jueves, 14 de febrero de 2013

La ciudad capitalista: un valor de uso complejo


 


 Algunos elementos para  comprendender la Ciudad

Francisco Samaniego González

Topalov, Christian. La Urbanización Capitalista, algunos elementos para su análisis, la ed. Edit. Edicol, México. 1979 (Colección diseño: ruptura y alternativas).

La Sociología Urbana, al igual que el conjunto de las Ciencias Sociales, se encuentra ante su gran disyuntiva de desarrollo: continuar desarrollándose como conocimiento tecnocrático (destinado a la planificación, cuantificación, diseño de proyectos reformistas, etc.) al servicio del Estado y de la empresa capitalistas, o bien, romper con los marcos "académicos" tradicionales para desarrollarse como un auténtico conocimiento científico (que estudie la relación causa-efecto de la problemática urbana) que esclarezca
los procesos de las luchas populares.
Christian Topalov, expone las rupturas que la "nueva sociología urbana" —como él la denomina— ha tenido que efectuar al orientarse en el camino de esa segunda alternativa, y, a partir de ello, somete a debate
"(. . .) un conjunto de proposiciones teóricas sobre la urbanización capitalista,elaboradas a partir de la experiencia europea y principalmente francesa"
1 . El texto que nos ocupa es interesante para todo tipo de investigadores sociales y fundamental para los estudiosos de la sociología urbana; tiene su origen en un curso impartido por el autor en el Centro de Estudios Económicos  y Demográficos de E l Colegio de México, durante enero-febrero de 1978. Además de utilizar los aportes del marxismo clásico, Topalov recoge las aportaciones de Patrice Grevet, Susanna Magri, y Edmond Préteceille. Desde su primera afirmación, Topalov es tajante: " L a ciudad capitalista
está en c r i s i s "
2 , dondequiera se llevan a cabo luchas populares contra los efectos de esa crisis (subempleo, pobreza, carencia de viviendas y de equipamientos colectivos, solución, opresión en todos los aspectos de la
vida cotidiana) y, en ocasiones, contra sus mismas raíces. En virtud de ello, afirma, el rechazo a la explotación indirecta en la ciudad puede coincidir con el rechazo a la explotación directa en la empresa; en el camino de esta convergencia se encuentra el propio cambio social, la marcha hacia
el socialismo.
En ese contexto —plantea— el análisis de los fenómenos urbanos haconocido una profunda renovación, con la inquietud común de vincular t e o r í a y praxis bajo un mismo m é t o d o : la utilización de los instrumentos analíticos del materialismo histórico para combatir las ideologías oficiales, paia sobrepasar lo aparencial. Tras esa advertencia, Topalov procede a explicar el desarrollo de la sociología urbana. Manifiesta que, a fines de los 60's, al iniciarse la nueva sociología urbana francesa su preocupación fundamental es: considerar la ciudad como un producto, como el resultado de un proceso de producción,
y no solamente como objeto de consumo material y simbólico; de tal modo que la sociología urbana académica dejase de ser lo que en esa época era: una psicosociología de las necesidades humanas (que se encargara de estudiar los comportamientos y actitudes de los habitantes del medio urbano), en un contexto dado de condiciones urbanas que pudiese más o menos satisfacerlas, es decir, se trataba de una  psicosociología ecológica (ocupada de estudiar el equilibrio entre el hombre de la ciudad y su medio
ambiente). Ese papel asignado a la sociología urbana académica respondía a una doble sumisión: por una parte a los requerimientos de la economía marginalista (la cual le asigna el estudio de lo residual, o sea, lo subjetivo), y, por otra parte, a las demandas del Estado francés (que la utiliza para el establecimiento de las normas de equipamiento que definen las necesidades en materia de espacio, aulas escolares, espacios verdes, de superficie de comercio por habitante, etc).
De esta "sociología de los consumos urbanos", surge una primera ruptura "(. . .) efectuada por una nueva corriente de investigadores que tratan de utilizar el materialismo histórico como método de trabajo; tratan de
partir de la producción, de estudiar la ciudad como el resultado de procesos de urbanización capitalista y no de considerarla como una realidad ya dada. A l hacerlo, es toda la c o n s t r u c c i ó n académica de la e c o n o m í a espacial y de la sociología urbana en el corte economía/sociología e investigaci ó n / p o l í t i c a que se cuestiona"
3. A este primer cuestionamiento le acompaña una segunda ruptura, referente al papel del Estado. Para las disciplinas académicas el Estado está siempre fuera del campo de análisis, constituye una "variable independiente" (concepción que es coherente con la ideología práctica de la planificación en general y de la urbana en particular); para la nueva sociología urbana el Estado no es un sujeto dotado de voluntad, sino que es un conjunto de aparatos que realizan, por un proceso cierto, por un proceso sin sujeto, el interés general de la clase dominante.
4 Concebir al Estado como clasista, implica que la política urbana no puede reducirse a una actividad
de planificación, sino que se convierte en un momento de un proceso social complejo el de las luchas de clase , donde se incluyen los movimientos sociales urbanos. La problemática de base del texto que reseñamos, tesis fundamental a desarrollar, es el reconocimiento de una contradicción: la contradicción
entre el movimiento de socialización de las fuerzas productivas y el carácter, de apropiación privada, de las relaciones sociales de producción capitalista;como lo expresa Topalov: "Esta contradicción es la fundamental, expresada en el espacio de ese modo de producción, pues va a producir históricamente formas siempre nuevas de socialización: la estatal y monopolista de la formación de los valores de uso urbano. Pero al mismo tiempo, va a reproducir límites siempre nuevos a esta socialización de las fuerzas productivas. Estos límites se expresan en las luchas de clase, así como en las crisis urbanas de las metrópolis capitalistas".
5.
Topalov plantea que la ciudad es el resultado de la división social del trabajo y es, al mismo tiempo, una forma desarrollada de la cooperación entre unidades de producción; la ciudad es una fuerza productiva (porque concentra las condiciones generales de la producción y de la circulación del capital, y de la producción de la fuerza de trabajo), razón por la cual, para el capital, es un valor de uso complejo que nace del sistema espacial, de la articulación en el espacio de valores de uso elementales. Nuestro autor define la urbanización del siguiente modo: "(. . .) la urbanización capitalista es, ante todo, una multitud de procesos privados de apropiación del espacio" 6 ; consecuentemente, por el carácter de las relaciones
de producción, es imposible garantizar la reproducción de las condiciones generales, urbanas, de producción. De allí surge la contradicción. Las condiciones generales de producción (que son la fuerza productiva nueva, específica que constituye la ciudad y, más ampliamente, el espacio capitalista), son clasificadas en dos tipos:
1. Las condiciones generales de la producción y de la circulación del
capital.
2. Las condiciones de la reproducción de la fuerza de trabajo.

1. La ciudad supone la existencia, funcionamiento, mantenimiento y expansión de un conjunto de medios de producción preconstituidos que requieren las empresas industriales (suministro de agua y de energía, medios
de transporte de las mercancías, etc.); con ello permite que el capital no se ocupe de los sectores no-rentables para él, pero que le son necesarios para el proceso de la producción.2. La ciudad es, fundamentalmente, una concentración de mano de obra disponible en las diversas calificaciones que la producción requiera; esta fuerza de trabajo se produce y se reproduce gracias a la existencia de medios de consumo socializados, así como de formación, de aculturación y encuadramiento, de transporte hacia los centros productivos, etc. "Sobre esta doble base de la reserva de mano de obra y de las infraestructuras industriales, la fuerza productiva de la ciudad es el resultado, en fin de la conexión espacial de las propias empresas industriales (. . . ) " .
7 Es de esta manera, cómo la ciudad va a posibilitar una disminución de los gastos generales de la circulación del capital y una reducción de los tiempos de circulación dentro y fuera de la producción; en efecto, la urbanización modifica no sólo las condiciones de la producción, sino también las de la circulación del capital.
Una hipótesis de trabajo —para los análisis concretos— que nos parece muy útil, es propuesta por Topalov; consiste en considerar la organización espacial como una superposición y una articulación de varios tipos de espacios de producción, cada uno de los cuales correspondería a una fase de la división capitalista del trabajo; previamente se reconoce que, evidentemente, en una sociedad concreta pueden estar presentes, al mismo tiempo, varias etapas de la división capitalista del trabajo, e incluso que puedan subsistir en ella relaciones de producción precapitalistas. Por otro lado, para Topalov la ciudad no es una mercancía similar a la materia prima, ya que ningún polo de acumulación controla la formación (prefiere denominarla formación y no producción) de los valores de uso complejo; la denomina formación en virtud de que es el resultado "de un proceso ciego y problemático". Es problemático, porque varias contradicciones se oponen a esta formación:

l o . El capital no producirá ciertos elementos necesariarios al valor de
uso complejo: los que no le sean rentables.
2o. La coordinación espacial de los elementos de valor de uso tropieza con el hecho de que cada uno de ellos es producido y circula autónomamente.
3o. El carácter no reproducible y monopolizable de los efectos útiles de la aglomeración (valores de uso complejos) va a tener como consecuencia la fijación de las sobreganancias de localización en forma de rentas. Estas rentas del suelo van a devolver al capital el reflejo de su propio movimiento, o imponer a cada capital particular los límites de la sobreganancia localizada."

Esta serie de planteamientos serán el punto de partida (las contradicciones de la urbanización capitalista) para que Topalov analice la relación entre urbanización y reproducción de la fuerza de trabajo (en torno a las
contradicciones de la fuerza de trabajo-mercancía y fundamento del sistema público de mantenimiento), las contradicciones de la socialización capitalista del consumo, y las políticas estatales de equipamientos colectivos refiriéndose concretamente al nacimiento de la vivienda pública en Francia o Inglaterra. Así como también, es punto de referencia para analizar el ciclo del capital en el sector inmobiliario, exponer un análisis histórico de los sistemas de producción de la vivienda en Francia e Inglaterra, y, finalmonte, para estudiar la formación de los precios del suelo en la ciudad capitalista (como una introducción al problema de la renta del suelo urbano.
Fuente:http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/10160/2/margen2-10.pdf

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