommaro “está claro que Macri ya no es el líder indiscutido, aunque por supuesto intentó hacer lo imposible para mostrar que todavía es relevante". "Perdió su lugar y hay competidores con más posibilidades”, manifestó. De Luca aportó que “en cuanto a la institucionalización del PRO el que tiene más chances de funcionar como un dirigente con perspectiva hacia el futuro es Larreta”. Luego remarcó que a diferencia de Macri y Vidal, “Larreta es el único que va a tener territorio y en la política argentina eso cuenta”. “Si bien el Presidente termina haciendo un papel mejor de lo esperado, su experiencia en el gobierno va a ser un proceso muy difícil de remontar”, observó. Canelo opinó que: “Va a haber una renovación necesaria. Macri va a ser un símbolo de lo que fue el PRO pero pueden aparecer personajes nuevos”.
Informe: Melisa Molina.
Fuente:Pagina/12